viernes, 31 de octubre de 2014

Tener razón (o no tenerla en absoluto) 20141031

Este último domingo, Heraldo publicó que investigadores de la Universidad de Zaragoza han encontrado rastros de lindano en los ibones del Pirineo. Pues sí... Hace más de 20 años el mismo diario dio idéntica noticia, solo que entonces los análisis corrían por cuenta de Greenpeace. Bien se ve que la actualidad aragonesa gira una y otra vez sobre sí misma, entre otras cosas porque quienes advierten de los problemas o auguran algún desastre son ignorados sucesivamente incluso cuando se ha comprobado una y mil veces que les asiste la razón. En los 90, los ecologistas denunciaron lo que pasaba en Inquinosa. Fueron rechazados, presionados, agredidos e incluso acusados de haberse vendido a los competidores de dicha empresa. Pero estaban en lo cierto, claro. Como lo estuvieron cuando hace unos pocos meses advirtieron de que el movimiento de tierra contaminada en Bailín se estaba haciendo en pésimas condiciones. Poco después había que prohibir el consumo del agua del grifo en varias localidades de la ribera del Gállego. Elemental.

Otra del domingo. Apenas 24 horas después de que la Confederación Hidrográfica del Ebro asegurase que ya estaban resueltos los deslizamientos en la ladera donde se asentará la nueva presa del recrecimiento de Yesa, EL PERIÓDICO publicaba fotografías de enormes grietas en dicha zona. Días más tarde, las imágenes mostraban un monumental desprendimiento. Esa obra está maldita y es innecesaria. Pero los jefes (del PP, del PSOE y del PAR) se han empeñado en hacerla. Y ahí vienen enterrando millones sin conocimiento; los mismos millones que faltan para iniciativas mucho más sensatas y necesarias. A los más perspicaces y avisados se les podrá llamar ecolojetas, pesimistas, agoreros u oponerles cualquier argumentario para imbéciles... Pero tienen razón. Lo cual no sirve de gran cosa en una tierra donde las instituciones y parte de la sociedad se pasaron años creyendo que unos caraduras de tres al cuarto iban a construir un nuevo Las Vegas en la estepa monegrina. Y, ¡ja!, todos podrían pillar su parte y chupar del bote y colorín colorado...

JLC  31/10/2014

jueves, 30 de octubre de 2014

¡No penséis en Podemos!, grita el Sistema 20141030

Es todo: las concesiones de los servicios, las obras públicas, los informes... la informática. También han detenido por púnico al jefe de la agencia encargada de las comunicaciones electrónicas en el Gobierno de Madrid (el autónomo, quiero decir). A nadie del ramo le ha extrañado. Viene siendo práctica habitual de las instituciones encargar su software a consultoras amigas. A precios desproporcionados. Pasa en Puerta del Sol y en el Pignatelli. El actual Gobierno aragonés (por poner un caso) se empeñó en cambiar el programa usado en la gestión de los institutos de Enseñanza Media. ¿Y por qué tal cambio? Pues para adjudicar el nuevo contrato, por un pastonazo inverosímil, a una empresa de la onda superfáctica gerenciada por un exconcejal del PP y dirigente de la patronal zaragozana. Pero... ¿saben lo mejor? El programa en cuestión no funciona. El escándalo recorre las redes sociales. Es lo que hay, diría un cínico.

Ayer, la sesión en el Congreso de los Diputados demostró una vez más que el Sistema está KO. Algunos políticos en activo todavía pretenden sosegar a la opinión pública con medidas regeneracionistas. Pero ninguno de ellos se plantea siquiera la posibilidad de volcar en las webs oficiales toda la información pertinente: expedientes, contabilidades, contratos, sueldos... Toda. Solo les angustia que la tregua decidida por los gurús de la demoscopia (que llevan meses sin meterse en sondeos electorales) se va a romper muy pronto: la próxima oleada del CIS trae predicción de voto. Es un secreto a voces que Podemos ya ha dejado atrás al PSOE y acosa al PP, incluso que es la primera opción en intención directa. No sé cómo guisarán el plato, pero de momento los jefes están cagaditos.

Unos recomiendan no pensar siquiera en Podemos. Otros prefieren mentar mil veces el fantasma que recorre España, a ver si la gente se acojona y se aferra a lo malo conocido. Ahora bien... ¿en qué momento la ciudadanía perderá el miedo a lo que pueda venir, convencida al fin de que no puede haber nada tan inmoral ni tan destructivo como el propio Sistema? Más aún: ¿es esto un Sistema, o un caos donde medran los canallas? 

miércoles, 29 de octubre de 2014

Tiene que llover... a cántaros 20141029

A la inmensa mayoría de los ciudadanos no les conmueven ya las comparecencias de los jefes pidiendo perdón. El papelito que leyó Rajoy en el Senado solo convenció a los fans más entregados. Antes, Aguirre había mentido descaradamente en su acto de contricción (dijo no conocer a unos alcaldes a quienes jaleaba y abrazaba, con quienes compartía mesa navideña y a los que nominó personalmente). Las excusas no cuelan. Ni siquiera las expulsiones sobre la marcha. Aquí solo cabe una catarsis que renueve por completo la nómina de políticos, sindicalistas y empresarios emblemáticos, y un ejercicio de transparencia absoluta que permita el acceso inmediato a los expedientes y decisiones que se toman en las instituciones.

Vivimos en un país marcado por la pervivencia de patologías sociales y políticas que provienen de nuestro turbio pasado. De alguna manera tendremos que quitárnoslas de encima. El PSOE ni pudo ni supo ni quiso. El conjunto de las organizaciones implicadas de alguna forma en eso que llamamos el poder degeneraron en sectas regidas por el autoritarismo de los dirigentes, los mecanismos de cooptación y la lucha entre familias. No solo los partidos. ¿Cómo se explican, si no, los escándalos protagonizados por altos dirigentes de las patronales, siempre arropados por sus pares? ¿Y qué me dicen de las sindicatos, cuyos secretarios generales siguen impertérritos pilotando la travesía entre las corruptelas, el descrédito y la ruina?

Tiene que llover a cántaros. Un diluvio. No solo en Madrid, no solo en Barcelona, no solo en Valencia o Sevilla. También aquí. Es impresentable que anteayer mismo compareciese ante las Cortes el consejero delegado de la Corporación de las empresas públicas aragonesas sin detallar las cuentas, sin aportar documentación, sin bucear en el agujero, sin despejar los trampantojos contables (las sociedades pierden cien millones cada año, pero además drenan los presupuestos de la DGA por muy diversos medios). Todos esos pormenores deberían estar a disposición de los diputados... o de cualquier aragonés interesado.

Ya vendrán las elecciones, ya. 

martes, 28 de octubre de 2014

¡Bah!, la corrupción es poca (dijo Mariano) 20141028

No habían pasado 24 horas desde que Mariano Rajoy asegurase que en España la corrupción es "poca cosa". Y ¡catacrock!, llega la Operación Púnica. Salen a la luz adjudicaciones de obra pública trucadas por valor de 200 y pico millones. Al 3% de comisión, o sea, lo normal. En la carnicería de mi barrio, las amas de casa se subían por las paredes. A mí me dio por tomarme la cosa a risa (es preferible reír que llorar), sobre todo por la caída de Francisco Granados, el killer pepero, el chulo de la TDT Party, el que sentaba cátedra privatizadora, el que movió los hilos del tamayazo (que fue la manera en que una mafia de políticos conservadores, constructores y sociatas ful se hizo con Madrid, con su caja de ahorros y con la fábrica de pelotazos inmobiliarios). Ver por la tele a la colérica Aguirre decir que ella no sabía nada de lo que se cocía en su entorno ("ese señor", dijo para referirse al tal Granados, como si nunca hubiesen sido uña y carne) aumentó mi hilaridad. Me disculpen. Mariano, el gran jefe, es un tipo perseverante, cachazudo... y gafe. Su última pirueta argumentaria pretendía dejar en segundo plano la corrupción, tapándola con la supuesta recuperación económica. Ayer le tocaba celebrar el éxito de los bancos españoles en el test de resistencia. Pero la redada le rompió el ritmo. Además, al cierre de la bolsa las entidades financieras cotizaban a la baja. Vender el final de la crisis resulta tan ridículo que los esfuerzos de Rajoy y su camarilla también evolucionan hacia el chiste. Lo único que consolará tal vez a los peperos vocacionales es que en la Operación Púnica además de abundantes romanos han caído algunos cartagineses, empezando por el alcalde socialista de Parla, amigo y delfín de Tomás Gómez. Seguro que este también llama "ese señor" a su imputado colega.

Mientras, Podemos decidía su modelo organizativo (de acuerdo con la tesis de Iglesias y los de la Complu). Desde el sistema gritan que vienen los populistas, ¡los populistas!, para conjurar así la amenaza que proyecta sobre ellos el nuevo partido. ¿Populistas? Y entonces... ¿qué son ellos? ¿Cómo deberíamos denominarlos? 

lunes, 27 de octubre de 2014

Futuro candidato quiere puesto... 'de salir' 20141027

Con primarias o más bien sin primarias, los cabeza de cartel para las próximas autonómicas y municipales van asomándose poco a poco. La confección de las candidaturas tiene esta vez más morbo y va a ser más complicada y tensa. Ninguna fuerza política tiene una idea muy clara de sus posibilidades reales, y los puestos de salir seguro serán menos que nunca. PP y PSOE hacen cuentas: no podrán garantizar un escaño en las Cortes o una concejalía en las capitales (o en los pueblos) a quienes no ocupen las primeras plazas en las listas. CHA y PAR ven, además, cómo la tensión territorial que vive España les está dejando sin espacio, pinzados por el órdago catalán y el cerrojazo español.

Así que todos los candidatos con afán de merecer se miran de reojo. Retorcidos pactos previos determinarán la ubicación de cada cual. El otro día, a un edil zaragozano le advertía uno de su partido que en mayo a lo peor no conseguían más de cuatro concejales. "Bueno --replicó el aludido--, de lo que se trata es de ser uno de ellos". El sálvese quien pueda resuena por todas las tripas del sistema. Y el último, que apague la luz.

Han causado cierta sensación en los ambientes conservadores unas declaraciones hechas en 13TV (Cope) por el que fue presidente de Alianza Popular, Hernández Mancha. Su tesis (que encantó a la parroquia) es que el PP seguirá mandando en la mayoría de las instituciones porque, a la hora de la verdad, el personal tendrá canguelo (el voto del miedo, dijo textualmente) y se aferrará a lo conocido. Las generales marcarán el ritmo definitivo del nuevo juego: Rajoy volverá a ser el más votado y aunque no obtenga mayoría absoluta contará finalmente con el apoyo parlamentario del PSOE. "¿Y por qué no una gran coalición --agregó-- si a los socialistas les ofrecen... pongamos que tres ministerios?".

Así están las cosas. Cada cual mira por lo suyo o se refugia en un cínico pragmatismo, en el recurso al chantaje. El tinglado político se ha derrumbado. Sus tradicionales beneficiarios solo aspiran a repartirse los escombros. Luego, que sea lo que los dioses quieran. O ya saben qué.

JLT  27/10/2014

domingo, 26 de octubre de 2014

No toda la herencia era tan mala 20141026

Como dice nuestra presidenta, la herencia recibida por el actual Gobierno de Aragón fue mala, tirando a peor. Facturas en los cajones, sociedades públicas desmadradas, proyectos sin ton ni son y cosas feas. Vale. Pero... ¿eso fue todo? Alguien (ya que el PSOE es incapaz de generar un argumentario en esa línea) debería recordar que no, que la herencia también traía cosas que no estaban nada mal, o incluso que estaban muy bien. En toda España, el PP se encontró con unas infraestructuras tal vez hiperdimensionadas pero en todo caso magníficas. O con un suculento fondo de reserva de la Seguridad Social que ahora gasta sin cortarse un pelo. O con unos servicios públicos gratuitos y universales de buena calidad. En la Tierra Noble, sin ir más lejos, la educación estaba integrando recursos informáticos en una operación no exenta de disfunciones pero muy interesante y necesaria. La sanidad provocaba un alto grado de satisfacción en sus usuarios (y con la inercia de esa renta va tirando a fecha de hoy). Los servicios sociales incrementaban su operatividad y su alcance... Hoy, esa herencia se deprecia o es alegremente malbaratada. ¡O, sí!, ya sé que la retórica gubernamental niega la mayor y asegura que los citados servicios han sido salvados gracias a los ajustes. Pero eso no se lo cree nadie que esté en la calle, y muchos menos aquellos que tienen alguna relación con las administraciones, sea como empleados o como usuarios.

Esta semana se celebraron en Huesca unas Jornadas de Evaluación y Gestión de Costes Sanitarios directamente conectadas en su contenido con la nueva visión de quienes administran hoy la famosa herencia. La cuestión sobre el tapete no podía ser más obvia (desde el punto de vista conservador): la sanidad pública debe ser planificada reduciendo costes y utilizando mecanismos de gestión privados. Oliván, nuestro inefable consejero, se desahogó afirmando que los recortes ya debieran haberse producido antes de la crisis (tal vez para evitarse él algún mal rato). Y que, pese al descenso del gasto, todo funciona de maravilla. Ya... ¿y el incremento de las listas de espera?, ¿y el malestar de los profesionales?, ¿y el progresivo deterioro de unos equipos que dentro de diez años no serán ni sombra de lo que fueron? Porque, claro, todo es cuestión de tiempo. Hace una década, la sanidad madrileña todavía era capaz de atender emergencias de tremenda envergadura como los atentados del 11-M. Hoy no ha podido manejar adecuadamente dos casos de ébola importados, por no hablar de lo que pasó con la enfermera Teresa Romero.

Ojo con la herencia y cómo es administrada. Porque, al paso que llevamos, si los unos dejaron los cajones llenos de facturas sin pagar, los otros no van a dejar... ni los cajones.

JLT  26/10/2014

sábado, 25 de octubre de 2014

Rebeldes con (demasiada) causa 20141025

Pasé la tarde de ayer pendiente de si la Pantoja entraba, o no, en prisión. Pero el tema quedó pendiente de un informe de la Fiscalía. Bueno, me dije, a lo mejor tiene suerte, como Fabra, el de Castellón, y sigue fuera hasta que le echen una mano, un indulto o qué se yo. En cualquier caso, España parece un trailer de la peli Todos a la cárcel. Al PP ya le han envirutado a unos cuantos ministros de la era Aznar, empezando por quien fue su vice y ministro de Economía, además de director del Fondo Monetario Internacional (lo cual nos indica en qué manos suelen estar los grandes asuntos públicos). El PSOE arrastra como puede su cruz andalusí. A IU le zumban las balas perdidas. Patronales y sindicatos descubren (aquellas con inaudita tranquilidad, estos con una especie de perplejo agobio) qué clase de gente ha venido usando sus respectivas siglas. Y luego, el escándalo catalán: la soberbia historia de la familia (presuntamente) cleptómana, que gobernaba y hacía malabares financieros al mismo tiempo... Lo de la folclórica venía a ser la alucinante guinda del pastel, el toque surreal y almodovariano. Aunque no debemos olvidar que Isabel, pobrecita, ha acabado tan mal por culpa... de un alcalde. Todo es política, amigos.

Muchos confían en los jueces y ponen en sus manos la ingente tarea de enderezar este país. Otros aseguran que el actual Gobierno ya toma medidas para hacer imposible la corrupción. Algunos incluso pretenden que los acuerdos entre el PP y el PSOE promoverán, al fin, un regeneracionismo radical. Tengo mis dudas, aunque simpatizo con la causa y el cometido de los jueces que están metiéndole mano al mondongo. El problema radica en que, mientras salen a la luz mamoneos de hace cinco, diez años o más, no existe garantía alguna de que en estos mismos momentos no se estén cerrando tratos, contratas, adjudicaciones, subvenciones y apaños fiscales menos onerosos para los contribuyentes que los urdidos ayer. Y me malicio que sí, que se están cerrando. Lo único que los métodos son más sofisticados, menos obvios. Ha llegado la hora de la gran estafa homologada. Se ha de robar... con todas las de la ley. 

viernes, 24 de octubre de 2014

Cosas y casos del 'antiguo régimen' 20141024

Cuando digo antiguo régimen no me refiero al de Franco, aunque este se basaba en aquel. Hablo de lo que describió el periodista norteamericano Jay Allen cuando se dirigía a sus lectores en 1936: "En 1930, España se asemejaba, salvo en algunas ciudades y zonas industrializadas, a la Francia de antes de 1789". O sea, l'Ancien Régime, el sistema despótico y posfeudal aplastado en el país vecino por la Revolución. Aquí, sin embargo, tal sistema sobrevivió, evolucionando a la gatopardesca. Creímos que la Transición lo había sepultado por fin, pero luego hemos visto cómo ha sido capaz de reponerse y sepultar, a su vez, los mejores impulsos del 78. De ahí la corrupción, la picaresca, los intentos de trucar la democracia y esta atmósfera absurda, en la que las superburocracias políticas y económicas hacen de las suyas impunemente, o casi.

Solo en semejante ambiente podía darse el caso del pequeño Nicolás. Las aventuras de este sujeto son tan complejas e interesantes que no tienen explicación... salvo que estuvieran rodeadas de complicidades de alto copete (el PP, la FAES, el CNI o la Santísima Trinidad). Pero recuerden: los estafadores de alto vuelo que actuaban disfrazados de nobles riquísimos, indianos multimillonarios, príncipes de la Iglesia o próximos a las más altas jerarquías del Estado fueron un clásico en el siglos XIX y en el XX, incluidos los 40 años de Franco. ¿Por qué? Pues porque aquella sociedad, sometida a un poder sin réplica, se plegaba de inmediato a los meros reflejos formales de tal poder. Por eso, que Nicolasito haya ejecutado hoy la misma peripecia resulta muy revelador. El viejo régimen sigue ahí. Si no, una manipulación semejante (¡y a semejante nivel!) del protocolo y el aparato institucional hubiera sido imposible.

No es solo cosa del PP. El PSOE y otros partidos también han caído en la vieja trampa (al tocar poder, quisieron homologarse en hábitos y prebendas). Sea como fuere, y aunque en todas partes cuecen habas, nuestro desfase histórico y nuestros vicios tienen características propias. Necesitamos poner en pie un nuevo régimen. Y para eso están las urnas, ¿no? 

jueves, 23 de octubre de 2014

Hasta aquí estoy de las obviedades 20141023

Cuando digo aquí, me refiero a cualquier parte de mi anatomía. Porque mi hartazgo es absoluto. A estas alturas es todo ya tan obvio, tan evidente, que el mero hecho de debatir sobre ciertas cosas produce una pereza invencible, un aburrimiento total.

Vean ustedes el caso de Nicolás, el veinteañero que se infiltró hasta lo más profundo del poder sin más pasaporte que sus delirios, su verborrea, un buen traje, un coche con escolta y un carnet de las Nuevas Generaciones del PP. ¿Qué cabe deducir de este chusco episodio de la actualidad? Pues que los ritos institucionales (sobre todo si los oficia la derecha, maestra en ese arte) son apenas un teatrillo accesible a cualquiera, siempre y cuando lleve el disfraz adecuado y pronuncie las palabras mágicas. Casi todo es mentira, los trepas y los jetas pululan por doquier, los hábitos (traje a la medida, camisa blanca de popelín o seda con puños para gemelos, corbata ad hoc y zapatos de artesanía) hacen al monje (paniaguado simple, comisionista, conseguidor, estafador o mangante). Nicolasito es la calcomanía juvenil de los blesas, ratos, acebes y bárcenas, por eso entraba en los palacios y se codeaba con los jefes. Mientras buena parte de sus coetáneos clamaba contra la casta, él se disfrazaba de castizo. Y colaba.

Es obvio que la economía no despega ni de coña... que el Sistema está entregado a los intereses de la burocracia que maneja las grandes compañías y bancos... que España acumula una deuda impagable e ilegítima... que el actual Gobierno pretende privatizar los servicios públicos para generar nuevos nichos de negocio... que ese mismo Gobierno (y su terminal madrileña y sus agentes mediáticos) sobreactúa al celebrar la curación de Teresa Romero tras haber apostado de entrada por culparla del contagio y esperar a que su probable fallecimiento convirtiera en versión única la mentira del fallo humano... que Hacienda no somos todos sino sólo quienes cotizamos como personas físicas por ingresos totalmente controlados... En fin, no hay que ser ningún lumbreras para captar la situación. Es todo demasiado evidente. Y ya carga. 

miércoles, 22 de octubre de 2014

Empresas públicas aragonesas, el agujero 20141022

El consejero de Presidencia del Gobierno aragonés, Roberto Bermúdez de Castro, dice bien cuando propone controlar más y mucho mejor a las empresas públicas aragonesas. Bueno... él mismo es presidente una de ellas (participada al 50% por Ibercaja), Aramón, y me consta que intenta poner un mínimo de orden en el organigrama, los sueldos del alto staff y el manejo de la sociedad, que es desde hace decenios uno de los agujeros negros descargados sobre las espaldas del sufrido contribuyente. Más control, sí. Más eficiencia. Más transparencia. Más realismo. Y se me olvidaba la principal: más vergüenza.

El barullo de Plaza, analizado anteayer en la Comisión de Investigación de las Cortes desde la perspectiva de los interventores, reflejó lo obvio: que la Plataforma, como otras empresas de la Corporación Pública, estuvo fuera de quicio durante años (en más de un decenio, sólo fue fiscalizada en cuatro ocasiones). Por falta de medios o de oportunidad o de lo que fuere, la Intervención (ahora la pongo con mayúscula pues se supone que es un organismo fundamental en cualquier institución pública) perdió hace tiempo de vista tanto a Plaza como a las demás. En estas condiciones, aún no ha sido posible llevar a cabo una auditoría seria de las distintas sociedades. ¿Deben 400 kilates?, ¿500?, ¿600? Habría que verlo y saberlo.

Sobre esas sociedades, los partidos del Sistema, PP, PSOE, PAR, sólo aportan cuando gobiernan datos e historias tan triunfalistas como falsos. Jamás recibieron las Cortes un informe empresa por empresa con su auténtica situación contable y un escandallo comprensible de gastos e ingresos. Todas o casi todas están en pérdidas. ¿Cuánto cuestan sus operaciones? Misterio. De cuando en cuando, las fuentes oficiales hablan de alguna de ellas (hace poco supimos, ¡al fin!, que cada GP de Motociclismo celebrado en Motorland cuesta más de 17 millones), mas cuando se hace el silencio, a temblar. ¿Desde cuándo no nos cuentan nada bonito sobre el aeródromo de Caudé o el parque tecnológico de Alcañiz o la actividad empresarial en Walka? Un pozo sin fondo. 

martes, 21 de octubre de 2014

Hay Podemos para (mucho) rato 20141021

El eurodiputado zaragozano Pablo Echenique, una de las cabezas visibles de la otra línea de Podemos, es un tipo extraordinario. Pero no son las virtudes que le adornan el motivo por el cual no pocos comentaristas del conservadurismo mediático se han puesto de su parte (en términos puramente retóricos, se comprende) en la pugna que mantiene con el otro Pablo, el Iglesias. Con su horizontalismo, su acefalia y su portavocía tridimensional, con su dirección parcialmente designada por sorteo (una invención del Partido Pirata) y su asamblearismo, Echenique, los troskistas y los quincemayistas puros sintetizan la vocación grupuscular y semiácrata de una izquierda desvertebrada que suele caer simpática a la derecha. A la postre, los reaccionarios españoles siempre quisieron que el otro bando se presentara en la palestra espontáneo, guapo, embrollado, sin jefes, sin disciplina y sin ideas claras. Como los anarquistas de los años 30, tan auténticos, tan antipolíticos, tan fáciles de infiltrar y tan proclives a la derrota.

En cambio, Iglesias despierta en el sistema un temor húmedo y rencoroso que no deja de agudizarse. Su propuesta para organizar Podemos con una dirección flexible pero nítida y un sistema para tomar decisiones en red pretende crear condiciones para la victoria electoral. Los de arriba tienen miedo, los de abajo están encantados. El Podemos fabricado y puesto en marcha en la Complutense y los círculos ilustrados de Madrid conecta perfectamente con la intuición de muchos ciudadanos que pillaron la onda en las pasadas europeas y ahora aspiran a que el nuevo partido tenga un liderazgo bien dibujado, a que elabore propuestas programáticas para un cambio tan radical como posible y a que sus éxitos electorales (en las municipales con la marca Ganemos) abrumen y saquen de sus casillas a los poderes convencionales. Por supuesto, a Iglesias, Monedero y los otros (que ganarán el debate interno), la réplica de Echenique y sus amigos les encaja perfectamente, pues así escenifican la vitalidad de su plataforma y la autenticidad del proceso que han puesto en marcha. Hay Podemos para rato. 

lunes, 20 de octubre de 2014

Nos estamos dando cuenta de lo que pasa 20141020

Tienen razón quienes advierten de que el escándalo de las tarjetas black es una mera anécdota si lo comparamos con situaciones mucho más importante e impactantes que se dan sin que el grueso de la opinión pública les preste atención o las llegue a entender. Pero, claro, asomarse a los gastos personales de los guajas que se beneficiaron de los incentivos de Caja Madrid no solo tiene su morbo, sino que además permite comprender la naturaleza de un sistema podrido. La gente de a pie se hace a la idea si le cuentan de banquetes, hotelazos, compras a tumba abierta, consumos en boites, clubs o pubs a las tres de la tarde (Rato), cacerías en Sudáfrica (Blesa, que luego fardó de haberse cargado a una cebra, que viene a ser como salir al monte y matar a un pobre burro)... porque todo eso es perfectamente descifrable. Mucho más que apaños milmillonarios, como el que ha beneficiado fiscalmente a grandes compañías del Ibex cuyas expansiones internacionales fueron subvencionadas sin más por el Gobierno con el dinero de todos. O la indemnización que, a propósito del fracasado Castor (el almacenamiento submarino de gas suspendido porque provocaba terremotos), va a recibir la concesionaria.

En todo caso, los palos de miles o cientos de miles de euros, que tanto indignan a la ciudadanía, son el síntoma de la maligna enfermedad que acaba machacándonos miles de millones. Caja Madrid-Bankia terminó costándonos 22.000 millones. Y los responsables se ven pillados por vez primera... por 300.000 o 400.00 euros. Pero es obvio que esta última cifra es el símbolo que identifica la primera. Más aún: el hecho de que parte de los tarjeteros fuesen, por un lado, personajes que han ocupado altas responsabilidades en la gestión económica del país (¡y cómo discurseaban sobre la necesidad de apretarse el cinturón y la insostenibilidad de los servicios públicos!), o por otro gente falsamente comprometida con la defensa de los intereses populares ilustra a la perfección sobre el carácter estructural de la crisis. Que no es solo económica, sino política y moral. Ya nos damos cuenta. 

domingo, 19 de octubre de 2014

Aragón, cada vez más aburrido y absurdo 20141019

El jueves, la presidenta del Gobierno aragonés concedió una entrevista en Aragón TV. Varios colegas se sentaron ante ella y fueron desgranando con previsible cortesía preguntas más bien abstractas, genéricas, de esas que permiten a una enhebradora de lugares comunes, como es Rudi, perorar durante rato y rato en un curioso vuelo sin motor ni aterrizaje. No hubo tensión ni debate ni concreción alguna... ni interés. El tostón fue mayúsculo. Sacó a relucir Luisa Fernanda números y clichés tan huecos como intraducibles al lenguaje de la ciudadanía. En realidad, la jefa nos aburrió porque hablaba en otro idioma, ese lenguaje específico de los burócratas del sistema en el que las cifras sustituyen a las personas y las palabras no sirven para describir la realidad sino para ocultarla.

Mientras, los portavoces del Ejecutivo autónomo han insistido en que la contaminación por lindano en la ribera del Gállego "no constituye un problema de salud pública". Hombre... si hay pueblos donde no se puede beber agua del grifo desde hace un mes, si tenemos un río con su red de pantanos y canales para riego en constante riesgo de ver sus aguas envenenadas por un producto de muy alta toxicidad, si la causa de todo ello dista de estar eliminada... la resultante es un problema de salud pública como la copa de un pino, de libro, de cajón, evidente, clamoroso. Negarlo es absurdo.

O escuchemos al inefable José Ángel Biel proponer salidas a su declinante PAR. Ahora se ha sacado de la manga unas primarias (que sin duda podrá controlar) para seguir retrasando el congreso de la formación, al tiempo que advierte a diestro y siniestro de que la estabilidad institucional está en juego si en las próximas elecciones se multiplican puertas y bisagras y él deja de ser imprescindible. ¿Estabilidad? ¿Estabilidad... para qué? Porque a fecha de hoy, Aragón no necesita tanto seguir empantanado sino experimentar un cambio radical que renueve objetivos y paradigmas. Eso, o el declinar de esta Tierra Noble se acelerará de nuevo.

Los presupuestos no se cumplen. Tampoco se presentan (como pasa ya con el del 2015) dentro de los plazos que marca el Estatuto. Los ejercicios contables se interrumpen a los nueve meses... Pero no son estos los principales problemas. Lo malo es que detrás de los números están los niños hambrientos sin beca de comedor, los alumnos paupérrimos sin beca de libros, los enfermos amontonados en los servicios de Urgencias, los funcionarios desmotivados y sumidos en el caos, los gestores incompetentes nombrados por razones de amiguismo político o mero nepotismo, los proyectos institucionales (el fruto de la estabilidad) que consumen recursos y dinero de la forma más absurda... O sea, la descarnada realidad. 

sábado, 18 de octubre de 2014

No te fíes de nadie, dijo el mafioso 20141018

En el último capítulo de la serie televisiva Gomorra, Genaro Savastano, joven boss de la Camorra, prepara una encerrona a otro mafioso que le disputa el control de su clan. Utiliza para ello a un niño, al que mantiene fascinado con su autoridad de capo. Le asegura que él le educará en la ley de las calles. Primera lección, le dice: "No te fíes de nadie. Ni siquiera de mí". Así son las reglas de las posmodernidad criminal que definen las sociedades duras, esas que están siendo construidas a toda velocidad al socaire de la crisis. La sospecha es imprescindible. Nadie puede ser honrado, y si alguien lo es tal vez se deba a que nunca tuvo una buena oportunidad para pasarse al bando de la oscuridad.

Como para corroborar esta impresión, la corrupción se extiende en progresión geométrica, viral se dice ahora. El adjetivo presunto se ha extendido incluso a farmacéuticos aragoneses acusados de revender medicinas que antes habían cobrado en falso a la sanidad pública. Por simpatía con esta súbita explosión, quienes están en el ajo advierten que, bueno, son muchos los usuarios de dicha sanidad que obtienen productos casi gratis usando la tarjeta y las recetas rojas de la abuelita. Y mejor no hablar de las relaciones entre los laboratorios y no pocos médicos, incentivados con regalos, viajes y otros placeres.

¿Puede funcionar una sociedad sometida a la tensión de una suspicacia absoluta? Supongo que no. Una cosa son las lógicas cauciones destinadas a impedir la vulneración de las normas y leyes, y otra muy distinta dar por sentado que todo el mundo es culpable hasta que se demuestre lo contrario. Sin unos códigos éticos y estéticos que impregnen a la ciudadanía y cuyo cumplimiento pueda darse por sentado, sin una reacción inmediata y tajante ante el más mínimo asomo de irregularidad, sin unos valores consolidados, sin confianza... no hay forma humana de construir nada. Y ahí está el quid de la cuestión. Solo los países donde se dan (en general) estas condiciones tienen futuro y ofrecen calidad de vida. En aquellos sometidos a la sucia ley de las calles, el porvenir distópico está servido. De miedo.
 

viernes, 17 de octubre de 2014

Duro con todos... menos con los míos 20141017

Oí la otra noche al presidente de los empresarios madrileños, Arturo Fernández, afirmar muy serio que sí, que lo de las tarjetas black ha sido un escándalo. ¡Pero sí él manejó una, y con ella se pagaba supuestas comidas en sus propios restaurantes! Bueno... nadie dijo que la coherencia intelectual fuese una virtud universal. Caben las excepciones, y el tal Fernández (como su cuñao Díaz Ferrán) es una de ellas. Así lo deben entender los asociados a la CEIM, porque en reciente reunión, lejos de mostrarle la puerta le pidieron en masa que siguiera siendo su líder... al menos hasta que pueda retirarse con honor.

La patronal arropa a los suyos. El Círculo de Empresarios de la misma Madrid que nos mata, no parece indignado con las declaraciones de su presidenta en relación con las trabajadoras en edad fértil. En el Colegio de Economistas de la supercapital únicamente algún colectivo progresista ha reclamado la destitución del presidente, Juan Iranzo, y del tesorero, Estanislao Rodríguez-Ponga, otros dos de la Banda de las Tarjetas. El primero de ambos declara a quien le quiere oír que las black eran apenas un incentivo, una especie de propina para vips. Y ahí se planta el menda, el mismo que desde hace años viene apareciendo en las tertulias del TDT Party afeando al personal de a pie haber vivido por encima de sus posibilidades. Qué tío.

Mano dura con todos... menos con los míos. En las dos grandes centrales sindicales (bueno, lo de grandes es un decir) siguen de secretarios generales, Méndez y Toxo, después de toda la mierda que ha caído y cae sobre ambas organizaciones. Increíble.

En las finanzas, en la política, ¡en el fútbol! Los actuales propietarios del Zaragoza lloran por las esquinas, porque Hacienda les aprieta las tabas y Anticorrupción investiga presuntas compraventas de antiguos partidos. ¿No hay otros equipos en idéntica circunstancia?, se preguntan en un guiño explícito a los sentimientos de la afición. ¿Por qué no les meten caña a ellos? Por supuesto, queda implícito que lo de cumplir con el fisco es un asunto menor. Además, ya pagamos impuestos los mindundis, ¿no?

JLT  17/10/2014

jueves, 16 de octubre de 2014

A Podemos se lo ponen a huevo 20141016

En Podemos coexisten hoy por hoy políticos de nuevo cuño que aseguran estar dispuestos a gobernar, antipolíticos que ni quieren gobernar ni sabrían cómo hacerlo, izquierdistas clásicos, posmodernos anarcoides, gentes que ignoran lo más básico y disimulan a base de lugares comunes, grupusculares de toda la vida, indignados, enfadados, cabreados... No será fácil articular tal maremágnum. Echenique, el eurodiputado zaragozano, ha convertido su elección en una peana desde la que propone (con el respaldo de Izquierda Anticapitalista y los quincemayistas más quincemayistas) un modelo de organización desvertebrada, con múltiples secretarios y portavoces, mil voces proclamando el fulgor de mil ideas. Lógicamente, el núcleo fundador (Iglesias y su círculo) tiene criterios más operativos. Porque si Podemos o quien sea ha de sacarnos de esta, no será solo con eternas y diletantes asambleas, sino con una participación consciente integrada en análisis y praxis razonables.

Tal vez Podemos solo sea un tigre de papel. Pero esta nueva oferta ha consolidado una marca electoral de enormes posibilidades. Lo ha conseguido desde criterios muy aceptables si comparamos nuestro fenómeno alternativo con el de Francia (Le Pen) o Italia (Grillo). Por eso el creciente apoyo electoral a Iglesias y los suyos tiene KO a los expertos en demoscopia.

A Podemos le basta con no implosionar y dejar que corra la bola. El sistema ya le hace el trabajo. Cada día que pasa aterriza con impactantes noticias sobre la monumental (e insultante) estafa llevada a cabo por las burocracias financieras, oligopólicas e institucionales. Y aunque algunas de dichas noticias resultan incomprensibles para la gente del común, otras son tan evidentes, tan sangrantes y asquerosas que el personal se sube por las paredes. "La próxima voto a Podemos", te dicen de manera simultánea tu vecina, tu sobrino, tu médico, tu colega... que no saben ni quien es Echenique, y al Coletas apenas lo han visto un par de veces por la tele. "¿Por qué harás tal cosa?", les preguntas. "Para joder a estos sinvergüenzas", te contestan. O sea, lo normal. 

miércoles, 15 de octubre de 2014

Cataluña, el mamoneo y todo lo demás 20141015

Dijo ayer la señora Sánchez Camacho que el proceso soberanista catalán ha muerto. Vale. Ahora solo queda afrontar el proceso participativo, las elecciones pebliscitarias, las nuevas campañas de agitación de la Asamblea Nacional y un mal rollo sin fin. Bueno, a lo peor sí finaliza... en cuanto emerja una candidatura única o unitaria cien por cien soberanista, se alce con la mayoría absoluta y el Parlament proclame la independencia. Pero entre tanto el PP tira cohetes, celebrando quizás el haberse convertido en un partido irrelevante en Cataluña o anticipando que el PSC-PSOE está a punto de seguir ese destino. Guay.

Hace tiempo (y no poco) que el problema catalán exige una salida política. Que no puede ser ni el encontronazo, ni la imposición por Madrid de una ley de parte, ni el desarrollo por los independentistas de un proceso trucado, sin garantías, impositivo y manejado por una élite que tiene tanto de "casta" como la que impera en el resto de las Españas. Solo pactando, legalizando y organizando en Cataluña un referéndum a la canadiense o a la británica se hubiese racionalizado la situación, con controles democráticos, con igualdad de oportunidades para todas las opciones, con un censo transparente, con una campaña limpia, con una pregunta clara, con unas consecuencias medidas... ¿Qué hubiera pasado? Es muy probable (o seguro) que el desenlace hubiera sido similar al de Quebec o Escocia. Pero ahora...

Ahora todo evolucionará a peor. Las posiciones se enconarán y los independentistas incrementarán su presión a ras de calle. La alternativa federal (la única lógica y homologable) quedará desbordada antes de hacerse realidad. A Rajoy... ya le va bien.

Mientras, la patronal capitalina y la CEOE disculpan las vergüenzas de Arturo Fernández, la Fiscalía (la que mima a los imputados de postín) reclama durísimas penas de cárcel a huelguistas del 15-M, Bruselas exige al Estado español que reclame a las grandes empresas miles de millones correspondientes a deducciones fiscales ilegales... Esto es la mundial. Eso sí, el PAR ha decidido celebrar primarias. Dios aprieta, pero no suelta. 

martes, 14 de octubre de 2014

No es un virus, es un test social y político 20141014

Bien mirado, el ébola actúa hoy no solo como un virus letal, sino también como un test que define social y políticamente el mundo actual, España incluida. Para empezar, la maldita enfermedad ha desvelado, una vez más, que los problemas globales acaban siendo locales, que África está abandonada a su suerte (salvo cuando de extraer sus materias primas se trata), que la diferencia entre ricos y pobres es, más que obscena, criminal, y que por desgracia no existen instrumentos de gobernanza a escala planetaria para afrontar situaciones límite como la que ahora mismo se vive en Liberia, Sierra Leona y Guinea. El ébola se alía con la injusticia y el egoísmo.

El virus ha puesto de relieve que España capea una aguda crisis sistémica, pilotada por el peor Gobierno conocido (y ojo, que para conseguir tal marca es preciso esforzarse mucho). Más allá de consideraciones científicas, la cadena de errores, desatinos y maldades que han rodeado el caso de Teresa Romero han retratado de cuerpo entero a la ministra Mato, cuya inapetencia mental es un verdadero caso clínico; pero también al consejero de Sanidad de Madrid, Javier Rodríguez, un sujeto absolutamente impresentable, digno colaborador del presidente Ignacio González, el del ático ful. Que estos individuos sigan teniendo responsabilidades institucionales evidencia la calentura política que padece este país ¿nuestro?.

El test ha examinado la sanidad pública española. Que ya no es la que fue. Y menos en Madrid, donde el PP ha dispuesto de tiempo y poder para joder a fondo (el hospital Carlos III es sólo un caso más) un sistema que fue admirado por su eficiencia. Hace solo diez años, dicho sistema aún fue capaz de dar una magnífica respuesta al desafío asistencial que supusieron los atentados del 11-M. Hoy, ante una catástrofe semejante, ¿sería capaz de repetir la hazaña? Me temo que no.

África sufre. España se debate entre la indignación y el miedo (recemos para que las gripes invernales no provoquen estallidos de pánico). Estados Unidos muestra las carencias de su sanidad, concebida como un negocio indecente. El ébola nos retrata. 


lunes, 13 de octubre de 2014

Incapaces de 'comunicar' bien 20141013

Muchos colegas insisten en considerar que buena parte del enorme déficit de credibilidad que arrastran las instituciones públicas y las grandes corporaciones privadas (con los bancos a la cabeza) se debe a fallos de comunicación. Pero otros pensamos que el problema es más profundo: si comunican mal es porque sus mensajes son perversos, porque pretenden engañarnos, porque nos toman por imbéciles (y tal vez lo seamos), porque sus intereses no coinciden con los nuestros.

Al actual Gobierno se le acusa de mentir. Sostengo, sin embargo, la tesis de que los dirigentes del PP (no digamos sus terminales mediáticas) viven en una realidad paralela, la suya, y cuando explican cada situación no faltan a la verdad, sólo reflejan su alucinada manera de entender la vida. De ahí esa inconcebible torpeza en la gestión de la crisis del ébola, el patético despiste de la ministra Mato, las miserables declaraciones del consejero de Sanidad de Madrid, el intento de culpabilizar a la víctima, el tardío y forzado reconocimiento de unos errores clamorosos... Son ellos, no la comunicación, lo que falla.

¿Y qué decir del PSOE y sus primarias? La idea inicial de promover procesos abiertos para seleccionar candidatos y romper el mecanismo viciado de los congresos con voto delegado ha quedado en casi nada. Pedro Sánchez aún puede presumir de haberse sometido (con el apoyo del aparato) al placet de la militancia. Luego, en cada comunidad y cada plaza, los vericuetos procedimientales (sobre todo el tema de los avales) han servido en muchos casos para boicotear de facto esas primarias. Ni abiertas ni cerradas. Aquí, Lambán y Pérez Anadón serán candidatos sin competencia posible. Tanto al uno como al otro les hubiese venido muy bien haber escenificado una pugna con otros compañeros, haber debatido ideas y programas e incluso haber proyectado ese esfuerzo participativo sobre simpatizantes y votantes. Pero no han querido. ¿Error de comunicación? No. Simple rutina de políticos profesionales acostumbrados durante decenios a resolver lo importante mediante pactos entre camarillas. Es que no pueden remediarlo.

JLT  13/10/2014

domingo, 12 de octubre de 2014

Aragón y su ejercicio contable de nueve meses 20141012

A fuerza de enfrentarnos diariamente con las más inauditas tropelías, acabaremos pensando que lo habitual es normal y que, siendo así, podemos tragarnos sin pestañear cualquier cosa que tengan a bien hacernos quienes mandan (por delante y por detrás, quiero decir desde las instituciones o desde los entrebastidores del poder fáctico). Ahora resulta que el Gobierno de Aragón ha cerrado caja a primeros de octubre. Todo un trimestre en blanco, a ver si así cuadran las cuentas y se cumple el objetivo de déficit. Lo cual equivale a reconocer que los presupuestos aprobados por las Cortes son papel mojado, que la contabilidad oficial se hace contando con ingresos inexistentes, que las facturas seguirán acumulándose en los cajones y que, en suma, el ejercicio anual queda reducido a nueve meses. Bueno... el de 2013 se quedó en diez, por lo cual cabe deducir que el del año próximo no pasará de ocho. Aunque en el 2015 hay elecciones, así que ya veremos.

Aragón está en punto muerto. Ni frío ni calor: cero grados. Impávida, indescifrable e incomunicada con la realidad, Luisa Fernanda Rudi hace lo que mejor sabe hacer, que es... no hacer nada. Por eso lo de cerrar caja antes del Pilar no ha merecido por su parte sino una breve declaración sobre la marcha. Casi es mucho, porque la presidenta tiene por costumbre no referirse en público a nada de lo que pueda afectar a la ciudadanía. Su ausencia sistemática se ha convertido también en algo normal. Imagino que nadie se ha encarado con ella para explicarle cómo están las cosas extramuros del Pignatelli.

Cunde el desconcierto no ya entre las mareas, los sindicatos, la gente del común y los demás desgraciados. También el empresariado está que trina. No se lo dirán a la doña, pero los agentes económicos creen que Aragón está absolutamente desgobernado, que no hay iniciativa política, que nos hemos parado en seco y damos encefalograma plano. La inversión pública es casi inexistente. La Universidad boquea como pez fuera del agua. Los servicios básicos marchan cuesta abajo hacia no se sabe dónde. No hay dinero suficiente para socorrer a los más necesitados ni para becas ni para nada. Con Madrid, por supuesto, no cabe contar. Si algo caracteriza al PP aragonés es su sumisión a los mandos superiores. Además, bastante liado anda el bueno de Rajoy con lo del ébola y lo de Cataluña para echarle más problemas encima de la mesa.

El miedo a que Montoro vuelva a tirarles de las orejas por no cuadrar las cuentas según el protocolo de la austeridad, ha llevado a Rudi y sus consejeros a suspender los pagos "no previstos". Pues vale. Ellos quedarán bien con sus jefes. Pero esto se ha convertido, la verdad, en un puro cachondeo. Contable, se entiende. 

sábado, 11 de octubre de 2014

Sospechosos aunque se hagan el harakiri 20141011

El PSOE ha iniciado una campaña de transparencia que incluye la publicación de sueldos y bienes por parte de sus cargos públicos e incluso del balance contable del partido. Pero la gente no se tranquiliza ni por esas. En la paranoica atmósfera que respiramos los españoles, cualquier sospecha o teoría de la conspiración resultan verosímiles, y mucha gente sigue creyendo que los políticos con mando en plaza (y similares) no ponen la pastizara a su nombre... porque la derivan a familiares, amigos, testaferros o sociedades fantasma. No tiene por qué ser así, y en muchos casos no lo es. Pero, claro, el gato escaldado huye del agua tibia y la ciudadanía está ahora mismo más escaldada que un huevo duro. Ese es el problema.

Pedro Sánchez intenta replicar la sobreactuación ética de Podemos escenificando a su vez una regeneración formal que parezca sincera y contundente. Entonces se descubre el pastel de Fernández Villa, el líder minero, el socialista obrero, el anfitrión en las fiestas de Rodiezmo... y todo se va a la mierda. Un millón cuatrocientos mil euros, legalizados merced a la amnistía fiscal promulgada por Montoro. ¿Cómo es esto posible?, se preguntan en el PSOE y la UGT. ¡Ay, amigos!

Hay más: el partido socialista declara deudas por valor de 64 millones. Más de 10.000 millones de las viejas pesetas. Mucha pasta. Demasiada. ¿Quiénes son los acreedores? ¿En qué medida pueden condicionar la actuación de la organización hipotecada?

Sabiendo lo que se sabe de las cajas y de las relaciones entre exaltos cargos institucionales y grandes compañías privadas... dando por supuesto que el partido en el Gobierno, el PP, mantuvo durante lustros una caja B mientras su tesorero se hacía de oro... espectadores forzosos de la carrera hacia la riqueza-champions protagonizada por Pujol y familia, los seres humanos que habitan la piel de toro se enteran ahora mismo de que habrán de abonar (mediante la factura del gas) 4.731 millones de indemnización a Florentino Pérez por el fiasco del Castor. Y, claro, ya no hay transparencia que les valga ni consuele. Ni haciéndose el harakiri. Qué mal asunto este. 

viernes, 10 de octubre de 2014

Gállego, ese rincón de la España 'profunda' 20141010

El consejero Lobón es un adicto a las obviedades, por eso siempre tiene razón. Ahora viene diciendo que urge la limpieza del Gállego, lo cual le acredita como un auténtico lumbreras. Claro, que si en Bailín y Sardas hay aún miles de toneladas de lodos contaminados por lindano, ya me dirá el bueno de Modesto quién puede garantizar que el río quede limpio definitivamente. Y todavía falta por ver otra cosa: cómo se pagan las futuras operaciones de saneamiento. Porque la DGA ya ha invertido en ello decenas de millones, cuando fue el Gobierno de España el que autorizó la instalación de Inquinosa a mediados de los Setenta y ha sido otro organismo dependiente de la Administración central, la Confederación Hidrográfica del Ebro, el responsable (es un decir) de detectar y denunciar el envenenamiento de las aguas del Gállego.

Pero lo más cojonudo de todo es que, en esta España cuyo presidente tanto blande la bandera de la ley, la tal empresa Inquinosa y su cabeza visible, Jesús Herboso Pajarrón (secundado ahora por sus hijos), haya salido de rositas de un delito medioambiental que se cometió a la vista de todos. Guarecido tras una pantalla de sociedades interpuestas, fusionadas, subdivididas, disueltas y vueltas a crear, Herboso nunca ha dejado de estar en la industria química más agresiva. Le multaron, le condenaron a pagar (una parte mínima de los daños que su factoría causó), pero no soltó un céntimo. Se escabulló tranquilamente. Ni le detuvieron ni le embargaron sus bienes ni le metieron donde lógicamente debía acabar: en la cárcel.

Así que Lobón anda rogando al Gobierno central que eche una mano en la financiación de lo que ha de costar en el futuro mantener a raya el lindano. Ya veremos. Por desgracia, la contaminación del Gállego no ha sido noticia más allá de las fronteras aragonesas. Pese a la extraordinaria gravedad del suceso, a nadie ha parecido interesarle demasiado por ahí fuera. El envenenamiento de un pequeño río en la España profunda no es noticia en un país chocado por la rebelión catalana, el ébola, la corrupción generalizada y la crisis sin remedio. Anda que...

JLT  10/10/2014

jueves, 9 de octubre de 2014

Bajo el imperio de la ley... del embudo 20141009

Mientras el Gobierno intenta demostrar que lo del ébola fue exclusiva culpa de la enfermera contagiada... mientras un líder histórico del sindicato minero de UGT se cae de la peana... mientras el exjefe de la Casa Real, Rafael Spottorno, se ve salpicado por el escándalo de las tarjetas black (223.900 euros, pilló el que fuese mano derecha de Juan Carlos I), llega el Tribunal Superior de Justicia de Madrid y condena al juez Elpidio Silva a 17 años de inhabilitación por ordenar el ingreso en prisión de Miguel Blesa, el expresidente de Caja Madrid, y de Gerardo Díaz Ferrán, el expresidente de la CEOE y del grupo Marsans. Poco después, el tal Blesa era imputado (una vez más) por otro juez en relación con las ya citadas tarjetas. Al tiempo, ufano por las felicitaciones que dice haber recibido de los otros mandamases de la UE, Rajoy proclama sin parar que España está bajo el imperio de la ley. Dura lex, sed lex. La ley del embudo, naturalmente.

El caso de Elpidio nos ilustra sobre la esquizofrenia que rodea el manejo de la ley en este país. Porque quizás este juez sea un friki, pero Blesa es un sujeto absolutamente sospechoso, y la carga de prueba que se acumula contra él (por delitos de toda condición) resulta abrumadora. Así que, aunque solo fuese por guardar las formas, el tribunal madrileño tendría que haber fallado de otra manera (tal y como ha razonado su propio presidente en un voto particular). Condenar a Silva a pagarle una indemnización de 10.000 euros ¡a Díaz Ferrán! es ridículo y contrario al más elemental sentido común. Convertir a dicho individuo y al otro menda, el banquero del PP, en víctimas de una persecución inquisitorial parece un chiste, visto lo que estamos viendo y sabiendo.

¿Qué ley es esta? ¿La que deja al alicantino Fabra en la calle a la espera de que le indulten? ¿La que ha convertido el caso Gürtel en un laberinto indescifrable? ¿La que asume la amnistía fiscal de Montoro, vendiendo la impunidad a un baratísimo 10%? ¿La que interpreta la Constitución a conveniencia? ¿La que desahucia a los pobres y mima a los ricos?... Venga, Mariano, no nos vengas con milongas.

JLT  09/10/2014

miércoles, 8 de octubre de 2014

Y ahora lo del ébola... ¡Esto no tiene límite! 20141008

Cabía esperar que el ébola viniese a España desde África. Pero que se produjera aquí un contagio por repatriar a dos (¡dos!) enfermos ya diagnosticados y por tanto sometidos a un estricto aislamiento... eso ya resulta increíble. Es evidente que fallaron los protocolos: en las precauciones a la hora de tratar a los dos misioneros, en el seguimiento personalizado de los profesionales que participaron en dicho tratamiento y en lo más obvio, el disparo de todas las alarmas en cuanto uno de esos profesionales diese el más mínimo síntoma. El dato de que la enfermera infectada estuvo seis días (¡seis!) con fiebre y dolores, y solo se le hizo la prueba del ébola porque lo exigió ella misma, pone los pelos de punta. Todo ha sido un puro delirio. El descontrol de las ambulancias, los contactos personales, las viviendas, las camas... pone de manifiesto un descalabro de naturaleza sistémica. ¿Dónde ha ido a parar aquella sanidad pública que competía con las mejores del mundo?

A este desastre no le son ajenas las destructivas políticas sanitarias del PP, que llegó a desmantelar el hospital Carlos III, centro de referencia nacional para enfermedades infecciosas, y luego hubo de ponerlo de nuevo en marcha mal y de malas maneras. Las externalizaciones, las privatizaciones descaradas, el acoso a los profesionales que se resistían, la manifiesta incompetencia de los cargos políticos y técnicos encargados del tema (en Madrid como en Aragón)... todo ha cristalizado en ese maldito contagio (y ojalá sea uno solo) que puede ser letal para la imagen-marca de un país que pretende vivir en gran medida del turismo y que intenta vender eficacia para remontar la crisis.

Con esa ministra de Sanidad (de apellido ¡Mato!) en plan inútil total, un Gobierno desbordado y la vicepresidenta Sáenz de Santamaría a la cabeza del Gabinete de crisis, las terminales políticas y mediáticas de la derecha piden calma y que no se politice la situación. Como cuando el Prestige o el accidente del Yak o el choque en el metro de Valencia o incluso el 11-M. No pasa nada, nadie dimite, TVE emite cortinas de humo... Se han desbordado todos los límites.

JLT  08/10/2014

martes, 7 de octubre de 2014

A todo se acostumbra uno, incluso a lo peor 20141007



Los viajeros que vuelven de México cuentan cómo aquel país permanece sumido en un perpetuo baño de sangre (acaban de descubrirse las fosas comunes donde policías de Iguala, en Guerrero, quemaron y enterraron a decenas de estudiantes de Magisterio). Pero describen también, con notable espantoso, la progresiva insensibilización de aquella opinión pública, que recibe las noticias más horribles con un aparente fatalismo fruto del hastío, el miedo y la impotencia. Ya se sabe: a todo se acostumbra uno, incluso a lo peor. España, por suerte, no tiene que hacer frente a ninguna forma de guerra híbrida de baja o media intensidad (aquí, la obvia presencia del crimen organizado aún es bastante discreta); sin embargo, fenómenos tan perturbadores como la corrupción (en la política, en las actividades económicas o en el deporte profesional) han generado entre nosotros enorme tolerancia. No se trata solo de que la gente trague con las sinvergonzonerías que conoce a diario (aunque no han faltado casos de evidente complicidad social); me refiero más bien a esa forzada resignación a la mexicana. Sencillamente, la ciudadanía se inhibe mientras maldice para sus adentros.

La revelación del millonario mamoneo (tarjetas black) que se trajeron entre manos directivos y consejeros de Caja Madrid nos ha cogido con la conciencia encallecida. ¿Debería impresionarnos que entre los implicados esté el último jefe de gabinete de Hacienda? ¿Y el exministro socialista?, ¿y el jefe de la patronal madrileña?, ¿y Benito, el de Comisiones? ¿Tendría que impactarnos en diferido recordar que el breve encarcelamiento de Blesa, el banquero del PP, acabó con el procesamiento... del juez (un majara, claro) que se atrevió a ordenar tal medida? A estas alturas, casi que no.


Nuestro lindano, el contagio por Ébola de la enfermera que cuidó al misionero, la compra-venta de partidos de fútbol, el cleptopujolismo, los mil y pico millones que nos costará el fiasco de los depósitos naturales de gas en el Mediterráneo (Castor)... Todo cae sobre nosotros como una sucia y espesa lluvia. Y ya ni nos molestamos en abrir los paraguas. Para qué. 

lunes, 6 de octubre de 2014

Esos presupuestos de la lech...era 20141006

El ministro Montoro, ese genio de las finanzas públicas, presentó los presupuestos generales del Estado con cara muy seria. Claro, él ya sabía lo que había que saber incluso antes de que lo supiera la vicepresidenta Santamaría, cuyas displicentes sonrisitas indican que siempre está al cabo de la calle. En el discurso sólo se detecta una duda: si 2015 será el año de la recuperación... o el de la consolidación de la recuperación. Bueno, lo único seguro es que será año electoral y el PP confía en aguantar hasta las generales vendiendo la salida de la crisis. Por eso los presupuestos que digo son un zarrio pintado de purpurina. Disfrazarlos es fácil, porque los indicadores positivos de las cuentas públicas han bajado tanto en los últimos años y los negativos han subido de tal manera, que cualquier ligerísima fluctuación a mejor en uno u otro aspecto luce barbaridad expresada en porcentajes. Humo de pajas. Es como si ustedes y yo estamos a treinta bajo cero y de repente viene alguien a anunciarnos jubiloso que la temperatura va a subir... ¡un par de grados! Seguiremos bien jodidos de frío. Pues ahí nos duele.

No creo que el Gobierno central y sus terminales en las autonomías consigan venderle la burra de la recuperación a casi nadie, salvo a sus más fervorosos adeptos. Los agoreros vienen anunciando una segunda o tercera recesión en Europa, que aquí no sería ni segunda ni tercera porque jamás hemos salido del barro. A la chita callando, el Instituto Nacional de Estadística (INE) acaba de revisar, a la baja, los PIBs del 2010 y el 2011, con lo cual desaparece por completo la ilusión de aquellos brotes verdes. El crecimiento de este año, aun metiendo el monto estimado de las actividades ilegales, es otro espejismo que sin duda habrá que corregir allá por el 2018, si para entonces estamos aún activos y no nos hemos congelado. Es decir, estamos en la misma recesión que empezó en el 2007, la de siempre, la guay. 

Así que a los presupuestos pueden ponerles un lacito rosa y calcularlos sobre un crecimiento de dos puntos y el rollo de la consolidación. Son papel mojado. Eso incluso Montoro lo sabe. Y no digamos doña Soraya. 

domingo, 5 de octubre de 2014

Autonomía, diputación, comarca... y el maldito mamoneo 20141005

Trinar contra la superposición de administraciones es un desahogo recurrente. Tiene cierto éxito porque aún hay personas convencidas de que la culpa de esta ruina actual la tienen los sueldos de los políticos, la inoperancia del sector público y otros fantasmas similares agitados por los ultraliberales. Como si el rescate bancario, la desregulación económica y el atraco a las clases populares y medias no tuvieran nada que ver con la que está cayendo. El caso es que, una y otra vez, se oyen discursos que exigen la desaparición de las diputaciones provinciales, la disolución de las comarcas, la regresión autonómica y un retorno al centralismo que, dicen, permitirá ahorrar no se sabe cuánto. En apoyo de tal análisis, demasiados cargos públicos llenan las instituciones que gobiernan de parientes y correligionarios, despilfarran el dinero del común e incluso, a veces, lo roban. Pero este es un problema colateral (y distinto) al que nos plantea el prolijo entramado administrativo vigente en nuestro país. Porque si hay mamoneo, lo habrá igual (como ya lo hubo antes del 78) en un régimen centralizado. Y, ojo, Francia es celebrada como paradigma de Estado vertical y unitario... aunque tiene más funcionarios por cada mil habitantes que la taifal España. 

La superposición de un nivel administrativo central, otro autonómico, otro provincial, otro comarcal y otro municipal (con las instituciones europeas sobrevolándolo todo) es, quizás, demasiado. Pero habría que estudiar muy bien cualquier reorganización futura. Por una parte, parece imprescindible avanzar hacia modelos federales en lo que se refiere a la estructura del Estado; por otra, la despoblación y la crisis específica de la España interior exigen disponer de instrumentos para que muchos pueblos no queden olvidados y sin recursos. En Aragón, esta última cuestión es crucial (y bien mirado, también la primera).

Hace falta regenerar de verdad la política y dar una nueva dimensión a la función pública. Sin vocación, entrega, convicción, principios, honestidad y eficiencia, seguiremos como estamos por los siglos de los siglos. Recentralizar no es más que una palabra, como lo puede ser independencia en la Cataluña del pujolismo. La cuestión es otra.

El sector público puede y debe ser eficiente y ajustado en su gasto, puede captar a los mejores profesionales, puede promover la investigación y el desarrollo, puede funcionar mejor que cualquier empresa privada... Por idéntica razón, el armazón institucional del Estado puede funcionar de manera descentralizada, con transparencia y con capacidad para igualar en derechos y servicios a toda la ciudadanía. Siempre, claro, que sea servido por personas consecuentes y controlado democráticamente. Ésa es la cuestión. 

sábado, 4 de octubre de 2014

Los políticos que no aman Aragón 20141004

La Galliguera debería ser un lugar privilegiado. El Gállego la recorre con sin igual alegría a la sombra de los Mallos de Riglos. Pero ahora, en los pueblos de aquella ribera, la contaminación por lindano se ha convertido en una amenaza directa que durará decenios... Y encima el proyecto para construir un pantano en Biscarrués pende de nuevo como una espada de Damocles y amenaza directamente el principal reclamo turístico de la zona: los deportes de aventura en el río. No cabe una situación más disparatada y triste. Es consecuencia del desprecio por las auténticas esencias del país que ha pervertido y pervierte a los jefes políticos (cuya actuación en la crisis del lindano está siendo lamentable), y a buena parte de una opinión pública adicta a los falsos lugares comunes.

Hay quienes creen que amar Aragón es acogerse a los estereotipos de una historia mal entendida, utilizar los recursos de esta tierra exprimiéndolos sin freno ni criterio, despilfarrar el dinero público, envidiar a Cataluña, plegarse a Madrid y adornar el cóctel con unas guindas folclóricas. El Compromiso de Caspe y El Guitarrico, el lapao y el lapapyp, el "aquí estamos, jefe, utilízanos", las aleluyas a todo lo que sean infraestructuras de gran impacto, el victimismo hueco, el triunfalismo oficial... Esta semana nos contaron que la inversión regionalizada que nos atribuyen los Presupuestos Generales del Estado subirá siete puntitos después de haber bajado ¡setenta! en los últimos cinco años.. Y qué alegría en el Pignatelli y qué celebraciones porque habrá pasta para los dos pantanos malditos (el recrecimiento de Yesa, que engulle millones por decenas solo para asentar los apoyos de la futura presa, y el citado de Biscarrués). Otros objetivos mucho más perentorios y fundamentales no reciben ni un céntimo. A cascarla los reparos medioambientales o sociales.

Amar la tierra significa cuidarla y protegerla, defender su integridad, contribuir a que nuestros hijos la reciban más próspera pero también más hermosa y habitable. Pero aquí, los de arriba, salvo escasas excepciones, se dedican a todo lo contrario. Luego se visten de baturros, y apañado. 

viernes, 3 de octubre de 2014

Cañete, desde luego, no es mi compatriota 20141003

Mientras nos enterábamos del roto que hicieron los directivos y consejeros de Caja Madrid con sus tarjetas de jetas, digo ¡de gastos!, Cañete se examinaba de comisario en el Parlamento Europeo. "¡Uuufff! --decía su semblante al acabar el tiki taka--, si lo sé no vengo". El exministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente quizás pensó en algún momento que se ha metido en un embrollo. Si ha de estar siempre bajo el ojo crítico de unos diputados tan meticones, si no puede echar una mano a familiares y amigos... Vaya embarcada, ¿no? Por supuesto, ayer salieron en tromba los suyos a ponerle notables altos por sus respuestas y a lamentar que se le hubiese sometido a tan duro interrogatorio. Encima, argumentaron, algunos de los que estuvieron más bordes con el pobre Miguel eran eurodiputados españoles. ¡Hombreee!

Pero a Cañete (frustrado trasvasista por cojones) no le interrogaron con dureza, sino con seriedad. Claro, que acostumbrados a las dulzuras parlamentarias de aquí, cualquier cosa impresiona a nuestros jefes. No les digo si hubieran de pasar por los escrutinios a que son sometidos en EEUU los futuros secretarios de Estado (ministros) y otros altos cargos. A la inversa, si a los senadores made in USA se les presenta un menda en plan Pujol a echarles una filípica tras haber sido declarado sospechoso de fraude, se lo comen con patatas. O si descubren, por ejemplo, que una pandilla de burócratas sin vergüenza han afanado 15,2 millones de una entidad financiera social al borde de la ruina y se los han gastado en comilonas y verbenas.

¿Cañete, español? No sé. Ese señor no defiende mis intereses ni los de mucha otra gente; no le considero compatriota mío. Es casi seguro que será comisario de Energía y Cambio Climático a pesar del triste papel que hizo anteayer. Representando a un partido que niega el calentamiento global, defiende trasvasar los ríos, quiere reabrir sin garantías la vetusta y peligrosa central nuclear de Garoña, tiene sublevados a los canarios por el tema de las prospecciones, propugna el fracking y ha machacado las renovables. Muy mala opción para Europa. 

jueves, 2 de octubre de 2014

¿Policía (municipal) fuera de control? 20141002

Vaya por delante: a) que las bicicletas no deben circular por las aceras sino por calzadas pacificadas y carriles-bici, b) que las normas están para ser cumplidas y por ello mismo deben ser razonables y homologables, c) que el tráfico y el resto de las actividades propias de una gran ciudad exigen por parte de todos respeto, empatía y mucho sentido común. Pero eso no tiene que ver con el problema que plantea la última medida de presión de la Policía Local de Zaragoza. En absoluto. Enredar las reivindicaciones del sindicato mayoritario en ese cuerpo municipal con el barullo de la movilidad, las fobias antitranvía y antibici, el descoloque del errático equipo de gobierno o cualquier otro factor colateral es solo una maniobra para esconder lo fundamental, que es... otra cosa.

Hace escasos días vi cómo dos agentes de la local paraban a un camión de reparto, lo situaban ocupando un carril, atravesaban también sus motos y procedían a una prolija comprobación de documentos mientras provocaban un atasco fenomenal. No me dio la impresión de que estuvieran muy preocupados por las normas, y sí por alterar la circulación todo lo posible, contraviniendo de manera flagrante su cometido. Peor aún, lo que dan a entender con estupendo descaro los policías que participan en esta huelga de celo es que son ellos quienes deciden cuándo y cómo se cumplen las normas. Se reservan el derecho a presionar más o menos, a poner más o menos multas, a impactar en mayor o menor grado sobre la vida cotidiana de la ciudad y sobre los propios servicios y contratas municipales (que tal vez no estén en regla, pero tampoco lo estarían hasta hace dos semanas). Según les plazca y convenga.

A estas alturas parece pertinente analizar qué pasa con la Policía Local: los escándalos protagonizados por varios de sus mandos, el control que el sindicato mayoritario ejerce sobre el acceso al cuerpo, la retadora tendencia a la insubordinación... Todo lo cual no empezó ayer, de acuerdo. Es consecuencia de la dejación de los jefes políticos. Pero el caso es que ahora tenemos el tema medio descontrolado. Y eso no puede ser. 

miércoles, 1 de octubre de 2014

Verdades a medias, mentiras completas 20141001

Tiene razón Oliván (Atila fitness de la sanidad pública aragonesa): aunque te eches unos buenos tragos de agua del Gállego, no te quedarás tieso en el acto. Claro que no. Cuáles serán los efectos a medio plazo de la acumulación del veneno en tu organismo, eso ya... Pase lo que pase, cuando ocurra el actual consejero ya no lo será, y por lo tanto se evitará la enojosa tarea de dar explicaciones. Tampoco los jefes de la CHE y las autoridades que ejercían mientras Inquinosa vertía miles de toneladas de mierda en los barrancos han tenido que responder de la actual emergencia sanitaria en las localidades de la ribera. Ni siquiera los responsables de la factoría han sido llamados a capítulo.

Las medias verdades de quienes manejan las instituciones suelen esconder grandes mentiras. Pero así es como se confeccionan los argumentarios al uso: agárrate a un hecho más o menos evidente, descontextualízalo, conviértelo en indiscutible y justifica cualquier fechoría. Sobre todo juega con los tiempos, porque la memoria de la gente es corta y, cada vez más, la política es la gestión del absoluto presente. Mañana... ¡cualquiera sabe!

Otro maravilloso equívoco de estos días es la exaltación motorlandística que embarga a nuestros jefes. Tras el último GP de Motociclismo, el éxito de organización (que nadie discute pero que no es lo sustancial) ha provocado una euforia oficial y oficiosa inmediatamente canalizada hacia la contratación de un nuevo compromiso para seguir haciendo la prueba más allá del actual decenio. Se pretende dar la impresión de que ese logro sería consecuencia de las excelencias del circuito y de lo requetebien que se monta el festival. Pero en realidad el GP se seguirá haciendo siempre y cuando se llegue a un nuevo acuerdo económico con Dorna, la empresa privada que gestiona estos eventos. Dando por hecho que Motorland cumple los requisitos (tras una inversión pública bestial), lo demás se resuelve... echando más pasta. ¿De cuánto hablamos? De diez o doce millones al año, mínimo. Aunque la cifra exacta, el total de la jugada, no la conocemos. Ahí se esconde la mentira.