jueves, 31 de marzo de 2016

Un poco de laicismo tampoco está mal 20160331

Recibida por la derecha aragonesa con sonoros llantos y crujir de dientes, la decisión del Ayuntamiento de Huesca de poner fin a la presencia institucional de sus integrantes en actos religiosos no es sino un toque de laicismo perfectamente coherente, razonable... y normal. Por supuesto, la decisión acordada en la capital altoaragonesa por el PSOE, Cambiar Huesca y Aragón Sí Puede deja con el culo al aire al grupo municipal socialista de Zaragoza, que no quiso o no se atrevió a hacer lo propio. Quizás esta aparente contradicción no es sino la prueba de que el partido de Sánchez y Lambán es hoy una formación tan plural (y llena de contradicciones) como cualquier otra.

En algún medio se ha contado lo de Huesca con titulares en los que se decía, literalmente, que a los concejales se les iba a prohibir ir a misa. Una interesada exageración, claro, porque edilas y ediles sí podrán participar en el rito que les plazca, pero a título particular. Esa es la madre del cordero. En este bendito país nuestro la separación entre Estado e Iglesia se convirtió hace ya demasiado tiempo en una de las muchas asignaturas pendientes que colgamos (mas bien nos colgaron) por no haber culminado nunca algún tipo de auténtica revolución liberal y/o social. El viejo régimen (la mezcla de feudalismo y despotismo ilustrado destilada por la Restauración el franquismo) se nos quedó incrustado en las entendederas. Y ahí nuestra Santa Madre estuvo siempre, empeñada en convertir en ley de obligado cumplimiento sus dogmas, en llevar su códigos al Penal y al Civil, en traer y llevar bajo palio a los dictadores, bendecir los cañones, reclamar cárcel para los pecadores e incluso criticar a los papas más humanistas, como este Francisco de ahora.

Algunos creemos que la separación entre lo ciudadano (asunto colectivo) y los religioso (asunto individual) es tan necesaria que el Islam, por no haberla incorporado a su cultura política, está hoy como está. En España, por suerte, algo se ha ido avanzando, a trancas y barrancas. Por eso, un poco de laicismo práctico no está mal. Luis Felipe ha cumplido. 

miércoles, 30 de marzo de 2016

Más huelga, por si no bastaba 20160330

Curioso: la huelga en los autobuses de Zaragoza se ha prolongado durante 111 días sin que en ningún momento, antes de ayer, se celebrase una votación secreta para que la plantilla decidiera si sí... o si no. Hasta entonces, una cuestión tan delicada se solventaba en la asamblea, a mano alzada, en medio de gritos y abucheos. Pero el resultado de la consulta de ayer pone de manifiesto que, en cualquier caso, el comité ha contado y cuenta con un respaldo masivo por parte de la plantilla. En este plan, el conflicto va para largo y queda claro que nadie ha secuestrado la voluntad de los trabajadores. Son estos, mayoritariamente, quienes están determinados a luchar hasta el fin.

Ha sido un portazo en la cara de la empresa. AUZSA incumplió anteriores compromisos, se cerró de entrada a una solución razonable y también ha preferido prolongar la pelea durante más de tres meses antes que ceder a las revindicaciones de su personal. Ahora se enfrenta a la determinación férrea de sus empleados. ¿Cómo salir del callejón sin salida?

Con su obstinación, ambas partes se han retratado de cuerpo entero. Han sido incapaces de mostrar un mínimo de empatía con los cientos de miles de zaragozanos perjudicados por su brutal encontronazo. No han encarnado ni por un segundo los valores cívicos que se les suponen a quienes manejan un servicio público. Nadie podrá negarles ni antes ni ahora el derecho a defender sus respectivos intereses; pero deberían hacerlo con más inteligencia, flexibilidad, consideración hacia los zaragozanos y respeto al ayuntamiento que les contrató.

El ayuntamiento... Su actual equipo de gobierno no se enteró de que heredaba una contrata muy problemática. En consecuencia, consideró la huelga un asunto ajeno, a ventilar entre empresa y trabajadores. El alcalde tardó en reaccionar, creyó que los de la CUT estaban de su parte, limitó los servicios mínimos, no supo situar en su adecuado contexto la posibilidad de ir a una municipalización y no ha presionado de verdad a las partes hasta pasadas semanas. Lo lleva bueno.

Las urnas hablaron. Y dijeron no. 

lunes, 28 de marzo de 2016

A ver cómo nos quitamos los 'muertos' 20160328

En los próximos años, algunos grandes proyectos acometidos por sucesivos gobiernos aragoneses a través de las correspondientes empresas públicas o institutos específicos tendrán que ser liquidados. Porque resultan insostenibles. Ni Aramón ni Motorland (por citar dos casos emblemáticos, aunque no son los únicos ni mucho menos) tienen sentido como actividades de naturaleza institucional, cuando se han convertido en sendos desastres financieros. La capacidad de ambas sociedades para acumular pérdidas y su pésimo horizonte estratégico las han convertido en tremendos lastres para las cuentas de la DGA (y de Ibercaja, en el caso de Aramón). Por supuesto, la amortización de las enormes inversiones realizadas en una y otra se puede dar por perdida.

A medio plazo, Motorland no tiene salida. Su supuesto parque tecnológico nunca funcionó, su actividad deportiva no trae cuenta y la realización del GP de Motociclismo en su circuito de alta velocidad arrastra déficits de unos siete millones de euros en cada edición. De traer la Fórmula 1 nadie habla ya, después de que dicho espectáculo haya causado un monumental agujero a las acribilladas cuentas de la Generalitat valenciana. España está repleta de circuitos o instalaciones similares donde el dinero del contribuyente pasa a a bolsillos privados a cambio de unos retornos obviamente inferiores. Y así no se puede seguir. Han llegado las vacas flacas.

En Aramón el problema es parecido. La empresa nunca obtuvo beneficios. Pero ahora carece de la coartada inmobiliaria y tropieza con el cambio climático que ha reducido la temporada de esquí a su mínima expresión. La nieve sigue jugando un papel significativo en la economía del Pirineo, pero es preciso impulsar otros factores de desarrollo. Si no...

Ahora será preciso estar muy atentos para que la eventual liquidación no acabe haciéndoles el caldo gordo a los sinvergüenzas de rigor. Podrían haberse producido ya movimientos en ese sentido. Y sólo nos faltaría rematar la faena con algún sucio enjuague o uno de esos acuerdos confidenciales que hicieron furor no hace mucho. 

domingo, 27 de marzo de 2016

Vale, pero... ¿Qué Zaragoza proponen? 20160327

Hay que leer con detenimiento el acuerdo de gobernabilidad para la capital aragonesa que ZeC ha entregado a PSOE y CHA (verlo en http://zaragozaencomun.com/gobernabilidad/). Para empezar, resulta evidente que Santisteve y los suyos han rectificado sus planteamientos previos, aquellos que tras las elecciones de mayo impulsaron una extravagante y confusa negociación con las otras dos formaciones, compartimentando las áreas institucionales bajo el principio "una cosa son los ayuntamientos y otra la autonomía". Ahora, la actual propuesta de diálogo ofrece un pacto muy amplio y propone mantener líneas de contacto entre los distintos partidos a fin de acordar decisiones en todos los niveles administrativos. Aleluya pues.

A partir de ahí, es fácil comprobar que la oferta de los comunes plantea medidas de todo tipo, más o menos específicas, más o menos desarrolladas, con muchas de las cuales habría de estar de acuerdo cualquier progresista. Da la impresión de que ese catálogo, donde asuntos claves del urbanismo o la movilidad se mezclan con actuaciones sociales o de protocolo mucho más simples, ha sido elaborado por agregación de reivindicaciones o ideas procedentes sin duda del abigarrado elenco integrado en ZeC. El resultado final es variopinto, pero no define con precisión qué se quiere hacer exactamente con Zaragoza ni cuáles son las prioridades ni cómo sería posible poner en red el trabajo de las distintas áreas municipales. Además hay ausencias clamorosas (la Feria de Muestras, la gestión de los parques, la programación cultural, las fiestas del Pilar... por ejemplo).

Es preciso saber hacia qué Zaragoza vamos. Y la izquierda en su conjunto debe negociar y acordar un plan mucho más ambicioso y múltiple de lo que sugiere (quizás para no determinar en exceso el diálogo que ha de venir) la propuesta de los comunes. La recuperación de la ciudad consolidada, la expansión del tranvía y otras grandes decisiones deben ceñirse a una puesta en marcha mucho más concreta.

ZeC tiene como estrategia el uso del espacio político municipal para afrontar de manera transversal la emergencia social y proteger e incluso ampliar los derechos de la ciudadanía. Un objetivo importante pero también muy complejo, sobre todo a la hora de combinarlo en el día a día con el cometido natural de cualquier ayuntamiento: mantener y mejorar los servicios urbanos, promover la calidad de vida del vecindario, promocionar la ciudad y su oferta turística y comercial, atraer inversiones, impulsar la cultura... Esa es la clave, porque, como todos estamos viendo, una cosa es proclamar que éste es un tiempo nuevo para Zaragoza, y otra resolver la huelga en el bus. Que es de lo que se trata.

viernes, 25 de marzo de 2016

Mala vida para los malos 20160325

El pasado fin de semana se celebró en Tudela uno de esos congresos sobre el bienestar que organiza la SER por toda España. Allá me fui porque intervenían varios amigos míos, vive en aquella ciudad navarra gente a la que quiero y además... la alcachofa está en su momento y ya se han recogido los primeros espárragos. Así que en la mañana del domingo me senté en un abarrotado Teatro Gaztambide a escuchar cómo el filósofo Daniel Innerarity (su último libro, La política en tiempos de indignación, se ha convertido en todo un best seller, lo cual es mucho decir de una obra de no ficción) disertaba sobre la relación entre la vida buena y la buena vida. Allí anduvo, a vueltas con la naturaleza de la satisfacción, el deseo o el sentido de la existencia. Lo más interesante (en mi opinión) fue cuando profundizó en la confusa relación entre la ética positiva y el sentido de lo colectivo (vida buena), y el triunfo y la consecución de los más valorados objetivos materiales (buena vida). Porque lo uno no garantiza lo otro (¡que más quisiéramos!), aunque tampoco funciona la cosa en su viceversa (¡sería el colmo que todos los canallas alcanzasen la felicidad después de joder al prójimo).

Pero el debate acabó a su hora, el congreso también... y nos fuimos tranquilamente a comer material de la huerta. Me quedé con un runrún: es posible que nunca como ahora haya existido una exaltación tan constante y efectiva de la sinvergonzonería, el individualismo, el egoísmo y el cinismo como vías hacia la buena vida; nunca tampoco la voluntad de compartir, el altruismo o el sentido de lo comunitario estuvieron tan denostados y fueron objeto de tanta burla. Antes existía al menos la doble moral, una obvia hipocresía para disimular la maldad. Ahora ya no. Ahora el "esto es lo que hay" se combina con las más feroces críticas a lo que los propagandistas del sálvese quien pueda (o pensamiento único) denominan buenismo. Así que yo, como dice la tradicional canción obrera, a los explotadores (opresores, criminales, estafadores, ladrones) sólo les desearía que el dinero que nos roban lo gasten en medicinas. ¡Toma ya gran vida! 

jueves, 24 de marzo de 2016

Siempre nos quedarán los 'peplums' 20160324

Ya perdonarán mis amigos de las asociaciones laicistas, pero a mí esto de la Semana Santa me pone. Las procesiones, los capirotes, el tronar de los tambores (es infinitamente mejor hacer ruido en nombre de Dios dándole al parche que poniendo bombas), el olor a incienso, la guardia municipal a caballo, con su casco y su plumero (¿sigue encabezando la procesión del viernes?) y toda la parafernalia. Es un espectáculo glorioso, y cuando tengo algún huésped extranjero me lo llevo tal noche como la de hoy al Casco Viejo de Zaragoza, a que flipe. Comprendo que estos desfiles se han multiplicado en los últimos años, de tal forma que no cesan de ir y venir por las calles de la capital aragonesa cortando el tráfico y tal. Pero supongo que los no creyentes bien podemos hacer en este caso un ejercicio de tolerancia, cuando tantos miles de vecinos nuestros hacen tal ejercicio de fe o simplemente se divierten. Del Bajo Aragón, por supuesto, no queda nada por decir. Las rompidas (un acto convertido en seña de identidad, pues no hay evento relativo a la marca Aragón que no exhiba un buen combo de bombos y tambores)... las rompidas, digo, me producen particular satisfacción, pues llenan hoteles y restaurantes de toda una comarca y alrededores sin apenas gasto a cuenta del erario. ¡Sensacional! ¡Maravilloso!

Luego está la programación de las teles, con tantas películas de Historia Sagrada y de romanos en general. No será la primera ni la última vez que proclamo aquí mi devoción por los peplums (¿o debería decirse pepla, que es lo correcto en latín?). Me gustan casi todos: sean de tema propiamente religioso, de batallas, de esclavos, homéricos, mitológicos o de bárbaros. Espartaco es mi película favorita (aprovecho para homenajear a su guionista, el magnífico Trumbo, aquel radical de izquierdas que vivía como un millonario). Helena de Troya me fascina (¡Oh, Rosana Podestá!, ¡Oh, Brigitte Bardot!). Quo Vadis me arrebata con sus diálogos tan ñoños y el genial Peter Ustinov haciendo de Nerón.

Que siga pues la fiesta. Resulta muy consolador ver la religión desde esta amable perspectiva.

miércoles, 23 de marzo de 2016

Frente al islamofascismo, inteligencia 20160323

Es de rigor que todos nos movilicemos, al menos intelectualmente, contra el islamofascismo. En esta reacción, que alcanza su paroxismo inmediatamente después de cada atentado en nuestra vecindad europea, la auténtica y más enérgica voluntad de luchar no procede ni de los que vociferan, ni de los que piden no se sabe qué sangrientas represalias en una exaltación del ojo por ojo, ni de los que sólo saben oponer muerte a la muerte. La actitud más firme parte, por el contrario, de quienes reclaman de Occidente un replanteamiento de su política en Oriente Medio, de quienes exigen una acción contundente destinada a quebrar los mecanismos de financiación (¡ay, esos malditos paraísos fiscales!) de las dos franquicias yihadistas (Estado Islámico y Al Qaeda), de quienes urgen respuestas políticas y económicas para aislar a los regímenes integristas de la península arábiga (¿y Turquía?), y de quienes abogan por priorizar el trabajo de la policía y los servicios secretos. Eso es dar en la diana.

Hay una clave de la que se oye hablar poco: el apoyo que debemos a los musulmanes que no ponen el deber religioso por encima del deber ciudadano, musulmanes que no quieren ser musulmanes o al menos no quieren serlo en mayor medida de lo que muchos cristianos somos cristianos. Esos africanos y asiáticos (¡también europeos!) laicos o ateos, demócratas, socialistas, librepensadores, cosmopolitas... habrían de ser nuestros camaradas en el combate contra el yihadismo. Pero es evidente que no hemos sabido conectar con ellos. 

Contrariamente a lo que proclama la extrema derecha, bombardear ya se ha bombardeado mucho en Libia, Afganistán, Siria, Irak y tantos otros países. Pero sólo se ha logrado agravar el problema. Esto no va de poner soldados en cada esquina de nuestras ciudades ni de intervenir sin objetivos precisos en cualquier lugar del Magreb u Oriente Medio donde haya intereses o influencias occidentales que salvaguardar. Si de verdad queremos enfrentarnos a quienes matan gritando ¡Dios es grande!, nuestra principal arma ha de ser la inteligencia. En todas las acepciones del término. 

martes, 22 de marzo de 2016

Lengua de político... ¿Lengua de serpiente? 20160322

Más o menos, la cosa está como sigue: Rajoy ignora y desprecia a Sánchez, de la misma manera que Sánchez ignora y desprecia a Rajoy. Los dos perdedores del 20-D han consolidado una relación perfectamente simétrica. Por su parte, el del PSOE mantiene dos líneas de posible pacto de gobierno que habrían de ser complementarias, aunque se excluyen mutuamente. Podemos no quiere a Ciudadanos y Ciudadanos rechaza a Podemos. Como ninguno de ambos partidos consiguió algo parecido a una victoria en las últimas elecciones generales, los dos sobreactúan intentando ocupar espacio escénico por lo que pueda venir. Para colmo, en este absurdo rigodón, nadie se fia de nadie. Así, el acuerdo PSOE-C's, único que ha sido dado a luz en estos tres meses, tan pronto parece ser un hermanamiento estratégico social-liberal para siempre jamás, como un papelito de poco más o menos. Finalmente tenemos a los nacionalistas periféricos, cuyas aspiraciones distorsionan a lo bestia una situación política ya de por sí muy distorsionada.

Desde hace mucho tiempo, esto parece un frenopático. Si en todo el mundo la política institucional se ha convertido en un instrumento lentísimo incapaz de regular procesos externos rapidísimos (la tecnología y sus efectos en los ámbitos económicos, comunicativos y culturales), en España la cosa ha derivado en un demente letargo. Ya el día en que se dió por buena una convocatoria de elecciones generales en vísperas de las vacaciones navideñas, servidor se quedó pasmao. Ahora, las negociaciones están suspendidas a la espera de que pase Semana Santa. Y si hay que volver a las urnas, se hará el último domingo de junio, a punto de salir para el veraneo. Me parece acojonante. Ya entiendo por qué aquí nadie dimite pese al fracaso electoral, por qué los pactos son un teatro, por qué el Gobierno en funciones se pasa por el arco del triunfo al Parlamento electo y por qué la ciudadanía está convencida (cuales nobles indios de las praderas norteamericanas) que los políticos (como aquellos rostros pálidos) hablan con lengua de serpiente. Ssshhh! 

Lo de los refugiados... ni me extraña 20160321

Me avergüenza, me confronta dolorosamente con mi condición de ciudadano europeo... Pero no me extraña. El tratamiento que la UE está dando a los refugiados procedentes de Oriente Medio repugna a cualquier conciencia afecta al humanismo (materialista o cristiano, elijan), y sin embargo forma parte de la terrible lógica que dicta los acontecimientos globales. Pagar a Turquía para que almacene a quienes huyen de la guerra, dejar colgados en Grecia (ese país hermano al que se le da trato de enemigo) a miles de personas desvalidas y hacer todo esto con el más absoluto cinismo es un crimen de lesa humanidad. Pese a lo cual, insisto, no desentona de la deriva global que incluye el auge de la extrema derecha en el centro y norte de Europa, la existencia de regímenes ultrarreaccionarios en Hungría y Polonia o la emergencia de una bestia parda como Trump en el escenario político norteamericano.

Existe un hecho mucho más concreto, más próximo aunque no menos cruel que permite hacerse idea de la clase de mundo en que vivimos. El jueves pasado, La 2 de TVE emitió un estremecedor reportaje sobre las víctimas españolas de la talidomida: el venenoso fármaco recetado durante los 60 y los 70 a mujeres embarazadas, que provocó terribles malformaciones en sus hijos. Lo que allí se contaba no era nuevo para mí. Apenas unos días atrás, había recibido yo un mail sobre el mismo asunto. Así supe que, en nuestro país, los afectados por aquel crimen químico prácticamente no han recibido compensación alguna (al contrario que en el resto de Europa) y sobreviven a base de voluntad y valor personal. Cuando lograron llevar su caso a los tribunales, la canallada había prescrito. Se sabe además que la talidomida siguió recetándose y comercializándose en España cuando en Alemania ya había sido retirada. El franquismo era así.

Hoy, el laboratorio Grünenthal, fabricante de la talidomida, produce ¡y vende! los únicos medicamentos destinados a mitigar el dolor de sus propias víctimas. Por eso el drama de los refugiados me parece diabólicamente coherente. Qué podemos esperar. 

domingo, 20 de marzo de 2016

Que no, que no hay dinero 20160320

Después de un verano y un otoño prometiendo maravillas a quienes visitaban el Pignatelli, el Gobierno aragonés se enfrenta a la realidad. Se sabía y se había dicho que los últimos presupuestos (al igual que los elaborados por el PP en años anteriores) eran pura ficción. Cuadrar gastos e ingresos a martillazos y estirando estos más allá de toda lógica conducía directamente a la situación actual: no hay dinero. Fernando Gimeno, el consejero de Hacienda, intenta hoy repetir sus malabarismos municipales. Entonces logró mantener a flote el Ayuntamiento de Zaragoza retrasando los pagos, dejando otros en el aire o pendientes de sentencias judiciales y sosteniendo el día a día económico con el frenético estrés de esos artistas circenses que ponen a girar uno y dos y tres y más platos al final de unas largas varas, acelerando sus movimientos hasta el paroxismo para mantener el equilibrio del tinglado y evitar que se venga abajo. Lo malo es que una administración como la autonómica supera en complejidad a la local y además tiene menos flujo de caja. Para colmo, en la actualidad las modificaciones de crédito (es decir, los trasvases de fondos de una a otra partida) deben pasar por las Cortes. Ahí se ha estrellado el intento de extraer unos cuantos millones de los servicios sociales para trasladarlos a las comarcas y al pago de la extra escamoteada a los funcionarios en 2012.

Insisto: los presupuestos de Aragón deben ser elaborados renunciando de una vez al esquema habitual. Es preciso replantearlo todo, definir las prioridades, controlar el gasto, ampliar los ingresos y sobre todo afinar los mecanismos burocráticos para pagar por las cosas lo que éstas valen... y no más. Seguramente, si una gran parte de los contratos suscritos por la DGA en los últimos lustros fuesen objeto de una evaluación como la llevada a cabo en Plaza, el sobrecoste emergería una y otra vez. Y no (o no sólo) por la presunta existencia de mordidas o apaños de cualquier tipo, sino también porque las administraciones no invierten con tino, suelen admitir ofertas desorbitadas y se someten a los manejos de sus grandes contratistas y proveedores. No todo lo que reluce es oro en la externalización de servicios.

El montante de muchas obras, conciertos económicos, sociedades públicas, programas informáticos o producciones televisivas (amén de otras muchas cosas) se ha desorbitado. Y ello se debe antes de nada a una gestión poco profesional por parte de quienes deben contratar y comprar. No se trata sólo de cumplir con los requisitos normativos (a veces irracionales y escasamente efectivos pese a su aparente objetividad) sino de pagar lo justo y no dejarse arrastrar por el sobreprecio. Es la diferencia que hay entre el gasto y la verdadera inversión.

JLT  20/03/2016

sábado, 19 de marzo de 2016

A empujones... ¡qué nivel! 20160319

Ver al responsable de Recursos Humanos de AUZSA empujar sin contemplaciones a un trabajador dice más que mil palabras sobre la naturaleza de un conflicto cuyos protagonistas directos necesitarían someterse a un arbitraje supervisado... por psiquiatras. Enemigos durante decenios, directivos de la empresa y miembros de la mayoría del comité han convertido la huelga actual en una pelea a muerte. Tiene razón el frente opositor en el Ayuntamiento de Zaragoza (PP, Ciudadanos, PSOE y CHA) cuando exige al equipo de gobierno una intervención para poner fin a esta locura (cien días de huelga). Pero es preciso reconocer que poner paz entre las partes enfrentadas resulta hoy una tarea hercúlea. Por otra parte, los socialistas deberían tocar este asunto con más prudencia. En buena medida, el anormal servicio de autobuses que moviliza (o inmoviliza más bien) al vecindario de la capital aragonesa es obra suya.

Lo del directivo avasallador es inaceptable. Con una empresa así no cabe extrañarse de que el correspondiente comité actúe como actúa. Tal para cual. Lo malo es que cientos de miles de zaragozanos están en medio, sufriendo las consecuencias de esa lucha entre tozudos dementes. La perspectiva de soportar durante siete años más a tan inestable concesionaria pone los pelos de punta. AUZSA es en sí misma un argumento a favor de municipalizar el servicio. El corporativo y duro sindicalismo que reina en la plantilla es el mejor argumento contra la inclusión de semejante personal en una hipotética municipalización.

Por lo demás, irse de la olla se ha convertido en deporte nacional. Rajoy, que viene de tragarse el miserable trato con Turquía para expulsar de Europa a los refugiados, se empeña en ignorar al Parlamento. Iglesias ha nombrado a Echenique secretario de Organización, dando un curioso giro a las pasiones que agitan el interior de Podemos. Besteiro ha dimitido por fin. Han condenado a Rita (a Maestre, no a Barberá). Nadie sabe cuándo ni cómo habrá nuevo gobierno. Como decían los Reyes en sus cariñosos sms al presunto corrupto, este país se está poniendo muy difícil. 

viernes, 18 de marzo de 2016

Aragón enladrillado, ¿quién lo desenladrillará? 20160318

Que Zaragoza lleve cien días sufriendo una huelga de autobuses que causa severos perjuicios a miles de vecinos se corresponde con otras noticias relativas a la Tierra Noble: el presidente Lambán se remite a una futura reindustrialización de las cuencas mineras, la arruinada sociedad semipública Aramón se aferra al proyecto para ampliar Cerler por Castanesa pese a las rotundas sentencias judiciales en contra, en Alcañiz y el Bajo Aragón recogen firmas reclamando el mantenimiento (por cuenta del erario) del carísimo Gran Premio de Motociclismo... Todo ello viene de tan atrás, se refiere a problemas tan antiguos y resulta tan manido que solo puede significar una cosa: este país despoblado y lleno de viejos se ha encapsulado en un recinto hermético donde ya no aparecen ideas nuevas ni nuevos paradigmas ni cosa alguna que sea nueva. Incluso GM, nuestro único sostén económico, suena año tras año como el afortunado eco de la sola voz que nos anima a seguir viviendo. Lo demás es darle vueltas a la noria, como si nos hubiésemos encarnado en uno de esos burros ciegos que caminan kilómetros sin salir de su pequeño círculo.

Aragón está enladrillado (en el sentido literal del término). ¿Quién lo desenladrillará? Hasta hace poco podíamos pensar que Podemos, los comunes y otros artistas invitados serían capaces de romper con la rutina para cambiar la trama y el desenlace de la película. Pero su bisoñez, sumada al brutal peso de la inercia, se les lleva por delante sin que atinen (aunque a veces lo intentan) a levantar las alfombras, descorrer las cortinas y acabar de una vez con los clichés al uso.

Nadie podrá escandalizarse ante la impotencia de los nuevos, porque incluso los poderes fácticos más tradicionales y más poderosos (valga la redundancia) se han refugiado en el Limbo de los viejos buenos tiempos. Aún sueñan con futuros pelotazos inmobiliarios y otros negocios imposibles. Todavía hacen cuentas enladrillando una y otra vez una comunidad donde el reclamo más visible grita desde los balcones dos escuetas palabras: "Se vende".

JLT  18/03/2016

jueves, 17 de marzo de 2016

Partidos a punto de romperse por las costuras 20160317

Mientras Pablo Iglesias purgaba manu militari al secretario de Organización de Podemos (eso después de haber escrito un poético texto sobre la belleza de la unidad), los dirigentes más jóvenes del PP ponían en jaque a Mariano Rajoy a cuenta de Rita Barberá. A su vez, el PSOE esconde como puede sus obvias tensiones internas que implican a los adeptos a Pedro Sánchez, a los de Susana Díaz, a los barones, al PSC, a los provincialistas y a la vieja guardia, alineada toda ella en el ala derechista del partido. En esta verbena del disenso, Ciudadanos, amparado en su bajo perfil político y el incontestado liderazgo de Albert Rivera, parece la formación más compacta, pero en ella no faltan ni la desconfianza ni el descontento... sobre todo tras el pacto con el PSOE.

Jamás se vio semejante bloqueo institucional. En tales condiciones, negociar y acordar algún tipo de gobierno estable es un ejercicio casi imposible. Pero la situación se está poniendo tan espesa y el miedo a una nueva convocatoria electoral se ha extendido de tal manera que, al final, igual surge un arreglo de última hora. ¿Qué arreglo? Ahí esta el quid de la cuestión.

Podemos, abocado a nuevas tensiones internas y desflecándose por sus confluencias, es un partido demasiado nuevo, demasiado complejo y demasiado influenciado aún por los izquierdismos periféricos. Tal circunstancia, y la actitud de las fuerzas nacionalistas centrífugas (en especial las catalanas), invalida casi por completo la posibilidad de un ejecutivo de izquierdas con eventuales apoyos nacionalistas. Eso... más el arrimo de los socialistas a C's, y la evidente imposibilidad de llevar a cabo una nueva Transición con el Senado bajo control del PP.

Por otra parte, teniendo en cuenta las exigencias de la Unión Europea, el constante incremento de la deuda, la imposibilidad de controlar el déficit y el paulatino desplome de la Seguridad Social... ¿están los españoles dispuestos a correr riesgos respaldando políticas rupturistas? Parece muy dudoso. Así que solo queda la salida que ustedes saben y yo no me callo: la gran coalición. Dicen que Rajoy es el único impedimento. Veremos pues. 

miércoles, 16 de marzo de 2016

No sabe uno por dónde empezar 20160316

A veces resulta difícil elegir tema. No porque escaseen, sino por su exagerada abundancia. Lo de Rita la Expedientada, por ejemplo, está apetitoso, y lo de Besteiro también. Pero el PP, el PSOE y los respectivos portavoces (oficiales u oficiosos) ya han usado ambos casos para su habitual juego del y tú, más. Luego está la contienda entre el Congreso y el Gobierno en funciones, porque este pasa de aquel y se dispone incluso a desobedecer al Legislativo. Así, don Rajoy y doña Soraya le hacen un pícaro guiño a Montesquieu, mientras demuestran (por si hiciera falta) cuánto le gusta a la derecha española mandar por la gracia de Dios. Sin embargo, las contradicciones entre ambos poderes del Estado han derivado en un debate entre expertos en Derecho Administrativo y Constitucional, y ahí ya... En lo global tenemos un planeta tan revuelto y terrible como siempre. En lo nacional, la mayor deuda pública jamás vista. En lo local, la maldita huelga de los buses de Zaragoza, respecto de la cual poco me queda por decir salvo reiterar que AUZSA es una empresa que jamás debiera haberse hecho cargo de un servicio público esencial para la ciudad, y para colmo a su comité se le ha ido la olla. No sé cómo vamos a salir de este atolladero.

De si vamos a nuevas elecciones o si acabarán (quienes sean) por ponerse de acuerdo para sacar adelante algún tipo de gobierno, no puedo añadirles gran cosa. Sánchez e Iglesias vuelven a ponerse buena cara. Pero con estos... vayan ustedes a saber.

Lo que más gracia me ha hecho, en esta catarata de acontecimientos y simulaciones, ha sido la negativa de las Cortes aragonesas (con el PP y Podemos votando lo mismo aunque por distintas razones) a una modificación de crédito destinada a financiar las comarcas y aquella extra que todavía se debe a los funcionarios. El dinero debía salir de los fondos destinados al gasto social, por eso Echenique y los suyos dijeron que nones. Van a saltar chispas. Al consejero de Economía, Fernando Gimeno, la jugada le ha salido mal. ¡Con lo bien que le cuadraban las cuentas y los cambalaches cuando estaba en el ayuntamiento! 

martes, 15 de marzo de 2016

Pedro Sánchez triunfa... sobre el papel 20160315

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se reunió en Zaragoza con gentes de la discapacidad. Les dejó encantados. Incluso Lambán, enfurruñado con su jefe por la cosa de las diputaciones provinciales, acabó poniendo buena cara. La diputada Sumelzo actuó como anfitriona política del evento. La consejera Broto también estuvo allí sonriéndole a la vida. Fue un acto perfecto. Los asistentes iban planteándole preguntas al excandidato a la Presidencia del Gobierno (¿o sigue siendo candidato todavía?), y este respondía remitiéndose a cualquiera de los 200 puntos del acuerdo con Ciudadanos, como si tal documento fuera el Vademecum capaz de proponer un remedio para cada enfermedad. Desde luego, si alguien tenía alguna duda sobre la extraordinaria versatilidad del pacto Sánchez-Rivera, lo de ayer le hubiese convencido de que el centro reformista es en sí mismo el verdadero bálsamo de Fierabrás.

Salvo que alguien meta la cabeza por detrás del decorado teatral. Entonces, una persona tan interesada en lo social como el gran líder socialista descubriría que, tras el severo gesto de Lambán, la simpatía de Sumelzo y la sonrisa de Broto, existe una realidad que reduce los 200 puntos del pacto PSOE-Ciudadanos a la etérea condición de carta a los Reyes Magos.

En Aragón, ahora mismo, las administraciones (en especial la autonómica) deben millones de euros a las entidades que atienden a la discapacidad. No hablo de subvenciones ni limosnas, sino de plazas concertadas en residencias y centros del día, cuyo importe tarda en llegar meses... o no llega nunca. Hablo de los complementos salariales a los centros especiales de empleo, donde los retrasos aún son mayores. O de las decenas de casos en los que el IASS envía a las organizaciones asistenciales discapacitados en situación límite pero no firma el correspondiente convenio hasta mucho después. En este sentido, el actual Gobierno PSOE-CHA ofrece, en comparación con el del PP-PAR, más comprensión, más simpatía, buenas palabras... Pero, a la hora de pagar, apenas se nota la ausencia de Rudi y Oliván ¡Qué fácil es triunfar sobre el papel!

lunes, 14 de marzo de 2016

La realidad siempre es compleja 20160314

Incluso a veces, muy compleja. A lo largo de más de tres meses observando (y sufriendo) la huelga en los buses de Zaragoza, hemos pretendido simplificar sus entresijos para poder distinguir a los buenos de los malos. Pero salvo constatar que el vecindario está pagando un precio inaceptable en molestias, dinero contante y sonante, problemas en el trabajo de cada cual y las consabidas dosis de mala leche, todo lo demás se embarulla en un laberinto de culpas, errores y equívocos. Ni la empresa ni los trabajadores ni el actual gobierno municipal (ni tampoco el anterior) son, por separado, responsables exclusivos del desaguisado. Pero todos ellos cargan con una parte (mayor o menor aunque siempre considerable) del enorme roto.

Me he negado una y otra vez a convertir al comité de empresa en el único villano de esta película. Y no, no me gusta su estilo. Ni su indiferencia ante las consecuencias de la huelga. Tengo incluso serias dudas respecto de su legitimidad, después de que a finales del año pasado bloqueara su renovación (que debía producirse ya) mediante un referéndum en el que participó menos de la mitad de la plantilla y que arrojó unos resultados muy igualados (291 a favor de suspender las elecciones sindicales, 271 en contra). Pero es que, al otro lado, está una empresa tramposa, endurecida, a la que los derechos laborales de su personal y el bienestar de los zaragozanos le importan un pimiento y que viene haciendo de su capa un sayo desde hace demasiado tiempo. AUZSA no merece gestionar un servicio tan importante para la capital aragonesa como el de los autobuses. Es y seguirá siendo un factor de riesgo.

Por todo lo cual, la atropellada renovación de la contrata carga en el debe del anterior equipo de gobierno municipal una decisión oscura en sí misma y contraria a los intereses de la ciudad. Así les dejó a los de Zaragoza en Común (ZeC) una trampa perfecta, de la que estos no han sabido zafarse, porque además debían pensar que el ya archifamoso Anadón y la CUT eran de los suyos. Lo cual está muy lejos de la realidad... tan enrevesada y compleja.

sábado, 12 de marzo de 2016

Sí, la izquierda es más sensata que la derecha 20160312

La estrella del Congreso de Periodismo Digital de Huesca ha sido sin duda alguna el managing editor del Washington Post. Aureolado por los éxitos históricos y actuales de uno de los diarios más influyentes del mundo (ahora es propiedad de Jeff Bezos, el magnate fundador y dueño de Amazon), Emilio García-Ruiz, hijo de padres españoles, se presentó aquí desplegando inteligencia, simpatía, humor yanqui y una sabiduría periodística de quitarse el sombrero. Así que todo el mundo se le rindió, y él no tuvo reparo en atender a sus repentinos admiradores con un cariño y una paciencia encomiables.

El periodismo norteamericano de calidad vive un momento complicado. Debe operar en un país dividido como nunca entre izquierdas y derechas. En tales condiciones, mantener la transversalidad propia de los grandes medios se convierte en un malabarismo casi imposible. Para colmo, la figura de Donald Trump, emerge cual horrenda pesadilla. Está a un milímetro de ser el candidato del Partido Republicano, gracias a ese ejercicio de democracia participativa que son los caucus de las primarias. Frente a él, los progresistas, después de mostrar una amplísima simpatía por el socialista Bernie Sanders, acabarán por alinearse con Hillary Clinton. No porque les encante el personaje, sino porque parece la opción más sensata. Y la izquierda de estos tiempos, en los USA y en Europa, es mucho más razonable y contenida que la derecha.

No existe parangón alguno para el extremismo conservador de los telepredicadores del Cinturón de la Biblia estadounidense, de los agitadores neocon, de las figuras del demencial Tea Party. Simultáneamente, la izquierda ha promovido personajes tan templados como el propio Barack Obama, caballeros como el aspirante Sanders o figuras convencionales del Partido Demócrata como Clinton. Media una distancia sideral. Lo mismo pasa en Europa. La ultraderecha populista (y parafascista) no tienen límites ni se anda con tontadas... Aunque los malos oficiales sean los pobres griegos de Siryza (o los chapuzas asaltacielos de Podemos). 

viernes, 11 de marzo de 2016

Por la fuerza de la gravedad (política) 20160311

Escribo desde el XVII Congreso de Periodismo Digital de Huesca, donde mi profesión se radiografía a sí misma en un apasionado intento de conjurar nuestros problemas y despejar el futuro. Tres colegas, las tres mujeres, responsables de comunicación en los ayuntamientos del cambio, abrieron fuego en una mesa redonda sobre nueva política. En un arranque de atormentada sinceridad hicieron todo lo que los manuales aconsejan no hacer a quienes se ocupan de las relaciones con los medios informativos: se refugiaron en el victimismo, describieron su cometido en clave meramente defensiva, culparon al mundo exterior de sus múltiples cuitas... y provocaron una tormenta de tuits adversos por parte de la concurrencia, muy poco proclive a mostrar compasión con quienes, a la postre, representan un poder emergente y ya no desfilan entre la gente de a pie sino en el triunfal carro de los jefes.

Podemos y los comunes de toda condición están cogidos en una trampa que en parte contribuyeron a montar. Son demasiado primerizos en casi todo. Han carecido de estrategias bien definidas. Han intentado superar tales carencias mediante golpes de efecto y una pretendida autoridad moral sobre los otros partidos... Además, efectivamente, han sido y están siendo objeto de durísimas campañas lanzadas en su contra. No les perdonan ni una.

Claro, ahora ZeC ofrece negociar un pacto de gobernabilidad con PSOE y CHA, justo lo que debió haber intentado tras las elecciones del pasado mayo. He aquí cómo las cosas caen por su propio peso. ¿Es una forma de reconocer que se equivocaron entonces? Lo es. Deberían reconocerlo.

Mientras, Podemos vive alguna tormenta interna (seguramente de menor intensidad que las desatadas en el seno de otras formaciones), y las profecías demoscópicas acosan a Iglesias y los suyos. Así que a la nueva izquierda solo le queda una salida: afrontar las cosas con serenidad, ejercer la autocrítica, dejar de quejarse, hacer a toda velocidad los deberes... y admitir que la política tiene su peculiar e insoslayable fuerza de la gravedad. 

jueves, 10 de marzo de 2016

Cuando la Transición topó con el 23-F 20160310

Creo que la Transición fue un proceso turbulento, complejo y cuajado de contradicciones. No comulgo con esa versión oficial según la cual aquello vino a ser una carrerilla cuesta abajo guiada con singular acierto por el Rey, Suárez y otros padres de la patria. Tampoco estoy de acuerdo con quienes consideran el 78 la mera continuidad del franquismo convenientemente maquillado. Ni esto ni aquello: la Transición fue el resultado de la correlación de fuerzas existente en aquel momento. Seguro que las izquierdas (sobre todo el PCE de Carrillo) podían haberse manejado con más habilidad y audacia. Sin embargo no era fácil llegar más allá de donde se llegó. Solo que la Constitución y los pactos anejos debían ser una estación de tránsito... y se convirtieron en una estación término: el fin del viaje.

El 23-F, por ejemplo. Hace poco fue su aniversario. Javier Fernández, militar de carrera y exdelegado en Aragón del Gobierno de Zapatero, aprovechó la jornada para presentar su novela La amante del general, ambientada en la Zaragoza del 81. Literatura sin misterios. En realidad, de lo ocurrido aquella tarde-noche de febrero se sabe mucho. La intentona golpista fue una chapuza destinada al fracaso. Pero mientras los dados rodaban la izquierda entró en pánico (con razón) y se apresuró a quemar fichas y archivos, a borrar las pistas, a huir... a desaparecer antes de que la desaparecieran. Y eso fue así porque las organizaciones llegadas del antifranquismo no tenían nada que oponer a los fusiles de asalto y los tanques. ETA tampoco (su criminal aventurerismo solo serviría para zancadillear la consolidación de una democracia avanzada). Esa debilidad se había manifestado tras la matanza de Atocha o más aún en la masacre de Vitoria (que algunos recordaron el otro día en el Congreso). Pese a las huelgas y la intensidad creciente de la movilización popular, el viejo aparato del Estado tenía todavía un poder letal. Hubo que negociar, y el resultado no fue tan malo. Millones de españoles han vivido con los suficientes derechos y libertades para encarar la vida sin miedos ni frenos insuperables. Ahora les toca a ellos. 


JLT  10/03/2016

miércoles, 9 de marzo de 2016

Lo siento, hijos, pero esto es así 20160309

Tenían razón quienes advertían hace semanas que lo de la gomina (más bien un acondicionador para el cabello) y el turrón iba a ser lo de menos, en comparación con el famoso viaje a La Coruña que llevó a cabo Pedro Santisteve para reunirse con otros alcaldes del cambio. Ahora el asunto ha estallado en Valencia, cuyo regidor, de Compromís, ya ha sido puesto bajo los focos de la Fiscalía. Ha dicho (Joan Ribó) que, si le abren diligencias, dimitirá. Normal, pues en España ha llegado la hora de que imperen los principios y las reglas del juego, aunque tal ejercicio pueda resultar a veces incómodo y aun injusto.

Caben dudas respecto del carácter institucional del desplazamiento de Ribó y Santisteve a Coruña. Aquel encuentro reunió a munícipes de la misma cuerda pero también fue un primer paso para coordinar las actividades de los respectivos ayuntamientos. ¿Una especie de Federación de Municipios alternativa? Por si acaso, Ada Colau, la más política e inteligente de todos los nuevos regidores locales, no cargó su viaje al municipio. Así, nadie ha podido ponerla en la picota.

Está fuera de toda duda que los ayuntamientos grandes han pagado de manera habitual viajes, champús, viáticos varios y actividades diversas de sus gobernantes. Y ahí se desdibuja la frontera entre lo que es adecuado y lo que no; entre los gastos de representación razonables y los abusos. La pretensión de tener gestores trabajadores, competentes y honestos... pagándoles una mierda no encaja tanto con la exigencia ética como con las fobias antipolíticas que suelen ser hijuelas del fascismo. Aunque, claro, he dicho honestos. Que lo sean y que lo parezcan. Más tratándose de gente como la de Podemos, Compromís y comunes en general, que llevan la regeneración y el rigor por bandera.

Santisteve está en una situación delicada y debe actuar con suprema delicadeza. A él y los otros alcaldes del cambio les han puesto bajo el microscopio. No pueden permitirse el lujo de meter no ya la pata, sino la punta de la uña del meñique. Y si cualquiera de sus gastos no acaba de estar claro (¡clarísimo!)... a devolverlo. 

martes, 8 de marzo de 2016

Si Podemos desbarra, el PSOE también 20160308

Que a Podemos la falta finura (besitos aparte) parece evidente... Incluso en esta España donde la cal viva pasa del argumentario de la derecha a la de las izquierdas en una ida y vuelta tan demencial, por lo menos, como la que ha convertido a un tipo como Otegui en figura democrática. Pero todas las escenificaciones actuales (no las llamo postureo porque odio esa palabreja) arrastran incógnitas. ¿Quién tendrá, por ejemplo, la culpa de que vayamos a otras elecciones mientras Mariano Rajoy sigue de baranda en funciones? ¿Habrá que cargar semejante cosa en la cuenta de Pablo Iglesias por ser tan suyo y tan ambicioso, o en la de Pedro Sánchez por pretender juntar churras con merinas para consagrarse como presidente del Gobierno con un programa ambivalente y un grupo parlamentario de 90 diputados? Y si otra cita con las urnas rompiese el empate entre los dos bloques ideológicos (derecha e izquierda) para desequilibrarlo a favor de los conservadores... ¿Sería responsabilidad de quienes no hubiesen propiciado un ejecutivo progresista o de los mismos electores, cuya infidelidad temen hoy todos los partidos?

En los últimos días, desde el PSOE se advierte a Podemos que los ayuntamientos del cambio se pueden venir abajo como no haya buen rollo entre socialdemócratas y alternativos. Tiembla, Santiesteve. Pero... ¿No debería agobiarse en igual o mayor medida un Lambán que se sienta en el trono del Pignatelli gracias a la amabilidad de Echenique? Porque la distribución del poder tras las últimas autonómicas y municipales (salvo en Andalucía y poco más) ha beneficiado alternativamente a las dos principales fuerzas de la izquierda. Caso de que el arreglo se rompiese, ambas sufrirían las consecuencias. Si unas nuevas elecciones generales acaban mal, una y otra saldrán perdiendo. El destino de socialistas y podemistas se ha enredado en un único nudo. Su ruptura por las bravas (como hizo Alejandro Magno con aquel de la ciudad de Gordio) puede perjudicar a las dos partes.

De momento, tanto Echenique como Lambán le quitan hierro a la situación. ¿Por cuánto tiempo? 

lunes, 7 de marzo de 2016

A ver si vuelve la calma, por favor 20160307

La gente más politizada anda revuelta. En los ambientes de derechas, unos se mantienen en la onda del PP pero otros se han pasado a Ciudadanos (Albert Rivera les encandila con su discurso hipercentrista y megaconciliador). La confrontación entre conservadores duros y liberales renovados, se produce tras una ruptura que es cultural, generacional y conceptual. Así, familias de orden que hasta la fecha eran un modelo de coherencia interna se han sumido en la disensión y el recelo. Por eso Mariano Rajoy se echó el sábado a la carretera y las calles para conectar con los suyos y evitar que se vuelvan respondones, reformistas, laicistas, modernos y capaces incluso (¡oh, insoportable locura juvenil!) de pactar con el PSOE, que ya es el colmo.

En las izquierdas, ni les cuento. Donde era habitual un amable compadreo progresista reina hoy la división y el debate. Partidarios de remitirse a la lógica de la socialdemocracia oficial (ahora lanzada por el sendero de lo transversal) discuten sin descanso con los seducidos por el podemismo. Aquellos ven en Pedro Sánchez el adalid de un nuevo centro-centro (feliz síntesis pactada entre el centro-derecha y el centro-izquierda) cuyo programa sería la única fórmula posible para combinar la ortodoxia fiscal y financiera que receta Europa con los matices sociales propios de un Estado del Bienestar puesto al día. Los alternativos, por su parte, reclaman airados la reconstrucción del bloque de izquierdas, con su programa de izquierdas, su gobierno plural de izquierdas y todo el argumentario de las izquierdas . ¡Y eso que Pablo Iglesias proclamaba no hace mucho el fin de las etiquetas ideológicas al uso! Si encima anda por allí algún simpatizante de IU o de CHA, el lío alcanza una maravillosa condición poliédrica.

Conozco una pareja donde ella y él polemizan constantemente con singular denuedo, enredados en un duelo retórico que les tiene enganchados como un auténtico vicio.

Así que, por favor, arréglense los jefes antes de que esto degenere. A ver si vuelve la calma. Porque seguir en este plan hasta el 26 de junio puede ser muy duro. No sé si lo podré resistir. 

domingo, 6 de marzo de 2016

Malos rollos en la Tierra Noble 20160306

Les juro que yo quería hacer hoy un paréntesis y escribir sobre cosas agradables y positivas. De la entrega de los Premios Cálamo en su XV edición, por ejemplo: un acto que cada año auspicia el encuentro de libreros, editores, autores y lectores en una magnífica velada. O del XVII Congreso de Periodismo Digital que se desarrollará la semana próxima en Huesca, con asistencia de famosos periodistas españoles y extranjeros. A la postre, premios y congreso son eventos veteranos y relevantes organizados desde la sociedad civil, que le dan mucho lustre a esta Tierra Noble, cuestan poco dinero a sus patrocinadores institucionales y nos permiten (a los aragoneses) demostrar al resto del mundo y demostrarnos a nosotros mismos que somos algo más que un inmenso territorio semivacío y semiolvidado por el resto de España. Se supone que es en este tipo de cosas (una fiesta de la literatura, un foro periodístico de alto nivel) donde mejor encaja la supuesta virtud ciudadana de la autoestima. Sí, aquella que tanto nos recomendaba el que fuera presidente de la DGA, Marcelino Iglesias. Y hablando del Rey de Roma...

En tiempos de la gran estabilidad, la autoestima se compraba a sobreprecio y la servían al pueblo tierranoblense emplatada en enormes proyectos públicos o público-privados, que luego funcionaban o no, pero siempre salían por un pico. De aquellos polvos han venido los lodos actuales, cuando Plaza (iniciativa, por otra parte, interesante, necesaria y merecedora de mejor gestión) es objeto de un monumental proceso con 25 encausados, a quienes se acusa de defraudar 147,3 millones de euros. Ahí está pillado, como máximo responsable político, Carlos Escó. Fue uno de los hombres fuertes del Marcelinato. Ahora es carne de banquillo. Su implicación pone en la picota retroactiva una época que teníamos por la más provechosa para el Aragón autónomo, cuestiona el legado de Iglesias y deja claro que el PSOE ha tenido un lado oscuro y sucio. Y no sólo en Andalucía.

Plaza aún dará mucho que hablar. De momento, ha roto el encanto del fin de semana. Pero no es el único marrón que tenemos entre manos. Qué va. Recuerden que los paros en los autobuses de Zaragoza llegan ya a su tercer mes. Y nadie prevé que dirección y comité vayan a compadecerse del vecindario. Ni la una ni el otro están a la altura del servicio público que deberían prestar. Cabe suponer que, a estas alturas, Santisteve y su equipo (porque ZeC es un equipo, ¿no?) habrán entendido que Anadón y los duros de la CUT no son amigos sino todo lo contrario. Maquiavelo (tan citado por Iglesias, el jefe de Podemos) recomienda al gobernante, antes que nada, determinar con claridad quiénes son los suyos. Si no... mal rollo. Como estamos comprobando.

sábado, 5 de marzo de 2016

A elecciones... ¿A dónde, si no? 20160305

Se acabó el primer intento. Y dudo que haya otro. La posibilidad de volver a las urnas toma cuerpo por momentos. Algunos analistas aún aseguran que queda partido, que todo puede moverse de aquí a mayo, que los líderes políticos han convertido la rectificación en hábito y vicio... Pero ya no es tan fácil que quien dijo digo diga Diego. Salir del escabroso terreno donde se han situado los debates de esta semana exigiría cintura de delantero, rodillas de escalador y flexibilidad de contorsionista. Demasiado.

Para empezar, Rajoy y Sánchez no se pueden ver ni en pintura. ¿Y si abandonasen (uno, otro o los dos) su puesto para dejar paso a algún tapado? ¡Bufff! Ambos debieran haber dimitido después de sus respectivos fracasos electorales. Aguantaron, y actualmente su relevo provocaría enormes trastornos en sus partidos, donde las tensiones internas estallarían en una lucha fratricida por el poder.

Los ejes a derecha e izquierda se han roto. El PP sabe que Ciudadanos le disputa su espacio, como Podemos al PSOE. A un lado y otro del espectro, se lucha por ser o no ser. Los viejos quieren dejar a los nuevos en un rincón donde no molesten; estos aspiran a heredarlo todo y de inmediato. La pugna más agria y evidente, la que libran socialistas y podemistas, nos retrotrae a otras peleas a muerte (o casi) entre las siempre divididas izquierdas. ¿Cómo imaginar que hoy mismo o el lunes vuelvan a ser reconstruidos los puentes quemados el pasado miércoles? ¿No está claro que Sánchez e Iglesias solo se esfuerzan en dejar patente que fueron los otros quienes hicieron imposible una salida unitaria?

Los nacionalistas periféricos han dejado de ser aliados factibles. Su peso parlamentario es hoy otro factor problemático, en un Congreso donde los dos bloques ideológicos no lograrían sin su apoyo la mayoría absoluta.

Volverán a negociar hoy mismo o el lunes. Sin haber avanzado hasta ahora ni un milímetro, condenados a excluirse unos a otros, encabronados, advirtiéndose mutuamente sobre lo que puede pasar en otros ámbitos institucionales. En este plan, solo cabe esperar un milagro. 

viernes, 4 de marzo de 2016

No sé qué pensará la gente de todo esto 20160304

Nadie se ha escandalizado al oír cómo Javier Lambán, jefe del socialismo aragonés, propone eliminar ministerios antes que las diputaciones provinciales. Hombre, al principio sorprende un poco. Pero en un país donde la hermana del Rey e hija del otro Rey ha de responder en vista oral por presuntos delitos económicos, la gente ya está de vuelta de todo, o harta de todo, o qué sé yo. Ayer, los del PSOE, en nombre de Pedro Sánchez, pedían a Podemos la misma buena voluntad que ellos regalaron a los ayuntamientos del cambio (¿y la que ellos obtuvieron en diversas comunidades autónomas?). Pareció por un momento que Manuela Carmena se dejaba convencer. Pero luego la alcaldesa madrileña volvió rápida a la tesis del gobierno de izquierdas. Dicen algunos que, con exabruptos y todo, el martes y el miércoles asistimos a un debate parlamentario apasionante, espectacular y colorido. Puede ser... No piensan así en mi barrio, donde el personal de a pie confiesa abiertamente su cansancio en los mostradores de las tiendas.

Quizás Lambán esté más preocupado por lo que ha firmado su secretario general con Albert Rivera... que con la flagrante brusquedad de Pablo Iglesias a la hora de romper con el PSOE y situarse en la oposición frontal a una gran coalición que aún no existe (y que parece harto improbable). De lo que dijo el de Podemos no me han impresionado tanto sus arremetidas contra Felipe González (quien tampoco se ha privado nunca de poner a caldo al nuevo partido), como la rigidez de su discurso, adscrito a un conservadurismo de izquierdas que es el hermano siamés del sectarismo y el dogmatismo. Está claro desde hace tiempo: socialistas y podemistas no tienen otro remedio que disputarse con ferocidad el territorio electoral de las izquierdas. Sin embargo es dudoso que estos últimos logren su objetivo sin innovar el mensaje y liberarse de su obsesión por un pasado ajeno que no pueden cambiar, salvo que viajaran en el tiempo y se diesen el gusto de vivir en directo los 70, cuando las huelgas acababan en masacres. Como en Vitoria, por ejemplo.

Sí, la gente está cansada.

JLT  04/03/2016

jueves, 3 de marzo de 2016

Es muy difícil convertir un triángulo en trío 20160303

De momento, Pedro Sánchez chocó ayer (130 contra 219) con la realidad: no cabe forjar de manera simultánea acuerdos con quienes se afanan en excluirse mutuamente. Si mantiene su histórico pacto con Ciudadanos, no tendrá nunca el apoyo de Podemos ni el pase de los nacionalistas periféricos. Si llega a invertir el emparejamiento actual, Ciudadanos le dejará plantado. Parece un galán tonteando con dos novias y empeñado en consolidar una relación pública con ambas. Una locura, cantaba Machín. Para colmo, el pinturero Sánchez ha complicado más la cosa oficializando uno de sus amores "para toda la vida" (con ceremonia y contrato), al mismo tiempo que pretende seguir tan ricamente con el otro, a la vista de todo el mundo. Un asunto retorcido, sí.

Lo genial (si seguimos con el símil) es que, en este caso, la legítima se empeña en traer a casa a su papá, un suegro carcunda, desabrido y mandón que quiere hacerse el amo (me refiero, claro, al PP). Pero la amante, por su parte, tiene unos primos muy broncas (los soberanistas catalanes) que acojonan literalmente a la propia familia del apurado polígamo.

El guapo Pedro tendrá el corazón partío, o no tanto. Pero su única salida pasa por tomar un opción. No se puede ser al mismo tiempo formal y golfo. O Iglesias (y sus indeseables primos), o Rivera (y su puñetero padre).

Aunque quizás sí quepa una alternativa. Justo la que imaginaría cualquier profesional de la promiscuidad que se viera abocado a idéntico dilema. Intentaré describirla de la manera más sutil posible. El único arreglo que no implicase ruptura alguna consistiría en conseguir que las dos damas se hagan amigas, que adquieran intimidad, que asuman la relación existente, que acaben gustándose... y que el atormentado triángulo amoroso se convierta en un trío por su sitio.

Un apaño tentador, ¿verdad?, pero complicadísimo (sea en versión hetero, homo, bi o trans). Por otra parte, el sexo y la pasión siempre han sido más manejables que la ideología. Resulta más fácil montar una cama redonda a tres bandas que articular un pacto de derecha a izquierda. Natural. 

miércoles, 2 de marzo de 2016

Sánchez salva el día, Rajoy paga su error 20160302

Todo lo que quieran, pero Pedro Sánchez salvó el día. Y así, jornada tras jornada, va ganado tiempo y espacio: se está afianzando en la cuerda floja de la ambivalencia, ha puesto bajo control a los barones de su partido, proyecta su figura dentro y fuera de España (su discurso fue seguido por numerosos medios extranjeros) y ha logrado, a base de audacia y autoestima, convertirse en candidato a la presidencia del Gobierno mientras Mariano Rajoy se ve relegado al papel de jefe del primer partido de la oposición. Al del PP se le ve muy avinagrado. Supongo que ayer se dio cuenta del inmenso error que cometió quedándose al margen de la pelea, a la espera de que los poderes ocultos le metiesen al PSOE en el redil de la gran coalición. Ahora solo tiene derecho al pataleo, porque además su rival le ha birlado al único aliado posible, Ciudadanos. Qué torpe.

Sánchez ofreció ayer la versión más progre posible de su pacto reformista con Albert Rivera, quien desde su escaño asentía como un buen feligrés mientras el socialista leía su discurso mirando alternativamente a sus propios diputados... y a los de Podemos. La intervención fue un hábil ejercicio de camuflaje ideológico. Con otro enfoque y algún retoque, parte de su contenido habría servido para encandilar a la mismísima bancada conservadora, si esta no fuese tan carca. Desde luego no convenció para nada a Podemos, pero esa es una partida que se va a jugar más adelante porque Pablo Iglesias y los suyos no han cerrado la puerta, ni mucho menos.

En cuanto a Rivera, parece encantado con su actual emparejamiento. En Ciudadanos ni siquiera se mosquearon cuando Sánchez, que leía a toda velocidad, se dejó el pacto relativo a la desaparición de las diputaciones provinciales. ¿Cómo imaginan los del nuevo centroderecha qué acabará su apuesta? Es mi mayor duda. Porque lo de la gran coalición resulta cada vez más improbable, y mientras Sánchez ya ha ganado mucho (aunque pierda la votación de hoy y la del viernes), ellos están más en Valdemoro que en Pinto, llamando liberalismo a lo que sus actuales aliados denominan socialdemocracia. Curioso de verdad. 

martes, 1 de marzo de 2016

Un poco de aritmética nunca viene mal 20160301

Vale, los números no lo dicen todo, y su aparente exactitud siempre puede interpretarse según el enfoque. Pero en la jornada de mañana las cifras serán decisivas e inapelables.

El pasado sábado, a Pedro Sánchez le salieron las cuentas más bien que mal, porque en el referéndum interno del PSOE voto el 51,6% del censo de militantes (casi 74.000 personas) y el 79% dijo sí al acuerdo con Ciudadanos (sea lo que sea tal cosa). Solo en la Huesca de Miguel Gracia salió el no, y en las Cinco Villas de Javier Lambán arrasó la abstención. En todo caso, como se preveía que el secretario general se tropezase con un muro de indiferencia y oposición, el resultado ha sido celebrado como un éxito, aunque lo fuera solo en grado relativo. El socialismo de base no se mostró muy entusiasmado que digamos.

Pero mañana, si Sánchez&Rivera no logran estirarse más allá de los 130 diputados que suman entre los dos, su apuesta común patinará muy lejos de la mayoría absoluta, y si tampoco el viernes consiguen algún apoyo significativo, sea por activa o por pasiva, la pompa de jabón hará ¡plop!... y vuelta a empezar. Muy simple: ni los socialistas pueden convencer a Podemos y confluencias (69 diputados y el 20,66% de los votos emitidos) de que les abran la puerta de la Moncloa y luego se aparten amablemente, ni los de Ciudadanos han de albergar, menos aún, esperanza alguna de que el PP (123 diputados, 28,72% de los votos) haga lo propio. Rajoy ya ha entendido que el 20-D perdió. Por eso se ha quedado colgado en el alero, aferrado a la posibilidad de tener otra oportunidad en junio. Pero si ha de entrar en alguna combinación matemática, lo hará de jefe, no de mero consentidor. Ahí la aritmética le da la razón.

Esto no tiene mayor misterio. Calculadora en mano, apenas hay que hacer unas pocas operaciones para deducir que, el 20-D, PP y PSOE perdieron... pero ni C's ni siquiera Podemos ganaron (lo que se dice ganar). También Iglesias va captando la situación. Los nacionalistas periféricos sí salieron bien librados. Por eso ahora se asoman al ruedo ibérico, una vez más, haciendo cuentas. A ver qué cae.

JLT  01032016