domingo, 31 de julio de 2016

Sijena y Echenique, los dos temazos de la semana 20160731

Dos noticias, dos, han conmovido a los aragoneses a lo largo de esta semana: la devolución parcial y encabronada del Tesoro de Sijena, y el escándalo político organizado en torno al jefe podemista Echenique, quien al parecer no estuvo diligente a la hora de normalizar el contrato y la cotización de un cuidador que le ayudaba por las mañanas a ponerse en marcha. Ambos asuntos, si les soy sincero, me parecen poco relevantes en su proyección social y política, aunque no dudo de que a) Cataluña debe devolver las obras de arte sacro procedentes de Aragón sin más dilaciones ni mamarrachadas, y b) el secretario de Organización de Podemos se columpió de medio a medio con el tema de su asistente. Dicho lo cual, es preciso insistir en que Aragón afronta problemas mucho más transcendentes, en este puñetero mundo donde todo cambia a tremenda velocidad y el futuro se construye currándose el presente en cuestiones de naturaleza económica, tecnológica y comunicativa. Mucho Sijena y mucho Echenique (y mucho Ayuntamiento de Zaragoza a todas horas), pero de cómo evoluciona la gestión de los grandes intereses colectivos apenas se habla. Lambán estará encantado.

En lo que se refiere al expolio por los catalanes de obras de arte sacro procedentes de parroquias orientales y del Monasterio de Sijena, asombra el descomunal interés despertado por tan larguísimo serial. Sobre todo porque esta bendita Tierra Noble jamás mostró tal vehemencia a la hora de pelear por un Espacio Goya o de proteger un patrimonio histórico artístico, que hasta hace cuatro días iba de acá para allá (y no sólo en dirección a Cataluña). Viendo ahora cómo las Cortes, el Ejecutivo, los medios y el sursum corda andamos a vueltas con el misal y las casullas que las monjicas vendieron a la Generalitat, es evidente que ya no se trata tanto de defender lo que sin duda nos pertenece como de tener una causa accesible y capaz de movilizar las emociones... Aunque su dimensión objetiva sea menor.

De Echenique se ha dicho casi todo, incluyendo bastantes burradas. Pero después de tanto pobrismo, tantas melonadas con los sueldos de los cargos públicos, tanta confusión a la hora de definir y descubrir la corrupción (la de verdad)... no le quedaba margen para cometer error alguno. En este asunto, lo más inquietante es comprobar que su protagonista sigue sin enterarse muy bien de dónde está y a qué juega. Ese es el quid de la cuestión: que demasiados podemistas viven en un mundo paralelo (del cual no saben salir), ensimismados y convencidos de estar por encima del bien y del mal. Más les valdrá ponerse las pilas porque ya se les empieza a pasar el arroz.

Pero este no es tampoco, ni de lejos, el principal problema de Aragón. Ya les digo.

sábado, 30 de julio de 2016

Por mí que convoquen cuantas quieran 20160730

Subiré a Sallent al concierto de Bunbury y antes del R&R comeré con un grupo de sabios amigos, cuya conversación seguro que me proporciona tema para futuros artículos. Además, como es sabido, el Pirineo me encanta, aunque cada vez renqueo más andando por la montaña. A finales de agosto tengo también cita en Castejón de Sos (las Jornadas de Periodismo de Altura, que organiza mi colega Enrique Serveto), y así iré pasando este verano, a la espera de si Rajoy moja o vamos a otras elecciones.

Conste que me da igual si hay nueva convocatoria o cien más. ¿Hay que cubrir (en el sentido periodístico del término) otra campaña? Se hace y listo. Sin agobio ni pasión. Ya no espero grandes maravillas de los unos ni de los otros, sobre todo de aquellos. En diciembre del año pasado y ahora en junio me chupé unos cuantos mítines, debates y demás sin escuchar apenas nada que mereciese la pena. Encima, cada vez que alguien subía a la tribuna y largaba un discurso medio interesante, los asistentes empezaban a distraerse y a susurrar que la candidata o candidato estaba equivocando el tono, porque un acto electoral no es, precisamente, una sesión académica. Al personal le hablas de la educación, del cambio climático o de la economía colaborativa... y se aburre. Hay que proclamar obviedades y declamar frases empezando pianísimo y acabando en crescendo. ¡Hala!

A día de hoy (que diría Sánchez), ser político no es ninguna bicoca. Sobre todo para el que actúa desde marcas no conservadoras. Aquí, a la gente de orden y de respeto se le supone desde siempre (es lo que tienen siglos de autoritarismo y sumisión) una voluntad explícita de hacer de su capa un sayo, ganar mucho dinero en actividades no productivas, evadir impuestos, chalanear con los amigos, pagar sueldos miserables y borrar los discos duros de los ordenadores para evitar compromisos. Claro que si eso mismo, u otra marranada por mínima que sea, lo hace un mindundi sociata y no digamos un perroflauta podemista... Entonces han de tronar los cielos.

Vale. Me piro al pantano de Lanuza. La música amansa a las fieras.

viernes, 29 de julio de 2016

Podemos, en la guerra de trincheras 20160729

Se da por hecho que Podemos ha consumido su vertiginosa etapa de guerra relámpago. Tras avances inverosímiles y conquistas espectaculares (en términos relativos), el impulso inicial se ha ido evaporando, y ahora llega el momento de estabilizarse, de calcular cada movimiento, de reflexionar sobre el fracaso (también relativo) cosechado en la última batalla, de cavar trincheras y elaborar estrategias a medio y largo plazo. Porque ni el poder ni el cielo se toman ya al asalto. Errejón lo ha dicho muy bien: el nuevo partido precisa consolidar una estructura funcional y sobre todo ofrecer a los votantes credibilidad y confianza. Ha de convencer a la gente de su capacidad para actuar coherentemente y gobernar las instituciones con eficiencia. Esa es la asignatura pendiente, y ese es el motivo por el cual más de un millón de electores propios se esfumaron, justo cuando los augurios parecían inmejorables. Que una cosa es emitir sufragios-protesta (como los destinados antaño a Izquierda Unida) sabiendo que no pasarán del mero testimonio, y otra poner a Iglesias de presidente del gobierno y a Garzón de ministro de Economía y Hacienda.

Podemos permanece al margen de la última contienda que agita la hipotética investidura de Rajoy. El partido, sus confluencia y sus aliados más o menos circunstanciales han sido reconocidos por los demás actores políticos como enemigos irreconciliables. El PP les aborrece. El PSOE les ve como peligrosos competidores. Ciudadanos les envidia. Los nacionalistas les temen... Todos esperan que fracasen. Y no digamos los poderes fácticos.

Afrontar tal situación así exige habilidad, clarividencia, modestia, empatía, conocimiento... Más cuando ya no se avanza impetuosamente, sino que es preciso pisar tierra y hablar de la realidad con personas reales. Entonces no basta con utilizar las miserias y errores ajenos como única ventaja. Hay que explicar cómo se pueden resolver los problemas del conjunto de la ciudadanía (sólo así se ganan las mayorías necesarias) y hay que equilibrar las críticas al sistema... con el hecho de tener un cuidador sin contrato ni Seguridad Social. Es otra guerra. 

jueves, 28 de julio de 2016

No se indignen, por favor... ¡Ríanse! 20160728

Lo de ayer fue fabuloso. Como en una espléndida conjunción astral, la actualidad vio entrecruzarse acontecimientos, declaraciones y milongas cuya aprehensión simultánea ilustraba mejor que cualquier análisis sobre lo que hay. El hecho, por ejemplo, de que PP y PSOE se escandalizasen al unísono ante la moción independentista del Parlament, mientras ambos partidos se guardaban en la manga el pacto para dotar a Convergencia de grupo propio en el Congreso, resultaba particularmente gracioso. Por supuesto la susodicha moción era el precio que pagaban Junts pel Sí por el posterior apoyo de la CUP cuando se celebre en septiembre la moción de confianza del actual Govern. Lo cual deja no sé donde aquellos argumentarios peperos, según los cuales los chalaneos entre su partido y los nacionalistas de orden venían a recolocar a estos últimos en el ámbito de la política sensata. ¡Madre del amor hermoso!

Les aconsejo no cabrearse. Ríanse, que es mejor. El Rey pone cara de afligido conforme va recibiendo a los portavoces de los grupos. El PP se lo toma con la habitual calma y ninguno de sus portavoces es capaz estos días de aclarar qué hace o quiere hacer el gran jefe. Rajoy ni siquiera da explicaciones a los suyos. Secreto y caudillismo. El procesamiento de la propia formación como consecuencia del borrado de los ordenadores de Bárcenas ha sido acogido con una indiferencia absoluta. Un barullo judicial más... ¿Y qué?

Bruselas nos ha perdonado la multa y da dos años más para ajustar el déficit. ¿Por qué? Porque a la Comisión Europea así le place. Como si decide lo contrario. Los dioses son caprichosos. Queda implícito que tanta generosidad y buen rollito son un acicate para que España acabe siendo gobernada por quien corresponde.

Menuda broma. En medio de todo, Echenique vuelve a ser famoso en España entera. Por una parida, sí. Pero como él era especialista en denunciar tales minucias, resulta inaudito que no se diera cuenta dónde se metía. O a lo mejor todo ha sido un chiste. Es lo que tiene la comedia extrema... que acaba generalizando el descojone. 

miércoles, 27 de julio de 2016

Dementes terroristas... y viceversa 20160727

Otro debate estúpido, repleto de oportunismos políticos y desbarres conceptuales. Se refiere a las últimas matanzas indiscriminadas y a la naturaleza de sus autores. El neofilósofo francés Bernard-Henry Lévy ha recogido la santa ira de los muchos que se niegan a entender el desequilibrio y la enfermedad de quienes matan y mueren, envueltos, o no, en la bandera de organizaciones ultraviolentas. Discutir si estos individuos son dementes o terroristas ("¡terroristas!, ¡terroristas!", gritan los amigos del orden vigilado y la guerra preventiva) no tiene sentido. Es evidente que pueden ser considerados ambas cosas. Y en tal categoría no cabe incluir sólo a los yihadistas (incluso a los que se radicalizaron en un par de semanas, que ya es decir) o a los militantes más duros de la ultraderecha, sino a vengadores de diferentes características: afroamericanos de Estados Unidos indignados con el racismo policial, supremacistas blancos de ese mismo país (incluyendo a los policías racistas), japoneses que aborrecen a los discapacitados, inadaptados extremos... y asesinos machistas españoles dispuestos a degollar a sus esposas e hijos. Todos comparten bastantes características, y sus acciones exigirían por igual el análisis de los politólogos, los expertos en política internacional... y los psiquiatras.

Son hombres. Suelen odiar a las mujeres. Tienen claras tendencias suicidas. Quieren notoriedad. Ansían la revancha. Se sienten espoleados a imitar otros comportamientos asesinos que conocen a través de los medios y las redes. Se pueden adherir al Estado Islámico o actuar por su cuenta sin más coartada que los celos y el afán de posesión. Claro que son terroristas. ¿O no es terrorismo esa imparable violencia de género que no cesa de cobrarse víctimas femeninas en España?

Pero si la desestabilización de Oriente Medio ha sido el caldo de cultivo del yihadismo, como el machismo pone telón de fondo al asesinato de mujeres, también está claro el sustrato patológico de la actual sucesión de masacres. El efecto Columbine. La hipercomunicación como acelerante. Dementes terroristas... o viceversa. 

martes, 26 de julio de 2016

Sí, que pacten; pero... ¿el qué? 20160726

Evitar unas terceras elecciones se ha convertido en un deseo destinado a convertirse en realidad a base de ser proclamado, exigido y descrito como la única salida posible. Sin embargo, hoy empiezan a desfilar por Zarzuela los representantes de los partidos y nada hace pensar en que exista no ya un pacto concreto sino la simple posibilidad de que tal acuerdo sea posible. Los del PP están empezando a replegarse. Ciudadanos no sabe por dónde salir. El PSOE anda hecho un lío. Los nacionalistas juegan al mentiroso (modalidad de póker de dados cuya gracia radica en joder al que le pasas la mano). Y los distintos Podemos reflexionan a la sombra, porque todos los demás les han dejado fuera de juego, lo cual no deja de ser una ventaja en estos tiempos que corren.

Una cosa extravagante y complicada. Hay dos problemas que se superponen. El más obvio tiene que ver con la forma en que cada cual maniobra, habida cuenta de que ni el 20-D ni el 26-J hubo auténticos vencedores. Así, Mariano Rajoy, tan lejos de la mayoría absoluta, no puede gobernar si no logra antes el apoyo de otros 39 diputados. Pedro Sánchez no está en condiciones de dejar paso al PP ni siquiera con una abstención, porque ello le impediría liderar la oposición. Albert Rivera sospecha que él y su partido se están quedando sin sitio ni futuro.

La otra cuestión se refiere al objeto del acuerdo. ¿Qué se pacta? Porque aquí nadie da respuesta a las grandes incógnitas. Rajoy ha entregado a los otros líderes un documento orientativo poco explícito y nada realista. No sirve como programa de gobierno porque en él (ni en ninguna de las propuestas hechas por PSOE y Ciudadanos juntos o por separado) se explica cómo se podrán sostener las pensiones, en qué condiciones se ajustará el maldito déficit o cuándo y cómo se llevará a cabo una reforma fiscal que ponga orden y progresividad en los impuestos. Por no hablar de la organización del Estado, la regeneración de la vida pública, el modelo económico, la alternativa energética, la lucha contra el cambio climático... De todo esto, oigan, no se escucha apenas nada serio. ¿Entonces? 

sábado, 23 de julio de 2016

Conste que los perros me caen bien 20160723

Sí, me son simpáticos. No les tengo miedo. No me producen alergia. Y entiendo su función en esta sociedad tan borde, acompañando a los ancianos, equilibrando a los niños y ayudando a los discapacitados. Para que conste.

Así que la ordenanza sobre perros que prepara el Ayuntamiento de Zaragoza la veo bien, en principio. Está en línea con las vigentes en diversas ciudades europeas y puede constituir un instrumento adecuado para ordenar la presencia en la ciudad de los miles de canes que hoy la habitan. Que son muchos. Muchísimos. Hemos llegado a un punto en el que España entera (la capital aragonesa es, como siempre, un perfecto promedio) aparece sobrepoblada de perros. Quienes vienen de fuera lo notan de inmediato, aunque provengan de países aficionados asimismo a las mascotas. Chuchos de todas las razas (y digo chuchos sin ánimo peyorativo) van y vienen junto a sus amos por calles, parques, jardines y riberas. Es increíble. Un amigo cree que tan simpáticos animales son en realidad alienígenas que nos invaden lentamente sin que nos demos cuenta. Ya han acostumbrado a millones de personas a darles de comer, recogerles las cacas y limpiarles el culo. Eso, claro, cuando se cumple la normativa vigente. Porque, si no, la mierda se queda tirada por aceras y céspedes. Ahora bien, lo que no cabe retirar de la vía pública son los pipís que riegan aceras y esquinas. Un vecino mío tiene un pitbull macho, que pasea a menudo. La fiera (tampoco lo digo en mal plan, sino para definir su aspecto de guerrero cuadrúpedo) camina indiferente, marcando músculo, y cuando levanta la pata deja tras de sí un río que proclama su naturaleza dominadora. Cualquiera les dice nada a él o al propietario.

Me expreso hoy con tanta finura porque sé de la fe militante que mueve a muchas personas. El 26-J, los animalistas tuvieron doscientos ochenta mil votos, tantos como el PNV. Espero, no obstante, que el amor de esos compatriotas míos por sus mascotas y los bichos en general se compagine con la comprensión que merecemos quienes no tenemos perro. Aunque la especie, ojo, nos caiga bien. 

viernes, 22 de julio de 2016

Junqueras en La Moncloa, y ¡viva España! 20160722

Que el vicepresidente catalán y líder de Esquerra vaya a La Moncloa me parece normal. Que acuerde con su homóloga española, Soraya Sáenz de Santamaría, y el ministro Montoro una nueva refinanciación del Govern, también. Pero que todo esto suceda a la vuelta de tanta pasión y tantos reproches mutuos por ambas partes, justo cuando hay que investir a Rajoy y repartirse el mogollón... la verdad es que da risa. Las dos risas: la tonta y la lista. Ahora bien, la operación, de momento, le está saliendo muy bien al PP, que torna cañas las lanzas de antaño, ejercita su proverbial capacidad para darse la vuelta como un calcetín y también se ríe... de todos esos españolazos que le dan el voto como signo de movilización y resistencia ante los malvados separatistas. En paralelo, los independentistas se tronchan de todo el izquierdismo que les tiene por caso aparte, pues les supone (cada vez es más difícil saber por qué) una particular adscripción republicana y progresista, que ni de lejos. Convergencia (ahora Partido Demócrata) y PNV, por supuesto; pero ni siquiera la citada Esquerra, la delirante CUP o los victi-verdugos de Bildu son de fiar. Eso ha quedado claro incluso para Pablo Iglesias, quien ayer dio por perdida la opción de montar un tinglado para hacer frente al PP.

Con su reiterado "es lo que hay", los cínicos sientan cátedra. La derecha nacional, por ejemplo, ya hace virtud de la necesidad de pactar con Dios y con el diablo, y sus seguidores encuentran comprensible que sus jefes lleven a cabo sin complejos aquello que, hecho por otros, calificaban de traición a la patria hispánicomadrileña. Por otro lado, no es menos ocurrente y chistosa la explicación que de todo esto ha dado la socialista Susana Díaz (esa peronista rociera, según definición de Josep Borrell), tan indignada siempre ante los deslices de su correligionario Iceta y la soberanofilia de Podemos.

¿Y en Aragón? Pues aquí, la mundial en bicicleta. Entre la que lleva el bueno de Lambán con el relevo en la presidencia de las Cortes, y la que arrastra el pobre Santisteve con la empanada de Averly, esto también... también provoca la carcajada. 

jueves, 21 de julio de 2016

A la postre, todos son nacionalistas... ¿No? 20160721

Esto de investir presidente y gobierno está sobrevalorado. No sólo porque el país, en funciones, va tan bien o tan mal como siempre; sino sobre todo porque cada campaña y cada periodo postelectoral vienen a ser un show maravilloso, repleto de trucos y chistes. Puro marxismo, de los hermanos Marx. Pasen y vean a los más españolistas de Madrid (el PP) tirándose los tejos con los separatistas de la periferia centrífuga (Convergencia y PNV), para pasmo del respetable y de los centristas centrípetos (Ciudadanos). Todo por los sillones y el grupo parlamentario, todo por el cupo... todo por la pasta. A la postre, unos y otros son nacionalistas, y llevan decenios interactuando para mutuo beneficio.

Es genial. El PP habla y negocia con sus supuestas bestias negras porque le viene bien y por la misma regla de tres que antes zahería a socialistas y podemistas cuando amagaban cosa similar: porque puede y le sale de la Puerta de Alcalá. Convergentes y peneuvistas se arriman porque van a lo suyo y son partidos de orden perfectamente capaces de poner su amor por el poder y el dinero muy por encima de cualquier estética patriotera. Quienes ahora se sorprenden al verles reunirse tras meses y años de tiroteo es que no comprenden de qué va el juego. En cuanto a los escrúpulos nacionales que afectan ahora a Ciudadanos, no creo que pasen de ser un leve sarpullido estival. El calor, oye, que ni deja dormir a la senadora Barberá

En el PSOE suenan suspiros de alivio. Pues así quizás podrán quedarse al margen de la investidura de Rajoy, libres de toda tentación. Bien es cierto que tal investidura no está atada y no deja de ser una cosa complicadísima. No digamos si el PP ha de gobernar las Españas en medio de este laberinto de pasiones: regateando con los nacionalistas, pactando con Ciudadanos, comunicándose con el PSOE, aceptando las instrucciones de la UE, recortando, disimulando... Casi nada.

Por lo demás, bien. Ya le han pegado otro trasteo a la hucha de la Seguridad Social, y van dos en un mes. A este paso, cuando me jubile no queda un centimo. No podré vivir en Marte con lo que me quede de pensión. 

miércoles, 20 de julio de 2016

Un marciano en la calle Hernán Cortés 20160720

Ese soy yo. Un extraterrestre. Recorro Zaragoza, salgo de viaje, leo diarios españoles o extranjeros... Acabo patidifuso. El otro día, por ejemplo, me explicaron el juego de moda, Pokemon Go, que ha reportado a Nintendo beneficios mil millonarios. Incluso participé en una partida, yendo por ahí a la caza de los bichitos virtuales. Pero no logré entender qué emoción, qué sustancia o gracia tenía aquello. Eso sí, es un fenómeno definitivo. Hemos sido sacados abruptamente de la Edad Contemporánea por la revolución tecnológica y esto no hay quien lo pare. Por si acaso, yo procuro mantenerme subconectado. No aparezco en Twitter, ni en Facebook ni en ninguna otra red social. Apenas atiendo el correo electrónico y utilizo el Whatsapp lo justo. Estoy en la Luna.

Además de los Pokemon, la tecnopolítica ha articulado lo virtual con una realidad desquiciante. En la última campaña electoral el PP contrató un consulting especializado que le preparó una campaña a la carta, usando Facebook para lanzar mensajes específicos y diferenciados a electores de las provincias (alrededor de veinte) donde había escaños bailando. Fue un éxito. Aún más mérito internáutico tiene la maniobra de Erdogán, el presidente turco, quien a lo largo de la noche del viernes al sábado utilizó un smartphone para dirigirse por televisión a la ciudadanía, y cerró las redes sociales... mientras él enviaba mensajes personales a millones de sus seguidores dándoles instrucciones para movilizarse contra los militares alzados. Lo hicieron al grito de "¡Dios es grande!", lo cual pudo parecer anacrónico y medieval... Pero tal vez no fuese sino la manifestación de la relevancia emocional y postmoderna que tiene la religión. Así se frenó un golpe antidemocrático destinado a derribar un gobierno electo... que a su vez está acabando con la democracia.

Total, que Trump puede ganar las elecciones presidenciales USA. En Gran Bretaña, la facción ultraderechista del Partido Conservador ha tomado el poder. Y el españolísimo PP está cerrando acuerdos secretos con los nacionalistas vascos y catalanes.

Me vuelvo a Marte. 

martes, 19 de julio de 2016

C's cumple y el PSOE busca su identidad 20160719

Ya está ciudadanos en su sitio. Creían los ingenuos que, de vuelta a casa, Rivera iba a sacarle a Rajoy la presidencia del Congreso; pero don Mariano no regala nada, y menos un cargo institucional relevante. De todas formas, a los naranjitos les ha dado dos puestos en la Mesa de la Cámara Baja, donde en circunstancias normales ni siquiera hubiesen estado presentes. No es mal premio para un partido que se ha pasado los últimos meses renunciando a los sillones. ¿Y qué fue de aquel acuerdo-boda con el PSOE, más solemne e histórico que el matrimonio de Isabel y Fernando? Pues nada, cosas del teatro. En aquel entremés todo fue mentira: el amor, las intenciones... y el decorado. El famoso cuadro de Genovés que puso fondo escénico al presunto pacto no representó nunca, como se dijo, la reconciliación entre españoles, sino el abrazo con el que familiares y camaradas recibían a los presos políticos liberados en el arranque de la Transición.

Mientras, el propio PSOE padece una aguda crisis de identidad. No saben sus dirigentes y cuadros si han de evolucionar a la portuguesa, a la alemana o a la griega. Por eso, cuando escuchas al madrileño Carmona o al manchego García Page (unos señores muy sensatos y muy de centro-derecha) no logras situarlos en el mismo partido que el catalán Iceta o el valenciano Puig (que son personas moderadas pero inequívocamente progresistas). Sánchez los intenta representar a todos, y ello le deja desconectado táctica y estratégicamente. Podía y debía (puede y debe) liderar un frente anticonservador, lo que implica un entendimiento previo con Podemos e IU. No es cosa fácil, por supuesto. Pero ni el grueso de los votantes del PSOE entenderá que su partido facilite por activa o pasiva la continuidad de Rajoy; ni, por cierto, la mayoría de quienes apoyaron a Unidos Podemos aceptará de buen grado que Iglesias sabotee las líneas de comunicación con los socialistas. Ahora, unos y otros maniobran con sus respectivos candidatos a presidir el Congreso (López y Domenéch). Por lo menos ya no anda por medio Ciudadanos, liando el lío. Qué calor y qué cansancio, ¿verdad? 


lunes, 18 de julio de 2016

Rajoy quiere ganar (de verdad) las elecciones 20160718

O le dejan llevar el volante sin condiciones ni melonadas, o habrá que volver a votar. Mariano Rajoy está decidido a ganar las elecciones. Si es preciso a la tercera, o a la cuarta. Ganarlas de verdad, ojo. No la miseria del 20-D, con aquellos 123 diputados que no daban juego para nada. Ni siquiera el apañito del 26-J, que sigue dejando al Presidente por la Gracia de Dios a 39 escaños de la mayoría absoluta. El bueno de Mariano, basándose en su propia pachorra y en las profecías demoscópicas del mago Arriola, aún no ha movido un dedo para convencer a ningún potencial aliado. Ahí está él con su programa (contumaz en lo concreto, vagoroso en casi todo); y quien quiera pactar, que se sume, vote sí y deje hacer. Algo parecido a lo que pretendió Pedro Sánchez cuando acordó aquel documento con Albert Rivera, lo proclamó guía única e histórica del cambio progresista y pretendió que Podemos le diera sus votos sin otra contraprestación aparente que un ya te veré. Aunque, claro, el socialista no tenía el viento a su favor, estaba por debajo de lo más bajo y sólo pudo fracasar (y seguir bajando).

Por eso Rajoy está otra vez en plan desdeñoso, frente a un Rivera desnortado y un Sánchez aterrado por la idea de que su partido, el día de la investidura, acabe dando paso al conservador por activa, pasiva, epidemia de gripe o súbita diarrea. El líder conservador sólo sabe mandar a su aire, con su rodillo y sin que nadie le toque las ínfulas ni le meta prisa... Salvo que ese alguien sea un mandamás europeo o norteamericano, naturalmente.

Por eso, y porque España está sometida a un dilema pavoroso (o recortes y devaluación interna por las buenas o boicot y sabotaje financiero por las malas), las negociaciones se han puesto tan cuesta arriba. Sólo Pablo Iglesias y los suyos (suyos... dentro de lo que cabe) están tranquilos estos días, observadores de un juego del que fueron expulsados. Pero supongo que la procesión les corre (y corroe) por dentro. Si Rajoy quiere gobernar a su real gusto y el PSOE no traga... ¿les beneficia o les perjudica? Si hay otra convocatoria... ¿irán a más o a menos? Ahí os quiero ver, lumbreras. 

JLT  18/07/2016

domingo, 17 de julio de 2016

Zaragoza, ni mal ni bien sino todo lo contrario 20160717

Ha dicho el alcalde Santisteve que Zaragoza "está un poco mejor" desde que él manda. Bueno... Probablemente la Ciudad Inmortal no ha mejorado gran cosa, aunque tampoco ha empeorado (una vez resuelto el largo e impactante conflicto de los autobuses). Esta bendita urbe sigue igual o muy parecida por varios motivos que intentaré explicar a continuación.

Es evidente que ni Pedro Santisteve ni quienes le acompañaban en la candidatura de ZeC (exitosa candidatura, aunque se quedó muy lejos de la mayoría absoluta en el concejo) eran conscientes de cómo su margen de maniobra habría de verse limitado por las circunstancias preexistentes. Antes y después del 2008, cuando la capital aragonesa pasó sin transición del fulgor de la Expo al estallido de la burbuja inmobiliaria, se fueron aprobando las últimas grandes reclasificaciones de suelo, así como adjudicaciones a largo plazo de los servicios básicos que determinan la calidad de vida del vecindario. Las transformaciones colaterales a la Expo y la propia exposición salieron muy caras (los sobrecostes estuvieron a la orden del día), lo que generó una de las deudas municipales más abultadas de España. La expansión urbanística por el sur, a golpe de pelotazo final, provocó problemas cuya solución todavía colea. En cuanto a la concesión de las grandes contratas, basta con ver la última sentencia que cuestiona la adjudicación de los buses a AUZSA para hacerse idea de lo que allí hubo.

En estas condiciones, ZeC no puede hacer gran cosa. Tampoco lo ha intentado porque carece de un proyecto integral. Su visión de la ciudad sigue sin agrandarse, sin tomar en cuenta todos los ángulos y enfoques. Su pretensión transformadora no ha ido más lejos de algunas medidas menores sin penetrar en la gruesa epidermis de este incontrolable paquidermo urbano.

Lo peor que les pasa a Santisteve y los suyos no es que Zaragoza vaya a peor, que no es el caso, sino que están perdiendo la batalla de las ideas y los argumentos frente a partidos que fueron, precisamente, los autores o cómplices de todos los desaguisados que mantienen a Zaragoza donde está. A diario, el actual equipo de gobierno es interpelado airadamente por la aguerrida oposición (que incluye a los demás grupos) por cuestiones y problemas cuya autoría corresponde plenamente... ¡a los interpelantes! Pero ZeC no sabe replicar. No se explica bien ante la ciudadanía, no busca la proximidad de la gente (solo de su gente, que es una minoría entre quienes le votaron) y no es capaz de intimidar, retóricamente, a un PSOE o un PP, padres de este semiengendro urbano donde la vida, ahora mismo, no es mejor ni peor, sino todo lo contrario.

Pero estos días, cuando corría el fresco, se estaba como Dios.


sábado, 16 de julio de 2016

Pero me niego a tener miedo 20160716

Estan ahí. Fanáticos, acomplejados, cobardes, agresivos, sociópatas, enfermos, celosos, envidiosos, iracundos... Casi siempre son varones (aunque esporádicamente obtengan la colaboración de alguna pobre mujer). Buscan una respuesta a su angustia y su locura. Y la encuentran. En las propuestas yihadistas, en el populismo fascista, en las quimeras rojinegras, en el supremacismo blanco, en la homofobia, en el integrismo religioso, en el machismo, en el recurso a la violencia, en los llamamientos a la venganza... A menudo asesinan a quienes tienen más cerca: su mujer y su hijos. Monstruos. Contemplamos sus obras. Lloramos por sus víctimas. Pero debemos prohibirles que nos infundan miedo. Yo al menos me niego a temerles.

Seguiré viajando donde me plazca y pueda llegar. Volveré a la plaza de Jamaa-el-Fna, al museo de El Bardo y a la Mezquita de Alabastro. Caminaré por las avenidas de París. Cruzaré las plazas de Londres. Tomaré los trenes de cercanías de Madrid. Mantendré mi relación con personas de cualquier raza y credo. Defenderé los mejores ideales europeos: la libertad, la igualdad, la solidaridad, el cosmopolitismo; pero lo haré ejerciéndolos, no rodeándolos de alambre de espino. Amaré a las mujeres decididas y valientes, mis hermanas, mis camaradas. Me desprenderé de prejuicios. Porque no tengo miedo.

Y como no tengo miedo, me sobran las soflamas y las simulaciones de quienes pretenden convertir las sangrientas acciones de los monstruos en una oportunidad política. No me vendan estados de excepción, bombardeos sin tino y carreras armamentísticas que recortan derechos, siembran el odio y no garantizan seguridad alguna. Prefiero escuchar a John Lennon cantando Imagine que a François Hollande discurseando sobre la guerra que él y sus pares se empeñan en librar contra un enemigo fabricado por ellos mismos. Al menos, el beatle no fue verdugo sino víctima.

Haré chistes improcedentes (Je suis Charlie), me burlaré de los dioses, criticaré a los poderosos, seré tolerante, aborreceré a todo agente del terror... Pero me niego a tener miedo.

viernes, 15 de julio de 2016

Cataluña me desquicia... y España también 20160715

Cada vez veo a los catalanes (y en particular a los soberanistas) más celtibéricos, más españoles, más de la piel de toro (toro de Picasso, toro de La Vega, toro de Osborne, torico de Teruel). Por supuesto, en esto de los bienes que la Santa Madre y sus fervorosas siervas se llevaron p'allá y ahora hay que traer p'acá lo están bordando. Resulta que los mismos patriotas capaces de reclamar y lograr los papeles de Salamanca se empeñan en no ceder unos retablos y otras maravillas que obviamente provienen de Aragón y aquí deberían volver, aunque sólo fuese para acabar con este conflicto primero molesto, luego irritante y ahora hiriente. El Parlament y el patronato del Museo Nacional de Arte de Cataluña se han puesto bordes y respondones, pese a las sentencias y los exhortos. Lo más genial del caso es que en esta última entidad está presente el Ministerio de Cultura español (o sea, español de España), ¡que tampoco echó una mano! Ahí, ya ven, se ha cumplido de nuevo el principio de que a la Tierra Noble se las dan, con perdón, por delante y por detrás.

Esta incapacidad para entender las razones del otro y tratarle como quisiéramos ser tratados es cosa de nacionalistas y de cualquier hispano (centralista o periférico) que tenga alguna manera concreta de pensar. Cierto: si las obras de arte religioso aragonés que están en Lérida y Barcelona fuesen catalanas y anduvieran en museos de Zaragoza y Huesca, nuestros vecinos estarían poniendo el grito en el cielo y su victimismo alcanzaría récords (en un país de países donde todos suelen hacerse la víctima, empezando por los verdugos).

Pero si un ministro del Interior socialista o, peor aún, podemista hubiera sido grabado mientras conspiraba para utilizar los recursos públicos en una sucia maniobra política... ¿No estaría la derecha oficiando funerales por el Estado de Derecho y exigiendo dimisiones y castigos ejemplares. Natural. Y así todo. En plan transversal: animalistas contra taurinos; los EREs frente a la Gürtel (y el resto del putiferio); las izquierdas vs las derechas; los del PSOE y los de Podemos... Leyes del embudo a tutiplén. Qué murga. 

miércoles, 13 de julio de 2016

A todo nos acostumbramos... De momento 20160713

A todo se adapta el ser humano. O casi. Yo he escuchado a personas sensatas comentar con resignada y aburrida comprensión la evasión fiscal de los multimillonarios (creo que los Papeles de Panamá han contribuido a incrementar ese fatalismo), pues así han sido siempre las cosas y así serán. Las infumables conversaciones del ministro (en funciones) del Interior han acabado pasando con alguna pena y sin ninguna gloria... Pero han pasado, porque el personal da por sentada cualquier cosa antidemocrática o miserable, con tal de que la perpetren quienes pueden hacerlo. Tranquilos. La Copa América que organizó el PP valenciano ha dejado un agujero de más de trescientos millones. Como si nada. Motorland ya arrastra un déficit acumulado de ciento veinte millones. Sin embargo, en la Tierra Noble detalles como este ya no inquietan a una opinión pública desarbolada. Seguiremos apoquinando antes que echar abajo los trampantojos de la política de escaparate, carísima, absurda y esencialmente corrupta. He leído por ahí que José María Aznar es el único tramposo de la foto de las Azores que todavía no ha dado explicación alguna sobre las mentiras previas a la nefasta invasión de Irak. Pero es que a él las explicaciones le sobran. Además... ¿Quién se acuerda de aquello en esta España hecha a todo?

Me preguntan sobre la posibilidad de que volvamos a votar en menos de seis meses. No sé, contesto. Habiendo tolerado tantas cosas a quienes han venido gobernándonos, parece imposible que nos tengan algún respeto. Pasa en toda la UE. Durao Barroso, expresidente de la Comisión Europea, acaba de fichar por la banca Goldman Sachs, en un ejercicio de puerta giratoria que habrá dejado patidifuso al mismísimo Pablo Iglesias. Mientras, aquí, en la piel de toro (toro asesinado, toro asesino, toro violador, toro patriótico), nadie quiere gobernar (salvo el PP) y todos pretenden hacer oposición (salvo Rajoy). Las playas están llenas, la caja de la Seguridad Social se sigue vaciando, la deuda pública y el déficit nos tienen contra las cuerdas. Pero nos hemos acostumbrado. Sólo da miedo, oye, votar a Podemos. 

martes, 12 de julio de 2016

... Y encima se ha muerto Dedé 'La Sardine' 20160712

Me fui aventado tras la última campaña electoral, repleto de escepticismo e indiferencia, cansado. Pero el inicio de julio me pilló en San Sebastián, en un curso de verano de la Universidad el País Vasco titulado La política twiteada, lo cual indica que me quejo de vicio o más bien que la comunicación y sus teorías son un vicio para mí. Entre tanto, se ha ido viendo que no cabe descartar otra cita con las urnas, porque Rajoy sigue sin lograr los apoyos que necesita para ser investido y formar gobierno. No sería, a la postre, sino la evidencia de que la ciudadanía tiene entre manos un dilema difícil de resolver: o se queda en el redil de la ortodoxia político-financiera y acepta la lenta pero inexorable destrucción del Estado del Bienestar (y del Estado en general)... o se arriesga a desafiar a los amos de Europa, ese grupo de altísimos financieros y burócratas que manejan sin piedad el devaluado destino de los mindundis. O sea, o manda Mariano, en cuyo caso el Eurogrupo y el Banco Central Europeo no cerrarán el gotero de la financiación... o se suben a la peana las izquierdas, y entonces esas mismas instituciones nos cortarán ipso facto la respiración asistida. Elijan.

Total, que el PP se mantiene en sus trece, el PSOE es una incógnita, Ciudadanos se ha hecho un lío con la bisagra de tanto girarla para un lado y para el otro... y Podemos se lame las heridas mientras recupera el aliento y la calma porque los otros le han hecho el favor de dejarle fuera de juego.

Por lo demás, parece que Lambán se ha integrado en el Partido Socialista del Sur y que la Cámara de Cuentas certificó el demencial saldo económico de Motorland, donde el erario aragonés se desangra sin remedio ni provecho. Murió por propia voluntad el filósofo y activista Antonio Aramayona (¡hasta siempre. amigo!). Y ayer mismo, al volver a la Redacción, me enteré de otro fallecimiento, el de André Guelfi, el mítico Dedé La Sardine, cuya sombra se proyectó sobre aquel delirio llamado Gran Scala. Tenía 93 años y ya no se había movido de su último refugio en Saint Barth, en el Caribe. No creo que Biel y Aliaga acudiesen a su funeral. Desagradecidos. 

domingo, 3 de julio de 2016

El Ohio de España 20160703

PP y PSOE movilizaron a sus votantes en todos los ámbitos, también en los de naturaleza más urbana, donde el pinchazo de Unidos Podemos y el estancamiento de Ciudadanos resulta significativo.

No falló. Aragón, el Ohio de España, funcionó como un promedio casi perfecto del conjunto del Estado. Los resultados electorales fotocopiaron los del 20-D, tanto en asignación de escaños en el Congreso, como de asientos en el Senado. A su vez, la evolución de los porcentajes de voto se ajustó a la media, con un PP al alza y un PSOE que resistió al sorpasso y mostró algún signo de recuperación. Moderado éxito de los partidos tradicionales, sobre todo del conservador. Mientras, Unidos Podemos retrocedía de manera evidente con respecto a la suma de los sufragios obtenidos en diciembre por Podemos y Unidad Popular; a su vez, Ciudadanos todavía se mantuvo ligeramente por encima de su propia marca en el conjunto del país, pero apuntó signos de estancamiento, si no de flaqueza.

Así que el análisis de todo ello resulta obvio: el bipartidismo está cogiendo aire y las nuevas formaciones empiezan a mostrar síntomas de fatiga, sobre todo Podemos y sus segundas y aun terceras marcas. ¿Por qué sucede tal cosa? Pues por las mismas razones que en otras comunidades. La causa es una suma de factores que Aragón sintetiza con esa extraordinaria capacidad para ceñirse al viento que sopla en la opinión pública española. Cabe explicar algunas claves del 26-J pasando revista al reparto que llena nuestra escena política e institucional. Pero más allá de los aspectos específicos (diferenciales, dirán algunos), lo ocurrido aquí tiene desencadenantes generales. Volvemos al promedio.

Buscando motivos

¿Le ha ido bien al PP porque llevaba en sus listas de Zaragoza, Huesca y Teruel candidatos atractivos? ¿Ha resistido el PSOE porque su programa tocaba bien las necesidades e intereses de los aragoneses? ¿Le ha perjudicado a Podemos dejar a CHA fuera de su coalición con IU? ¿Está frenado Ciudadanos porque sus representantes en las instituciones de la comunidad no parecen capaces de coger algún protagonismo?... Seguro que sí, que todo esto ha repercutido, aunque a veces sea imposible explicarse el porqué. Pero es también seguro que la movilización del voto del miedo (o de la precaución, si prefieren), el impacto del brexit, la mayor o menor adhesión a los primeros candidatos de los respectivos partidos (Mariano Rajoy, Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, Albert Rivera) han tenido mucho que ver.

Por la misma regla de tres que Mariano Rajoy, con un programa improbable, cercado por los escándalos y refugiado en un argumentario harto primitivo, ha logrado movilizar al electorado conservador, Eloy Suárez ha recuperado más de cuatro puntos y medio en Zaragoza provincia y casi cinco en la capital. En total, casi 28.000 papeletas. Y fue así no tanto porque la gente de derechas volviese a la marca habitual tras experimentar con Ciudadanos, cuyas pérdidas paralelas no fueron mucho más allá de un punto porcentual, sino porque una parte de dicha gente, que en diciembre se quedó en casa, esta vez hizo un esfuerzo, llegó antes del Pirineo o de la Costa Dorada y se acercó a echar las papeletas- por si acaso. Ninguno de ellos se creyó a Rajoy cuando vino a decirnos sin demasiada convicción que su gobierno ha sido generoso con Aragón (que no lo ha sido). Quiere decirse: ¿encandiló a los turolenses el jefe del PP? Más probable es que su advertencias sobre lo que podría pasarle a este país si llegaban a gobernar los populistas calase en una provincia avejentada, ahorradora, conservadora y rural. Además, el PAR todavía tiene alguna implantación allí. Consecuencia: seis puntos más que el 20-D, 43,36% en la capital, 41,34% en la provincia. Pura España profunda.

Situemos el foco sobre el PSOE. En Huesca, donde mejor: cuatro puntos por encima de diciembre. ¿Por las habilidades políticas del presidente de la diputación provincial, Miguel Gracia, y del alcalde de la capital, Luis Felipe? Sin duda. Pero también porque el Alto Aragón ha sido siempre un feudo socialista, y la memoria ha funcionado a la hora de tirar de orgullo y afrontar el posible sorpasso. Ambos factores han impulsado a los socialistas oscenses en mayor medida que a sus compañeros de Zaragoza y Teruel. En conjunto, no obstante, bastante bien. Qué es mérito suyo y qué demérito de la competencia por la izquierda es una incógnita a la que les convendría asomarse con interés y sin triunfalismos. El PP les ha desbordado y pone sobre la mesa una tendencia peligrosa para el futuro.

Podemos, como en casi toda España, tropezó el 26-J con una realidad que por inesperada (las encuestas decían otra cosa- hasta que llegó el recuento). No funcionó la alianza con IU (se notó la caída allí donde los de Alberto Garzón suelen tener cierta implantación electoral). Candidaturas como la de Zaragoza, tocada, retocada y vuelta a tocar, naufragaron, perdida ya la inercia de seis meses atrás. Pero es que además Unidos Podemos (donde no estaba CHA, aunque quizás eso no fuese tan significativo) sufrió de forma clamorosa la abstención de las izquierdas, ese repliegue que se dejó notar por doquier.

Debate interno

Existe un debate interno en Podemos y sus partidos asociados que no sabemos dónde acabará. La victoria tiene muchos padres, pero la derrota es huérfana. En Aragón, las miradas se dirigieron inmediatamente hacia Zaragoza capital, donde se había producido una caída de cinco puntos sobre los resultados anteriores que ya no fueron para tirar cohetes. ¿Reflejaba la pérdida de popularidad de ZeC y el alcalde Pedro Santisteve? ¿Acaso no había pasado lo mismo en Cádiz y otras capitales gobernadas actualmente por ayuntamientos del cambio? Elemental. Santisteve y su abigarrado equipo (donde por cierto también hay notables dirigentes de IU y en particular del Partido Comunista) no está resolviendo bien su complicada papeleta. No transmite, no comunica, no está bien asesorado y más de un año después se le sigue notando (como al resto de los suyos) que no domina las claves de una gestión municipal condicionada para mal por la herencia recibida. Pero, ojo, que en Huesca también hay que contabilizar una bajada de cuatro puntos. Y más aún en Teruel, donde el podemismo está en la oposición, pese a lo cual ha perdido más de cinco puntos.

Pablo Echenique tendrá que hacérselo mirar. Él tampoco domina la política autonómica. No tiene un discurso potente. Carece de estrategia. Está perdiendo los pulsos con Javier Lambán. Como Santisteve los pierde, contra toda lógica, cuando se enfrenta a Carlos Pérez Anadón. En Aragón, Podemos no ha sabido reconocer con precisión a sus votantes actuales y potenciales (sigue condicionado por los estereotipos alternativos). Pero- ¿no es eso, precisamente, lo que le sucede a la formación morada en buena parte de España? ¿Por qué, si no, Iglesias es el político que más rechazo genera?

Ciudadanos, finalmente, es en esta comunidad una formación fantasmal. Sus cargos públicos no son conocidos- ni se dan a conocer. No sabemos casi nada de su actividad en las instituciones. Más allá del referente que supone un Rivera cada vez más socarrado por su sobreexposición o una Inés Arrimadas, ¿dónde está el partido naranja en Zaragoza, Huesca o Teruel? ¿Qué dice?, ¿qué hace? Es cierto que ha logrado aguantar el tirón con pequ ñas correcciones a la baja pero sin derrumbarse. El problema es que con un 16,20% del voto aragonés no se puede pasar de lo testimonial: un diputado, y gracias.

Es decir, los resultados son un promedio por causas igualmente promediadas. No existe otro milagro sociológico en el Ohio español. Somos el reflejo de Celtiberia y reproducimos con exquisita fidelidad sus taras, sus virtudes, sus filias y sus fobias. Coges este desquiciante país de países, lo sumas todo, divides por sus partes y sale Aragón.