domingo, 31 de enero de 2016

El Aragón de Lambán, perdido en el páramo de la rutina 20160131

Esta tampoco será una buena temporada invernal en el Pirineo. El cambio climático hace de las suyas. En tales condiciones, el esquí sigue siendo (todavía) un componente sustancial en el PIB pirenaico, pero no cuenta como alternativa estratégica. A medio y largo plazo, las estaciones en las que se han enterrado tantos millones de euros procedentes del erario y los recursos de Ibercaja carecen de sentido. Sirvieron como coartada para unos desarrollos urbanísticos que han llenado la montaña de segundas residencias infrautilizadas, que ahora compiten con la hostelería local. Pero el dinero de los pelotazos voló a lugares lejanos. Sostenemos Aramón, sí, pero mientras hemos visto languidecer una ganadería y una industria de transformación aneja cuyas posibilidades eran más que extraordinarias. El Pirineo podía y debía ser una marca atractiva, una denominación de origen asociada a la calidad. Pero la nieve se lo llevó todo. Y ahora la nieve se funde sin remedio. ¿Qué haremos con el Alto Aragón?

No se sabe. El Gobierno Autónomo ha perdido décadas sin hacer nada, sin imaginar modelos sociales y económicos para un futuro que ya está aquí. Y ahí sigue. El problema se plantea en el Pirineo. Pero también en Teruel, donde los planes de reindustrialización, los fondos especiales y los proyectos grandilocuentes han llevado al Bajo Aragón importantes cantidades de dinero. Sin embargo no existe ni un balance de lo ¿invertido? en los últimos veinte años, ni estudio alguno de los efectos logrados. Pese a lo cual, el mecanismo funciona en automático, porque es preciso mantener las viejas redes clientelares... y porque no se sabe hacer otra cosa.

Ese Aragón cuyo ejecutivo preside Lambán, con la colaboración de Soro y el permiso de Echenique, sigue perdido en el páramo de la rutina. Los presupuestos para este año se ajustarán al esquema de siempre. Con retoques, con un ligero incremento del gasto social, con un Ingreso de Inserción mejorado... Pero dentro de los parámetros habituales. Por supuesto, los números que figuran en las hojas de cálculo son hipotéticos. El agujero que dejó Rudi (versión ampliadísima del que heredó de Iglesias) sigue creciendo. La DGA promete pero no paga. La Sanidad no sale del bache. La asistencia a la discapacidad se está derrumbando, sometida a una implacable asfixia económica.

Sería el momento de lanzarse en pos de nuevos objetivos, de trazar un horizonte estratégico realista y audaz... de elaborar unos presupuestos radicalmente distintos. Pero en el 2016 no podrá ser. Lambán (y su consejero de Hacienda, Fernando Gimeno) carecen de la voluntad precisa para dar ese giro radical. Y Echenique continúa sin saber exactamente cuál es su misión. Todos se dejan llevar. ¿A dónde?

JLT 31/01/2016

sábado, 30 de enero de 2016

Este Federal no dirá la última palabra 20160130

No, lo que hoy se decida en el Comité Federal del PSOE sólo será un jalón formal en el extraño y tortuoso camino que ha emprendido España tras el 20-D. Se decía ayer que los socialistas van a tirarse más hacia la izquierda que hacia las ordenadas salidas (o sea, salidas de orden) que les quieren imponer desde los ámbitos conservadores y el mundo de los negocios. Pero habrán de trufar sus intenciones con las consabidas reservas ante el llamado populismo. O sea, sí pero no, o no pero sí. Pedro Sánchez apenas tiene margen de maniobra. Si aceptase apoyar por activa o pasiva la gran coalición con PP y Ciudadanos, firmaría la partida defunción de su partido. Si no... tendrá que jugar sus bazas con mucha finura y regatear a quienes desde sus propias filas ya le siegan la hierba bajo los pies. Podemos está ahí, esperando el fallo. A Iglesias y los suyos les están atacando con una saña que no mejorarían ni aquellos columnistas de El Alcázar que a mediados de los Setenta vomitaban fuego cuando escribían sobre Felipe González. No podían imaginar que el joven Isidoro era perfectamente capaz de convertirse en un anciano millonario, conservador e instalado en ese elevadísimo Olimpo donde los integrantes de la élite global juegan a ser dioses.

Por otro lado... ¿qué importa lo que diga o deje de decir el Comité Federal? Ésa es la cuestión. Es muy probable que la salida a la actual crisis política no dependa de los partidos. Las iniciativas que sí pueden ser decisivas se tomarán en otros lugares. Será por eso que Rajoy, con esa impasible galvana suya, ha decidido pasar de investidura, dejar correr la bola y esperar a que Draghi vaya dejando de comprar deuda española. Entonces la prima de riesgo superará los doscientos puntos, sonarán las alarmas, la socialdemocracia europea llamará al orden desde Berlín, se hablará mucho del bien común, se nos invitará a escarmentar en cabeza griega... Y pasará lo que tenga que pasar. O habrá que repetir las elecciones (a ver cómo y en qué condiciones).

Les juro que si llega a gobernar la izquierda (PSOE, Podemos, IU), me voy a quedar de piedra. Cuajadico.

viernes, 29 de enero de 2016

Los verdaderos problemas de Podemos 20160129

Que a Podemos le vengan una y otra vez con lo de Irán y Venezuela, que lo motejen de partido populista, radical, separatista y diabólico o que lo dejen fuera del ojo de las cámaras de televisión en el Congreso... no le perjudica gran cosa. A la postre, pocos se preocuparán por cuatro (supuestos) petrodólares ajenos, cuando aquí los otros nos han guindado miles de millones de euros que eran nuestros y bien nuestros. Del populismo, ¿qué pueden decir los más conservadores, cuyos deslices extremistas y demagógicos han sido y son apoteósicos?. Y si a Iglesias, Errejón y mamá Bescansa les ponen en las filas de atrás, eso solo demuestra el miedo que les tienen quienes urdieron semejante acomodo en el hemiciclo.

Podemos surgió y se ha desarrollado gracias sobre todo a los errores de sus adversarios y a la existencia de unas circunstancias sociales y políticas objetivamente favorables. Pero el nuevo partido, que tiene todas sus ventajas de puertas afuera, alberga dentro de sí sus mayores problemas.

Por un lado está la probable desconexión entre muchos cuadros y militantes de Podemos (impulsados por una mística rebelde y un izquierdismo infantil) con la masa de sus votantes, que son gente de las clases medias urbanas, ilustradas y muy racionalistas. La dirección (Iglesias y su equipo) va zurciendo esa contradicción interna, a costa de convertir en papel mojado los mecanismos participativos que vincularían al podemismo con las ilusiones del 15-M. Por eso la toma de decisiones, la actividad orgánica y el debate no acaban de acoplarse.

Sumemos a ello la impericia de unos cuadros improvisados y las tensiones que crean y crearán los partidos periféricos asociados a Podemos. En el retorcido código de las presuntas izquierdas nacionalistas (véase el caso de la CUP, como paradigma de tal patología), la patria es el gran (y único) vector verdaderamente populista. Así, el núcleo duro podemista se ha asociado a marcas semicentrífugas catalanas, levantinas o gallegas cuyas derivas no controla. Y España... no vende.

Problemones. Aunque comparados con los que acosan al PP o al PSOE...


JLT  29/02/2016

jueves, 28 de enero de 2016

A Echenique no le gusta, pero... 20160128

A Echenique no le gusta, pero la posible entrada de Podemos en el Gobierno aragonés parece lo más lógico, si su partido consigue formar un Ejecutivo de coalición con el PSOE para administrar España. Otra cosa es que Sánchez e Iglesias lleguen a entenderse. O más bien que se lo consientan (los que mueven los hilos) al primero de ambos. Mientras tanto, el embrollo político alcanza dimensiones telúricas. Yo, si tuviese que apostar, aún me jugaría algo a que acabamos repitiendo las elecciones. Porque ahora mismo ninguna opción está clara. Unos y otros se han desmentido a sí mismos hasta la saciedad, han dicho digo donde Diego, les han dado tantas vueltas a los respectivos argumentarios que ya no se sabe si van o vienen... Pero todos están en el mismo callejón sin salida. Al final, igual Echenique no se ve sujeto a ningún renuncio. Pero tendrá que prepararse para afrontar otra campaña electoral. Así, a lo mejor tiene ocasión de renovar su discurso. Aunque solo sea un poquito, ¿eh?

Por mucha risa que dé oír estos días a los del PP (y sus corifeos) alabar las virtudes de un hipotético tripartito con PSOE y Ciudadanos, u ofrecer su apoyo a los gobiernos socialistas en autonomías y ayuntamientos, esa es la opción bendecida por los grandes del Ibex y la alta burocracia de la UE. Naturalmente, Pedro Sánchez se resiste. Es de cajón: si se forma un bloque constitucionalista dispuesto a seguir aplicando la ortodoxia fiscal y financiera, Podemos se quedará solito a sus anchas en la oposición. Desde el gallinero, Iglesias y Errejón serán la única voz disonante, la única réplica, la única alternativa. De punta se le debe poner la coleta al compañero Pablo solo de pensarlo. Un Gobierno de gran coalición como el que barajan los mentideros en la Villa y Corte (Solana de presidente, Cifuentes de vicepresidenta y los ministerios repartidos proporcionalmente entre los tres partidos de orden) habrá de ejecutar nuevos recortes, meterles mano a las pensiones y hacerles mucha más pupa a las clases medias y a los pobres. En este escenario, los morados se pondrán ídem.

Queda la opción PSOE-Podemos-IU y lo que caiga. Pero... ¡es tan difícil! 

miércoles, 27 de enero de 2016

Mafia valenciana... ¿O era un partido? 20160127

La corrupción. Otra vez. Apenas unos días después de que las investigaciones en la empresa pública Aguas del Mediterráneo forzaran la dimisión del Número Tres de Presidencia (y doña Soraya, ¿qué opina al respecto?), una macrorredada en Valencia se ha saldado, de momento, con decenas de investigados, detenidos y registrados. Ha caído toda la organización municipal del PP, encabezada por el expresidente de la DPV, Alfonso Rus, el que contaba la pastizara, el que presumía de prometerles una playa a los vecinos de Xátiva... y convencerles. En la Comunidad Valenciana, la derecha está retratada de frente y de perfil en cientos de fichas. Un vistazo a la extensión y el calado de las tramas indicaría a cualquier observador objetivo que aquello fue una asociación de malhechores... ¿O un partido político?

Les repito a ustedes que este país no puede funcionar así. La corrupción ha minado al Estado: la practicada por las élites políticas y empresariales en Cataluña, en Andalucía, en Madrid, en Levante, incluso en la Tierra Noble. Mezclando en un suma y sigue el saqueo de los cajas de ahorro, las contratas y concesiones trucadas, los sobreprecios, las subvenciones fuleras, los créditos y ayudas, los agujeros de las empresas públicas, el fraude fiscal y las demás ilegalidades habituales, el total nos estremecería. Un tercio de la actual deuda pública española es consecuencia directa de mamoneos y robos. Este Sistema está quebrado sin remedio. Y no, amigos, ni esto se arregla reduciendo los sueldos (legales) de los políticos y los coches oficiales a su disposición, ni mucho menos cabe suponer que quienes han estado en el epicentro de este seísmo, Rajoy y cía., vayan a pilotar regeneración alguna. Lo siento por las gentes de orden (a diestra y siniestra), pero hemos llegado a un punto sin retorno.

No sé, por cierto, si Podemos es la respuesta a esta crisis. Quizás no. Pero la insostenibilidad de los mecanismos políticos tradicionales resulta clamorosa. Esos mismos mecanismos que ayer, mientras la mafia valenciana pasaba por Jefatura, desterraron a los de Iglesias al gallinero del Congreso. Además de sinvergüenzas, bobos.

martes, 26 de enero de 2016

Un mes después, (casi) todo sigue igual 20160126

Me fui de vacaciones sin despedirme. Mi cabeza parecía un bombo de lotería tras el sorteo de Navidad. Demasiadas campañas electorales. Huí al mismísimo fin del mundo.

Vuelvo justo un mes después, y resulta que la política española sigue prácticamente donde la dejé, más enrarecida y descompuesta quizás, sometida por el paso del tiempo a un lento aunque inexorable proceso de putrefacción. En 30 días no ha pasado gran cosa o al menos nada que no pudiera anticiparse la noche del 20-D, cuando el veredicto de las urnas acabó con la zona de confort del bipartidismo clásico y dejó a Rajoy y Pedro Sánchez tirados en la cuneta. Ahora, el del PP, consciente al fin de su derrota, apuesta por repetir las elecciones, a ver si las cosas le salen mejor cuando la prima de riesgo supere los 200 puntos. El socialista, acosado por sus compañeros, se enfrenta a muy serios problemas decida lo que decida. El prometedor Rivera se ha quedado, pobre, en apenas nada. Iglesias... Bueno, una vez más el jefe de Podemos es el que está en mejor posición (dentro de lo que cabe) y puede permitirse el lujo de lanzar ofertas en vivo y en directo; su mejor baza sigue siendo la torpeza de los demás.

No cabe extrañarse si Mariano se hace humo a la hora de pelear por la presidencia del Gobierno, o si Pedro exige gobernar en solitario con solo 90 diputados. También parece lógico que los amos del sistema, dispuestos a seguir retabillando parné sea como sea, propongan una especie de tripartito (¡un maldito tripartito!) con PP, PSOE y Ciudadanos formando el gran bloque constitucionalista. Claro que eso acabaría con el socialismo español y dejaría a Podemos como única oposición y alternativa. Pero siempre cabría inventar algo para expulsar de la cancha a Pablo y los suyos, ¿no?

Como estaba cantado, la CUP acabó votando a Mas por persona interpuesta. Se hizo un patriótico harakiri, demostrando así que los hipernacionalismos de izquierda son una ficción tan obvia como aquella asamblea de Sabadell, la del empate 1.515-1.515.

Vuelta al tajo. Descansado, feliz... El fin del mundo es maravilloso.