martes, 31 de mayo de 2016

Lambán se arrepiente... pero poco 20160531

A mí lo que Javier Lambán dijo de Pedro Santisteve no me escandalizó. A la postre, al alcalde de Zaragoza (como a los otros que gobiernan ayuntamientos del cambio) ya le han descalificado reiteradamente sus oponentes e incluso algunos de los suyos. La cosa es así. En los parlamentos británico e italiano, por ejemplo, sus señorías no se abstienen de puntualizar o replicar a voces al orador, y no le dicen guapo, precisamente. En estos temas, como en aquello de los escraches, a los españoles nos sale de los adentros la visión tan poco liberal que tenemos de la vida. A la más mínima se nos arruga la tripita... Salvo a la derecha dura, que se regodeó zarandeando a todo un ministro de Defensa. Bueno, en la izquierda también hay descerebrados, aunque son mucho más marginales y menos orgánicos, porque los del Bloque Negro, los skins rojos o las bandas ultras del independentismo periférico no sé si caben en el espectro ideológico habitual; parecen más bien una extraña consecuencia del estrés urbano.

A la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, también la ponen a caldo. Y le han echado la culpa de las barullos en Gracia, como si ella tuviese algo que ver con los provocadores que montan el follón o con la misma CUP, donde milita una peña bastante peculiar. Algunos le han reprochado sus declaraciones condenando los disturbios... pero, ¡ah!, pidiendo contención a los Mossos. Hombre, teniendo en cuenta las maneras de la policía catalana cuando detiene sospechosos o dispersa manifestaciones, pedirle contención tampoco parece fuera de lugar. Además, esa tesis de que los alborotos en Barcelona son un fenómeno ajeno a la normalidad europea no se sostiene. Váyanse a Francia, donde estos días cunde la rebelión ciudadana contra la reforma laboral, y ya me dirán.

No sé ya por donde iba... ¡Ah, sí!, por lo de Lambán y Santisteve. Que no es para tanto, creo. El presidente ya se ha arrepentido (aunque no mucho porque ayer arremetió contra ZeC sin citar a su jefe). Nada raro en una campaña que no ha de ser ni amable ni razonable. A lo mejor, Pablo Iglesias y los suyos acabarán ganando el premio a los más corteses. O sea... 

JLT  31/05/2015

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lunes, 30 de mayo de 2016

Analistas, asesores, expertos en demoscopia... 20160530

En los partidos, las grandes compañías o los medios, profetas electorales auscultan encuestas y trackings para determinar quién, cómo y por cuánto ganará (o perderá) estas elecciones. No crean ustedes que les basta con mirar los resultados de los sondeos, una vez guisados en la cocina (casi siempre interesada) de los chefs demoscópicos. No. También estudian perfiles de los votantes, filias, fobias, grupos de edad, impacto de las marcas... Todo con el superior objetivo de adivinar qué lleva el personal en la cabeza y cómo camelarlo. Por lo que sé, en el PP están moderadamente animados (se darían con un canto en los dientes si llegasen al 30%), en Unidos Podemos también se dejan ganar por el optimismo habitual, en el PSOE andan agobiadísimos (si los alternativos les sorpassean más de tres puntos porcentuales en sufragios, fácil será que les ganen también en número de diputados) y Ciudadanos va y viene de la derecha al centro (pasando por Caracas, ya saben), intentado rascar voluntades en un espacio político que ha pasado a estar disputadísimo.

De lo que pase o deje de pasar no dependerá sólo el futuro Gobierno central, sino la evolución del complejo juego de alianzas explícitas o implícitas que han permitido organizar, mal que bien, la gestión de comunidades autónomas y ayuntamientos. A su vez, dichas instituciones son objeto de un constante zarandeo, convertidas en un escenario más de esta campaña interminable, inaudita, tramposa y repleta ya golpes bajos y operaciones encubiertas. La deslealtad entre responsables de las diferentes administraciones, el uso de las mismas con los más míseros fines partidistas y la utilización indisimulada de la bronca y todos los trucos de la llamada comunicación política están a la orden del día.
En el colmo de los colmos, el argumentario más radicalizador ha dejado de ser patrimonio exclusivo de Podemos. De repente, los demás, arrastrados por un incontenible ardor guerrero, se han tirado al monte, excitando miedos, revelando horrendas amenazas y sacándolo todo de quicio. Mientras, Pablo Iglesias va por ahí de lo más modoso y realista. Alucina. 


domingo, 29 de mayo de 2016

El lío de 'Averly', por ejemplo 20160529

Cada vez está más claro que el equipo que gobierna a trancas y barrancas el Ayuntamiento de Zaragoza debe colocar a PSOE y CHA ante una moción de confianza. La otra posibilidad es aguantar mecha, hasta ver qué pasa el 26-J, cómo se trenzan los acuerdos que (esta vez sí, asegura Pedro Sánchez) alumbrarán un nuevo Gobierno español... y luego amoldarse a la situación, que ya veremos donde para. Entre tanto, aquí tenemos una situación de traca. Evidentemente ZeC se ha enredado más de lo previsible con todos los conflictos que le han salido al paso. Pero no menos obvio es que la práctica totalidad de dichos conflictos (salvo lo del Pabellón y alguna otra cuestión muy secundaria) le han venido nacidos, criados y crecidos bajo la tutela de otros padres. No es de recibo que ahora dichos progenitores (sobre todo el Grupo Socialista, que gobernó la ciudad los anteriores doce años) se pongan bordes a propósito de cómo vienen sus niños.

Lo de Averly, por ejemplo. Esta semana todos los grupos de oposición (o sea, todos salvo el que gobierna) se lanzaron al cuello de los comunes porque el Tribunal Superior de Justicia de Aragón había desestimado un recurso municipal solicitando la suspensión de la licencia para derribar la vieja factoría. Incluso argumentaron que Santisteve y los suyos tendrían que pagar las costas por el fiasco habido. Hombre... si todo esto viniese de nuevas quizás fuese lógica tan santa indignación. Pero el tema es más peliagudo. Porque si el alcalde y su delegado o consejero de Urbanismo (abogados ambos) no estuvieron muy esclarecidos que digamos a la hora de ir a los tribunales, el asunto que llevaban ya venía muy mal apañado por otros partidos: los que gobernaban Aragón y Zaragoza cuando se coció el lío.

Las naves de Averly (sin duda un patrimonio industrial de alto interés) no estaban protegidas cuando las compró la constructora Brial. Pero después el Gobierno aragonés (del PP-PAR, no se olvide) declaró parte de ellas bienes de interés cultural. La protección no satisfizo a quienes querían conservar todas la instalaciones de la factoría. CHA pidió que la propia DGA comprase Averly. El PSOE, desde el Ayuntamiento de Zaragoza, intentó nadar y guardar la ropa. Las instituciones, en realidad, podían haberse puesto de acuerdo para negociar con Brial una permuta de suelo (allí mismo está muerto de risa el entorno de la antigua Estación de Delicias)... si es que de verdad tenían algún interés en conservar la histórica fundición y montar allí un museo o cosa parecida. Pero unos por otros, aquello quedó colgado.
Venir ahora a echarle el muerto al que acaba de llegar (por muy torpes que sean los de ZeC) es puro y simple oportunismo. Y así no vamos a ninguna parte.
 
JLT  29/05/2016

sábado, 28 de mayo de 2016

Y Maduro... 'insultante' de alegría 20160528

Algunos españoles flipamos, pero Nicolás Maduro está insultante de alegría. La venezuelización de la campaña electoral española ha superado todas las líneas rojas para derivar hacia lo grotesco (sólo ha faltado la convocatoria por Mariano Rajoy del Consejo de Seguridad Nacional, frivolidad imperdonable). Naturalmente, no solo está encantado el Gobierno del país que tanto nos fascina; la oposición, también. Aquel puede desviar la atención de su desmoralizada hinchada hacia las consabidas conspiraciones exteriores; la segunda internacionaliza el conflicto abriendo las puertas a la participación ajena, lo cual siempre ayuda a promover el barullo y la desestabilización. En Venezuela se enfrentan dos bloques políticos muy radicalizados, muy duros de pelar y muy decididos a salirse cada cual con la suya aunque eso represente la destrucción del país. Pero la España actual poco tiene que ver con aquello (salvo en lo que se refiere a los llamados "intereses empresariales"), y resulta de lo más majadero que las fuerzas políticas y los instrumentos mediáticos del sistema se empeñen en trasladar a Caracas nuestro debate electoral, simplemente porque están obsesionados con Podemos. ¿Tanto miedo le tienen?

Puestos a mirar lo que sucede fuera, lo lógico sería hablar de los acontecimientos en Francia, donde la socialdemocracia oficial intenta imponer una reforma laboral que el pueblo rechaza, o en Grecia, donde la izquierda alternativa fue obligada a pasar por el aro, o en las instituciones europeas, donde el ministro alemán pide mano firme con España, y que nos pongan ya la multa de 2.000 millones de euros por incumplir el déficit y se obligue a nuestro Gobierno a imponer más y mayores recortes ya mismo (pero no, ¡no estamos intervenidos!).

Mejor aún sería que el debate político incluyera la corrupción (escalofriante lo que pasó en Acuamed), la constante depreciación de los salarios, el fraude fiscal masivo por parte de la clase alta, el futuro de los servicios públicos, la organización del Estado... En fin, esas minucias que ahora quedan en segundo plano ante los argumentario venezolanos. Vaya broma. 

En Venezuela, desde luego, mucho peor 20160527

Convencer a los españoles de que lo malo conocido siempre será mejor que cualquier cosa venidera será la estrategia fundamental que ha de usar el PP en esta inabarcable campaña electoral. De esta manera, todo lo feo que ya sabemos del partido conservador (incluyendo el hecho de que esté investigado como tal organización y haya sido obligado a depositar fianza) se hermosea con un argumento definitivo: solo en sus manos florece la economía española, ¡somos el país europeo que más crece!

Pero la situación de la economía española es confusa. Es verdad que hemos mejorado nuestra capacidad para competir en los mercados. Mas no por un aumento de la productividad, que no se ha dado ni por aproximación, sino por la depreciación de los salarios (según acaba de confirmar el Instituto Nacional de Estadística). Los trabajadores por cuenta ajena, pieza básica de las nuevas clases medias, han pagado el pato: rescate financiero, devaluación interna, presión fiscal, intereses de la deuda... Y han de seguir pagando por la sencilla razón de que solo ellos pagan. Tras los sucesivos escándalos vinculados a las cuentas en paraísos fiscales de los muy ricos (y sus cómplices, los políticos corruptos), los papeles de Panamá han documentado la evidencia de que los multimillonarios no aportan casi nada al fondo común, al cual, sin embargo, se amorran en cuanto pueden (que pueden mucho). De esta forma, con los contribuyentes habituales empobrecidos y agobiados, con los jóvenes silbando en la vía del paro y el subempleo... ¿quién sostendrá los servicios públicos?, ¿cómo se podrán mantener las pensiones?, ¿qué será, en fin, no solo de los pobres sino incluso de los sectores más frágiles de aquellas clases medias? No se sabe. Rajoy dice que todo va bien, que irá mejor, que bajará los impuestos que él sabe cómo hacerlo. Al tiempo ha escrito a Bruselas prometiendo embridar a los españoles con más recortes y reformas.

Sí, sí... ¿Pero en Venezuela, qué?, preguntan insistentemente mis amigos de la derecha. En Venezuela mucho peor, les reconozco. Y se quedan tan contentos y felices. Pues vale.

martes, 24 de mayo de 2016

Actualidad compleja... e implacable 20160524

En la final de la Copa del Rey, las esteladas pasaron a segundo plano (una vez desautorizado el Gobierno en funciones que quiso prohibirlas). Para resarcirse, las fuerzas y cuerpos de la seguridad del Estado multaron, según parece, a una ciudadana que entró al Vicente Calderón con una bolsa donde iba estampado un remedo del provocador eslogan británico "Todos los policías son unos bastardos", pero que en realidad solo decía "Todos los gatos son guapos". Cosas de esta España cuya facción más conservadora va por el mundo repartiendo diplomas de demócrata, mientras aquí ocho personas que participaron en una manifestación pacífica (embroncada por una violenta carga de la Benemérita provista de material antidisturbios) se enfrentan a penas de hasta seis años y medio de cárcel. Increíble. Y me pregunto: si condenan a los 8 de Yesa... ¿podrá decir alguien, por ahí, que en España hay presos políticos?

Mientras, en Austria ha estado a punto de ganar la presidencia del Estado un ultraderechista. ¡Austria tenía que ser! Por suerte había un candidato alternativo, no un socialdemócrata ni un cristianodemócrata, ¡ojo!, sino un ecologista de izquierdas, que ha soportado la embestida alzándose con la victoria en el último minuto. Atención a lo que pasa en el exterior. Porque de todo cabe sacar alguna consecuencia. Por ejemplo de las recientes elecciones británicas. En Escocia, los nacionalistas perdieron la mayoría absoluta en el parlamento del reino. Curioso, ¿verdad? Quienes predijeron que someter la soberanía a referéndum daría alas a los independentistas se han equivocado. Como en Quebec, una consulta democrática se está revelando la mejor fórmula para zanjar de manera positiva un conflicto que (como ocurre en Cataluña) resulta insoslayable y potencialmente peligroso si no se le da salida.

El otro día, en el aniversario de la zaragozana Tertulia Albada, intenté explicar que la actualidad es siempre compleja e implacable. Por eso será que los teóricos del sistema contemplan con aprensión la llegada del 26-J. Porque ese día algunas simplificaciones saltarán por los aires. 

lunes, 23 de mayo de 2016

Lloro por ti, Venezuela 20160523

Estoy harto de oír y leer sobre Venezuela. Mucho más porque en España el seguimiento de la actualidad en dicho país está contaminado a) por los intereses que tienen allí varias compañías que cotizan en el Ibex, y b) por la supuesta relación entre el chavismo bolivariano y el partido Podemos, definido por nuestro sistema (y más tras haberse coaligado con IU) como genuina encarnación de la Horda. Así que no hay día en que no sepamos algo sobre cómo evoluciona la situación en las calles de Caracas y otras ciudades, en una especie de relato paradójico, pues quienes aquí tienen el Gobierno (en funciones) exigen de quienes gobiernan al otro lado del Atlántico unos derechos y libertades que ellos jamás concederían a sus administrados.

Venezuela arrastra un problema terrible: padece de manera simultánea un régimen demagógico, ineficiente y autoritario... y una oposición mentirosa, ultraconservadora y de intenciones no menos autoritarias. Y si la ciudadanía ha estado votando una y otra vez a favor de Chávez y luego (aunque cada vez menos) de Maduro es porque la llamada revolución bolivariana dio por primera vez a las clases populares una oportunidad de participar en el reparto de las rentas petroleras, que ahora, como sabemos, han quedado reducidas a su mínima expresión. Es lo mismo que ha pasado en todo el subcontinente: en Bolivia, en Ecuador, en Brasil, en Argentina o en Uruguay. La gente se ve atrapada en el dilema de optar entre el populismo izquierdizante (por llamarlo de alguna manera) y la versión 3.0 de las oligarquías tradicionales. El uno y la otra son corruptos y proclives a reducir el espacio democrático, pero aquél reparte algo a través de fondos y planes que han sacado a millones de personas de la pobreza extrema, mientras que las élites de toda la vida no suelen dar ni la hora (aunque prometan que mantendrán la inversión social). Que se lo pregunten a los argentinos y ahora a los brasileños.

Temo que Venezuela, acabe atrapada entre el yunque y el martillo y sea escenario de un drama sangriento. Su gobierno es pura y temible paranoia. Su oposición no es de fiar. 

domingo, 22 de mayo de 2016

Política aragonesa, un billar sin las cuatro bandas 20160522

La política aragonesa está atascada, ¿quién la desatascará? Es evidente que el largo paréntesis de duda y desconcierto que reina en todo el ámbito institucional español repercute en la parálisis de aquí. Pero no es sólo eso. En la bendita Tierra Noble reina además una especie de ausencia generalizada que convierte el juego (dentro y fuera de las instituciones) en un billar sin bandas, donde las bolas se pierden por los límites de la mesa y unos tiran sin saber muy bien para qué (¿carambola?, ¿tronera?) mientras otros se limitan a mirar, ausentes o enfurruñados.
El principal problema radica en la incapacidad de las izquierdas para pactar la gestión de las principales instituciones. Los desencuentros entre PSOE y Podemos-ZeC han debilitado la capacidad gestora tanto del Gobierno de Aragón como del Ayuntamiento de Zaragoza. Ambas fuerzas se cruzaron apoyos para elegir presidente a Lambán y alcalde a Santisteve. Pero luego se han enfrascado en un rifirrafe que no lleva a parte alguna.

La cosa aún es peor si consideramos que en el PSOE no hay manera de renovar el liderazgo y las ideas. En el Ejecutivo autónomo se limita a capear la ruina. En Zaragoza, su grupo municipal ha elaborado al fin su propio catálogo de medidas de gobierno, sin salirse del más rancio recetario ni dibujar modelo de ciudad alguno, déficit este que también se dejó notar en las propuestas previas de ZeC.

Podemos, prisionero de sus principios más abstractos, se muestra incapaz de vincular su acción de oposición o de gobierno a los asuntos concretos y cotidianos que afectan a la mayoría social. Echenique, muy ocupado en sus funciones orgánicas, no conecta con los conflictos sociales que trascienden los habituales clichés del repertorio alternativo. ¿Y cómo funcionará a partir de ahora la alianza con IU?

CHA, con el agravio a flor de piel, ni quiere estrechar su relación con el PSOE (junto al cual gobierna Aragón) ni se arrima al bloque Podemos-IU. Por vez primera, no se presentará a las elecciones generales.

A su vez, la derecha tira de argumentario nacional y de demagogia local. Nada más. Incluso su portavoz municipal en Zaragoza, el belicoso Azcón, da muestras de cansancio. Rudi discursea sin convicción alguna. PP y PAR (y ese es otro problema importante) se están limitando a esperar que el poder institucional vuelva a sus manos por no se sabe qué ley de la gravedad. Al tiempo, su posible competidor, Ciudadanos, no da apenas señales de vida, salvo cuando alguno de su cargos aparece en los Papeles de Panamá o monta un pollo en un restaurante. El ámbito conservador sestea mientras sus mentores económicos siguen a lo suyo: el negocio.

A ver qué pasa después del verano, porque hasta entonces...

sábado, 21 de mayo de 2016

Podemos, la 'estelada'... y el vino 20160521

Por vez primera desde que convoca a las masas, Podemos lució ayer a su máximo dirigente en Zaragoza sin completar el aforo. Algo más de media entrada en el Auditorio. Será que la gente se cansa, o que el acto no estaba bien anunciado. De todas formas, tampoco se le oyó a Iglesias decir nada nuevo. Es difícil animar los argumentarios tras más de un año dando la matraca. Y lo que queda.

A Pablo el Coletas le pasaron las preguntas del respetable por escrito. Y él ofició con dominio de la situación (el público estaba entregado) y sin salirse un milímetro de lo que viene diciendo últimamente. Es difícil saber si el secretario general de Podemos, cuando se suelta la lengua y dice cosas que arman revuelo, es porque se deja arrastrar por su personaje más airado e inconveniente o por necesidades de un guion que le exije estar de manera permanente en los medios y las redes. De hecho, a Iglesias y los suyos ya les viene bien que el PP les haya definido como el adversario a batir y que desde el núcleo duro del sistema se les ataque sin piedad. Esto deja en segundo plano los errores más concretos y tangibles de una formación que se envuelve en los ideales del 15-M pero debe garantizarse una organización y una disciplina interna funcionales.

Al margen de los retos que ha de afrontar, Iglesias juega con la ventaja adicional de que el establishment, en sus versiones política y económica, es un desastre. El patinazo de la estelada, por ejemplo, trasciende el simple error de una delegada del Gobierno ultraderechista. Es otro ejemplo de cómo el PP da cuerda a sus adversarios (en este caso los independentistas catalanes) al intentar amarrar el voto de sus incondicionales más reaccionarios. Y luego, la corrupción. Vaya tela.

¡Ah!, y en cuanto a lo del vino y la concejala-diputada de Ciudadanos, pues qué puedo decirles. Para convertirse de la noche a la mañana en una formación con presencia y actividad en toda España, el partido de Rivera se ha nutrido de todo tipo de personajes: rebotados y desertores, cuadros improvisados, amigos o parientes de..., ambiciosos, idealistas. Sumilleres es lo que debe faltarle. 

viernes, 20 de mayo de 2016

Bueno, sí... ¡Pero Aliaga es un crack! 20160520

Que Rajoy viniese a Zaragoza sin mudar su talante abúlico y cansino no tiene nada de particular. El jefe del PP y presidente del Gobierno en funciones parece decidido a no hacer el más mínimo esfuerzo por ganarse un voto. Oye, si la gente le echa la papeleta será por puro y simple sentido común. Y bastante hace con prestarse a seguir en el machito como para, encima, tener que articular discursos coherentes, dar respuestas a los periodistas o empollarse un poco los temas de Aragón (si, por ejemplo, viene a Aragón a retratarse junto al PAR). Pasó pues rodeado de escoltas, que impedían a mis colegas preguntarle por Marjaliza o cualquiera de los tropecientos imputados, por la descomunal deuda pública y menudencias similares. Se hizo unos selfies, se tomó unas cañas... y siguió su gira. ¡Ufff!

Por suerte, junto al peperío cesaraugustano estaba el amigo Aliaga, un político tan absolutamente delicioso que a veces parece cosa de ficción, si hubiese una ficción capaz de encajar semejante personaje. Que no la hay. Don Arturo tiene, para empezar, una virtud genial: aprovecha las visitas de su amigo Mariano para lanzarse con incontenible entusiasmo a glosar, en presencia del presidente, pre-si-den-te, todas las maravillas que el Gobierno de España (el conservador, por supuesto) ha hecho y hará por la Tierra Noble. Es entonces cuando el del PP mira incrédulo a su coaligado, pues él (o sea, Rajoy) ni ha hecho gran cosa por Aragón ni piensa hacerla (dice lo de las infraestructuras y lo del Fondo de Teruel como podría decir cualquier otra vaguedad). En ese instante, ante el aburrido asombro de su huésped, camarada y socio, el regionalista receta a los adversarios "capazos de piedras de Calatorao" y a los amigos "trailers de longaniza de Graus y jamón de Teruel". Y remata con una frase en inglés, que el baturrismo, amigos, también puede ser políglota. Haría falta un Berlanga para describir la naturaleza surrealista de estas situaciones.

Así que ya pueden hacerse a la idea las/os señoras/es del PP de que, si las urnas les son una miaja favorables, el motor de la victoria habrá sido el gran Aliaga. Un crack.

jueves, 19 de mayo de 2016

Seguridad Social contra el R&R 20160519

Como ya sabrán vuesas mercedes, Inspección de Trabajo, en Zaragoza y al parecer en el resto de España, ha detectado la existencia de bares que programan música en directo. Se trata de modestos locales donde actúan grupos de jóvenes que empiezan o de veteranos que siguen con el gusanillo del R&R. Ni unos ni otros, por supuesto, viven de los conciertos y los discos. Tocan en los garitos a cambio de lo que sacan cobrando una entrada simbólica, y con eso pagan la furgoneta y el bocata, si llega. Cuando vienen de fuera duermen en casa de amigos o en alguna pensión barata. Se traen su peña de admiradores: novias/os, padres y madres, colegas... Bueno, pues ahora el Ministerio se empeña en que esta gente pague Seguridad Social por cada actuación. Un subinspector recorre los locales advirtiendo de la obligación y comunicando desorbitadas multas. Los afectados por la cruzada le dicen que, hombre, por favor, esto no es ningún negocio sino una actividad cultural muy elemental, no se trata de artistas profesionales (en cuyo caso ya cotizarían como autónomos), no hay ingresos de los cuales deducir cuota alguna, no... me joda, ¡que si me sanciona tengo que cerrar! Pero el probo funcionario completa su informe: cuatro músicos, el que monta el sonido, el menda de la puerta y el del merchandising (o sea, el que vende los cedés grabados en plan doméstico y tal vez unas camisetas ad hoc), total 180 o 200 euros. Mucho más de lo que se suele ingresar. Increíble.

Tan estricta aplicación de la norma resulta muy reveladora. Aquí, en España, la corrupción no está generalizada gracias a que el funcionario de base no exige mordidas y a que la ciudadanía de a pie no sólo cumple a rajatabla, sino que sus posibles deslices son vigilados por el Gran Hermano hasta llegar al extremo. Ahora bien, en la cúpula de la pirámide social las cosas son distintas: allí no hay normativa que valga ni ley ni leches. Las élites, como sabemos, viven en otro mundo y se rigen por otras reglas.

Además, este Gobierno en funciones odia la cultura y el rock. Para meterlos en cintura, nada mejor que una buena dosis de Seguridad Social. 

miércoles, 18 de mayo de 2016

Qué fue y qué no fue el 15-M 20160518

Desde el domingo, efeméride exacta, los antes denominados medios de comunicación de masas (aunque ahora las masas se han fragmentado y ya no existen como bloques compactos) andan divididos en dos grupos: aquellos que aprovechan el quinto aniversario para lanzar una mirada retrospectiva sobre el 15-M y sus repercusiones, y aquellos que no... o apenas. Es curioso, pero a día de hoy aún existe una buena parte del sistema (incluyendo políticos, líderes económicos, periodistas y académicos) que se empeña en minusvalorar lo que pasó y apuesta, con una convicción absoluta, por que las plazas, los campamentos, los manifiestos... y Podemos acaben dispersándose en la ortodoxa fatalidad y se conviertan en una mera anécdota dentro de la futura crónica de estos años críticos.

El 15-M fue uno de esos instantes en los que la ruptura se plasma en acciones e imágenes. Los campamentos y las manifestaciones, los mensajes difundidos en red y la utilización de internet como instrumento de participación política reflejaban un cambio profundo. Eran la contrafigura de otros fenómenos como la globalización, el poder arrollador de la tecnología, la hegemonía del capital financiero sobre el capital industrial y la ruptura de los paradigmas socialdemócratas y el sueño igualitario. Todo esto lo sentía la gente del común. Y la sensación pervive.

Pero el 15-M no fue un ámbito de elaboración teórica ni programática, no cuajó como fórmula participativa (la reiteración, la ineficacia y el aburrimiento acabaron con las asambleas). No abrió un proceso revolucionario. No trazó alternativas factibles. A la postre, no dejó de ser una protesta espontánea, llena de entusiasmo y de encanto... cuyos participantes (como los jóvenes franceses del 68) no corrieron demasiados riesgos físicos y pudieron expresarse libremente porque la democracia (por degenerada que esté) lo permitía. Cinco años más tarde, las consecuencias son evidentes. E importantes. Pero ha llegado la hora de que el quincemayismo y sus resultantes demuestren que, además de todo, sirven para cambiar las cosas. 

martes, 17 de mayo de 2016

Un humo negro, espeso, tóxico... 20160517

Día tras día, las teles meten en sus informativos la imagen implacable del humo negro que se eleva del ¿ilegal? cementerio de neumáticos de Seseña. Verla me produce un tremendo agobio. Porque no solo constituye un símbolo aplastante de tercermundismo, contaminación extrema y corrupción definitiva, sino porque es el icono de una España que se ha ido de madre, un país mal gobernado y peor administrado, un desastre. Esos miles de ruedas ardiendo una jornada y otra más, ese humo venenoso que aureola los bloques construidos por el Pocero sintoniza con oscuras noticias: los escándalos políticos, el fraude fiscal, las estafas financieras a gran escala... la mentira constante. En la espesa nube que llena el cielo de ponzoña flotan ERE trucados, papeles de Panamá, gürteles y púnicos, sociedades opacas, prevaricaciones a manta, puertas giratorias y maletines. Seseña es, al mismo tiempo, el altoaragonés barranco de Bailín saturado de lindano, la balsa de Aznalcóllar, los vertederos de todo tipo (donde ya opera la Camorra napolitana), la central nuclear de Garoña y otras macromierdas por el estilo... Ayer supe (lo dijo TVE) que en Fuerteventura hay otro megadepósito de neumáticos usados. ¡Válgannos los dioses!

Nos preguntamos cómo pudo ser que durante más de quince años el vertedero de Seseña fuese acumulando toneladas y toneladas de ruedas sin que ninguna administración hiciese nada efectivo para evitarlo y poner aquello bajo control. Pero el PP y el PSOE, padre y madre del maldito monstruo, se limitan a acusarse mutuamente, desvelando su profunda miseria política. Es obvio que alguien untó a alguien, que tras el cementerio de caucho se movían organizaciones criminales... ¿Quién preparó el incendio justo después de que aquello se quedase sin vigilancia y sin seguro?

Ahora mismo, esos dos partidos que solemos calificar de sistémicos andan de campaña y nos alertan contra otros que, segun dicen, son novatos, ignorantes, radicales, comunistas y populistas. A cambio, ellos nos venden responsabilidad, eficacia, experiencia y moderación. O sea, Seseña. 

lunes, 16 de mayo de 2016

El problema no es la formación, sino la empresa 20160516

El gurú económico de Ciudadanos, Luis Garicano, como otros presuntos expertos, relaciona la incapacidad de España a la hora de armar un modelo competitivo... con el supuesto fracaso de nuestro sistema educativo. Es la escuela y la universidad, se dice, la cazuela donde se cuecen la ineficacia, la falta de iniciativa y, por lo visto, el escaso conocimiento y la nula creatividad de nuestros jóvenes, incluso de los que exhiben un título superior.

No estoy de acuerdo. La realidad desmiente a diario ese empeño en minusvalorar la formación de millones de españoles (especialmente los menores de 30 años). Nuestros estudiantes y posgraduados que salen al resto de Europa (como erasmus, como doctorandos o como profesionales en busca de una oportunidad) dan un buen nivel, suelen estar bien valorados y en no pocas ocasiones triunfan en toda regla. Cada vez más compatriotas, formados en centros públicos, aparecen como referentes de la alta investigación en institutos y empresas extranjeros. Aquí apenas hubiesen tenido alguna oportunidad marginal. Exportamos talento mientras nos debatimos en el cepo de la paradoja: las generaciones mejor preparadas de la historia de España tienen que emigrar o acabar sirviendo sangría en un chiringuito playero.

El problema no radica en la formación, sino en la ausencia de un tejido empresarial capaz de utilizar a los mejor preparados. ¿Para qué nos hacen falta científicos, tecnólogos y analistas altamente especializados, si la industria solo necesita mano de obra extensiva cuyos bajos sueldos enmascaren una no menos baja productividad? Los trabajadores españoles no lo hacen nada mal cuando montan coches para las multinacionales, se desenvuelven en ámbitos productivos avanzados o directamente se buscan la vida por el ancho mundo. Pero este es un país que no fue capaz (salvo alguna excepción periférica) de participar en las sucesivas revoluciones científico-técnicas. Nuestras empresas, en general, no impulsan la investigación avanzada ni necesitan personal altamente cualificado. Ahí está el problema, no en la educación.

JLT  16/05/2016

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domingo, 15 de mayo de 2016

De las floridas plazas a la pelea en el barro 20160515

Solo han pasado cinco años. Quizás sea mucho tiempo en estos tiempos donde todo va a toda pastilla. Pero que aquel movimiento político y social (espontáneo, organizado sobre la marcha) haya madurado tan deprisa... Es un milagro.
En las plazas, en la del Pilar por ejemplo, se hicieron presentes miles de jóvenes que jamás habían participado en nada parecido. Por vez primera hablaban en público y asistían a la apasionante ceremonia del debate abierto. Ponían en cuestión al sistema porque el sistema les había traicionado... traicionándose a sí mismo. Y eran conscientes de que la crisis económica (el crash del 2008) no había sido sino la antesala de una transformación global profundamente reaccionaria dirigida por el capital financiero. Allí se juntaron cuadros de los sindicatos estudiantiles, colectivos alternativos, grupos configurados a través de internet y otros jóvenes entrenados para el debate en lugares tan peculiares como los campamentos de scouts. Luego llegaron viejos supervivientes de las izquierdas más o menos alternativas, veteranos de los 70, activistas que aún querían guerra, ciudadanos anónimos arrebatados por la ilusión, radicales, frikis, curiosos... Esos fueron los ingredientes humanos de un movimiento que desbordó al stablishment y provocó el pasmo de los partidos habituales (soprendidos en plena campaña electoral).

Frente a quienes minusvaloraban o despreciaban abiertamente al 15-M, era fácil ver que aquello tenía cuajo y daba respuesta a la indignación de una ciudadanía harta de la codicia, la insolencia y la mala fe de las élites (la política y la económica). En las plazas, es verdad, se elaboraban resoluciones y manifiestos ingenuos, muy alejados de lo que podría considerarse un programa. Pero en aquella atmósfera naif había algo. Algo.

Cinco años después, el 15-M ha desembocado en una transformación profunda del panorama político. La irrupción de Podemos, sus confluencias, las plataformas En Común, la agitación actual es la consecuencia evidente. Incluso Ciudadanos pretende tener algún cromosoma quincemayista en su ADN. Los partidos tradicionales también han incorporado a su verticalismo habitual algunos tics participativos. Y de esta forma la alegre (e incompetente) fiesta democrática de las plazas ha llegado a las instituciones. Nadie podía imaginar hace un lustro que algunos de los que andaban por el campamento de la plaza del Pilar iban a gobernar el ayuntamiento de la ciudad. 

En cinco años, de las floridas plazas okupadas al barro de la lucha y la gestión política. Era un salto inevitable. No vale limitarse a describir los problemas, hay que intentar resolverlos. Solo que eso... quizás no se aprenda en tan poco tiempo. 

sábado, 14 de mayo de 2016

Demasiados sucesos incomprensibles 20160514

Es difícil entender la actualidad española. Me pongo a las tres de la tarde frente al Telediario de La 1 y mis neuronas deben afrontar el desafío de los tres bloques de información política: el primero ofrece un repertorio de declaraciones rematadas por algún canutazo preferente de Rajoy u otro portavoz del PP/Gobierno en funciones, el segundo consiste en que diversos portavoces de los partidos serios pongan a parir a Podemos, el tercero, ¡ay!, recorre los juzgados a donde acuden a declarar como investigados o acusados distintos cargos o excargos públicos (todos ellos de las formaciones que antes nos han vendido seriedad). Entonces salta a la vista la contradicción incomprensible: ¿por qué debería temer la opinión pública la llegada de los bárbaros (¡la Horda, como solía decirse!), si tanta gente sensata, mujeres y hombres de Estado, ya se retrata a diario en los tribunales (y las listas de presuntos defraudadores fiscales) como una curiosa pandilla de evidentes sinvergüenzas?

Incomprensible, sí. La espantá del PSOE ante la oferta de Podemos y otras fuerzas (en Aragón, CHA) para acordar candidaturas conjuntas al Senado tal vez equilibre la mala leche de Pablo Iglesias cuando tocó negociar el gobierno del cambio, pero deja abierto el camino al PP para que, en cualquier caso, tenga mayoría absoluta en la Cámara Alta. Los socialistas se van metiendo en el cepo, atrapados de un lado por Ciudadanos (partido que les va a birlar unos cuantos votos) y por la coalición Unidos Podemos. Nadie se explica tal extravío. Pero a lo mejor es una jugada calculada que acaba en una gran (y sorprendente) victoria, un jaque mate dramático en el último momento. ¡Ufff!

Todo es raro. La recuperación que no cuadra. Los recortes secretos. Los golpes bajos en la precampaña... Y ese tremendo y venenoso incendio de Seseña, la ciudad de el Pocero, la locura residencial en la estepa, el lugar donde decenas de miles de neumáticos viejos se acumulaban en un clamoroso y mil veces denunciado vertedero ilegal. ¿Ilegal? ¿Dónde estaba, pues, la autoridad competente? Ya les digo: incomprensible. 

viernes, 13 de mayo de 2016

CHA se queda en tierra de nadie 20160513

Casi todos dan por hecho que Chunta Aragonesista no se presentará a las próximas elecciones generales ni sola ni acompañada. No ha encontrado acomodo en ningún tipo de coalición y carece de recursos para ir por su cuenta, al margen de que en tal caso correría el riesgo de hacer visible su inevitable apagón electoral. Así, la formación se diluye poco a poco. El orgullo herido y la rabia de quienes todavía se parapetan tras sus siglas no es suficiente para mantener a flote un partido que llegó a tener una posición relevante para, justo a partir de ese momento, iniciar su declive.

CHA estaba llamada a ser la renovadora conceptual del aragonesismo. Las luchas contra el trasvase al inicio de la década pasada le permitieron delinear una propuesta rojiverde, nacionalista pero no independentista (si cabe tal paradoja) y ante todo libre de los clichés que han dispersado y malgastado las energías políticas de esta bendita Tierra Noble. Con esa tarjeta de visita entró a gobernar, junto al PSOE, el Ayuntamiento de Zaragoza, y de inmediato los poderes fácticos y la derecha cesaraugustana se le echaron encima. Tal vez porque se había hecho con la gestión del urbanismo capitalino y en aquel momento aquel negociado movía intereses y pasta a mogollón. Acosada y golpeada, Chunta resultó tener mandíbula de cristal, menos músculo del que aparentaba y sobre todo una notable dificultad para imaginar y proponer estrategias para el Aragón del siglo XXI.

CHA no ha podido ser lo que prometía: una versión aragonesa de Compromís, una fuerza capaz de negociar con Podemos de tú a tú... y de integrarse con su propia personalidad en el nuevo bloque progresista que, guste o no, se ha configurado. En todo caso, está a punto de perderse unas elecciones tan interesantes como complejas. Se queda en tierra de nadie mientras el PSOE y Podemos-IU se disputan el espacio de la izquierda. Supongo que siempre hubiese sido mejor aceptar las condiciones de Echenique o intentar algún entendimiento con los socialistas (a la postre ya está secundando a Lambán en el Gobierno de Aragón). Pero no... Qué pena. 

jueves, 12 de mayo de 2016

Lo que cabe esperar de estas elecciones 20160512

Hay un morbo y una impaciencia entre la gente de la pomada que da gloria. En los últimos saraos (la Fiesta de los Periodistas y los Aragoneses del Año), los invitados me pedían signos y augurios, y yo les correspondía interpretando sobre la marcha las vetas del jamón de Teruel. Por si acaso, antes me había repasado el post del CIS y otros estudios demoscópicos, que siempre dan pistas.

Llegado el 26-J, el PP tirará del suelo que le garantiza esa derecha-derecha cuyo subconsciente sigue dominado por los paradigmas tardofranquistas (que en realidad son los de la versión conservadora de la Restauración). Ahí puede apalancar un voto de resistencia ante la llegada de la Horda. Es verdad que apelar a semejante argumentario resulta anacrónico y casi risible, pero Rajoy y los suyos no están para finuras: pilotan una falsa recuperación económica basada en la devaluación salarial, están empapados en casos de corrupción y tienen la enemiga de media España. Han de galvanizar a los adeptos... y a ver si les da juego el previsible aumento de la abstención (de momento, el voto por correo lo han puesto imposible, que los españolitos emigrados no son de fiar).

El PSOE está en una situación muy delicada. La foto de Sánchez con Rivera bajo el cuadro de Genovés beneficia al de Ciudadanos (que puede vender social-liberalismo y crecer... a costa de su exsocio). La alianza Podemos-IU le araña terreno por la izquierda. Los votantes de menos de 50 años cada vez pican menos. Y como dijo una ocurrente colega, sorpasso suena como un apócope de sorpresa... y zarpazo. En Ferraz están de los nervios.

Podemos y su alianza con IU y los demás aún tiene recorrido. La marca resultante no va a ser muy transversal que digamos, pero es la única novedad, implica una alianza de las izquierdas inédita y ofrece al votante un buen margen de utilidad. Además, el tándem Iglesias&Garzón se ha convertido en el blanco de todas las invectivas y todas las miradas. Les conviene.

Pero de aquí al 26-J pueden pasar muchas cosas: golpes de efecto, meteduras de pata, noticias concurrentes, sorpresas. Ya les iré contando. 

miércoles, 11 de mayo de 2016

Si no quieres taza... ahora más 20160511

Al margen de que Rajoy presente su campaña en un vídeo filmado en Moncloa, lo que no dejaría de ser una vulneración de las normas electorales, me ha impresionado la inercia del PP a la hora de afrontar la nueva cita con las urnas. El eslogan ("España, en serio") será el mismo del 20-D, solo que con un sobreimpresionado: "Ahora más que nunca". O sea: si no queréis taza, taza y media (o dos tazas... o la cafetera entera). El presidente en funciones ha llamado a los suyos a luchar contra la ofensiva de las hordas rojas que quieren acabar "con todo lo bueno que tenemos". Pero viéndole en el spot con esa abulia, ese desagrado y esa falta de entusiasmo, uno podría pensar que tal vez el propio jefe conservador es consciente de cuán anormal resulta su concurrencia a unas nuevas elecciones sin cantearse un milímetro de la actitud que le llevó a perder las anteriores.

Vamos hacia el 26-J siguiendo una ruta extraña, impropia de un sistema democrático dotado de alguna frescura política. Ni Rajoy ni Sánchez deberían repetir como candidatos, por la simple y evidente razón de que ambos obtuvieron en mayo unos resultados desastrosos. Si pudieron seguir tan tranquilos al frente de sus respectivos partidos (bueno... el socialista aún tuvo que esforzarse para salvar el pellejo, pero lo del otro es de nota), es porque PP y PSOE son organizaciones verticales y herméticas. Así, los dos candidatos principales repiten la jugada con los mismos equipos, los mismos argumentarios y la creencia de que su gestión de los últimos meses hará que la ciudadanía repare en alguna virtud suya que haya podido salir a la luz.

Definitivamente, la alianza entre Podemos e IU es la única novedad que nos llevaremos a la boca. Lo cual focalizará sobre ese bloque popular buena parte de los movimientos tácticos que se produzcan durante la campaña (o sea, desde ya), incluidos los que pueda hacer Ciudadanos. Albert Rivera quiere poner en valor su imagen pactista y su capacidad para ser el remache de la gran coalición. Entonces... ¿Todos contra Podemos-IU? Si es así, a Iglesias y a Garzón les van a poner en casa. 

martes, 10 de mayo de 2016

... Y que Franco se quede solo 20160510

Han pasado 80 años justos desde el momento en que los hermanos Lapeña Altabás fueron asesinados en Calatayud, su pueblo, tras el golpe militar reaccionario de julio del 36. Eran militantes de la CNT. Solo eso. Nunca fueron juzgados ni condenados. Simplemente les detuvieron, les llevaron a cualquier cárcel improvisada y una noche les sacaron para fusilarlos. Enterraron sus cuerpos en la zanja abierta en un barranco. En el 58 se los llevaron, por orden gubernativa, a los columbarios del Valle de los Caídos, ese lugar siniestro construido con mano de obra esclava (otros republicanos condenados solo a trabajos forzados) y que debía ser (de hecho lo es) el gran monumento del Régimen, la faraónica tumba del líder falangista Primo de Rivera y luego del propio Franco... Ocho decenios después, una sentencia determina que los descendientes de los Lapeña tienen derecho, ¡al fin!, a recuperar sus restos.

Lo más increíble y terrible de este hecho es, precisamente, que haya sido necesario tanto tiempo para lograr una reparación tan justa y razonable. Cuando nos llegan noticias como esta y calibramos en su auténtico calado, el escalofrío es inevitable. ¿Cómo se justifican 38 años de democracia, cuando todavía las víctimas del régimen del Generalísimo permanecen diseminadas por cunetas y barrancos, o bien han acabado compartiendo tumba con el dictador? En el resto de Europa, la memoria de quienes lucharon contra el fascismo es exaltada, al tiempo que la de sus verdugos evoca, como es normal, la opresión, el crimen y el genocidio. Pero aquí aún no sabemos cómo administrar el pasado ni recuperar la dignidad de quienes murieron por pretender construir una España más libre y más justa. Y no se trata de darle la vuelta a nada, sino de poner las cosas en su sitio. 

Calatayud es una de esas poblaciones aragonesas (como Jaca, como Ejea, como la propia Zaragoza) donde el miedo vetó el recuerdo de los asesinados y escondió el dolor de sus familias. Nunca será tarde para poner fin a semejante barbaridad. Que Franco se quede solo en Cuelgamuros, ese horrible monumento... a la infamia. 

domingo, 8 de mayo de 2016

Este desorden institucional resulta insoportable 20160508

Insoportable e insostenible, por supuesto. Cada semana las noticias que giran en torno a las dos grandes instituciones aragonesas, el propio Gobierno de la Comunidad y el Ayuntamiento de Zaragoza, revelan la urgente necesidad de auditar ambas, de replantear sus objetivos, de centrar sus prioridades, de acabar con el viejo desmadre que cada año dilapida decenas y aun cientos de millones. Sin ese ejercicio de realismo y puesta al día, que no sólo atañe a los gobernantes sino también a muchos gobernados, será imposible atajar el déficit, atender a lo que que de verdad importa y sanear este ambiente cargado de recelos, trampas políticas y populismo barato.

Populismo, sí. El que a lo largo de los últimos decenios ha llenado los oídos de los aragoneses de cuentos, imposibles y mentiras. Esa demagogia infiltrada en la política de escaparate, la política sazonada de eventos, la política a la valenciana o a la andaluza (y ya me disculparán los amigos levantinos y sureños), la política, en fin, que capta voluntades y genera autoestima a precio de oro, con proyectos inviables, con planes de negocio trucados, con sobrecostes a todo trapo y con gestores incapaces.

Ahora mismo, el Ayuntamiento de Zaragoza se desliza por una montaña rusa judicial en la que compensaciones, contratas, concesiones y expropiaciones andan al retortero, sin que exista forma humana de predecir qué fallarán al respecto los tribunales. El alcalde Santisteve y los suyos se han visto atrapados en ese marasmo, que es la consecuencia de decisiones tomadas por sus predecesores. ZeC está intentando resolver la papeleta. Es difícil saber si lo hace bien, mal o regular. Pero es indudable que pelea contra una herencia desastrosa. Cuando al municipio le caen encima sentencias en firme (sobre asuntos que vienen de lejos) que implican pagos millonarios, no hay dios que saque a flote el presupuesto. Cuando las principales contratas (la de la limpieza con FCC y la de los autobuses con AUZSA) están sujetas a permanentes conflictos, reclamaciones, desembolsos oscuros y cosas parecidas es que algo se ha hecho muy mal.

El Gobierno de Aragón, por su parte, sigue sin saber qué hacer con el entramado societario que forma parte de la administración autónoma. Mientras negocia a cara de perro el pago de servicios sociales esenciales, debe inyectar más y más dinero en actividades perfectamente superfluas. Y todavía intenta mantener la ilusión popular dando continuidad o nuevos formatos a proyectos que tal vez sean interesantes (rehabilitar la estación de Canfranc, por ejemplo) pero que nadie sabe cómo podrían financiarse sin generar nuevos y espectaculares agujeros.

O alguien pone orden en este barullo, o las vamos a pasar de a metro.

sábado, 7 de mayo de 2016

Cuéntame cómo acaba la historia 20160507

Es tan expresivo, tan característico y tan simbólico... que uno no puede por menos que recrearse en la jugada. Hablo de Cuéntame, la serie de TVE que, al narrarnos con pretensiones docudramáticas el tardofranquismo, la Transición e incluso lo que vino después, ha acabado por ser el sustituto oficial de esa Memoria que a tantos pone de los nervios. Los capítulos protagonizados por Ana Duato e Imanol Arias tenían los ingredientes precisos para dejarnos un buen sabor de boca al repasar nuestra bronca y sufrida historia reciente. Ahora, ante este desenlace, en el que ambos actores, los productores y no sé cuantas personas más han acabado investigados por presunto fraude al erario público (millonario, por cierto), es inevitable dejarse llevar por la narración dentro de la narración y que ficción y realidad se encuentren y confundan, por fin, en un paraíso fiscal. Aquellos años de mi juventud, aquella voluntad de vivir, de salir adelante, de conquistar la libertad y el conocimiento, de prosperar y recuperar el tiempo perdido han desembocado, tras convertirse en exitosa telenovela, en un gran montón de dinero (supuestamente) negro. Genial, homérico, hipermetafórico.

Es verdad que todo esto sucede en un contexto global cuyo devenir parece obra de un equipo de guionistas saturados de gaseosa lisérgica. Porque cuando un demente ultrarreaccionario como Donald Trump es designado candidato republicano a la presidencia de EEUU, o cuando organizaciones que han elevado el fanatismo religioso a la enésima potencia agitan el Islam con un huracán de muerte y opresión... pues ya me dirán ustedes por qué íbamos a extrañarnos de lo que suceda en esta España suya (de los muy ricos) donde la corrupción, en todas sus versiones, se ha convertido en seña de identidad de las élites.

Imanol Arias se cabreó y amenazó con irse de España cuando empezaron a correr informaciones sobre su capacidad para salir en anuncios del Ministerio de Hacienda al mismo tiempo que escamoteaba al fisco un buen fajo. Espero que no se vaya. ¡Justo cuando Cuéntame se está poniendo interesante de verdad! 

viernes, 6 de mayo de 2016

Líneas rojas y vetos... ¡Lo normal! 20160506

No comparto la idea de que ir a unas nuevas elecciones (que no a una segunda vuelta) es un drama, consecuencia del egoísmo y la incapacidad de los políticos. Este regreso a las urnas (molesto, sí, pero inevitable) se debe más bien a que la ciudadanía está muy dividida, ha bloqueado a los partidos y no se tomaría a bien que estos hicieran cosas raras con los votos recibidos. Por eso el PP rechaza cualquier salida que condicione su tradicional poder. Por eso el PSOE huye de la gran coalición (aunque de Podemos solo quiso el voto afirmativo, a cambio de colocarle algún independiente presentable). Por eso Podemos veta a C's y C's a Podemos. Por eso todos los partidos correctos trazan líneas rojas para dejar fuera a los de Pablo Iglesias... Porque nadie quiere desconectarse de su clientela.

La gente de derechas, abducida por su imaginario sesentero, se aferra a la unidad patria, el orden público, los sueldos bajos, los récords turísticos y las cuentas en Suiza (de los ricos, claro). Asiente y aplaude cuando Cosidó, director general de la Policía, vulnera de la manera más zafia las cautelas propias de su cargo. O comprende la maldita evasión fiscal. O aún confía en ese Rajoy abúlico y desentendido al que no le apetece debatir "porque supone un esfuerzo".

Las izquierdas, a su vez, andan sumidas en una extraña crisis de identidad (¿quién puede y quién no atribuirse esa posición ideológica?), que incluye convergencias y dispersiones, alianzas y duelos al amanecer. Con Podemos, sus convergencias e IU a punto de agruparse en una sola marca electoral, el PSOE tiembla. Su pugna con los otros ha desbordado el viejo enfrentamiento entre socialistas y comunistas para convertirse en algo más complejo y de resultados menos previsibles. Si cuaja esa megacoalición de las izquierdas alternativas (que algunos ya denominan Bloque Popular), su presencia sería la única novedad de la próxima campaña... Dato relevante.

Así que a las urnas otra vez. Al menos, ahora ya tenemos una idea de cómo pueden funcionar las alianzas y precisar a nuestro gusto el voto (y el veto) más útil. Algo es algo. 

jueves, 5 de mayo de 2016

Qué hacer con la estación de Canfranc 20160505

La estación de Canfranc es, además de un edificio muy hermoso, la perfecta metáfora del Aragón suspendido en el tiempo. El señorial inmueble simboliza con gran precisión ese mundo de sueños imposibles (al filo del surrealismo) que caracteriza a la bendita Tierra Noble. Se construye algo desmesurado y fuera de lógica, la realidad se impone luego de manera brutal, se pierde toda oportunidad posterior, se crea un potente lugar común en el catálogo del victimismo chiquipatrio... y paulatinamente se va configurando en torno a la cosa un laberinto de identidades, reivindicaciones, proyectos, gastos sin sentido y frustraciones. Casi siempre, todo ese folclore arrastra un disimulado juego de intereses específicos, porque aquí los hay que no dan puntada sin hilo. Y nuestro histórico emblema ferroviario no fue ni es (ni será) una excepción.

El último proyecto oficial destinado a recuperar la estación (con el Gobierno de Aragón, rama CHA, gestionando el tema) sigue apostando por la idea que se maneja desde hace lustros: un hotelazo, una galería comercial, área de ocio y segundas residencias. Supongo que ello conllevará enormes gastos (de entrada se habla de 35 millones) porque es preciso acometer una rehabilitación integral de la enorme construcción, y además será preciso (si se pretende dotarla de un entorno apropiado) intervenir sobre el vastísimo conjunto de vías, naves, andenes y vagones oxidados que la rodean (cuyo propietario, el ADIF, no quiere poner un céntimo). Visto el actual déficit presupuestario, la iniciativa causa cierto pavor. Pero dicen que la fortuna sonríe a los audaces y además la democracia representativa es así: los que han sido elegidos toman decisiones que conectan (es un suponer) con las aspiraciones de quienes les eligieron. Anteayer, por ejemplo, la abrumadora mayoría de los concejales de Alcañiz aprobó ir a otra ampliación de capital de Motorland (la undécima ya). Era lo que la gente quería, ¿no? Pues tira.

Vamos de nuevo con Canfranc. Ya que nos hemos de quedar sin barquitos en el Ebro (¡ay, estos de ZeC!), llenemos de ilusión la montaña. 

miércoles, 4 de mayo de 2016

Oscuro es oscuro... aunque no sea ilegal 20160504

El titular del Juzgado de Instrucción Número 1 de Zaragoza dictaminó que el contrato para pagarle a TUZSA-AUZSA 2.100.00 euros a cargo del contribuyente capitalino fue una acción oscura, pero no ilegal. Esta salida me ha encantado. Porque la vulneración de la ley es algo que se suele zanjar mediante sentencias drásticas carentes casi siempre de matices, pero la oscuridad es un concepto más rico, misterioso y sugerente. Que el ayuntamiento reconociera aquella obligación con la empresa de los buses tan alegremente y la misma semana en que tocaba relevar el equipo de gobierno (tras la derrota electoral del PSOE) puede resultar sospechoso, feo y perjudicial para el interés común... Sin embargo la hábil cirugía jurídica (y los informes del letrado y funcionario Luis García Mercadal, que ejerció de niño en el bautizo y de muerto en el entierro) ha sido capaz de descartar el delito de prevaricación. 

Oscuro como la noche brumosa, como la Edad Oscura, como el reinado de Witiza, como los negocios familiares del expresident Pujol, el ministro Soria o el comisario Arias Cañete, como el humo venenoso, como el misterio de esos ojos que nos miran, oscuros, desde el impenetrable rincón del más oscuro bar... Oscuro, en fin, como esta España nuestra, donde los defraudadores de nivel lograron una amnistía al 3%, merced a la cual las señoras de los ministros que aprobaron la jugada (y otros veinte mil patriotas más) trajeron su pasta desde el paraíso.

El actual alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, camina entre la oscuridad que le dejaron en la Casa Consistorial, alumbrándose con la escasa luz de una humilde vela. Y allí donde la vacilante llamita arroja un efímero destello, sea sobre Ecociudad, Desarrollo Expo o lo que fuere, le parece ver sombras e inquietantes figuras que se deslizan rápidas hacia lo más negro. No debería agobiarse. Así están los demás españoles. Atisbando desde su absoluta claridad de ciudadanos transparentes, el oscuro horizonte de las élites que evaden, escamotean, especulan y caminan por lo más sombrío de la vida (y que me perdone Lou Reed). Aunque, eso sí, dentro de la legalidad. 

martes, 3 de mayo de 2016

Ser o no ser un contribuyente honrado 20160503

Millones de contribuyentes están acostumbrados a cumplir con Hacienda no solo por convicción, sino porque su economía personal y familiar es transparente, sus cuentas corrientes están a la vista... y cada primavera los datos de su declaración ya figuran en el borrador que ha preparado la propia Agencia Tributaria. A estas personas, sin embargo, se les quiere convencer de que, en realidad, ellos son también unos evasores ciertos (a pequeña escala) o potenciales (no defraudan más porque no pueden). Así, los miserables que justifican de hecho el engaño y la insolidaridad, te recuerdan en un tono admonitorio que cualquiera paga una chapuza sin factura ni IVA o cobra horas extra en metálico o compra un piso abonando parte en negro. Pero este es un argumento trucado, una mentira destinada a convertir en vicio colectivo los delitos y el egoísmo de las élites.

Lo de la ñapa sin factura, para empezar, es muy relativo. Si llamas a cualquier servicio oficial de mantenimiento o contratas con cualquier empresa medio seria, te cobran por lo legal. El dentista como el taxista o la de la pescadería pagan IVA por módulos. Un trabajador por cuenta ajena o un pensionista (cuyos colectivos son, para empezar, los mejores y mayores contribuyentes per cápita) no se libra apenas de tributar por el valor añadido. Y en lo referido a las horas extra, más bien ocurre que está aumentando el número de las que se trabajan... sin cobrar ni en negro ni en blanco.

Pero además la ciudadanía de a pie no tiene apenas nada que desgravarse: ni puede poner el coche a nombre de la empresa ni adquiere el apartamento a una sociedad panameña. Esa persona transparente es un contribuyente nato, tal vez distraiga un par de euros por cada cien que tributa, pero está a años luz del multimillonario sinvergüenza que se oculta en los paraísos fiscales y apenas apoquina la décima parte de lo que debería.

O sea, que evasores no lo somos todos... sino los que de verdad lo son. Las decenas de miles de millones que ocultan serían cruciales para salir del déficit. Ténganlo en cuenta, y no se dejen embaucar al respecto. 

lunes, 2 de mayo de 2016

España se lo podrá permitir, pero usted no 20160502

Cuando íbamos cuesta abajo, lanzados como cohetes (de verbena), era común escuchar a quienes se iban a pegar algún homenaje...

--España no se lo puede permitir, pero yo sí. ¡Tira millas!

Ahora, si tenemos en cuenta las estupendas previsiones del Gobierno en funciones y los datos que nos prodigan las fuentes oficiales, España (el Reino de España, la España de marca, la que maneja pasta y hace negocios off-shore) sí podrá permitirse tirar la casa por la ventana, pero nosotros (los mindundis) no. El mensaje implícito (incluso explícito) es simple: en poco tiempo más (si siguen las reformas y no decae el bendito Ejecutivo que las aplica sin titubeos) recuperaremos la renta de antes de la llamada crisis, se crearán no sé cuantísimos puestos de trabajo, seremos el país de Europa con mayores índices de crecimiento, el PIB irá como un tiro y comeremos perdices, angulas y caviar. No todos, claro. Es más, la mayoría no podrá permitírselo, pero la estadística nos ofrecerá la brillante imagen de un nuevo milagro económico a golpe de turismo, plantas de montaje de las multinacionales, exportaciones de bienes y servicios... y su miajita de evasión fiscal. Esto va a ser la mundial en maserati. Ya lo verán

A la gente del común tal vez le asuste comprobar que la retracción salarial en la empresa privada (y de forma colateral, aunque no tan tremenda, en el sector público) le ha de impedir la más mínima alegría, que la deuda de las administraciones no deja de aumentar o que en un par de años, como mucho, ya no habrá hucha de las pensiones y esto se puede poner requetefeo. Pero al mismo tiempo la España oficial estará como nunca, henchida de gozo, presumiendo por el mundo y regodeándose en la macroeconomía. Salvo que al votante se le vaya la olla el 26-J y elija lo que no debe, que entonces los señores de la Troika nos aplicarán (por nuestro bien) un baño de realidad frío como el hielo.

Hasta hoy la coartada de la crisis justificaba la devaluación interna a escala nacional. Pero pronto viviremos la experiencia de ser pobres en un país rico. ¡Qué cosa, qué emoción!