sábado, 5 de marzo de 2011

¿Cuatro años más de carcajadas? 20110305

No puede ser. No me digan ahora que los de International Leisures Development (ILD) están pensando en la retirada. Y que los han echado de Pla-Za por impago. Y que su último representante (un tipo al que yo no le llevaría la contraria en una conversación cara a cara) está reclamado por los juzgados... ¡Y que don Biel sigue, no obstante, confiando en que Gran Scala se haga algún día realidad! Juntas a los guionistas más freakies de nuestra telebasura, les ordenas que flipen a lo bestia y son incapaces de inventarse cosa parecida. Qué pasotón, colegas.

Comprenderán que a mí esto me pilla ya en otra dimensión del espacio. Pero déjenme insistir en una cosa, sólo una: los altos responsables políticos que dieron por bueno el proyecto que les contaron los mendas de ILD, los diputados que aprobaron a toda leche una ley que permitiese desarrollar el susodicho proyecto, los canelos que se lo creyeron, los precavidos que miraron para otra parte... todos ellos han llevado este tema con una gracia y una imaginación digna de encomio. Como representantes de Aragón han hecho el ridículo, pero como estrellas del Club de la Comedia nos han proporcionado jornadas inolvidables.

Y los de ILD, de verdad, unos genios. Iban a invertir 17.000 millones o qué se yo, pero el otro día se quedaron sin poder pagar 176.000 eurillos y dijeron los tíos que sólo era "un problema pasajero de liquidez" consecuencia de las operaciones que tienen en marcha ¡para ampliar capital!. Impresionante.

Hay que esperar hasta que la cosa cuaje... como Motorland, dice Biel. ¿Como Motorland? ¡Socorro! ¡Ah!, y en medio de este tiberio y este deshueve, el PP no dice ni buenas tardes. La futura alternativa de gobierno ni da a entender que no se traga esto de Gran Scala (claro que... ¿de qué partido es el alcalde Ontiñena), ni protesta por el contrato a seis años que han firmado los del PAR con la empresa organizadora del GP de Motos comprometiendo al futuro Ejecutivo aragonés en unas cuantas decenas de millones. ¿Será que Rudi, tan seriecita cuando quiere, está aprendiendo ya a bailar la yenka con B&B?

Igual nos caen cuatro años más de carcajadas. No sé si lo podré resistir.

J. L. Trasobares/El Periódico de Aragón/sábado 5.03.2011

viernes, 4 de marzo de 2011

Me alegro de que se alegren 20110304

Pues sí: me alegro mucho de que los vecinos de Alcañiz estén alegres con Motorland y sus grandes campeonatos. En cambio me entristece que al menos dos personas no hayan recibido con el debido jolgorio las últimas noticias, según las cuales tendremos GP de Motos hasta el 2016. Uno es el diputado de IU Adolfo Barrena. Se ha enfadado, el muy curiosón, porque el Gobierno no dice cuánto le cuestan estos saraos al contribuyente aragonés. El otro (para que vean las rarezas de la política) es el consejero de Industria, Arturo Aliaga. Y se ha rebotado precisamente ante las preguntas sobre la factura total de cada GP. Normal, claro. ¿A qué viene tanta curiosidad? ¿Aún no nos hemos dado cuenta de que estos negocios son con-fi-den-cia-les! ¡Hombreee...!

Además, vayan ustedes a saber por cuánto sale un GP. ¿Diez millones? ¿Quince? ¿Más? Por una parte está lo que se le paga a la empresa Dorna (pueden ser cinco o seis kilitos, aunque seguro que nos hacen un barato pues al fin y al cabo el presidente de dicha empresa, Carmelo Ezpeleta, es tío carnal del director de Motorland, Tomé Alfonso Ezpeleta). Por otra está la publicidad, el alquiler, transporte y montaje de tribunas adicionales, el acondicionamiento de párkings y zonas de acampada, la seguridad, el equipo médico del circuito, los accesos, los derechos que deba aforar Aragón TV, el personal de mantenimiento y control... Eso pueden ser otros cinco o seis o diez millones más. Y si encima contratamos algún spot en la retransmisión televisiva, el total final será de órdago (de órdago confidencial, ojo).

Así son las cosas de Motorland Confidencial, muy secretas. La propia sociedad no sólo es financiada por el Gobierno aragonés sino que buena parte de sus ingresos anuales proceden también, por arte de Birbibirloque, de las instituciones públicas (cuarenta millones, en 2009). ¿Y la inversión previa (expropiaciones, viales, circuitos, edificios...)? ¿Se está amortizando? Ni idea. De todas formas, el monto de dicha inversión tampoco se conoce: ¿cien millones?, ¿ciento cincuenta?...Y ahora que caigo: ¿cuál es déficit anual real?

Pero (casi todos) estamos muy alegres. Y eso es lo que importa.

J. L. Trasobares/El Periódico de Aragón/viernes 4.03.2011