jueves, 28 de mayo de 2015

PSOE y Podemos se tiran los tejos, y el PP de Rajoy se desencuaderna 20150528

Manuela Carmena no quería ser candidata de Ahora Madrid ni de nada. Y las izquierdas capitalinas estaban acojonaditas porque no encontraban otro personaje que le diera cuerpo a su lista común. Pero entonces la exjueza escuchó unas declaraciones de Esperanza Aguirre. Sufrió tal choque, que en ese mismo instante decidió cambiar de parecer y entrar en la contienda electoral. Lo demás es cosa sabida. Pero la lideresa pepera aún no ha dejado de hacer esas cosas entre surrealistas y estúpidas que por lo visto son su marca personal. Ayer propuso gobernar Madrid mediante un pacto general que incluyese a la propia Carmena. Este regate en corto (que dejó sentado a su estupefacto partido) y las nebulosas declaraciones hechas en los pasillos del Congreso por un Mariano Rajoy semicomatoso, simbolizan la crisis del PP. Ya no chirría ni cruje, ahora se está desencuadernando. Es lo que suele pasar cuando la derrota llega sin avisar. Por el contrario, el PSOE sigue ahí, sin saber si el sol sale o se pone, aunque cada vez más decidido a entenderse con los de la nueva política. En Aragón, Lambán y Echenique hablarán la semana que viene. Normal.

Se dice en los mentideros que Rajoy quiere recuperar al gallego Nuñez Feijoo y a la manchega Cospedal (dos derrotados) haciéndoles ministros. Pero el presidente, aparte de poner cara de circunstancias y soltar perogrulladas, no se muestra demasiado explícito. Parece que ha rectificado su inmovilismo del lunes, o no, o vayan ustedes a saber. Tal vez incluso empieza a vislumbrar que la murga de la recuperación no cuaja en esta España donde la desigualdad, el empobrecimiento y el deterioro de la democracia tienen en estado de alerta a una ciudadanía harta de que la tomen por estúpida.

Aguirre... Bueno, esta señora ha sido siempre una friki frívola y malévola, mucho más fascistoide que liberal. Su última perla ha sido reclamar de su rival, Carmena, que renuncie a organizar soviets en los barrios de Madrid. ¿Qué soviets?, le preguntaron. Y entonces confesó que no había leído el programa de Ahora Madrid, que se lo habían contado. Inaudito.

El PSOE está dándose tiempo para decidir si en el 24-M le fue mal, regular, bien o un poco de todo. Por supuesto, Pedro Sánchez parece tener claro que si acuerda cualquier cosa con el PP está acabado y su partido descenderá definitivamente a la tumba. Claro que irse a la cama con Podemos y los otros también tiene mucho peligro. En todo caso ha empezado a tirarle los tejos a la nueva izquierda, la cual, a su vez, le va mirando con buenos ojos. El acuerdo entre socialistas, podemistas y otros de similar cuerda es inevitable, y la única salida que les queda a todos ellos. Declaraciones como las que hacía hace sólo unos meses Echenique, cuando aseguraba en las entrevistas que con los socialistas no se podía ir a ninguna parte, han perdido sentido... si es que lo tuvieron alguna vez. Ahora va a sentarse a charlar con Lambán (quien también se pasó la campaña poniendo a caldo a los nuevos partidos). Como suele decirse, es lo que hay.

Zaragoza en Común está designando a sus representantes. Justo antes de la reunión a tal efecto, el inspector de Hacienda Raúl Burillo (que no ha salido concejal pero cuya función técnica nadie discute) hacía declaraciones envueltas en almíbar democrático, juiciosísimas. La victoria (aunque sea relativa) da mucha serenidad e induce a la responsabilidad. Todo lo contrario de lo que les pasa los nueve ediles conservadores recién elegidos. Si se les aplica la norma que hace no mucho impuso el Gobierno de España (¡el de su partido!), no van a cobrar un céntimo. A ver cómo se las arreglan. Porque el PP (donde cada retroceso electoral es una sangría económica por distintos motivos) ya no está para pagar complementos. Pueden consolarse: también la ínclita Cospedal se empeñó en reducir el número de diputados de la Asamblea manchega, de manera que ella quedase en posición de ventaja. Le ha salido el tiro por la culata.

Este fin de semana, en el Teatro de las Esquinas de Zaragoza se representa un drama-documento (por clasificar la obra de algún modo) que bucea en la reciente historia de España. Les recomiendo que vayan a verla. Al fin y al cabo la política está de moda. Y la bici no se para.

miércoles, 27 de mayo de 2015

Los primeros tanteos, los primeros desbarres... y veamos qué pasa 20150527

El lunes y ayer, martes, en el Pignatelli se vivió en régimen de puertas cerradas. A jefas y jefes apenas se les veía fuera de sus herméticos despachos. Pese a tanta depresión, Rudi ha aceptado la solicitud de Rajoy para aguantar hasta dentro de un año, cuando tenga lugar el próximo ciclo de congresos en el PP. Otros barones y gerifaltes no parecen tan disciplinados y harán lo que se les supone a los políticos que se han dado un batacazo: irse ya. El PP cruje por sus junturas. Si el castellanoleonés Juan Vicente Herrera, uno de los pocos que se ha salvado de la quema, reclamaba renovación y le tiraba a don Mariano un fantástico derrote, Esperanza Aguirre protagonizó uno de los episodios más chuscos y patidifusos de este periodo postelectoral, al aparecer en público ofreciendo la alcaldía de Madrid al socialista Antonio Miguel Carmona, o incluso a Ciudadanos, con tal de frenar a Manuela Carmena y a los radicales de Podemos. Por un instante, el afán de la aguerrida lideresa evocó el fantasma del tamayazo, porque con la cazadora de talentos nunca se sabe. Más cólera de Dios que nunca, su propuesta fue rechazada mil veces por el PSOE y su electo candidato capitalino. "Ya no sé como decirlo", se desgañitaba Carmona en twiter: "¡Que no!".

Bueno... en Aragón los presidenciables y alcaldables más significados iniciaron no ya los tanteos sino la toma de posición previa. Echenique quiere ser presidente y Zaragoza en Común designará hoy ocho negociadores. El PSOE, cuya ejecutiva regional se reunió ayer, está listo para hablar con quien corresponda. CHA queda a la espera.

Aunque parezca mentira, buena parte de los altos cargos que han señoreado el Gobierno de Aragón en estos cuatro años no esperaban caerse del caballo. Creían que su gestión sería apreciada por la ciudadanía y que la presunta mejora de la situación económica haría lo demás (siempre de acuerdo con la versión literal de los argumentarios del PP). Así que ahora esta buena gente anda con la moral por los suelos. Acaban de enterarse de que el personal de a pie estaba cabreado con los recortes, las salidas de tono de Oliván, el afán privatizador de Serrat y la impostada altivez de la presidenta Rudi. Parece mentira.

Dejan aprobado, eso sí, un presupuesto que lastrará al próximo Ejecutivo, un hospital de Alcañiz adjudicado a Florentino y Cía y toda la producción externalizada de Aragón TVE (es decir, el grueso de la programación) adjudicada para los próximos cuatro años. Estas últimas semanas han dado para mucho.

¿Quiénes y cómo relevarán a Rudi y los suyos? Pablo Echenique, al que no se le pone nada por delante, ha lanzado su primer desafío. Pretende negociar con Lambán "de tú a tú", lo cual es coherente con el hecho de que su partido y el de los socialistas han tenido prácticamente los mismos votos, aunque el suyo logre menos diputados porque Huesca y Teruel dan más escaños de los que les correspondería aplicando la estricta proporcionalidad. En todo caso, ambas partes habrán de hablar y ver en qué para la cosa. Ayer por la tarde, el secretario general del PSOE aragonés y también aspirante a presidir la DGA, salió muy serio de la reunión con su Ejecutiva. Viene diciendo que no gobernará a cualquier precio. Pero sabe perfectamente (Echenique también, aunque él es un verso suelto) que se ha de llegar a algún tipo de acuerdo sí o sí, y para eso habrá que configurar un espacio de encuentro con Podemos... y CHA.

Chunta, por cierto, se ha quedado quieta. A esperar que los otros llamen. Bien mirado, aun en el caso de que PSOE y Podemos pacten lo que sea, el concurso de los nacionalistas será imprescindible para obtener mayoría absoluta. Pero tampoco se pueden permitir ahora demasiados desahogos. El grueso de los votantes de las cuatro fuerzas de centroizquierda e izquierda (incluyendo a IU) presentes en las futuras Cortes no ha echado ahí su papeleta para que al final aquello acabe convertido en un berenjenal.

Zaragoza en Común ha designado una comisión de ocho miembros que llevará los contactos con otras fuerzas. Según Santisteve, sus negociaciones están desvinculadas de las que vaya a llevar a cabo Podemos en el ámbito autonómico. Lógico hasta cierto punto, aunque poco operativo. Más engorroso todavía va a resultar el hecho de que la plataforma electoral tenga en lo sucesivo un portavoz distinto cada día. Se complicarán ellos la vida y, lo que es peor, nos la complicarán a los periodistas. Cómo si estos barroquismos formales tuviesen algo que ver con la participación, la democracia interna y la convergencia. En fin...

¿Y Ciudadanos? Pues como su concurrencia no resuelve nada en las instituciones más relevantes, pueden acogerse a las generalidades de rigor (lo de la lista más votada, las primarias y no entrar en los gobiernos que no presidan). Con eso les sobra. Además, hasta que sus actuales jefas no cojan un poco más de carrerilla y soltura, cuanto menos se descaren, mejor.

Al PAR le pasa algo parecido. Aliaga empezó hablando mucho de pactos, la especialidad de su formación. Pero en realidad el regionalismo sólo es decisivo en la Diputación Provincial de Teruel. ¿Se la darán al PSOE o al PP? Hombre, si los socialistas acaban gobernando la DGA... mejores aliados serán que los otros, ¿no? Biel, por su parte, ejerce de somarda. Se pitorreó de algunos de los futuros acuerdos: "Algunos --dijo-- empiezan siendo una jaca andaluza y terminan de burra manchega". No es la primera vez que suelta la gracia. Pero nadie ha logrado interpretarla con precisión. ¿A quién aludirá?

martes, 26 de mayo de 2015

El PP alucina, el PSOE duda y las nuevas izquierdas bajan de la nube 20150526

"El PP gana, pero pierde...". La frase fue pronunciada ayer por casi todos los colegas de radios y televisiones. ¿Gana... pero pierde? No hay tal. Cuando un partido que hace cuatro años asentó su hegemonía en toda España (en Aragón, por supuesto) se deja dos millones y medio de votos y más de diez puntos porcentuales, desciende a su peor suelo en más de veinte años y abandona el poder en numerosas instituciones, no hay victoria que valga. Es un desastre. Tampoco puede cantar victoria el PSOE, que venía de la catástrofe de hace cuatro años, y todavía se ha dejado en la gatera dos puntos y medio y setecientos mil sufragios. El suelo de los dos grandes partidos ha cedido. Ya apenas suman, en el computo global, el 50% del voto emitido (en nuestra Comunidad, están por debajo).

¿Han captado la dimensión de este fracaso? ¿Entienden que ha empezado un nuevo ciclo político? No. En una alucinante rueda de Prensa celebrada ayer al término de la reunión de la Ejecutiva Nacional del PP, Mariano Rajoy evitó toda autocrítica, se aferró a que su partido ha sido "el más votado" (un concepto desfasado que también Ciudadanos se empeña en usar). Y mientras repetía obsesivamente ¡el mismo argumentario de la campaña!, aseguraba que no hará cambios ni en su partido ni en el Ejecutivo. Poco antes, Luisa Fernanda Rudi había confesado que ella sí se está preparando para abandonar "más adelante" la presidencia del PP aragonés y su escaño en las Cortes. Otros muchos derrotados aguantaban sin darse por aludidos.

Hace apenas unas semanas, los líderes de los dos partidos británicos vencidos en las generales de Reino Unido, laboristas y liberales, dimitieron de forma automática pocas horas después de que los electores les dieran la espalda. En España, algo así es impensable. En las últimas veinticuatro horas, desde el inefable Carlos Floriano, responsable de la campaña del PP, hasta Rita Barberá, la alcaldesa que ya no lo será más, aún buscaban una explicación positiva a la situación. La valenciana incluso parecía soñar en ponerse a la cabeza de una "coalición contra los radicales". Puro delirio.

En Aragón los fracasos tienen nombre y apellido. Rudi, desde luego. El conservador Suárez y el socialista Pérez Anadón, candidatos a la alcaldía zaragozana, se han dado un batacazo que habría de traer aparejada su renuncia inmediata. No parece que vayan a tomar dicha medida.

Éste es un primer factor a tener en cuenta en medio de la resaca del 24-M. Frente a quienes aseguran que los resultados de estas elecciones autonómicas y municipales no son extrapolables a las generales que vendrán en otoño, la lógica más elemental indica que sí, que esa extrapolación es válida como ya lo fue en el caso de las europeas (¿se acuerdan de las bobadas que se dijeron entonces al respecto?). Es más, el hecho de que los nuevos partidos y en particular las nuevas izquierdas hayan irrumpido movilizando al electorado más dinámico (urbano y joven) indica que el proceso irá a más. Es imparable.

Los resultados electorales son siempre una versión aritmética de la realidad social que conviene leer de manera transversal o en red. Es evidente que Rajoy no lo ha hecho, ni quizás Pedro Sánchez, que puede estar deslumbrado por las oportunidades que se le abren al Partido Socialista... si se pone de acuerdo con Podemos y otras izquierdas. Pero tales opciones (para gobernar comunidades o municipios) reflejan el vuelco habido en la correlación de fuerzas dentro del centroizquierda. O el PSOE entiende las demandas de su electorado natural o éste seguirá yéndose a otro lado. Aguantar territorio a base de aparato y redes clientelares no tiene futuro.

Las nuevas izquierdas, a su vez, están obligadas a bajar de la nube y manejarse con mucha inteligencia política. Cuidado con los purismos y las niñerías. La masa de sus votantes quieren un cambio (echar a la derecha) pero también exigirán gestos y decisiones razonables y bien explicadas. Es algo relativamente complicado pero no imposible. En el ámbito autonómico aragonés, por ejemplo, no parece tan difícil imaginar acuerdos entre el PSOE, Podemos, CHA e IU. Los cuatro partidos tienen muchos puntos comunes en sus respectivos programas. Y en lo que se refiere a las auditorías, la transparencia y los controles que impidan la existencia de zonas de sombra en la gestión del futuro gobierno, ponerlos en marcha es muy factible. Los instrumentos están inventados y son de uso común en otros estados europeos.

Pero las cuestiones que afectan a esas nuevas izquierdas van más allá de los procedimientos para negociar, acordar, controlar y mantener el contacto con la ciudadanía (por ejemplo mediante una relación franca y abierta con los medios informativos). También se asoman al futuro. Podemos es hoy la estrella, pero no aparece sólo en pantalla. En paralelo han surgido otras marcas tanto o más exitosas y otras opciones: Compromís (en Valencia), las Mareas (en Galicia), las candidaturas de convergencia (que en Madrid, Barcelona y Zaragoza han superado los votos obtenidos en solitario por el partido de Pablo Iglesias)... La confluencia es obligada. Para formar gobiernos ya, y para preparar futuras elecciones.



lunes, 25 de mayo de 2015

El bipartidismo se derrumba y Aragón gira a la izquierda 20150525

España entra en un nuevo ciclo político y los resultados de ayer lo corroboran, tanto en Aragón como en el resto de España. Mientras candidaturas alternativas emergían como las opciones más votadas en Madrid y Barcelona, en Aragón Podemos irrumpía con fuerza. A su vez, PP y PSOE retrocedían de forma dramática. El primero de ambos partidos perderá el control de las Cortes (¡adiós a la DGA!), la alcaldía de Huesca y probablemente la Diputación Provincial de Zaragoza. El giro a la izquierda se dejó notar en los más importantes terrenos de juego electorales, con el Ayuntamiento de Teruel como excepción. Será el único gobierno (junto con el de varias cabeceras de comarca) que le quede a la derecha tradicional... y en muchos de estos casos con el permiso de los recién llegados Ciudadanos y de un PAR que ha pasado esta prueba mucho mejor de lo que cabía esperar, al igual que CHA. El aragonesismo de derechas e izquierdas aún sigue vivo.

Habrá que leer los resultados más despacio. Pero está claro que indican un progresivo derrumbamiento del bipartidismo; más acentuado en unos lugares de España (y de Aragón) que en otros, pero indudable. El epicentro de este movimiento telúrico se sitúa, como estaba previsto, en los ámbitos urbanos y entre el electorado joven y de izquierdas, muy movilizado. Podemos, en solitario o a la cabeza de listas de convergencia política y ciudadana (con el concurso de IU y otras fuerzas, como en el caso de la exitosa Zaragoza en Común), ha logrado desbordar al PSOE en escenarios muy visibles. Es, por fin, el sorpasso.

Los socialistas fueron ayer, en las autonómicas, la tercera fuerza en la circunscripción zaragozana y en la propia capital. Al mismo tiempo, el PP se derrumbaba con un estrépito que no pudo disimular proclamándose la lista "más votada". Luisa Fernanda Rudi cayó del 39,69% al 27,50%, al perder 88.000 votos. En las municipales Eloy Suárez retrocedió del 42,12% al 26,88% y su merma en papeletas fue de 44.000. De manera simultánea volaban la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento de la capital y otras instituciones muy significativas como la Comunidad de Valencia. Si Rajoy podrá o no seguir llevando el timón del partido, es algo que está por ver. Tampoco Pedro Sánchez puede presumir de nada. Tendrá que negociar con Pablo Iglesias y los suyos de tú a tú.

En las Cortes de Aragón, la suma PSOE+Podemos+CHA+IU da 35 diputados. PP, Ciudadanos y PAR agrupan 32. La izquierda está obligada a entenderse, aunque sea complicado (tanto como lo hubiese sido una alianza entre las tres formaciones centroderechistas). Un reparto posible pondría al PSOE (Lambán) al frente del Ejecutivo autónomo, y a Zaragoza en Común (Santisteve) en la alcaldía zaragozana. Algo muy parecido a lo que podría ocurrir en Madrid, donde Gabilondo y Carmena serían presidente y alcaldesa, respectivamente, aplicando similar criterio. Pero queda mucho por hablar. Y la proximidad de las generales...

Si el PP y el PSOE no captan y asumen el mensaje que han recibido cometerán una equivocación terrible cuando se aproxima una nueva cita con las urnas, de la que la jornada de ayer fue una especie de aperitivo. Por la noche, Rudi y Suárez, visiblemente desolados, admitieron su derrota y ambos tiraron la toalla expresamente. Sus homólogos del PSOE, Lambán y Pérez Anadón, oscilaron entre una extraña alegría del primero, que se refugió en los buenos resultados municipales en el territorio, y el evidente desaliento del segundo, que había perdido cuatro concejales y 26.000 votos. En su primera intervención, Echenique felicitó al PP por seguir siendo el más votado (¿sarcasmo?) y no avanzó gran cosa de lo que piensa hacer Podemos con sus 14 diputados en las Cortes. Tampoco Ciudadanos, por boca de Susana Gaspar, fue demasiado explícito. Ahora llega el momento de interiorizar lo sucedido y saber administrarlo.

domingo, 24 de mayo de 2015

Estabilidad y realismo (¿miedo?) o cambio y decisión (¿temeridad?) 20150524

En el día de hoy, los votantes van a tener más opciones que nunca. Pero sus intenciones se alinearán en dos bloques muy definidos: unos querrán evitar locas aventuras, mantener en la medida de lo posible el statu quo, reducir los riesgos implícitos e impedir que las cosas puedan empeorar aún más; otros, convencidos de que los pactos sociales y políticos han sido traicionados, apostarán por el cambio y llegarán a las urnas con la voluntad de dar una lección a quienes vienen manejando los resortes del poder. Aquéllos se dejan llevar por el convencimiento de que existen unas reglas implícitas cuya ruptura se puede pagar caro (véase el caso de Grecia); éstos consideran que el Sistema no puede seguir vulnerando sus propios principios y que la corrupción y el desprecio a la ciudadanía deben acabar. Doble opción: responsabilidad y pragmatismo (algunos dirán que, en el fondo, es puro miedo), o audacia y sentido democrático (otros lo calificarán de simple irresponsabilidad). Esta noche se sabrá hacia donde se inclina la balanza, después de una campaña en la que el objetivo electoral en sí mismo (autonómicas y municipales) se ha solapado con esa confrontación entre dos conceptos y dos visiones del futuro. Se intuye que éste será el primer acto de un drama que tendrá su apoteosis en las próximas y decisivas generales.

Es fácil intuir que el voto rompedor corresponderá a la población joven y urbana, mientras que el continuista tendrá más potencia entre los mayores y los habitantes de las zonas rurales. A ojo (demoscópico) de buen cubero, los que conocen bien el ambiente universitario adelantaban estos días que los estudiantes de Económicas y Derecho votarán Ciudadanos, mientras los de Letras, Ciencias e Ingeniería se inclinarán por Podemos. Es una descripción verosímil. PP y PSOE (incluso el PAR) confían en mantener la posición en el territorio. C's y P's se aferran a sus expectativas en las capitales y grandes poblaciones. IU, CHA y UPD aún esperan conservar el apoyo de sus electores habituales. Aunque si aumenta, como se augura, la participación, lograr el 5% en los ayuntamientos y el 3% en las tres circunscripciones para las autonómicas puede ponérseles muy cuesta arriba.

Pero eso se verá esta noche. Mientras, todo son conjeturas que a estas alturas van dejando de tener sentido porque la solución definitiva al problema está al caer. En cualquier caso, hay algo que sí ha quedado patente durante la campaña, y es que, pese a la pretensión de las dos formaciones que llegan como novedad (Podemos y Ciudadanos) de transcender en cierta medida las etiquetas ideológicas tradicionales (derechas e izquierdas), el hipotético proceso de cambio sí que está ciñéndose a tales patrones. Nadie duda de que el PP, si los resultados cuadran, va a depender de Ciudadanos para poder obtener mayorías de gobierno en las principales instituciones (Cortes de Aragón y ayuntamientos de Zaragoza, Huesca, Teruel y otras poblaciones). Habrá que ver, no obstante, por dónde tiran los candidatos de C's en Aragón, pero se da por sentado que mayormente son gente de orden. Al otro lado, Podemos y PSOE están obligados a entenderse y a extender tal entendimiento a CHA e IU, si se da la ocasión. Desdeñar u obstaculizar un acuerdo entre fuerzas progresistas sería muy mal acogido por los respectivos votantes, sean éstos continuistas o rupturistas.

Como nadie tiene claro qué veredicto saldrá de las urnas, la campaña ha estado recorrida por la incertidumbre, el temor, la esperanza y un desasosiego que la/os candidata/os han sobrellevado como han podido (en general, con bastante flema). Ayer, jornada de reflexión, la mayoría de quienes se han pasado estas dos últimas semanas de mitin en mitin (además de los innumerables actos dirigidos a su parroquia más leal y a los agobiados periodistas) dedicaron el día a descansar. La plana mayor de Podemos, encabezada por un incombustible Echenique, se empeñó sin embargo en reunirse para repasar el programa que piensan seguir hoy. Mientras, se daban los últimos toques al dispositivo electoral: colegios, papeletas, urnas y demás.

Y una última mirada a Madrid, quizás el epicentro de este vendaval democrático: allí, Carmena, la candidata de Ahora Madrid, hizo público un ejemplar comunicado dando las gracias a sus adversarios, a varios de los cuales citaba expresamente como tendiéndoles la mano anticipadamente; Aguirre, por su parte, aún estaba dando explicaciones (algunas perfectamente incomprensibles) sobre sus sueldos y cobros. Donde las dan, ¡oh tremenda lideresa!... las toman.

sábado, 23 de mayo de 2015

Cábalas, inquietud, esperanza y 'mieditis' 20150523

En las tres capitales aragonesas, la campaña acabó con pequeñas fiestas. Allí llegaron, exhaustos, los candidatos y sus equipos. Porque poner en escena esta liturgia de la captación del voto resulta agotador. ¿E inútil? Eso nunca se sabe. Quizás esos ritos que han dejado indiferente a gran parte de la ciudadanía sí han provocado algún cambio en la intención de los electores. Ayer mismo, mientras los partidos más relevantes realizaban su último esfuerzo en Madrid, alguno de ellos aún sondeaba las intenciones del respetable y el resultado indicaba que la cosa se estaba moviendo. O tal vez lo que detectaba el tracking solo revelaba lo que la voluntad popular ya había interiorizado mucho antes.

En Aragón Televisión, Luisa Fernanda Rudi tuvo el privilegio de protagonizar la última entrevista. El jueves había sido Javier Lambán el agraciado con esa oportunidad extra de dirigirse a los votantes. Ninguno de los dos dijo nada nuevo. La candidata conservadora se aferró, esta vez con más seguridad en el discurso, a los buenos resultados económicos. Lo mismo estaba haciendo a esas mismas horas (al final de la tarde) el presidente Rajoy en el mitin madrileño. Pese al obligado triunfalismo, el PP teme perder Madrid, Valencia... y Aragón (dando por supuesto que Zaragoza capital se les volvería a escapar de nuevo). El PSOE... Bueno, los socialistas parecen más animados que hace quince días. Pero no las tienen todas consigo. Hay incertidumbre y mieditis. Podemos está ahí, al acecho.

PAR y CHA utilizaron sus intervenciones finales para disparar (casi con desesperación) sus últimos cartuchos. Ambos ponían en valor su carácter territorial. En el primer partido, Arturo Aliaga, que a lo largo de la campaña se ha ido distanciando de un Biel semidesaparecido, ha intentado volver de alguna forma a las esencias del regionalismo (por si acaso hoy aprovechará la jornada de reflexión para ponerle una vela a la Virgen). En paralelo, los de CHA, con José Luis Soro y Juan Martín a la cabeza, han recordado insistentemente que mañana no se elige a Rajoy ni a Sánchez ni a Iglesias, sino a diputados y concejales como ellos mismos, avalados por su experiencia y un programa cien por cien aragonés.

El problema para las formaciones que han vivido esta campaña en una posición periférica (cabe incluir aquí a IU, y no digamos a UPD), es que el 24-M es otro jalón en un proceso de cambio estructural que desde el 15-M de hace cuatro años se ha expandido fuera de lo que podríamos denominar cauces políticos tradicionales. IU también puede proclamar que no forma parte de la vieja política socavada por la corrupción, la desafección y la crisis. O llamar la atención sobre candidatas como Patricia Luquin, parlamentaria de indudable valor. Sin embargo, el viento que sopla no les favorece. Ahora, su objetivo es sobrevivir. Permanecer ahí. Esperar.

Quién sabe lo que puede ocurrir mañana.

viernes, 22 de mayo de 2015

Podemos exhibe músculo y pasión en el mitin más multitudinario 20150522

Cuando Maru Díaz, secretaria general de Podemos-Zaragoza, empezó su discurso leyendo ése párrafo de los Episodios Nacionales de Galdós que acaba con el "¡Zaragoza no se rinde!", los que hemos trotado por los grandes mítines en esta campaña tuvimos un sobresalto. Porque el mismo desafío había sido utilizado como muletilla retórica por los candidatos del PP (Rudi y Suárez) muy pocos días antes. "¡Zaragoza resiste!", había exclamado también Carlos Pérez Anadón, cuando teloneaba a su jefe, Pedro Sánchez. Debe ser que la Sala Multiusos favorece las evocaciones patrióticas. O que la gesta de 1808-9 es un clásico insoslayable. Incluso Pablo Iglesias arrancó su intervención de ayer recordándola. A la postre, su partido articula un discurso patriótico en clave democrática y social. Es la hora, dice el argumentario podemista, de aprovechar la coyuntura ("que tal vez no se repita") para poner las instituciones al servicio de la gente común.

Al acabar la campaña, Podemos encabeza a buena distancia el ránking de asistencia a un mitin central en la capital aragonesa. Por encima de los 1.200 que acudieron al reclamo de Aznar-PP, de los 1.300 que congregó Alberto Garzón-IU , de los 1.400 reunidos por Alberto Rivera-C's, de los más de 1.500 que quisieron ver y escuchar a Pedro Sánchez-PSOE y de los 2.500 o más que rodearon a Rajoy-PP, la plana mayor de la formación morada (con los candidatos aragoneses y el cabeza de lista de Zaragoza en Común) consiguió reventar la Sala Multiusos, con 4.500 personas apelotonadas en el interior y otros cientos en el exterior. A las siete de la tarde, cuando el acto aún no había empezado (Santiago Auserón entretuvo antes a la concurrencia) el recinto ya estaba lleno y el servicio de orden tuvo que cerrar el acceso al mismo. Y no solo se batió el récord de convocatoria. Además, el enorme local funcionó como una olla a presión, sobre todo cuando Errejón y el propio Iglesias encendieron el entusiasmo y la pasión de los asistentes. Había gente de todas las edades, madres con bebés, señores mayores, izquierdistas notorios, personas desconocidas en este tipo de celebraciones. Junto a la entrada, en un tenderete, se reclutaban apoderados para el 24-M.

Algunos de los primeros oradores, noveles en la materia, se remitieron a los consabidos lugares comunes, con discursos homologables a los pronunciados por candidatos de otros partidos. Errejón e Iglesias marcaron una notable diferencia. Ambos (y sobre todo el primero) tienen muy claro qué han de decir y cómo. Juegan con la entonación y el volumen. Saben alargar el párrafo sobre los aplausos y los gritos de "¡Sí se puede!". Utilizan argumentos contundentes. Su propuesta es un cambio político ("un giro de 180 grados") que modifique la dinámica social en España devolviendo el poder "a la gente". "Tocamos la victoria con la yema de los dedos". "Estamos muy cerca"... Las exhortaciones se sucedían.

No, los números uno y dos de Podemos no son inexpertos recién llegados a este juego. El problema radica en que su organización baja mucho de nivel conforme se va descendiendo por la pirámide orgánica. Echenique, por ejemplo, tiene un carisma especial, y al aguantar el ritmo de esta campaña se ha ganado la admiración de muchos; pero expone ideas más simplonas y de una forma mucho menos coherente que las dos estrellas del partido (a las que por cierto desafió en su momento pero con las cuales parece mantener ahora una buena sintonía).

En Podemos sostienen la teoría de que los numerosos indecisos son personas que no quieren volver a votar al PP y al PSOE ("lo malo y lo menos malo"), pero no saben muy bien qué hacer. Esta tesis se complementa con la convicción de que se ha abierto una "ventana de oportunidad", quizás irrepetible. De alguna forma, lo que tienen en la cabeza los dirigentes de la formación es el vuelco del 82 (sí, el que protagonizó Felipe González al frente del PSOE). ¿Es un enfoque acertado? ¿No será más cierto que hay menos indecisos de los que han contabilizado los sondeos, y en realidad millones de electores sí saben qué harán con sus papeletas aunque no se atreven o no quieren decirlo? ¿Y si ese voto vuelve a los partidos clásicos o deriva hacia Ciudadanos, en un reflejo condicionado por el temor al cambio? ¿Y si hay gente que se aferra a los corruptos conocidos, al considerar (por si acaso) que son preferibles a los honrados por conocer?

Preguntas que nos sitúan ante otra incógnita: ¿Sabrán los candidatos, cuadros y militantes de Podemos soportar no una derrota estrepitosa (que parece improbable) sino unos resultados por debajo de sus enormes expectativas? ¿Les pasará como en Andalucía, donde vivieron como un fracaso lo que en realidad era un éxito razonable?

Pero todo esto se verá en apenas cuarenta y ocho horas. Mientras tanto, la campaña va tocando a su fin. Gran alivio para los candidatos, sus asistentes y los periodistas que han seguido el extenuante maratón de entrevistas, ruedas de prensa, presentaciones, mítines y debates. La actividad ha sido particularmente intensa porque nunca como ahora han sido tantas las fuerzas políticas embarcadas en la contienda. Al menos ocho de ellas (PP,PSOE, Podemos, Ciudadanos, PAR, CHA, IU y UPD) esperan entrar, en mayor o menor proporción, a las principales instituciones.

Entre los últimos coletazos, y justo cuando en Madrid Esperanza Aguirre truena porque se ha filtrado su última y golosa declaración de la renta, una sencilla comprobación en la web del PP aragonés ha permitido comprobar que los altos dirigentes no actualizan la información sobre sus ingresos desde hace cuatro años. Buena muestra de que una cosa es hablar de transparencia y otra tomarse tal virtud en serio. Hemos de suponer, no obstante, que la suma del sueldo de la presidenta del Gobierno de Aragón más el complemento que le pasaba (¿le pasa?) el partido, ni se aproximará a los trescientos y pico mil euros anuales que se levantó la madrileña Cólera de Dios trabajando de cazatalentos (¡para talento el suyo!). Por lo visto el chivatazo fiscal ha sido denunciado por la aludida pues vulnera la legalidad vigente. ¡Ah!... Y cuando desde la mismísima Hacienda se han difundido datos de diversos competidores políticos, ¿era legal o ilegal?

jueves, 21 de mayo de 2015

Populismos, aragonesismos, cómics y la candidata nonagenaria 20150521

Hay programas que suman decenas de páginas, otros acumulan cientos. Los partidos y coaliciones proponen medidas de choque que supuestamente adoptarán en sus primeros meses de mandato (si llegan a mandar, claro) y desgranan intenciones de todo tipo. Algunos candidatos tienen a gala ofrecer al electorado exclusivas ofertas que, según ellos, son el fruto de un análisis fino y no de la improvisación. El PP (con el propio Rajoy y Rudi a la cabeza) se ha especializado en advertir de que los otros son simples "pandillas de aficionados", cuyas ideas no pasan de ser locas ocurrencias. Podemos tira con bala a todo lo que se mueve. En esta confrontación (por algo al actual periodo lo llamamos campaña), populismo es el término peyorativo por excelencia; y aragonesismo, el blasón de las formaciones que presumen de tenerlo como seña de identidad. Sin embargo, al igual que ocurre con las cartas a los votantes, los distintos programas se parecen entre sí más de lo que sus autores quieren reconocer. En teoría, ello debería permitir fraguar los pactos que sin duda alguna serán necesarios para formar gobiernos tras el 24-M. Aunque nunca se sabe.

En el amplio y variopinto espacio del centro-izquierda, desde el PSOE hasta IU pasando por Podemos o CHA (más las candidaturas municipales tipo Ganemos o en Común), el reclamo combina siempre la recuperación de los servicios, la creación de mejores mecanismos de asistencia social y la puesta en marcha de un salario de subsistencia para quienes no tienen ningún otro ingreso. Incluso Ciudadanos quiere crear en el Gobierno de Aragón una gran área de Servicios Sociales. En ámbitos como la educación y la sanidad, esas mismas organizaciones coinciden siempre a la hora de reclamar una reversión de las políticas de recorte llevadas a cabo por el PP, la derogación de la LOMCE o la recuperación de la iniciativa cien por cien pública frente al estímulo de la enseñanza concertada o la privatización de las actividades del Salud. En las mesas de debate entre candidatos ante sindicalistas, enseñantes, sanitarios o miembros de organizaciones sociales, los asistentes han salido a menudo con la sensación de que un acuerdo postelectoral no debería ser demasiado complicado.

En el PP cuentan con que ese acuerdo sí sea trabajoso o, mejor aún, imposible. Rajoy llamó ayer mismo a evitar "cuatro años de líos". En los círculos sistémicos o de orden el término populismo se pronuncia o se escribe a todas horas. Se alerta al personal de que los populistas (algunos escribidores parafrasean a don Mariano y fustigan a los adanes y al adanismo, ¿?) prometen cosas sin explicar la manera de pagarlas. Pero lo cierto es que eso lo hacen todos, empezando precisamente por los conservadores. Venden bajadas de impuestos y a la vez mejoras e inversiones de todo tipo en una magnífica exhibición de incoherencia. Si Rudi lleva varios ejercicios sin cumplir el objetivo de déficit, no abona los gastos de los institutos, no cubre la medicación de los enfermos de hepatitis, tarda meses en pagar las facturas y tiene colgados a los dependientes... ¿Cómo podrá reducir sus ingresos (si siguiera gobernando)? ¿Seguirá tirando de deuda?

El aragonesismo es la bandera de algunos partidos. Un distintivo que quieren resaltar, convencidos de su valor y su capacidad para atraer a la ciudadanía. Ayer, el PAR reunió a sus fundadores en una comida, y Arturo Aliaga se emocionaba luego al glosar aquel encuentro de figuras históricas (aunque hubo unas pocas pero señaladas ausencias, como Biel o Mur). Desde la acera de enfrente, Chunta (cuyas 100 Medidas de Choque están muy en línea con los conceptos socialdemócratas más auténticos) no deja nunca de recordar su naturaleza nacionalista. Está por ver, sin embargo, si el espacio de lo regional-nacional recupera su máxima extensión o retrocede, empujado tal vez por las nuevas formaciones. Mientras tanto, no son pocas las marcas que llevan explícito o implícito el adjetivo aragonés en la etiqueta: Partido Aragonés, Chunta Aragonesista, Estado (Estau) Aragonés, Bloque Aragonés, Puyalón de Cuchas, Campromiso por Aragón... Aunque la clave de su identidad suele ser más bien la posición ideológica en el tradicional eje horizontal, derechas o izquierdas, lo que a su vez determina planteamientos más o menos españolistas. Se ha dado el caso de notorios militantes del PAR que, tras apoyar en las primarias de dicho partido a Javier Allué y perderlas, se han pasado a Ciudadanos (encabezados por Alberto Casañal, actual número dos en la candidatura naranja al Ayuntamiento de Zaragoza). Un salto mortal de lo más notable (que por cierto ha cabreado a muchos de los primeros seguidores de Rivera en Aragón).

Bloque Aragonés, uno de esos partidos que podríamos denominar marginales, presume de tener la candidata más veterana de todo Aragón (va a las municipales de Zaragoza). Se llama Ángeles Gasca, tiene noventa años, está calificada como dependiente desde el 2012, no recibió nunca la más mínima ayuda (le han ofrecido un servicio a domicilio que cuesta más de mil euros al mes y del que sólo le financiarían la tercera parte)... Anteayer, un familiar suyo (la anciana está ahora hospitalizada) y el cabeza de lista de Bloque, Adrián Lafuente, se presentaron en el IASS. Dejaron al personal turulato al reivindicar los derechos de la abuela candidata.

Y se celebró el cara a cara entre Eloy Suárez y Pedro Santisteve. Ganó sin mayores problemas el de Zaragoza en Común porque el alcaldable del PP se ha empeñado en no enterarse de qué es y quiénes integran la candidatura que tanto le obsesiona. Primero la vinculó a Podemos y ahora quiere que sea de IU, para relacionarla con la gestión de Belloch. Alguien debería explicarle cómo es la cosa. De paso, bueno sería que la educada gente de la derecha dejase de malmeter con ETA en todos los debates, cuando el asunto no viene a cuento. ¿Echan de menos a la banda terrorista?

Hoy, los de Podemos hacen su gran mitin en Zaragoza (Sala Multiusos). Con Iglesias, Errejón y Bescansa. Además de Echenique, al que varios dibujantes han convertido en superhéroe de cómic con unos carteles y viñetas muy chulos. Y de telonero, Santiago Auserón (Radio Futura, Juan Perro). Así, ya se puede.

miércoles, 20 de mayo de 2015

Tres visiones de Aragón, España... y el mundo global 20150520

Los tres mítines que se superpusieron en Zaragoza (Rajoy, Rivera y Garzón) sacaron a relucir tres versiones de España. Muy diferentes entre sí. Adornada con dorados y pedrerías, la del PP. Dura como la misma vida de los excluidos, la de IU. Risueñamente novedosa la del emergente astro naranja, cuyo mitin fue sin duda distinto a todos los que se han visto y oído en esta campaña. Si los conservadores y la gente de izquierdas (los primeros abarrotando la Sala Multiusos, los segundos haciendo muy buena entrada en el Príncipe Felipe) esceneficaron dos actos electorales al uso, Ciudadanos protagonizó otra cosa. Más amable, más tranquila, más insípida, menos política. El cambio sin riesgos, vino a proponer Albert Rivera adornándose con citas de Adolfo Suárez, Felipe González y John Fiztgerald Kennedy. Cambio transformador, cambio de verdad, reclamaba a su vez el futuro candidato de Izquierda Unida a la presidencia del Gobierno de España. "¡No cambiéis nada!", advertía sin embargo el gran jefe conservador, que España ya va bien... ¡requetebien! Y luego, a lo Cameron: mucho ojo con las tontadas y con poneos exigentes.

O de repente ha mejorado la capacidad de convocatoria de los partidos o los oradores de ayer tienen algún atractivo especial. Porque las audiencias, sin ser aquellas que llenaban la plaza de toros zaragozana, sí superaron las previsiones de los propios convocantes. Hubo que elegir y yo me fui a ver a Rivera. En busca de la novedad, lo confieso. Salí del Palacio de Congresos de la Expo (casi lleno, incluído el gallinero) con la rara sensación de haber asistido a una especie de festival de oratoria en un colegio mayor. Todo había estado repleto de ingenuidad, de argumentos evasivos, de buenísimas intenciones y de armonía. La evidente incapacidad de Elena Martínez (primera candidata municipal por Zaragoza) a la hora de leer un texto sencillito, la contagiosa alegría de Susana Gaspar (candidata a la presidencia del Gobierno aragonés) que lo hizo mucho mejor, el sencillo discurso del propio líder... La fina lluvia de palabras cayó sobre el público como un bálsamo inodoro insípido e incoloro. Muy agradable, eso sí.

Con sus alusiones a la nueva política, sus ínfulas reformistas y su oferta participativa, Ciudadanos (definido siempre como plataforma y no como partido) vendría a ser una especia de Podemos light-zero, sin cafeína ni alcohol ni azucar ni lactosa ni gluten ni nada perjudicial para la salud. Saber, sabe a golosina infantil, gominola con glutamato o algo así. Pero que nadie se tome la cosa a broma. Porque aquella audiencia formal, atenta y entregada era también muy diferente de la que se ve en otros mítines. Había mucha gente joven, gente urbana, gente ajena al pesebre y la pomada, gente novísima que había ido allí por su cuenta sin que nadie la llevase en autobús.

En lo de Rajoy... Bueno, para empezar dobló con creces la audiencia de Aznar. Luego, Rudi (que siempre sale a escena sin papeles ni atril, con un micrófono inalámbrico de solapa) no se trabucó y parecía más segura y relajada. Hablaron Beamonte y Suárez (que hoy se las verá en el cara a cara con Santisteve, a las cinco de la tarde en el centro Laín Entralgo). Al fin, Mariano El Recuperador subió a la tribuna. Y si por la mañana había estado triunfal y apoteósico en Pamplona, aquí remató la jornada. Esto de la economía, vino a decir, ya está resuelto. Y seréis unos ingratos si pasáis los trastos de mandar a otras manos menos hábiles que las nuestras. Haced el adán, y vendrán el PSOE o los otros a estropearlo todo. Ojito, que ya os hemos sacado dos veces del pozo. O dicho en palabras textuales: "España es el país que más crece y más empleo crea. ¿Quién habla ahora de la prima de riesgo, de la recesión, de la quiebra, de la huida de inversores, del rescate...? ¡No habla nadie!"

Aragón, por supuesto, va camino del Paraíso, según la versión conservadora. Tira como un cohete. Oyendo a su presidente, los adeptos lo tuvieron todo claro: el día 24 las cosas volverán a su cauce y los votos, a donde corresponde. Fuera aprensiones.

Naturalmente, en la convocatoria de Izquierda Unida, las intervenciones tuvieron un carácter radicalmente distinto. Allí no había triunfalismo sino una visión de la realidad más cruda. Y un llamamiento al cambio, a un cambio que transforme dicha realidad en favor de los que peor lo pasan y de quienes están siendo o pueden ser víctimas del modelo económico y social neoconservador. Patricia Luquin estuvo muy bien, como suele. Garzón fue más allá a la hora de describir la situación, y lanzó el concepto unidad popular, no sólo para denominar las candidaturas municipales tipo Zaragoza en Común, Cambiar Huesca o Ganar Teruel donde su coalición se codea con Podemos y otros partidos, sino también para apuntar al inmediato futuro. ¿A las próximas generales? La apuesta es evidente: si ese tipo de listas unitarias saca en las ciudades más votos que los de Iglesias en las autonómicas, la convergencia (de partidos, movimientos sociales y ciudadanía) aparecerá como la mejor fórmula para avanzar hacia el ansiado cambio.

Y como muestra de que IU está por la labor, en el mismo mitin intervino Pedro Santisteve. Un orador tan contenido en las formas que uno podría imaginarle mucho más moderado de lo que cabe suponer en quien encabeza una lista mayormente izquierdista.

Es difícil evitar la sensación de que el 24-M, además de candidatos locales van a confrontarse ideas y opciones de tipo general, o global. Por eso, en bastantes casos, la composición de las listas (sobre todo las que compiten por los escaños de las Cortes o por el Ayuntamiento de Zaragoza) pesa mucho menos que la marca que les cobija. Existe en muchos votantes la sensación de que ahora no sólo van a ser elegidos diputados o concejales sino que también se van a ocupar posiciones ante las generales del otoño. No otra cosa dio a entender Rajoy ayer. Ni de ninguna otra forma se puede asumir que Ciudadanos aspire a entrar con fuerza en el concejo cesaraugustano con una candidatura tan floja (y polémica). Por la misma regla de tres, las formaciones que venden ante todo aragonesismo no acaban de sentirse cómodas en esta espesa e interminable campaña.

JLT  20/05/2015

martes, 19 de mayo de 2015

Corrupción es la palabra que unos pronuncian a menudo y otros... no 20150519

En los mítines del PP, del PSOE y del PAR (los tres partidos que más responsabilidades de gobierno han tenido en Aragón durante los últimos lustros) apenas se pronuncia la palabra corrupción... o no se pronuncia en absoluto. Los conservadores presumen de llegar a las urnas con las manos limpias. Los socialistas aluden ocasionalmente a la amnistía fiscal, a los bárcenas y los ratos, pero no pasan de ahí. Los regionalistas se venden como paradigma de políticos a ras de calle, honrados a carta cabal... Pero el discurso gira ciento ochenta grados cuando se escucha a los portavoces de Podemos, cuyo líder, Pablo Echenique, ha levantado ampollas con sus duras acusaciones a los partidos de siempre. CHA exhibe su inmaculada trayectoria, como IU. Se supone que Ciudadanos también vende regeneración. Y ayer Rosa Díez reivindicó para sí y los suyos el papel de estrictos barrenderos. "Nosotros hemos encabezado y protagonizado más que nadie la denuncia sistemática de los corruptos. Por eso nos quieren echar del sistema democrático".

Escuchar mítines en los que los oradores se suceden en la tribuna sin que ninguno de ellos entre a fondo en el tema de la corrupción (evidente causa de la desafección ciudadana) resulta extraño, anormal. Uno sale de estos actos con la inevitable sensación de que se ha hurtado un aspecto esencial del momento político que vivimos. Entonces, si comentas la circunstancia con algún dirigente de lo que podríamos denominar fuerzas sistémicas, te responden que bueno, que sí, que quizás esté la ciudadanía alarmada ante gürteles, ERE, chanchullos, cajas de ahorro reventadas, púnicos, exministros y expresidentes autonómicos procesados... y todo lo demás. ¡Ah!, pero Aragón es otra cosa. Esto, te dicen, no se parece a la Andalucía taladrada por las redes clientelares, ni a la Valencia convertida en un crematorio inmobiliario, ni a esa ciénaga que cubre Madrid y su periferia. En Aragón, oye, tampoco hemos tenido grandes escándalos, y los que pudo haber están siendo resueltos por la Justicia. Escuchas este argumento y te quedas un poco a cuadros. Porque la cosa no es así, no exactamente.

Es significativo que desde antes de la campaña corren por ahí denuncias y dossieres anónimos (alguno hecho de manera muy profesional) que afectan a dirigentes y destacados candidatos (de la derecha). Pero no hace falta rebuscar en los basureros habituales, los juzgados tramitan en estos momentos importantes procesos por corrupción: La Muela, Plaza (donde están imputados exaltos cargos socialistas), la gestión de la CAI, las diversas prevaricaciones locales... A lo que hay cabe añadir escándalos semiocultos o investigados de manera demasiado superficial. Hemos visto derrumbarse una caja de ahorros (la ya citada CAI) saqueada literalmente por directivos, políticos bien situados y poderes fácticos que entraron en la rebatiña para llevarse la parte del león. El suceso fue objeto de una investigación parlamentaria y tal es la hora en que se carece de un relato coherente de lo sucedido. En este asunto se han ocultado los datos relativos a la compra de sociedades o la participación en las mismas, los créditos temerarios adjudicados por la entidad a ciertos personajes, los préstamos o ayudas a fondo perdido a partidos y organizaciones... Aún no sabemos gran cosa, ni de este tema ni de otros relacionados con las subvenciones públicas a empresas, las recalificaciones de suelo o la contratación de servicios por las administraciones. Aragón no es el oasis de la honestidad, en todo caso un espejismo.

Por eso, cuando Echenique se va a Huesca, se reune con los bomberos forestales y denuncia que Sarga (la sociedad pública resultado de la fusión de Sodemasa y Sirasa) es una agencia de colocación del PAR, tal vez resulte brusco o aparentemente demagógico, pero sólo dice lo que ya es vox pópuli.

Si Podemos y Zaragoza en Común (cada una por su parte) rentabilizarán, o no, sus rotundas acusaciones a diestro y siniestro y sus propuestas rupturistas está por ver. De momento su radicalidad ahuyenta a los llamados agentes económicos, a los que no gusta este tipo de populismo de izquierdas (a lo mejor el de derechas sí). En las reuniones con directivos y ejecutivos que monta ADEA, el centroderecha arrasa. Rivera o el mismo Aliaga, llenaron. Sin embargo, ayer, Pedro Santisteve (Zaragoza en Común) atrajo sólo a unas decenas de oyentes, ante quienes mantuvo una actitud dura.

Luego está lo del cara a cara entre Eloy Suárez el del PP, y el susodicho Pedro Santisteve. Aquél lanzó el desafío, éste recogió el guante. Y ahora andan dándole vueltas a las condiciones del evento. Unas condiciones, por cierto, cada vez más rebuscadas. El de Zaragoza en Común desea que se haga en un espacio público ante gente que pueda preguntar. El conservador replica que él prefiere ser interrogado por un grupo de periodistas, en plan profesional. Periodista también ha de ser el moderador. O la moderadora, pues Santisteve quiere que sea mujer, mientras Suárez exige que pertenezca a la plantilla de Aragón Televisión. En fin, eso cada vez se parece menos a un auténtico cara a cara.

Rosa Díez, la jefa de UPD, mitineo en Zaragoza. En plena calle y ante unas pocas decenas de seguidores. Daba un no se qué, verla allí clamando en el desierto. Antes, en Alcañiz, explicó su particular teoría de la conspiración: entes muy poderosos, afirma, han ido a por ella, utilizando los medios informativos y destruyéndola mediante encuestas manipuladas, una campaña de descrédito y una artera siembra de bombas de relojería en el propio seno de su organización. Bueno... convengamos en que, si no hubo conjura en las sombras, algo sí pasó. Un buen día (justo cuando el eurodiputado Sosa Wagner reclamo la alianza con Ciudadanos) Díez pasó a ser triturada por los medios y comentaristas que hasta entonces venían exaltándola. De repente descubrieron que era personalista, engreída y autoritaria. Gran novedad. Los sondeos a la baja vinieron después, claro. Y tal vez no necesitaron demasiada manipulación porque la marca UPD se ha venido abajo con una rapidez inusitada. Así funciona la máquina. Que se lo pregunten a Podemos.

Hoy, mogollón. Me he acreditado para lo de Rajoy. Pero igual acabo yendo a ver a Albert Rivera. No sé... Me pica más la curosidad.

lunes, 18 de mayo de 2015

Sí, Sánchez es el rey del 'selfie' y la alegría de la huerta socialista 20150518

Cuando Pedro Sanchez, secretario general del PSOE, entró en la Sala Multiusos de Zaragoza (donde tampoco estaba habilitado todo el espacio) seguro que sintió nostalgia de Valencia y de la plaza de toros que había llenado a reventar el sábado. Porque el PSOE aragonés, moviendo a su gente de norte a sur de la Comunidad, había reunido no más de mil quinientas o mil seiscientas personas. Entregadas, eso sí. Felices de ver a su joven líder. Prestas al aplauso... En esta campaña, bien se está viendo, la participación del vecindario es mínima. De hecho, la vicepresidenta del Gobierno de España, Soraya Sáenz de Santamaría, fue y vino por las aceras de la capital aragonesa buscando niños con los que retratarse repartiéndoles piruletas. Al final se hizo la foto con los de los amigos y simpatizantes de su partido. No es fácil la vida del político profesional.

Pedro Sánchez, en persona, aún es más guapo que en las fotos y vídeos: alto, con una magnífica percha, siempre sonriente, cuidado y uno de los españoles mejor encamisados que pueda haber sobre la piel de toro (éste no es, estéticamente hablando, de los de Guerra). Damas y caballeros se volvían locos por abrazarle, besarle o hacerse fotos y selfies con él. Veinte minutos después de acabar el mitin que protagonizó, todavía pugnaba por salir de la Multiusos en medio de un remolino de fervorosas/os socialistas/os. Una militante le pegó un morreo sensacional. Un abuelo casi se lleva por delante al servicio de orden en su afán por decirle no sé qué. Vista aquella fiebre con ojos clínicos, podría llegarse a la conclusión de que el gran jefe del PSOE es tan atractivo que se le ve más como un actor (Toni Cantó a su lado es un ninot arrugado) o un presentador de la tele que como el futuro presidente del Gobierno. Su discurso, jalonado una y otra vez por el imperativo "¡mirad!", adquiría un aire artificial al salir de su boca. "Somos la izquierda", proclamó. Y uno no podía suponer que la tal izquierda fuese proletaria, popular o divina: más bien cinematográfica, televisiva o fotogénica. Pura hermosura.

Eso no quiere decir que el secretario general se limitase a lucir palmito. No. También hizo un discurso adecuado. Fue el colofón a las intervenciones previas de Carlos Pérez Anadón, candidato socialista a la Alcaldía de Zaragoza, y de Javier Lambán, candidato a la presidencia de Aragón. Ambos estuvieron también correctos: el primero un poco atropellado pero enérgico; el segundo, más monocorde y clásico. Reivindicaron el papel de su partido en la reciente historia y en la configuración del Estado del Bienestar. Asumieron ocasionalmente algún error "inevitable". Incidieron en que para echar al PP y mandarle a que se regenere chupando oposición no hay más alternativa que el PSOE. Sucesivamente, criticaron a los naranjas y los morados (Pérez Anadón), aunque después se ofrecieron como actores expertos de los consensos que están por venir (Lambán). Consensos con esos mismos naranjas, morados o quien se ponga a tiro. "Con quien no vamos a pactar nunca es con el PP", remachó Sánchez por si alguien aún tenía dudas.

El PSOE aragonés se siente cada vez mejor. Ha estado muy malito y ahora sus dirigentes y cuadros empiezan a coger moral, a crecerse. Desde que vieron a Lambán ganándole el cara a cara televisivo a Luisa Fernanda Rudi, su ánimo ha ido a más. El socialismo oficial sigue convaleciente y nadie apostaría a que el próximo domingo en vez de coger el alta no sufra una recaída; pero ahora ha ganado en convicción y voluntad. Que no es poco a estas alturas de la campaña.

Una campaña, por cierto, donde no abunda la participación ciudadana. El personal pasa olímpicamente. Ayer mismo, Soraya Sáenz de Santamaría (ahí es nada) estuvo conmemorando el Día Mundial de la Familia en el Parque Grande y no provocó el más mínimo delirio (sólo se le cruzaron los de Stop Desahucios, rodeados de policías y con una pancarta que rezaba: ¿Cuándo se celebra el día de las familias desahuciadas?). Muy cerca, Zaragoza en Común montó una mesa para hablar con la gente. La respuesta fue discretita. El PAR organizó un show folklórico con las fiestas del Rabal y el homenaje al Tío Jorge con escopeteros y bicicletas. Se lo guisaron y se lo comieron casi solos. Por cierto, es cada vez más llamativo que los partidos críticos con el fenómeno bici y el tranvía estén en campaña pedaleando (el PP lució en el Parque Grande unos triciclos muy chulos, en los que quiso Suárez llevar a Sáenz de Santamaría pero parece que no le dejaron) o proponiendo extender los denostados raíles a la periferia zaragozana (una de las ideas-fuerza de Xavier de Pedro, aspirante por el PAR a la Alcaldía cesaraugustana).

De momento, el socialista Sánchez encabeza el ránking que mide la capacidad de convocatoria (en el bien entendido de que Aznar, en el mismo emplazamiento, sólo reunió mil doscientos o mil trescientos asistentes, aunque el PP dijo que había dos mil y, por no reñir, algunos reprodujimos el dato) Veamos cómo les va a Garzón (IU) en el Príncipe Felipe, a Albert Rivera en el Palacio de Congresos de la Expo y a Rajoy en el Jardín de Invierno. Los conservadores presumen de que van a meter allí ocho mil personas. Un perfecto imposible porque no cabe ni la cuarta parte.

Para echarle emoción (o así) al asunto, el conservador Suárez uso twitter para retar a Pedro :Santisteve, primer candidato de Zaragoza en Común, a un cara a cara. Al parecer, éste aceptó. No se sabe cómo se podrá organizar la cosa. Pero da que hablar. De eso se trata, ¿no?

JLT  18/05/2015

domingo, 17 de mayo de 2015

Chunta quiere vender diferencia: lo aragonés, frente a lo 'de fuera' 20150517

No bajarán arcángeles del cielo. Es ridículo suponer que una pléyade de mujeres y hombres perfectos, eficientes, honradísimos y capaces de trabajar gratis (o casi) van a hacerse cargo de la cosa pública para resolver los problemas mediante soluciones milagrosas. Por eso no es razonable exigir de los políticos (de los viejos o los nuevos) virtudes extraordinarias. En la izquierda, esa aspiración celestial siempre ha provocado notorios desencantos. Pasó, a la vuelta de la Transición, con los comunistas, con los socialistas de Felipe, con Izquierda Unida... ¿con Podemos?. Y en Aragón, la erosión que provoca el día a día ha minado (aunque queda por ver hasta qué punto) el crédito de Chunta Aragonesista, un partido que fue la esperanza rojiverde de mucha gente y que, apenas tocó un poco de poder institucional, fue objeto de furibundos ataques por parte de significados poderes fácticos al tiempo que una parte de sus seguidores sufrían una precoz decepción. Ahora pelean por mantener la posición y seguir formando parte de la política real. En su mitin central (ayer por la tarde en la Plaza de San Bruno de Zaragoza) volvieron a ofrecer sus dos argumentos básicos: aragonesismo y honradez.

La derecha, por cierto, no necesita referentes tan angelicales. Su reino es de este mundo. Tanto, que el Gobierno de Aragón presidido por Rudi ha puesto la nota escandalosa a la campaña, adjudicando en tiempo de descuento y a escasos días de las elecciones, la construcción y la gestión (privadas, por supuesto) del nuevo Hospital de Alcañiz. Zanjar así un asunto tan polémico y que supone una cantidad de dinero tan elevada es improcedente. ¿Y si el futuro Gobierno es de otro signo y desea anular este apaño? ¿Tendrá que litigar para quitarse de encima la indeseada herencia? ¿Deberá indemnizar a los adjudicatarios (que por cierto son las grandes empresas de siempre, con Florentino Pérez a la cabeza)?
No es ésta la única contrata de gran envergadura resuelta por el mismo Gobierno en funciones. La producción externa de programas para Aragón TV para los próximos cuatro años se acaba de resolver tras un proceso de selección solapado con la precampaña y la campaña, que ha tenido a los medios en vilo. Cierto que el anterior Ejecutivo (PSOE-PAR) hizo lo mismo. Pero entonces como ahora fue una jugada muy discutible.

El caso es que ayer Chunta reunió a sus seguidores. Jota de aperitivo, y después una intervención al alimón de Soro y Martín, los dos figuras. Iban tan de dúo... que ambos aparecieron vestidos igual, como de uniforme, con camisas y americanas negras (menuda pasada si salen a escena cuatribarrados). Sus discursos no evitaron los términos y conceptos que han puesto de moda los profes podemistas. Pero intentaban vender una emoción más sencilla y directa: el valor de lo aragonés frente a lo de fuera. Eso, se supone, también diferencia a CHA de los neocentralistas de Ciudadanos y Podemos.

Chunta coincide con IU, Podemos o Ciudadanos (y el híbrido progresista Zaragoza en Común) en el afán de generar ilusión con su oferta entre un electorado encallecido por los escándalos y estragado por la crisis. PP, PSOE y PAR juegan en otro terreno. Es obvio que no pueden promocionarse como opciones inmaculadas (aunque sus candidatos lo intentan de vez en cuando), pero pretenden convertir la experiencia en un valor imprescindible.

Sáenz de Santamaría llega hoy con la familia por bandera (a presumir de los nuevos premios a la natalidad... en diferido; o sea, cuando las madres se jubilen). El PSOE, cuyos candidatos se están creciendo, recibe a Sánchez. Por cierto, ya se sabe cómo ha sido la prodigiosa transformación de Javier Lambán: ha estado asesorado y entrenado por un experto en comunicación. No bajan los ángeles, no hay milagros... Pero siempre cabe sacarse de la manga algún truco.

sábado, 16 de mayo de 2015

Unos y otros usan argumentos y clichés muy similares entre sí 20150516

Nada puede igualar el desenfado de Esperanza Aguirre. Ayer salió por las televisiones vestida de chulapa y cantando un chotis en la feria de San Isidro. La Cólera de Dios sabe muy bien que en esta campaña priman la sensaciones y las intuiciones del votante, animadas por el estilo de los candidatos. Así que la lideresa, perfecto ejemplo de populismo reaccionario, pasa de discursos y exposiciones programáticas y anda despendolada mientras echa toda la mierda que puede sobre sus competidores... ¡Ella, que ha sido la madrina de la corrupción capitalina desde el Tamayazo hasta el estallido de Caja Madrid-Bankia, pasando por gürteles y púnicos varios! Por supuesto, en Aragón y sus ciudades no hay animales políticos (en todo el sentido del término animal) capaces de tirarse por el tobogán del espectáculo y convertir sus respectivas candidaturas en un constante show. Las señoras de Ciudadanos tuvieron su gracia, pero ahora están calladitas y aparentemente bajo control. Eloy Suárez ha hecho algún pinito más bien patosillo. El PAR tiene sus días, sobre todo cuando presenta iniciativas espectaculares. El PSOE de Lambán está superserio. Echenique es el más heavy. Se le ve con ganas de acelerar su silla de ruedas naranja y arrollar a los "partidos de siempre".

La mayoría de los partidos y coaliciones se están dirigiendo a los electores por carta. Y resulta curioso comprobar cómo los respectivos mensajes repiten conceptos y argumentos hasta crear una especie de confuso cóctel en el que no es fácil distinguir qué es qué ni quién es quién. "Por los servicios sociales. Por la mejor sanidad y educación públicas", dice el Partido Popular en un mensaje rubricado por Rajoy. Rudi insiste en garantizar "la calidad de la educación, la sanidad y los servicios sociales como sólidos cimientos de la sociedad del bienestar". ¿Se ha convertido, de repente, a la socialdemocracia? El PSOE, por boca de Javier Lambán, replica: "El Gobierno (del PP) ha recortado más que nadie la sanidad, la educación y los servicios sociales". El PAR vende sus listas "renovadas". CHA se ofrece como "garantía del cambio, de la ruptura con las viejas formas de gestionar lo público". Pero Ciudadanos se presenta directamente como "El cambio". Echenique les dice a los votantes "Soy una persona normal como tú". Soro y Martín exhiben un lema idéntico: "Somos como tú". Ayer, en el debate a siete (el más interesante habido hasta la fecha), el representante del PP, Roberto Bermúdez de Castro, citó ¡a la Marea Blanca! para respaldar su afirmación de que el Salud aragonés sigue estando bien valorado.

No es fácil distinguirse ni distanciarse (salvo, quizás, en materia de regeneración, donde las posiciones de unos y otros están más distanciadas). Las palabras al uso están muy gastadas. La derecha maneja conceptos de la izquierda, y viceversa. Incluso la versión integral de los programas muestra evidentes similitudes, como las existentes entre las medidas de choque que ofrecen Podemos y CHA para sus hipotéticas primeras semanas en el Pignatelli. Véanse también las propuestas educativas de todas las izquierdas (PSOE incluido), dirigidas de manera unánime a recuperar el terreno perdido en materia de recursos e inversiones y a tumbar la LOMCE.

Pablo Echenique, en su famosa carta y en sus declaraciones públicas, pretende ir más allá y ataca sin contemplaciones a los viejos partidos (una expresión que también usa Ciudadanos). Ayer mismo, en el citado debate televisivo, volvió a reiterar que los grandes partidos son una cueva de ladrones y sinvergüenzas. Soro le había pedido, con razón, explicaciones. El de Podemos usa una táctica rupturista, elemental y burda, aunque nadie podrá negar que evoca una situación cierta. ¿Será eficaz?

Para demostrar que las ideas y ofertas andan entremezcladas, ayer, como por arte de magia, casi todas las formaciones que compiten entre sí se lanzaron a hablar de los autónomos. Es un tema obligado, por supuesto. Pero también es una cuestión compleja porque los siempre alabados trabajadores por cuenta propia integran un magma laboral lleno de variantes, de casos muy distintos entre sí, de currantes forzados a encarnarse en dicha figura para convertirse en mano de obra barata. Decir que se les va a apoyar y que podrán beneficiarse de alguna desgravación no significa gran cosa. Más bien nada.

Como se ha dicho, el PAR tiene días gloriosos. Su programa para el Ayuntamiento de Zaragoza tiene maravillosas perlas: el tranvía circular (¿pero no habíamos quedado en que los regionalistas preferían el metro?), el teatro donde hoy está La Romareda... y ayer, una suscripción popular para reconstruir la Torre Nueva sobre su antiguo emplazamiento. Xavier de Pedro está que se sale.

En cambio, Ciudadanos, la habitual alegría de la huerta, parece que ha embridado su campaña y ayer se descolgaron con ofertas culturales en plan formal. Quieren organizar en Zaragoza una milla de los museos enlazando el Pablo Serrano con el CaixaFórum mediante un nuevo espacio expositivo en el antiguo cuartel de Pontoneros (se dedicaría a los artistas noveles... ¡ufff!). Además prometen construir colegios en el sur de la capital aragonesa.

Es cierto que se aproxima el momento crucial de la campaña. Con altos niveles de saturación: mañana coinciden Pedro Sánchez y Soraya Sáenz de Santamaría; el martes, en una tarde de máxima intensidad actuarán de manera simultánea Mariano Rajoy, Albert Rivera y Alberto Garzón. Lo aviso de antemano: iré a la función de Sánchez y a la de Rajoy. Siento perderme a los otros, pero aún no poseo el don de la ubicuidad. Podían haberse puesto de acuerdo. Total, ya puestos.

viernes, 15 de mayo de 2015

Algunos partidos y candidatos se están armando un lío ellos solitos 20150515

Muchos de mis colegas certifican que la revelación de la campaña no es ninguno de los candidatos noveles, sino el veterano Javier Lambán. Está sorprendiendo con un estilo serio, bastante sobrio y una comunicación inesperadamente fluida. Nadie pensaba que el secretario general del PSOE aragonés y aspirante a presidir el Gobierno de la Comunidad andaría tan fino a estas alturas. Y no es que haya cuajado como el brillante tribuno de la plebe que él mismo quisiera ser. Pero se defiende bien, supera sus limitaciones y lo más importante de todo: evita liarse. Que no es poca virtud en esta campaña, en la que algunos partidos y candidatos se están embarullando tan ricamente. De lo que hay en Ciudadanos casi me da reparo hablar. Pero todavía tenemos el encontronazo entre el cabeza de lista de Zaragoza en Común, Pedro Santisteve, y Luisa Fernanda Rudi, las peculiares confesiones de Eloy Suárez, las airadas réplicas que ha provocado Podemos con su agresiva carta a los electores... Bueno, por lo menos la cosa se pone maja.

Ni Lambán ni su compañero Perez Anadón, aspirante a la Alcaldía de Zaragoza, son los mejores candidatos. Ambos llevan demasiado tiempo en la carrera, están demasiado alineados en el aparato socialista y sus dotes para el liderazgo parecen, ¡ejem!, limitadas. La etiqueta PSOE tampoco atraviesa un buen momento en Aragón y en su capital. Pero aún les quedan argumentos, influencia y ese tirón inercial de los partidos tradicionales. Eso es lo que intentan administrar. Eso... y los evidentes retrocesos (en casi todo) provocados por la gestión del Gobierno PP-PAR.

A su vez, el PP corre contra su propia sombra. Aunque de vez en cuando esa sombra coge la delantera. Las palabras de Eloy Suárez y de la propia Rudi en el mitin de Aznar, cuando metieron interesadamente en la coctelera a las víctimas del terrorismo, a ETA, a Bildu... y a Zaragoza en Común, han provocado que el primer candidato de dicha coalición les acabe de presentar una demanda de conciliación previa a una querella por calumnias e injurias.

No será el único quebradero de cabeza para Suárez, porque no sé cómo se van a tomar en el propio PP esas declaraciones suyas (léanlas en esta misma sección) según las cuales sus adversarios las próximas elecciones son el PSOE y "la extrema izquierda", pero no Ciudadanos, que es "una segunda marca". Un ataque de sinceridad (o de ingenuidad) que choca con la estrategia de su partido. Estos días, desde Génova tiran con bala contra la organización que lidera Rivera, y FAES, el think tank conservador, advierte que Ciudadanos está "en ruta de colisión con el PP". Sin embargo, el bueno de Eloy se va tan contento por la vereda tropical, quizás porque sabe que, si no consigue aliados postelectorales, otra vez se quedará compuesto y sin Alcaldía.

¿Se embarulla también Podemos? La carta que Echenique ha enviado a los electores ya está levantando ampollas. Sobre todo por su párrafo más crudo: "Los partidos de siempre se han convertido en nidos de ladrones y refugio de sinvergüenzas (...) Además de robar lo que es de todos, sus políticas económicas han empeorado la vida de la mayoría de la gente y nos han traído la peor crisis de la democracia. No es sólo un problema de corrupción, es un problema de ineficacia". El mensaje no es nuevo y forma parte del argumentario habitual. Cabe suponer que se refiere más bien a las formaciones que han gobernado. Pero al aludirlas en términos generales, podría pensarse que incluye en la descalificación a IU o a CHA. ¿Es esta acusación tan poco matizada el fruto de una mala redacción? ¿O se trata de un exceso epistolar calculado para tirar de la indignación ciudadana (porque, desde luego, ladrones, sinvergüenzas, corrupción e ineficacia no han faltado en la política aragonesa y española)? No parece que estos arranques favorezcan a los de Pablo Iglesias. O sí. Ya se verá.

Para evitar más líos, el nuevo responsable de Comunicación de la campaña de Elena Martínez, primera en la lista de Ciudadanos al Ayuntamiento de Zaragoza, avisó ayer de que los canutazos diarios de la candidata (comparecencias ante los medios para contestar preguntas y hacer declaraciones) serán sustituidos por comunicados escritos. Se conoce que no quieren más spinning ni más respuestas surrealistas. Que no es un problema exclusivo de la citada Martínez sino de otros descubrimientos del partido. Como el aspirante a ser alcalde de Ciudad Real, cuya presentación a los medios corre por las redes recogiendo carcajadas y alucinando a quienes pensaban que la derecha tenía su propia alternativa moderna. ¡Ay, Señor!

Pronto llegarán los sánchez, los rajoys, los rivera y hasta los iglesias. ¿Quién tendrá más poder de convocatoria?

jueves, 14 de mayo de 2015

Cada cual, a lo suyo: agua, campo, ahorro energético... ¡y 'spinning'! 20150514

Supongo que nadie será capaz a estas alturas de negar ese fenómeno llamado calentamiento global. Porque, tras rozar los 40 grados apenas iniciado mayo, ni el primo aquel de Rajoy podrá llamarse a andana. Por eso choca que las cuestiones ecológicas y la sostenibilidad medioambiental (la de verdad, ¿eh?) aparezcan en esta campaña como de soslayo. Alguna vez y a título anecdótico. De hecho, ayer se vio a la plana mayor del PP nacional, con don Mariano y doña Espe a la cabeza, pedaleando por las calles de Madrid. ¿No habíamos quedado en que los velocípedos eran cosa de madaleneros y otros perrosflauta? Pues no, que en campaña a todos nos gusta hacer deporte. En esa línea, ha hecho furor en las redes la salida de la aspirante a la Alcaldía zaragozana por Ciudadanos, Elena Martínez. Preguntada sobre su posición respecto al carril bici, dijo: "¿Uy!, a mí me encanta la bicicleta. ¡Hago spinning!". La salida ha hecho furor en las redes sociales, donde las cosas de C's (desde las del joven Alber Rivera hasta las de sus improvisados candidatos de cualquier lugar de España) dejan estupefactos a quienes pensaban votarles y llenan de alegría a la derecha popular.

Imagino, sin embargo, que la candidata Martínez tendrá más garbo metiéndose marcha en su gimnasio que los conservadores madrileños paseando en bici. A estos pobres tanto coche oficial les ha dejado fuera de forma, y cuando las teles les filmaron daban un poco de pena. Parecía que Rajoy y Aguirre, aferrados a sus respectivos manillares, iban a topar el uno con la otra (accidentalmente, claro). Al final se fueron a comer hamburguesas. Qué gente tan humana y tan normal, ¿verdad?

¿Ecología? En Aragón el tema tiene siempre que ver con el agua. Y ahí estamos: con Ciudadanos tonteando con el trasvase, el PP levantino exigiéndolo como suele y Luisa Fernanda negándolo desde la orilla del embalse de La Loteta. La jefa de los conservadores aragoneses se montó allí uno de esos extraños shows de campaña a los que solo asisten, como vengo diciendo, los interesados y los periodistas que les siguen y les sufren. Aprovechó para pantanear a gusto y desmentir a sus conmilitones valencianos. Justo en ese momento, el Congreso de los Diputados aprobaba en ponencia la Ley de Montes, que ahora pasa al Senado y que, por cierto, da mucho margen a las transferencias de recursos entre cuencas. La Cámara había pedido, previamente, un informe al respecto del Gobierno de Aragón. Pero se pasó el plazo sin que dicho informe hubiese llegado a la carrera de San Jerónimo. Se ve que Rudi y su consejero Lobón no están estos días p'a tontadas.

Bueno... esto del trasvase es, hoy por hoy, el equivalente levantino de nuestra Travesía Central del Pirineo: un fijo en los programas cuya viabilidad es más bien nula, aunque sirve para dar la tabarra. Estas rutinas han atravesado los decenios y aun los siglos hasta perder su sentido inicial o incluso cualquier sentido. Escuchar a los candidatos del PP, el PSOE o el PAR hablar de regadíos y de promover la industria agroalimentaria resulta chocante. Ese argumentario hidro-económico lo han utilizado mil veces cuando gobernaban, ha estado presente en los discursos de investidura, ha sido manoseado en todos los debates sobre el estado de la comunidad. Y ahora, claro, vuelven a ello, a la vista de que la producción del campo aragonés sigue sin ganar ningún valor añadido.

En esas estamos. Los temas medioambientales no son el fuerte de los partidos tradicionales. En Aragón y fuera de nuestros límites. Fíjense en el desbarre de la Junta de Andalucía en el muy vidrioso asunto de Aznalcóllar. Un juzgado ha anulado el último concurso que adjudicó la explotación de aquella mina (origen anterior de uno de los mayores desastres ecológicos habidos jamás en España). La sentencia es demoledora. La concesión estuvo plagada de irregularidades. La empresa beneficiada no cumplía ni uno solo de los requisitos exigidos. Y eso, por parte de una Junta supuestamente de izquierdas.

Echenique presentó ayer un plan económico bastante simple, concreto y probablemente factible: financiar desde el Gobierno aragonés y a través de un instituto de crédito público un programa para rehabilitar viviendas. Así se crearían 9.000 empleos, se ahorraría energía en esos hogares, se reduciría la huella ecológica... "El mejor megavatio --dijo el de Podemos-- no es el que viene de un panel solar, sino el que no se gasta". Junto a él, los cuatro economistas que han colaborado en preparar esta y otras propuestas daban fe de que los alternativos pueden pisar suelo y ofrecer ideas. También hablaron de cómo apoyar a las pymes. ¿Han salido, por fin, del "lo que decida la gente"?

Chunta es quizás el partido más volcado con los idearios verdes. Fue el actor principal de la lucha contra los pantanos, aportó cierta profundidad ideológica a la movilización contra el trasvase y siempre ha promovido la sostenibilidad medioambiental. Sin embargo es posible que, fuera de determinados ámbitos, ese planteamiento no haya calado en la opinión pública aragonesa como hubiera sido lógico y deseable. O tal vez CHA no tuvo habilidad suficiente para asociarlo a una imagen renovadora y abierta. Entre el fulgor inicial y el aparente declive posterior de la formación hubo un punto de inflexión evidente que coincide con su primera y más llamativa responsabilidad de gobierno en el Ayuntamiento de Zaragoza. ¿Hasta qué punto la mera gestión institucional quema a los partidos nuevos? ¿Correrán la misma suerte Podemos y Ciudadanos?

El futuro despejará las dudas. Como ha pasado con el calentamiento global. O con la buena o mala suerte del PP en estas elecciones que vienen. Ayer, el Madrid se cayó de la final de Champions. ¡Lagarto, lagarto!, grito Rajoy con el culo aún resentido por la galopada en bicicleta.


miércoles, 13 de mayo de 2015

Aznar toca a rebato y Rudi sigue sumida en la duda 20150513

"Parece una estrella de rock", susurró el periodista Michel Vallés mientras José María Aznar entraba a la Multiusos de Zaragoza en medio del fervor y la pasión de la parroquia conservadora. Y era cierto. De rock, pero del duro. Eso, dureza, era lo que esperaban las casi dos mil personas que abarrotaban la sala (cuyo espacio había sido acotado al máximo para que el acto no desbordase y acabara teniendo más tirón que el adjudicado dentro de unos días a Rajoy). Por eso las mayores ovaciones se las llevaron los mensajes de autoafirmación, los llamamientos a sostener al PP como partido hegemónico, las referencias a las víctimas del terrorismo (en particular al zaragozano Manuel Giménez Abad), las descalificaciones a Podemos, Zaragoza en Común y en particular Ciudadanos (formación a la que aludió el presidente de honor del Partido Popular sin citarla)... Pero seguro que ninguno de los dos protagonistas del mitin, el propio Aznar y Luisa Fernanda Rudi, se habían enterado de que a primera hora de la mañana, en el programa de Radio Zaragoza La Rebotica la candidata autonómica del temido C's, Susana Gaspar, había suspendido clamorosamente al tener que responder cuestiones muy básicas sobre temas aragoneses. Podían haberle sacado mucha punta al asunto.

Porque en el PP están inquietos. Se notaba en los voluntariosos llamamientos a la militancia fiel para que cierre filas. En que Rudi no discursea con la soltura y la seguridad de sus mejores momentos. En que Aznar tuvo buen cuidado en no mostrar ninguna diferencia de criterio con Rajoy y la actual dirección. En que Eloy Suárez, que ha hecho suyo el belicista lema Zaragoza no se rinde, habló expresamente de Zaragoza en Común y de su primer candidato, Santisteve, para acusarles malévolamente de alguna oscura inclinación hacia Bildu y de menospreciar a las víctimas del terrorismo (gran ovación del respetable, claro). Se presumió mucho de llegar a estas elecciones "con las manos limpias". La palabra corrupción no se pronunció. José María Aznar levitó por momentos para eludir un hecho evidente: la actual condición de imputados o ya procesados y condenados de los que fueron tesoreros de su partido, ministros de su Gobierno, barones y caciques de sus organizaciones territoriales... De todo eso no hubo mención ni recuerdo, ni tampoco de los actuales negocios de su hijo, su yerno y de él mismo. Normal.

Aunque quizás sí habló de tales temas pero no llegamos a descifrar bien sus palabras. Porque buena parte de la intervención de la gran estrella se perdió entre los ecos de una sonorización deficiente (la Multiusos ha tenido siempre una acústica endiablada), además de la afición de Aznar a gangosear en plan salmantino (del barrio madrileño de Salamanca, no de la ciudad castellana famosa por su Universidad), a comerse las vocales cuando habla atropellado (emocionado homenaje a Fraga Iribarne, sin duda) y a deslizarse de vez en cuando hacia los acentos tex-mex (consecuencia inevitable de sus viajes a Estados Unidos). Eso no evitó que cuando enfatizaba alzando la voz la concurrencia le ovacionara con entusiasmo. "Si queréis a Rudi de presidenta --decía--, votad a Rudi, no a otra presidenta". ¿Se refería a Susana Gaspar, la de Ciudadanos?. Cualquiera de los presentes hubiera dicho que sí.

Es raro que los organizadores del mitin del PP no hubiesen tenido en cuenta que aquella misma mañana, la temida Gaspar (las encuestas le adjudican un porcentaje de votos no desdeñable, lo que la convertiría en una socia imprescindible para gobernar) había estado en La Rebotica donde, preguntada por periodistas de Radio Zaragoza, patinó de manera sorprendente. Quedó claro que no entendía algunas de las cuestiones que le planteaban, confundía los asuntos, desconocía de qué iban los temas y en cualquier caso carecía de propuestas programáticas mínimamente concretas. Y no es que otros candidatos novatos dominen a la perfección las claves y las respuestas. Pero, la verdad, tanta ignorancia... De eso podían haber hecho leña los del PP, pero a lo mejor ninguno de ellos se había enterado, y por lo tanto nadie se lo sopló a Rudi o al efervescente Aznar.

Echenique estuvo en la Facultad de Letras. Llenó, y reclamó un "pacto ciudadano" con el Gobierno de Aragón y la Universidad para acordar una financiación en serio de los campus y promover el conocimiento y la investigación. Se supone que, como él es científico, está ducho en la materia. Pero como también es un exponente del neopopulismo de izquierdas, aprovechó la ocasión para acusar a los agentes de la vieja política de haber creado un país "que imita a Bangladés en explotación laboral y a Luxemburgo en evasión fiscal".

Por su parte, CHA sale al encuentro de los votantes vendiendo sus dos puntos fuertes: aragonesismo y honradez probada. El partido que capitanean Soro y Martín pelea por seguir en la carrera tras el 24-M. Están convencidos de que poseen méritos para ello. Pero han llegado otros, de repente, y les han robado la merienda.

Aunque... ¿sirve de algo salir a la calle? Si se tiene en cuenta que las escenificaciones de las diversas candidaturas apenas atraen la atención de la gente, uno diría que no. Ayer, como se dice en otra sección, nada menos que Rudi y Suárez caminaron por las calles peatonales del Caso Antiguo de Zaragoza. No se les acercó nadie. Lo mismo les ha pasado a otras formaciones. La campaña es para los convencidos de antemano, los militantes, los propios candidatos y los medios informativos, que rodean de micrófonos y cámaras, a esos supuestos personajes que el vecindario ignora.

martes, 12 de mayo de 2015

Nunca hay corrupción... hasta que alguien decide tirar de la manta 20150512

Javier Lambán se las tuvo tiesas con Luisa Fernanda Rudi en el cara a cara de Aragón Televisión. Ganó contra todo pronóstico. Tomó la iniciativa y puso nerviosa a la jefa. No fue un debate apasionante, pero sí tuvo momentos curiosos. Sobre todo al principio. Luego la cosa se fue empastando y probablemente la audiencia se pasó a la película de La Sexta o a la serie de Telecinco. La jornada, por lo demás, había seguido los derroteros habituales. El tema de la regeneración democrática está ahí, ocupando discursos y propuestas. Es discutible que algunas de ellas tengan calado suficiente como para remontar el mosqueo ciudadano. Pero una en concreto, el código ético del PAR zaragozano, es tan cachonda y delirante que lleva camino de convertirse en lo más viral de esta campaña.
Lambán, quien habitualmente no brilla por sus dotes comunicativas, se había preparado bien el match. Fue directo a la pelea y desconcertó a su confiada oponente. Rudi intentó contratacar y se puso displicente, pero no logró en ningún momento ponerse por encima del rival. Balbuceó en varias ocasiones y se le escaparon comentarios poco afortunados (como cuando dijo que Rajoy "había tenido a bien" venir a Zaragoza durante las inundaciones en la Ribera Alta "a pesar de sus muchas ocupaciones").
Rudi no las tiene todas consigo. Esta vez juega una partida de resultado incierto. Sigue aparentando seguridad y dominio, pero sabe que los augurios son confusos. En su última encuesta por comunidades, Metroscopia ha dado al centro-derecha aragonés 32 diputados en las Cortes, por 35 el centro-izquierda. Claro que los sondeos pueden fallar. Mientras, la presidenta en funciones alega que su partido no ha sido pillado in fraganti en caso alguno de presunta o manifiesta corrupción. Tiene razón, como la podía haber tenido su predecesor, Marcelino Iglesias, si hace solo cinco años, cuando ya se despedía del cargo, hubiese salido a la palestra a presumir de gestión. ¡Ah!, pero es que apenas unos meses después, el caso Plaza estalló con todas sus consecuencias: alguien decidió tirar de la manta, Policía, fiscales y jueces entraron en liza, se sucedieron las imputaciones... Y ahora ese escándalo es un lastre que impide al PSOE aragonés volar alto y ofrecerse como adalid de la lucha contra la corrupción.

CHA e IU sí pueden presumir de limpieza, aunque solo han estado en gobiernos municipales. Podemos y Ciudadanos llegan limpios de polvo y paja y además hacen bandera de la honestidad y la transparencia. Faltan sin embargo propuestas simples pero concretas destinadas a romper el circulo vicioso de la corrupción. Que no pueden reducirse a publicar los ingresos y patrimonio de los cargos públicos, bajar sus sueldos o limitar el número de asesores. Eso será necesario pero no suficiente. La clave radica en poner la actividad institucional directamente bajo los focos: paredes de cristal, páginas web que lo cuenten todo, acceso abierto a expedientes, contratos, convenios, subvenciones... Acceso fácil, por supuesto. Porque actualmente, siendo cierto que la actual administración autonoma está dando más datos que nunca (Rudi y su consejero Roberto Bermúdez de Castro pueden vanagloriarse de ello), dichos datos no están sistematizados ni bien explicados ni son fáciles de ubicar ratón en mano.

¡Ah!, no se pierdan el código ético que se ha impuesto el PAR en Zaragoza. Sus quince puntos pueden leerse uno por uno en la web de la formación. Son geniales. El buen regionalista, según este prontuario, es seguidor del Real Zaragoza, el CAI Baloncesto y el Transportes Alcaine, protege a los animales y sufre cuando se tala un árbol, conoce la historia de Aragón, ve Aragón TV y ZTV... ¡y se emociona con la jota! No se sabe en qué medida todo esto revela un talante ético o tiene algo que ver con la regeneración democrática. Pero da mucha risa.

Atentos, que hoy viene José María Aznar a echar una mano a su amiga Luisa Fernanda (19,30 horas, en la Multiusos de Zaragoza). Yo, desde luego, estaré allí como un clavo.