sábado, 30 de noviembre de 2013

Les importa un huevo (de avestruz) 20131130

Si, de avestruz, los más gordos. Porque estos mendas que hemos de lidiar cada día no son de huevos sino de huevazos. Rajoy, asegurando (en contra de todas las estadísticas) que gracias a él ya no se destruye empleo. Aznar, negándose a contestar las preguntas de los periodistas zaragozanos porque no. Zapatero (apadrinado por el jeta de Blair), exhibiendo ahora en su libro la famosa carta del Banco Central Europeo que no quiso hacer pública cuando le llegó, y en la cual se ordena joder a la mayoría de los españoles para salvar a la banca propia y ajena. El ministro Wert, cerrando el debate sobre la LOMCE con piadosas citas del Eclesiastés. El secretario de la UGT andaluza haciéndose el mártir. Fabra, el de Castellón, ídem... Y esas declaraciones oficiales sobre las criminales concertinas, el orden público (su orden) o las maravillas de la reforma laboral y en general del recetario ultraliberal (Botella dixit). Es la verbena de la desfachatez, un insulto sistemático a la opinión pública, un chiste descomunal a nuestra costa. En este desastrado país, cualquiera que esté investido de alguna autoridad (o incluso que aspire a estarlo) aparece en el escenario institucional cual si estuviese en el Club de la Comedia. Cada cual va a lo suyo y lo que pueda pensar o hacer la ciudadanía resulta irrelevante.

Rudi y Lambán se acusan mutuamente de trasvasistas. El PP mejora las largas cambiadas que le pegaba el PSOE al tema del Canfranc. Y si a la gente no le parece bien, que la zurzan. La presidenta de Aragón compra o alquila cuadros o lo que quiera que haya hecho con la colección de Pilar Citoler, a quien ha soltado millón y medio o dos millones (la cifra se oculta... ¿tras la Ley de Transparencia?) por no se sabe qué. Preguntado el rector de Zaragoza por qué se ha olvidado de exigir el título de Periodismo para cubrir la jefatura del Gabinete de Comunicación de la universidad contesta: "Sobre ese asunto me pronunciaré en otro momento". O sea, iros a paseo, que yo estoy currándome la presidencia de la Conferencia de Rectores.

Y sí, ya sé que esto ha pasado siempre. Pero es que ahora vivimos en democracia. ¿O qué? 

viernes, 29 de noviembre de 2013

Qué cosas tan alucinantes 20131129

El de ayer fue un día muy agitado. Y bastante alucinante, como suele. El Congreso aprobó la Ley Wert con toda la oposición reclamando la desobediencia civil y anunciando que, en cuanto el PP pierda la mayoría absoluta, el engendro será derogado. Un cachondeo. Y estamos hablando de educación, ojo. Antes, Interior había anunciado que la Ley Fernández se suavizará. En vez de clavarte 600.000 euros te pondrán multas de sólo 30.000. Muy compasivo. Por supuesto los activistas (de las mareas, antidesahucios, quincemayistas y demás turba) se están confabulando para negarse a pagar si les cae encima el marrón. Normal. ¡Ah!, también se aprobaron leyes de Transparencia (en Aragón y en Madrid al alimón). Guay. ¿Quiere decirse que se harán públicos los contratos de las administraciones, las subvenciones y cualquier expediente que sea requerido? ¿Podremos conocer al detalle las auténticas cuentas de las sociedades públicas y participadas, ingresos, gastos, organigrama y sueldos de sus directivos? ¿Tendré por fin el placer de saber cuánto cuesta un GP de motos en Alcañiz o cuál es el saldo de cada campaña de esquí? Ya les digo que no. Entre tanto, la judicatura va a ser politizada ya sin disimulos, la unidad anticorrupción de la Policía está siendo reestructurada a modo y los peritajes de Hacienda (en casos de delito fiscal o blanqueo de capitales) los harán quienes designen los jefes del tema. ¡Uy, que transparente!

Y aquí, ya ven. Presentaron al fin los presupuestos de la autonomía, tan negociados por doña Rudi y don Biel Por lo visto crecen. Muy poco pero crecen. El problema es que, como pasa con los de este año, nadie se los cree. Además será imposible saber si se ejecutan (bonito verbo). Cerrando el gasto en otoño y admitiendo, como ha hecho el consejero Saz, que el Gobierno aragonés va a pagar a sus proveedores a noventa y cien días, en el papel pueden poner lo que quieran. Luego el Ejecutivo hará lo que le dé la gana.

Iba a comentarles lo del Canfranc y la Travesía Central. Pero como no tengo más espacio, me guardo el tema para el Mirador del domingo. Que la cosa también tiene su guasa.



jueves, 28 de noviembre de 2013

Competentes, honrados... y bien pagados 20131128

Decir que la crisis se arreglaría dejando a los políticos sin sueldo (o eliminando su función) vale como fácil desahogo para los ignorantes y los parafascistas. Pero es una parida monumental. Cospedal y los de su cuerda pretenden marcarse un tanto reduciendo drásticamente el número de diputados, por ejemplo, del parlamento castellano-manchego. Será un ahorro ridículo. Claro, que no es eso lo que busca la jefa, sino garantizarse el futuro control de la minicámara trucando la norma electoral. Basta hacer números para darse cuenta de que, al haber menos escaños que cubrir, la distribución apenas será proporcional por mucho que se aplique la ley d'Hont. El más votado se llevará la parte del león mientras se quedarán fuera opciones respaldadas con el 15% de los sufragios e incluso más. Ha de quedar claro que no es el mecanismo proporcional-corregido (la ley citada) el culpable del bipartidismo y de la escasa utilidad del apoyo que reciben IU o UPD, sino las circunscripciones provinciales, sobre todo cuando en cada una de ellas solo están en juego tres o cuatro diputados. Si la circunscripción abarcase cada comunidad autónoma (y no digamos si fuera única) las cosas cambiarían mucho.

El mito del gasto público resulta hasta gracioso en un país que ha enterrado decenas de miles de millones en rescatar al sector financiero o intervenir en él. Si ustedes se han asomado a las informaciones sobre el fiasco de las subastas de coches (de cochazos, nada) y propiedades inmobiliarias del Gobierno aragonés, habrán visto que lo recaudado no es gran cosa. En cuanto al sueldo de sus señorías y otros ilustrísimos, bien está poner coto al cachondeo de las dietas y demás complementos, pero pretender que un político con dedicación exclusiva cobre mil euros mensuales es un absurdo, o una forma de adjudicar en exclusiva la representación del pueblo a quienes puedan permitírselo.

Yo quiero que me representen personas preparadas y honradas, con criterio, con principios, con conocimientos. Y en número suficiente. Siendo así, pagarles dignamente sería la mejor inversión. 

martes, 26 de noviembre de 2013

Mentirosos, corruptos... y poderosos 20131126

Ayer, por fin, condenaron los jueces a Carlos Fabra, expresidente de la Diputación Provincial de Castellón, padre de la diputada Quesejodan, constructor de aeropuertos sin aviones y desde ahora corrupto oficial del reino. Al poco de conocer la sentencia pidió su baja en el PP. Unas horas antes, la secretaria general de dicho partido, María Dolores Cospedal, había negado una vez más la ya famosa contabilidad en B, que el juez Ruz ha dado por cosa evidente. Bueno, el juez y cualquier persona en su sano juicio que haya seguido con alguna atención las informaciones sobre los papeles de Bárcenas y otros indicios que incluyen los famosos 200.000 euros que presuntamente aforó Sacyr por la contrata de la limpieza de Toledo, en territorio de la citada Cospedal.

Todo lo cual me llevó a recordar la intervención del profesor (de Filosofía) José Luis Rodríguez en el seminario sobre la corrupción en España celebrado la semana pasada bajo los auspicios del Taller Historia de la Facultad de Letras. Rodríguez llamó la atención sobre la manera en que la mentira ha sido definida como virtud política por innumerables teóricos de la modernidad, desde Maquiavelo hasta Schopenhauer. Ocultar la verdad, disfrazarla y pervertirla ha sido para muchos autores una necesidad ineludible del gobernante. No solo porque mentir es una forma de conservar el poder y alienar a los súbditos, sino porque se ha creído (y se sigue creyendo) que las masas no podrían afrontar la realidad tal cual es, no resistirían las consecuencias de ciertas revelaciones. Resulta de lo más significativo que ayer mismo el periodista Raúl del Pozo abordara el mismo tema en la contraportada de El Mundo usando esta vez como referencias (positivas) a Shakespeare y a Conrad.

Personalmente, cada vez estoy más convencido de que sin transparencia la corrupción pública y privada (que son una sola) está servida. La mentira permite a los auténticamente poderosos (sean políticos, banqueros o grandes empresarios) robar con absoluta impunidad. Aunque ellos, por supuesto, no se consideran a sí mismos ladrones. Ni mentirosos. 

lunes, 25 de noviembre de 2013

Y el caso es que sí hacen falta reformas 20131125

El sector público español y todo el entramado institucional necesitan ser reformados, y el complejo sistema normativo que regula nuestras existencias, también. La gestión del conjunto de las administraciones tendría que ser más eficiente, más productiva, más transparente y por ello mismo más honrada y, si me apuran, más barata. El problema radica en que esa bandera la enarbolan hoy quienes no aspiran a mejorar el funcionamiento del Estado, sino a reducir a éste a su mínima expresión, cuando no a destruirlo. Por el contrario, los partidarios de lo público aparecen casi siempre replegados a una posición defensiva, inmovilista y muy poco creativa.

De la misma forma que cabe retocar la propia Constitución (que de todas formas es ya papel mojado) o la Ley Electoral, la organización de los servicios, el funcionamiento administrativo, la transparencia, el ejercicio de los derechos ciudadanos, la protección del medio ambiente y un largo etcétera necesitan una revisión a fondo. Insisto en que con ello no se trata de recortar, reducir, devaluar o eliminar, sino de mejorar y avanzar en la construcción de una democracia social digna de tal nombre. La educación es manifiestamente mejorable. La Universidad no puede seguir encerrada en sí misma, corroída por la endogamia y unas tradiciones cuasifeudales. La burocracia reclama a gritos una actualización que la simplifique y racionalice. La reforma fiscal es imprescindible. Como lo es eliminar la opacidad que reina en las administraciones. Cuando los soportes informáticos ofrecen la posibilidad de dar perfecta visibilidad a expedientes, contabilidades, contratos y todo lo demás, el escamoteo de tal información sólo ayuda a los corruptos.

Ya sé que no es esto, sino todo lo contrario, lo que quieren Rajoy, Wert y Montoro (o el tándem Rudi-Biel con su ocurrencia de permitir la desgravación de los seguros médicos privados). Pero los de la acera de enfrente ya tendrían que estar proponiendo alternativas destinadas a reforzar el Estado mediante la eficacia gestora y la ampliación de derechos. De ésta o se sale hacia arriba... o hacia abajo. 

domingo, 24 de noviembre de 2013

Autobuses: un conflicto derivado en la tormenta perfecta 20131124

En estos tiempos, hablar de tormentas perfectas es una manoseada obviedad. Pero el conflicto en los autobuses de Zaragoza ha sido tan ejemplar en lo negativo, tan expresivo en cuanto a su carácter poliédrico, que compararlo con un huracán de grado máximo es inevitable.

Fíjense en todos los factores concurrentes. De un lado, un ayuntamiento que a lo largo de decenios ha ido convirtiéndose en el seguro servidor de las empresas a las que adjudica los principales servicios. Ha ofrecido a dichas compañías beneficios seguros (en el caso de los autobuses, el 15% sobre cualquier gasto). Ha renunciado a controlar el cumplimiento de las condiciones de las contratas. Ha renovado las concesiones de manera automática creando auténticos monopolios. Ha engordado, en suma, a unas fieras capaces de ir por su cuenta y de adaptar la prestación del correspondiente servicio a su desmedido afán de lucro, no a la satisfacción del vecindario. En el caso de TUZSA (ahora, AUZ) la permisividad ha alcanzado cotas inimaginables. No es raro que esta sociedad haya dado en los últimos años pingües ganancias.

La empresa se ha lucido con su dureza e insensibilidad. Hablamos además de un ente inaprensible, que hasta lograr la última concesión por diez años pertenecía a una sociedad de capital riesgo británica y justo cuando obtuvo la nueva contrata y dispuso la reducción de la plantilla fue vendida a un grupo mexicano. Un pase intolerable y lleno de incógnitas, pues está claro que el transporte de viajeros en Zaragoza fue usado para obtener un lucro adicional en condiciones opacas.

Cerrando el círculo vicioso tenemos al comité de empresa, al CUT (el peculiar sindicato mayoritario) y a su presidente, Javier Anadón. Decir que su gestión del conflicto ha sido imprudente, sobrada y no exenta de episodios oscuros sería lo mínimo si pretendemos tratar este tema con objetividad. El citado comité ha estado jugando al límite con todo lo que había sobre el tapete (despidos, convenio, negociaciones, huelga) y el resultado final no justifica el esfuerzo que ha exigido a la plantilla y que ha proyectado sobre la ciudad.

Para llegar a donde se ha llegado no hacían falta dos meses de paros sistemáticos. Pero las partes querían un choque de trenes y eso han tenido. En semejante contexto habría que darle la razón a la teniente de alcalde de Servicios Públicos, Carmen Dueso, lógicamente desesperada por tener que capear tan desproporcionado temporal.

¿Y qué hay de fondo en todo esto? Pues que los servicios públicos en manos privadas no funcionan bien. Así de claro. Cualquier día de éstos nos toparemos con FCC y la limpieza. Ya puede Dueso armarse de paciencia y agudizar el ingenio.

sábado, 23 de noviembre de 2013

Análisis torcidos, conclusiones erróneas 20131123

El impacto causado por los recientes paros en servicios públicos privatizados (basuras de Madrid, autobuses de Zaragoza y otros) debería habernos alertado sobre la anomalía que supone dejarlos en manos de empresas cuyo única razón de ser es el ánimo de lucro. Pero no, el Gobierno, alarmado sobre todo por el impacto del conflicto madrileño, ha llegado a la (interesada) conclusión de que el problema no se arregla ni controlando directamente la limpieza de la capital ni relevando lo antes posible a una alcaldesa cuyas limitaciones de todo tipo son clamorosas. Será mucho mejor darle un buen tiento a la regulación de los servicios mínimos para reducir el derecho de huelga a un simple e inocente factor simbólico.

La vicepresidenta Sáenz de Santamaría nos dice que esperemos a ver, que previamente se hablará con los agentes sociales y demás. Pero a la vista de por dónde van las cosas en este bendito país, sería ingenuo no esperar que huelgas y servicios mínimos sean normatizados en línea con la seguridad ciudadana (o más bien orden público) para alumbrar una sociedad convenientemente comprimida y amordazada. Todo ello, naturalmente, fundamentado en esos argumentarios, tan del gusto de la TDT Party, cuyo tufo a autoritarismo puro y duro tira hacia atrás.

La reducción (e incluso la desaparición) de los diversos derechos que la Constitución enuncia de manera general tiene una imparable dinámica interna. Si se priva a la gente de una vivienda y un trabajo dignos, si se reducen los salarios y los convenios son papel mojado, si se abarata el despido, si, en fin, hay seis millones de parados muchos de ellos sin ingreso alguno... no cabe permitir que la ciudadanía disponga de formas efectivas de protesta. Hay que descafeinar manifestaciones, huelgas y boicots hasta reducirlos a una gesticulación inocua. El pretexto para ello es que estas expresiones producen molestias y generan pérdidas económicas. Pero es que ésa es en buena medida su función. Si pasan desapercibidas o casi, ¿qué sentido tendrán?, ¿para qué han de servir?

Esto se pone feo, pero feo-feo. 

viernes, 22 de noviembre de 2013

Cultura convenientemente vigilada 20131122

El Congreso Iberoamericano empezó con la policía en la puerta para comprobar que los asistentes al acto inaugural no llevaban bajo el abrigo camisetas contestatarias. La cultura, ya se sabe, es en sí misma subversiva y toda vigilancia es poca.

No sé que pasará hoy en este Congreso, porque vienen el príncipe Felipe y Terminator Wert. El primero, la verdad sea dicha, es una especie de ectoplasma real (o sea, real de realeza no de realidad) a quien se le está pasando el arroz mientras su padre entra y sale de los quirófanos. Pero el segundo es un personaje mucho más concreto. Se ha empeñado en que la educación se adapte como un guante a las categorías sociales, de forma que las clases altas vuelvan a tener el monopolio de las titulaciones superiores y de la formación en el extranjero. No se sabe si apunta a tal objetivo con el fin de poner las cosas en su sitio (en estos tiempos tan vintage) o para evitar que España se nos llene de sabios jóvenes angloparlantes y las limitaciones idiomáticas del señor Rajoy y de la señora Botella canten demasiado.

La cultura es un requisito fundamental para armar democracias de calidad. Pero los instrumentos para la divulgación del conocimiento (sobre todo las teles, la música pop comercial y el cine blockbuster) apuestan por el entretenimiento más ramplón y vacío, no sea que el personal espabile. El universo digital está controlado por un estricto oligopolio de grandes compañías, con Google a la cabeza, y las operadoras que llevan internet a las casas se forran (por lo menos en España) ofreciendo el acceso a contenidos gratuitos. La educación de las masas queda en manos de Wert y sus acólitos, mientras la democracia pierde gas a marchas forzadas ahora que la derecha (capitaneada por sus telepredicadores orgánicos) defiende la futura ley Fernández con un argumentario primorosamente calcado del que se utilizaba en tiempos de Franco para justificar la dictadura.

Así que cuidado con las camisetas. No se admiten verdes... ni naranjas ni negras ni blancas ni rojas ni arcoiris. Mejor, camisa y corbata. Recuerden: los rojos no llevaban sombrero.



jueves, 21 de noviembre de 2013

Rajoy y su peña celebran el aniversario 20131121

El presidente Rajoy está que se sale. Seguirá adelante con las (contra)reformas (¿no es lo que le reclaman la UE y la OCDE?) y empujará hacia atrás el curso de la Historia para devolvernos a los felices 60. En aquella maravillosa década, el pueblo español, tras sobrevivir a la infernal posguerra, solo quería salir a flote, conseguir alguno de los elementales bienes de consumo que produjo el incipiente desarrollismo (una lavadora eléctrica, un frigorífico, una vespa, ¡un Seiscientos!) y dejar atrás la miseria y el sufrimiento. Las gentes de orden dominaban la escena cada vez más risueñas, pues habían dejado atrás los 40 y los 50, triunfales pero sangrientos y desagradables. Prácticamente ya no había maquis ni huelgas ni protestas... ni derechos democráticos. El personal tragaba (por si acaso). La corrupción era una virtud estructural del régimen convenientemente reservada a quienes ocupaban el nivel más alto en la escala social. La enseñanza, controlada por las órdenes religiosas, era el perfecto precedente de la que hoy quiere imponer el ministro Wert.

Don Mariano y su peña están en ello. Con motivo del segundo aniversario de su advenimiento al poder nos han preparado dos regalos. Uno consiste en convertir la seguridad ciudadana en orden público y destrozar a modo las libertades pues, como decía el aforismo sesentero, la libertad degenera en libertinaje. A los jueces, algunos de los cuales se han resistido a considerar delito los escraches, ya los están metiendo en cintura. Con un combativo militante del PP al frente del Constitucional, nuestra manoseada Carta Magna (esa que consagra el derecho de reunión pacífica "sin autorización previa") será papel mojado.

El otro obsequio es el proyecto legislativo destinado a regular la evaluación ambiental. Bajo tan sugerente denominación se esconden las fórmulas para privatizar el agua, impulsar la comercialización del recurso y por supuesto (diga lo que diga el PP aragonés) dar carta de naturaleza a los trasvases. A estos no se les escapa nada. En dos años han hecho virguerías. En otros dos nos habrán devuelto a la España de hace medio siglo. 

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Empresarios, peperos y la concejala 20131120

Había relevo en la CREA, la patronal aragonesa. Vinieron de propio los jefes de la CEOE, y a su rebufo fueron llegando a meta la presidenta Rudi, varios de sus consejeros y una representación del PP tan nutrida y entusiasta que daba gloria verla. Ya se sabe que la derecha tiene esa querencia. Puede que abomine de cómo se financiaron los sindicatos con los cursos de formación, pero jamás puso reparos a que el empresariado hiciese lo propio. A la postre, la España secular nunca ha considerado impropio meterle mano al erario público... salvo cuando los trincones son gentecilla del común y no personas de orden.

Debió ser por deferencia al público pepero que los líderes empresariales se dejaron caer con la machacante versión de que la crisis se acaba. Lo hicieron con esa loca alegría que está de moda actualmente. ¿Frenaron su optimismo algunos datos tan feos como el último techo de morosidad bancaria (situada ya en el 12,67%) o los cálculos del INE referentes a la cartera de pedidos y el índice de negocios de la industria (en tasas interanuales del -3,2% y el -3,4%, respectivamente)? Pues claro que no. Gobiernan ellos (como Dios manda), en España empieza a amanecer... y no hay más que hablar. A puro de repetirlo, este mensaje va calando en los ámbitos donde se crea opinión, más que nada porque muy poca gente se atreve a rebatirlo en público. Son tiempos de cautela, prudencia, disimulo, quietud, asentimiento, sumisión, corrección y buenas maneras. No te des a entender, hijo mío (decían las madres en aquellos tiempos, y quizás lo sigan diciendo).

El PP y sus terminales de todo tipo (la empresarial, por ejemplo) no se cortan. Y tanto influye su estilo que ayer mismo la concejala zaragozana (y socialista) Carmen Dueso advirtió de que ella no va a intermediar en el conflicto de los autobuses. Que se pongan de acuerdo, pero ya, la empresa y los trabajadores y que la dejen tranquila. Lo cual, querida Carmen, y ya me disculparás por tan odiosa comparación, suena igualito a lo que dijo la alcaldesa Botella cuando se le pusieron en huelga los basureros madrileños.

Así es la vida y así se la cuento.



martes, 19 de noviembre de 2013

Pero bueno... ¿De qué nos extrañamos? 20131119

Mientras PP y PAR escenificaban el chalaneo de rigor, los Presupuestos de Aragón para el 2014 ya han acumulado el no menos habitual retraso. Que nadie se extrañe. En realidad la negociación entre los dos socios siempre ha sido un asunto secundario (¡qué otra cosa pueden hacer ambos partidos sino seguir cogiditos de la mano!), un paripepé, puesto que las cuentas para el año próximo solo están esbozadas. Entre los cuelgues del sistema informático del Pignatelli y la ya clamorosa lentitud e ineficacia de la actual Administración autónoma, la cosa va despacito. Así que Rudi y Biel no pasaron de los grandes números y los cálculos aproximados. Si no han explicado el contenido de su pacto (salvo algún moco que se ha tirado don José Ángel) es porque ni ellos mismos conocen aún las cifras exactas. Además, qué demonios, los presupuestos solo son un documento indicativo. Luego se cumplen, o no, o a medias... o vayan ustedes a saber.

No cabe extrañarse ante casi nada. Que el Zaragoza vaya camino de Segunda B es perfectamente lógico. A la postre, la Operación Agapito fue una chapuza político-empresarial integrada en la burbuja inmobiliaria. Reventada esta, desapareció toda esperanza. En cuanto a la afición... Bueno, cuando el equipo volvió a Primera tras el primer descenso (2008-2009) la gente salió a la calle a vitorear a los jugadores que recorrieron la capital aragonesa en autobús descubierto. Aquella euforia exagerada e improcedente (ascender era lo obligado) dio la medida de cuán blandita y entusiasmable es la hinchada blanquilla. Pobrecicos.

No caben la sorpresas. Ni ante la mala leche de la empresa de los autobuses zaragozanos (¿acaso no ha hecho siempre lo que le ha venido en gana?). Ni ante los desbarres de Ana Botella explicando la huelga de las basuras (¿no son evidentes las limitaciones de la dama y su desprecio por el pueblo llano?). Ni el dato de que las más importantes sicav (sociedades de inversión) españolas han incrementado notablemente su patrimonio mientras el país se empobrece (¿qué otra cosa cabía esperar de esta crisis?).
Y así todo lo demás. 

lunes, 18 de noviembre de 2013

Distintos mundos al revolver de la esquina 20131118

No soy tan pesimista como algunos creen. Pero me atengo a la realidad, que no siempre es agradable ni positiva. Por eso ya no me tomo al pie de la letra las tesis que relacionan directamente la agudización de las contradicciones sociales y la inmediata rebelión de las masas. Tal fenómeno ha ocurrido durante la Edad Contemporánea, pero quizás no se repita de forma automática en esta etapa actual marcada por las ondas de la postmodernidad. De hecho, existen múltiples ejemplos de que una sociedad saturada de desigualdades y aparentes agravios entre distintos colectivos puede soportar múltiples tensiones y ser finalmente cuasisostenible mientras desarrolla su propia y estrafalaria evolución. Estamos habituados a los parámetros europeos (de los siglos XIX y XX), pero la humanidad es mucho más amplia y compleja.

Por ejemplo, en 1982, en Perú, Sendero Luminoso proyectaba su terrorífica sombra desde los Andes hasta la periferia de Lima. Esta ciudad era una urbe terrible y caótica, con dos barrios, Miraflores y San Isidro, de alto nivel (incluso de altísimo en algunos lugares) e innumerables pueblos nuevos donde millones de personas subsistían en condiciones de extrema pobreza. En ese momento, la lógica materialista indicaba que los hijos de la miseria habrían de alzarse y arrollar a la poderosa oligarquía que medraba a su costa. No fue así. Treinta años después, aquel país es un emergente inestable. En la capital, los barrios de chabolas han sido semiurbanizados y en sus encrucijadas hay supermercados y macdonals. Sendero es apenas un recuerdo. La desigualdad continúa pero ha sido asumida.

Hace cuatro días volví de un país magrebí donde, en apenas unos metros, se pasa de la caótica y medieval calle al vestíbulo de los hoteles de lujo. Existe, es cierto, una violencia latente. Pero ni siquiera tiene que ver con la desigualdad. Ésta se ha convertido en un factor irremediable.

Es la realidad de México, de Brasil, de India... de los USA. Como fue la de España hace apenas medio siglo. ¿Estamos vacunados contra tal anormalidad? Ésa empieza a ser mi duda. 

domingo, 17 de noviembre de 2013

Depuración de aguas o el misterio de las cloacas 20131117

De lo que pasa en el Aragón oficial (que finalmente acaba siendo el Aragón cotidiano) apenas sabemos gran cosa. Es una situación inquietante aunque no transcienda. Tomemos como ejemplo el cacareado Plan de Depuración puesto en marcha por la DGA, alabado, publicitado, premiado y maldito por los vecinos de localidades que han de pagar porque sí el canon de vertido cuando aún no cuentan con ninguna instalación para tratar las aguas residuales (caso habitual en el Pirineo el Matarraña), o bien disponen de dicha infraestructura pero ya la pagaron a su costa (Zaragoza capital, sin ir más lejos).

El de las depuradoras es un barullo genial. Fíjense ustedes que organizaciones y colectivos presentes en el Consejo del Agua o en la Mesa del Agua de Aragón han tenido que dirigirse al Pignatelli para preguntar (por favor) qué obras se han hecho con los 128,8 millones del Plan Nacional de Calidad de Aguas (II) ejecutados hasta la fecha, con qué coste, cuánto han pagado las diferentes localidades como canon de saneamiento, cuánto reciben las empresas privadas que construyeron y mantienen las depuradoras en funcionamiento, qué municipios abonan ese canon... Esa información ni siquiera está al alcance de los organismos consultivos de las administraciones. La ciudadanía, por supuesto, in albis.

Llegados a tal punto, uno se queda helado. Pero bueno... ¿qué sabemos y qué no sabemos de lo que se hace con nuestro dinero?, ¿qué recovecos burocráticos nos esconden las cuentas del Instituto Aragonés del Agua (IAA)?

Según los datos fragmentarios que ha ido soltando el susodicho IAA, en el 2012 el canon de saneamiento produjo un déficit de más de 13 millones de euros. No hay posibilidad de calcular la evolución exacta del coste de las depuradoras y de los ingresos a que dan lugar. La situación es caótica. Municipios que carecen de instalaciones para tratar sus vertidos se están negando a pagar un céntimo por tal concepto. Otros, que firmaron con el IAA la cesión de este servicio, alucinan al comprobar su coste y exigen (sin éxito) que alguien les explique cómo funciona el tinglado. Las localidades pirenaicas encargaron un estudio según el cual no está claro cómo se invirtieron las partidas de la UE y del Gobierno central presuntamente destinadas a lograr una mejor calidad de las aguas. Análisis técnicos indican que allí donde sí se depura las instalaciones al efecto funcionan, en la mayoría de los casos, muy por debajo de su sobredimensionada capacidad. La inexplicable presencia de empresas privadas en la construcción y mantenimiento de todo el sistema está envuelta en el misterio.

Esto, hablando en plata, es una estupenda cloaca. Secreta, escondida, disimulada... pero cloaca. Y huele muy mal. 

sábado, 16 de noviembre de 2013

Ni del Bienestar...ni de Derecho




Pues sí, las personas sensibles se han quedado estupefactas ante la sentencia del Prestige. Porque si nadie tuvo la culpa y todo ha de ser atribuido a la mala suerte, si los cuantiosos daños y gastos causados por el chapapote deben correr por cuenta del contribuyente (cuando hasta la fecha las aseguradoras tenían al menos que retribuir buena parte de los daños a terceros), si todo estaba en orden... ¿quién nos asegura que cualquier día no tenemos otro petrolero reventando frente a la costa, otra empresa química colmándonos de veneno u otra balsa de residuos tóxicos arrojando su carga sobre algún parque nacional?
Todo se está torciendo y nuestro Estado, que quisimos del Bienestar y de Derecho, deriva en unas nuevas circunstancias en las que la democracia se desnaturaliza y el pueblo pierde soberanía y derechos de una sola tacada. Los servicios públicos se van al garete, mientras educación, salud y pensiones pasan a convertirse en un negocio sin contemplaciones. Los ministros del Reino de España se aplican a destruir aquello que les fue confiado (lo de Wert clama al mismísimo infierno). La Ley y la Justicia evolucionan de regreso a los tiempos oscuros.

El Gobierno, en uso de sus atribuciones, está reorganizando a su aire la Unidad de Delitos Económicos y propone una nueva Ley de Seguridad Ciudadana perfectamente autoritaria. La instrucción de los sumarios relacionados con la corrupción (sobre todo si el marrón atañe al bendito PP y a la gente de orden en general) avanza a paso de caracol camino de no se sabe que prescripción, desestimiento o archivo. Nos prometen una transparencia de mentira mientras constatamos que las administraciones del Reino de España son de las más opacas del mundo (Hemisferio Sur incluido). 

Eso sí, somos muy cuidadosos con las formas y el protocolo. Las ridículas bravatas de un diputado catalán radical (no sé en qué sentido, pero radical sin duda) han causado más lamentos e impacto que la repugnante forma en que Rato y Serra se quitan de encima la ruina de Bankia y Caixacatalunya, respectivamente. Todo perdonado, oye. Como lo del Prestige.

viernes, 15 de noviembre de 2013

Autobuses (de Zaragoza) en la niebla 20131115

El Ayuntamiento de Zaragoza y la concesionaria del servicio de autobuses han librado una extraña guerra. Más de un mes de rebatiña para volver al principio y alcanzar un posible acuerdo que perfectamente podía haberse logrado antes de iniciar las hostilidades. Supongo que esto cierra el conflicto (aunque vayan ustedes a saber), pero las causas del mismo permanecen envueltas en la característica niebla que envuelve las relaciones entre instituciones y contratistas de servicios públicos. A través de esa bruma, apenas vislumbramos las trampas y ficciones propias de una perniciosa leyenda: la que asegura la mayor eficacia y el máximo ahorro si los servicios antes citados son dejados en manos de empresas privadas, en vez de ser gestionados directamente por las administraciones. Valiente parida.

TUZSA y ahora por AUZ (que siendo la misma cosa son dos cosas diferentes) se han convertido en una fuente de sorpresas. Supimos que esta sociedad (integrante de un grupo más amplio denominado Avanza) había sido vendida justo cuando recibía la adjudicación de los autobuses zaragozanos. Se fueron los británicos, llegaron los mexicanos. Alguien ganó mucha pasta y el transporte de pasajeros en la capital aragonesa fue en buena medida la dote del bodorrio. ¡Bufff!, dijimos, vaya barro. Pero entonces no sabíamos que, además, las presuntas deudas contraídas por el Ayuntamiento con TUZSA (53 millones, según pide la contratista), junto con la concesión renovada, estaban sirviendo para avalar la refinanciación de Avanza, por un total de 365 millones. ¿Eran conscientes los jefes municipales de semejante enjuague? ¿Lo consintieron?

Luego, apurado por los despidos y la huelga, el Ayuntamiento contratacó: intentó controlar mejor las actividades de TUZSA-AUZ y reclamó a ésta 10 millones por diferentes motivos. Moraleja: TUZSA ha hecho siempre lo que quiso, y los responsables municipales de los últimos decenios nunca inspeccionaron en serio su actividad. Ahora, tras el arreglo, tal vez volvamos a chapotear en el mismo barro. La niebla solo escondía y esconde... un monumental negocio.


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jueves, 14 de noviembre de 2013

¿Más rojo, más verde y más morado? (y II) 20131114

A muchos delegados en la Conferencia Política del PSOE les disgustó que el escenario no exhibiera los símbolos del partido sino sólo la palabra Socialistas sobre fondo rojo. Pero esta escenografía tenía un objeto evidente: lanzar un señuelo a la llamada izquierda social, a esos tres o cuatro millones de votantes imprescindibles si de recuperar el poder se trata. Porque a pesar de que la cultura psoecialista rechaza cualquier soporte unitario de las izquierdas y considera que el propio PSOE es la única izquierda real, tanto Rubalcaba como sus potenciales sucesores están imaginando ahora mismo un golpe de efecto que galvanice a la opinión pública y haga de su partido lo que es cuando gana: un frente popular electoral, el gran receptáculo de los sufragios (útiles) progresistas. Sueñan con remontar el desencanto y repetir la tacada que llevó a Zapatero desde su inesperada victoria en el 35° Congreso hasta el palacio de La Moncloa. Claro que esa bala ya fue disparada. Y falló.

Si el PSOE va a lo suyo, IU hace lo propio. Es inaudito que dos partidos condenados una y otra vez a entenderse tras las elecciones no sean capaces de ir juntos a las urnas. Cayo Lara ha despachado la Conferencia socialista con el consabido cliché: aquí no valen las palabras sino los hechos. Cierto. Pero en materia de hechos la coalición que él preside tampoco tiene mucho de qué presumir pues nunca ha gobernado gran cosa. Y no parece que desee hacerlo a corto plazo.

Así, la posibilidad de crear un nuevo formato de debate político que aglutine a las izquierdas se aleja. Y la opción de derrotar a la derecha, también. El PSOE se pinta de rojo, verde y morado proponiendo la reforma de la Constitución, una fiscalidad más justa (¿como la de Hollande?), el paulatino cierre de las nucleares y candidaturas cremallera. Pero no explica cómo romper el corsé que nos han impuesto los mercados ni cómo financiar el Estado del Bienestar. Será por eso que Rajoy y los suyos son los únicos que fingen escandalizarse ante la supuesta rojez socialista. Y José Bono, tan majo, ya va diciendo que su partido con quien debe aliarse es... ¡con el PP! 

miércoles, 13 de noviembre de 2013

¿Más rojo, más verde y más morado? (I) 20131113

El PSOE arrastra una condición que no sé si correrá a su favor o en su contra: es el partido más observado, comentado y abierto en canal que transita hoy por la política española. Al tiempo, intenta recomponer y remontar sus últimas derrotas. Por eso organizó la Conferencia Política del pasado fin de semana. Para darse cuerda y tener algo que ofrecer al mosqueadísimo respetable. Otros deberían tomar ejemplo. Porque están pasando muchas cosas y muy graves sin que la atribulada ciudadanía disponga de alternativas serias en clave progresista.

Ahora bien, ¿ha salido el PSOE de su Conferencia más rojo, más verde y más morado, como anunció Elena Valenciano? Eso ya lo dudo. Entre otras cosas porque en el Palacio de Congresos de Madrid fueron protagonistas los de antes, los de siempre, los que ya conocemos. Rubalcaba pactó con Susana Díaz el aplazamiento de las primarias y luego se marcó un discurso final que anuncia su voluntad de ganarlas cuando sean convocadas. Puro arreglo de aparato. Esto no es más ni es menos, ni es una ida ni una vuelta, es... el Partido Socialista con sus múltiples vicios (¡esa corrupción!) y sus ya escasas virtudes. Bastaba observar a la delegación aragonesa. ¿Se volvió Belloch más rojo, Lambán más verde, o más morado cualquiera de los rurales de arriba o de abajo? Bueno, sin olvidar que el color del feminismo no es propiamente morado sino violeta. El morado-morado da carácter tricolor a la bandera de la República, pero la Conferencia se declaró más bien monárquica (eso sí, entre abucheos). 

El contenido de los debates y de las resoluciones mezcló ingredientes que ya estuvieron en anteriores programas electorales socialistas, aunque luego no se desarrollaron o se desarrollaron mal. El Concordato, por ejemplo, ya se revisó (con la vicepresidenta Fernández de la Vega fascinada por la elegancia vaticana) ¡para mejorar la dotación económica de la Iglesia! Por no hablar de cómo se reformó la Constitución en dos días durante el mandato de Zapatero. O sea, que estamos ante las ideas de siempre expuestas por unos personajes eternos.

(Continuará). 

martes, 12 de noviembre de 2013

Cómo 'normalizar' los conflictos 20131112

Pasan los días, pasan las semanas y el follón en los autobuses zaragozanos sigue con su rutina de paros y protestas. Los trabajadores aguantan, los usuarios aguantan y la empresa, por supuesto, aguanta. El ayuntamiento de la inmortal ciudad intenta de vez en cuando, y con escaso éxito, buscar una salida (CHA ha advertido que no negociará los presupuestos municipales del 2014 si no se alcanza una solución satisfactoria) y el Gobierno de Aragón ha renunciado, por boca de su consejero de Obras Públicas, a mediar en el conflicto (p'a líos estamos, pensarán en el Pignatelli). Por lo visto no hay urgencia alguna en relación con este asunto. Las molestias causadas por las huelgas tampoco provocan una respuesta vecinal. Hace años, un encadenamiento de paros parciales como el que viene alterando el transporte de la capital aragonesa hubiese provocado una tremenda polvareda. Ahora, sin embargo, la paciencia y la resignación han acabado por integrar en el universo de la extravagancia cotidiana la dura pelea entre la dirección y la plantilla de AUZ. No pasa nada... O casi nada. Y eso que hablamos de un servicio público esencial.

Pero no pensemos que este tipo de situación se da solo en Zaragoza y la Tierra Noble. No señor. Fíjense en Madrid y su ya larga huelga en la recogida de basuras. La ciudad, que pretende ser mascarón de proa de la marca España y que además se viene doliendo por el descenso del número de turistas que recibe al año, es actualmente un vertedero a cielo abierto. La mierda lo llena todo mientras la alcaldesa explica tan campante que la cosa no es problema suyo sino de las empresas concesionarias del servicio de limpieza. Tampoco en este caso se percibe en los medios y en la sociedad una particular alarma. Nos estamos haciendo a todo. Nada nos inquieta.

Las huelgas y manifestaciones han dejado de impresionarnos. La regulación vigente ha normalizado estas expresiones de descontento que apenas asustan al poder. Lo malo no es que la gente, como suele decirse, se esté dejando hacer. Lo peor es que, cuando no se deja, tampoco tiene fácil sacar algo en limpio. 

lunes, 11 de noviembre de 2013

¿Corrupción?... ¡Bah!, tampoco es para tanto 20131111

La corrupción ha bajado en el ranking de los asuntos que más preocupan a los españoles. Tal vez por eso el Gobierno de Aragón acaba de adjudicar la conservación de nuestras carreteras a dos grupos catalanes que en su día aparecieron en los papeles de Bárcenas y podrían ser imputados por hacer donaciones ilegales al PP. O quizás en la DGA han decidido reconciliarse al fin con los vecinos del Este, por muy soberanistas, independentistas, robarretablos y parladores de lapao que sean. En todo caso, no parece que salir en sumarios, informes policiales y acusaciones de la Fiscalía Anticorrupción esté perjudicando a las empresas cuyos nombres suenan en los juzgados. ¡Bah!, dicen algunos... ¡Pero si lo de Bárcenas y la Gürtel ha de quedarse en agua de borrajas!

El rastro de los corruptos profesionales se pierde en las espesuras de la crisis, el empobrecimiento, el miedo y todo lo que nos está cayendo. Tendría que ser al contrario, que la opinión pública se mostrase cada vez más aborrascada ante el chorreo de robos, estafas y prevaricaciones. Pero en cambio da muestras de estar agotando sus reservas de indignación. La ciudadanía ha sido tan atropellada y manipulada en los últimos años que ya no da crédito a nada, su alma se ha encallecido, su espíritu está lleno de temor y el sálvese quién pueda le empuja a pasar de todo que no sea subsistir. Tal vez aún haya quienes se encabronen al conocer los detalles de las juergas ugetistas en las ferias andaluzas. Pero eso es porque los que trincaban y se metían el rebujito y las gambas eran gente simples descamisados y no personajes ilustres cuya vocación cleptómana se considera natural. Por contra, la detención de directivos de la Caja de Ahorros del Mediterráneo suena cual zumbido de moscas en los oídos de una población que comprende el truco de colarle a la Junta de Andalucía 1.000 o 10.000 euros de convites y bulerías, pero es incapaz de captar y asimilar cómo se pueden sisar 150 millones en una entidad financiera y mandarlos al Caribe sin que nadie detecte ni diga nada.

Oye... A lo mejor tampoco es para tanto. ¿O qué? 

domingo, 10 de noviembre de 2013

Disculpen, pero esto cada vez me gusta menos 20131110

Domingo tras domingo, vengo a este Mirador y me pongo a darles vueltas a los temas de Aragón, unos temas, por cierto, que son viejos y vienen de atrás y se repiten a sí mismos porque forman parte de un repertorio limitado. Una y otra vez (contando con que también entre semana le doy al cortafríos) he descrito la ineficacia gestora de jefas y jefes, el desastre de las sociedades públicas, los despilfarros, la cortedad de la iniciativa privada, la opacidad que rodea todo (desde la unificación de las cajas de ahorros al coste de cada GP de Motociclismo que celebramos en Alcañiz) y en particular la ausencia de una estrategia que dé sentido a lo que se hace y a lo que no se hace en esta bendita y noble tierra. Pero admito que el personal no está para tanto sofoco, y te dice que sí, que de acuerdo, que tienes razón... ¿y con eso, qué? Un pantano de resignación se extiende por doquier. Aunque yo pienso seguir echando romericos críticos al fuego de la conciencia ciudadana. Es que no sé hacer otra cosa.

Acabada la fiesta, Aragón ha vuelto a ser una comunidad autónoma de gran extensión pero poco poblada, cuyos sedicentes líderes han acordado una vez más ocupar un lugar subordinado e impersonal en el concierto político español. Tampoco han querido (ni quieren) esforzarse en proponer nuevos y más verosímiles objetivos, porque todavía pueden ganarse la vida resobando un imaginario regional hecho de ideas y proyectos fósiles o demenciales, de fobias y entusiasmos infantiles, de fracasos ocultados y de éxitos parciales reconvertidos por la propaganda oficial en grandísimos triunfos. Ya saben, todo eso de las travesías pirenaicas, los regadíos ad infinitum, los circuitos y el esquí, los aeropuertos y aeródromos, Motorland, Gran Scala, los polígonos industriales y/o logísticos, el Reino de Aragón, bla, bla, bla. De ahí no salimos ni a tiros.

Para sostener esta situación ha sido preciso también que la sociedad civil organizada, el sector financiero, las empresas y el conjunto de la población participasen en el juego. Ha habido entre nosotros mucho más consenso del que parece. En consecuencia, cada quisque se ha ido adaptando al entorno. Cuidadín, prudencia y pragmatismo. Salvo las excepciones de rigor. Ahora, asolados por la devaluación interna y los recortes, resulta que esta conformidad nuestra, esta fidelidad a los símbolos tradicionales y este despiste consagrado parecen auténticas virtudes. No nos sacarán del atolladero económico, no nos harán crecer hasta los dos millones de habitantes en un territorio ordenado, productivo y sostenible... Pero nos permiten seguir en la inopia, mirar para otro lado cuando la actualidad viene revuelta y disfrutar de gobernantes manifiestamente incapaces o absolutamente bordes (o las dos cosas a la vez). 

sábado, 9 de noviembre de 2013

Hablemos de la izquierda, una vez más 20131109

Aunque soy consciente de que Moncloa tiene el brazo muy largo, el último barómetro electoral divulgado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) me parece verosímil. Sí, ese que describe un ligera recuperación del PP, una atonía total en lo que al PSOE se refiere y un cierto reflujo de IU y UPyD. Así, justo cuando acaba de empezar la Conferencia Política de partido socialista, la izquierda puede ir haciéndose a la idea de que sigue muy lejos del poder. ¿Por qué? Sencillo, porque la derecha está unida (aunque en su seno existan notorias diferencias), por los consabidos efectos del sistema electoral y sobre todo porque pese a sus mentiras y sus crueles recortes los conservadores tienen más éxito que los progresistas a la hora de incrustar en la imaginación ciudadana su salida de la crisis. El PP se ha inventado la lucecita al final del túnel como colofón final de su argumentario reformista. Ofreciendo confianza a los mercados financieros, rescatando bancos y aplicando una devaluación interna sin precedentes, es hoy la única fuerza política que al menos tiene objetivos. Ni el PSOE, ni mucho menos IU, disponen de algo parecido. Mientras, la gente solo quiere salir del pozo como sea. ¿Con Rajoy a la cabeza? Bastantes lo dudan, otros se aferran al clavo ardiendo. Pero muchos más tienen claro que Rubalcaba no es mejor opción. Y que Cayo Lara será buena persona, honrado y todo lo que se quiera... pero con él y sus propuestas no se va a ninguna parte.

La izquierda española está fuera de juego. En la actualidad su única salida es la reconstrucción y la unidad. Con ideas y con programa por delante, vale. Pero incluso esas ideas y ese programa habrían de debatirse en foros unitarios y vincularse a nuevos líderes y personajes creíbles y capacitados, así como a fórmulas organizativas mucho más flexibles y participativas que las actuales (aunque, ojo, no tanto que pierdan operatividad). Esto, bien lo sé, es como mandarles una carta a los Reyes Magos, un desideratum imposible, una utopía. Sin embargo, como se dice ahora cuando alguien quiere plantear un imperativo ineludible, es lo que hay. Lo siento. 

viernes, 8 de noviembre de 2013

Aramón y las demás 'bromas' públicas 20131108

Hace bien poco, el consejero Bono presentó en las Cortes aragonesas un informe muy elegante y reluciente sobre la situación de las empresas públicas. De tal documento se podían extraer datos escalofriantes relativos a dichas empresas (casi cien kilates de déficit anual y un agujero de cuatrocientos y pico millones), pero en realidad apenas describía el putiferio que hay montado. Tan es así que ahora nos explican las medidas para deducir la carga salarial de Aramón y nos describen, como sin querer, una situación alucinante: ¡49 directivos en los despachos!, ¡salarios de alta dirección!, ¡de 70.000 a 100.000 euros anuales más incentivos!, ¡coches con chófer!... Como estará aquello que para consolarnos nos prometen echar ya a la calle a media docena de cargos cuyas áreas "no tienen actividad". Genial, oye. ¡Qué diantres hacía allí esa gente si estaba inactiva!

Aramón debe 78 millones. La mitad corren a cargo de los contribuyentes aragoneses y la otra mitad va por cuenta de los clientes de Ibercaja. Sin embargo, en el colmo del pitorreo, la información sobre el organigrama de esta sociedad y sobre quiénes son y qué hacen sus altos ejecutivos nos es vedada con singular alegría. ¿Transparencia? Tururú. Las empresas públicas aragonesas funcionan con el dinero de todos (que pierden a espuertas, como digo) pero no rinden cuentas a nadie. No desde luego a la opinión pública, a la que desde hace lustros vienen entreteniendo (los que mandaban antes y los que mandan ahora) con publirreportajes sobre los motorlanes, plazas, aramones, barrios del AVE, aeródromos y otras supuestas maravillas. De todo ese mundo nos cuentan lo que les interesa y nos ocultan todo lo demás. Mientras, las operaciones y proyectos que allí se llevan entre manos acumulan déficits asombrosos, bajo la dirección de gente que nadie sabe cómo y por qué fue contratada pero cuyos sueldos causan sensación.

Aunque, claro, ¿qué nos podría contar de todo eso el consejero Bono cuando él mismo ha sido alma corazón y vida de Aramón y ese mogollón de 49 directivos ha de ser obra suya? ¡Bufff!, qué feo es todo esto. 

jueves, 7 de noviembre de 2013

Ejercicios de intoxicación masiva 20131107

Era de prever, ¿no? Lo del paro, digo. Porque si ustedes se han percatado, mientras los datos del Ministerio de Empleo o los de la EPA venían medio apañados (aunque fuese con ¡31 parados menos! en un mes) el Gobierno anticipaba la noticia o la filtraba antes de que el organismo correspondiente la emitiera formalmente. Una práctica anómala y fuera de los protocolos que deben rodear la elaboración y difusión de las estadísticas oficiales. En contrapartida, cuando las cifras emergen feas y desagradables, Rajoy y los suyos se callan como muertos vivientes e intentan distraer la atención de las masas. Señalan afanosos a la negra oscuridad y repiten incansables que al fondo titila una luz. Como no sea la lucecita de El Pardo transplantada a Moncloa...

El agresivo proceso de comunicación que está desarrollando el Ejecutivo demuestra la capacidad que tiene el poder a la hora de crear realidades paralelas, inoculadas mediante ejercicios de información alucinatorio (por llamarlo de alguna forma). Imponiéndose tanto a unos medios en horas bajas como a una intelectualidad que se vende barata y renuncia alegremente a crear opinión fundamentada, el Gobierno nos describe con increíble éxito un progreso económico imperceptible y más falso que el alma de Judas. Sin embargo, incluso gente de nivel asume ya como cierta la mejoría de los datos macro, aunque advierta de que las cosas siguen muy mal a nivel micro. Craso error. Pese a lo que se nos cuenta, también la macroeconomía sigue de pena, de puta pena. Una décima (¡una décima!) de crecimiento es insustancial. Sobre todo porque el INE suele retocar a posteriori su cálculo del PIB, que puede ser rebajado más tarde. Con lo cual cabe que nos creamos lo del final de la recesión... o no. El resto de los datos que suelen barajarse (déficit, pedidos industriales, evolución del negocio por sectores, consumo interno, renta per cápita, cotizantes a la Seguridad Social... y paro) van de culo y cuesta abajo. El repunte macro es una ilusión inducida y apoyada en detalles irrelevantes y volátiles.

Pero vamos tragando y tragando. Ahí sí que gana el Gobierno. 

JOSÉ LUIS Trasobares 07/11/2013

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Así se cierran las puertas de la universidad 20131106

Lo que Wert quiere hacer con los erasmus (aunque a la primera haya tenido que recular) es un golpe de mano calculadísimo y de graves repercusiones a medio y largo plazo. Su objetivo es desestabilizar económicamente a miles de estudiantes (y a sus respectivas familias), que hasta ahora contaban con algún dinero público para costear sus estudios universitarios en la Unión Europea. Integrarlos (si no ahora, al curso que viene) en el rácano sistema general de becas privará a muchos de ellos de las actuales ayudas para trasladarse, matricularse y vivir en otro país. Hay que ser muy insensato y tener muy mala leche para crear semejante situación.

Este giro táctico del ministerio forma parte de una estrategia fundamental: cerrar las puertas de las universidades a la gente humilde y convertir dichos centros en un reducto de las clases acomodadas. Como hace 40 años. Más aún: si al elevar la nota media para acceder a las becas de tipo general se ha dado punto y medio de ventaja a los chicos de buena familia, al dinamitar los erasmus se destruye directamente la posibilidad de que los estudiantes que carecen de mayores recursos puedan salir a otros campus de la UE a completar estudios en una segunda lengua. Esa ventaja en el currículo fue en mis tiempos patrimonio exclusivo de los más pudientes y volverá a serlo. El Gobierno dejará fuera de juego a miles de jóvenes. La educación superior, para las élites y solo para ellas. El ministro (¿ministro?) podría explicárnoslo con su habitual desparpajo: no vamos a dejar que cualquier muerto de hambre se vaya y se venga a estudiar por ahí. Esos lujos, para quienes se los puedan pagar. Los demás, a currar a la costa.

De momento a Wert le ha salido el tiro por la culata. Pero no ha cedido en lo sustancial. Volverá a la carga en menos de un año. Para estas cosas, la derecha española es muy leninista: dos pasos adelante y uno atrás.

Y hablando de la vida, ya ven ustedes que tras el feliz verano el paro repunta con fuerza. En este plan, solo los primaveras o los malvados pueden creer que haya luz al final del túnel. Pero de eso ya hablaremos mañana. 

martes, 5 de noviembre de 2013

Con PSOE, sin PSOE...o al barullo 20131105

Mientras la derecha nos lleva de vuelta a los felices 60 (la última cabronada, la de las becas Erasmus, ha sido total), las izquierdas recorren en estampida sus particulares laberintos. Este próximo fin de semana celebra el PSOE su conferencia política y Garzón (el exjuez), a la cabeza de la plataforma Espacio Abierto, mandó a los socialistas una carta muy amistosa que ha levantado ampollas en el núcleo duro de IU. Estamos en plena discusión sobre si un reagrupamiento electoral de los progresistas españoles debe contar, o no, con el PSOE. O también qué habría de hacer este partido para reconciliarse con el cóctel de rebotados, quincemayistas, anarcodigitales, viejas glorias, idealistas y pragmáticos que solemos denominar izquierda social.

La carta de Espacio Abierto al PSOE es demasiado amable, demasiado acrítica y ofrece demasiada colaboración. Nunca está de más la cortesía, pero tanta, tanta... El problema radica en que los socialistas aún no han hecho ningún movimiento claro que permita identificarlos con la izquierda. Carecen de estrategia y sus autocríticas no suenan sinceras. Ni siquiera queda claro si Rubalcaba (o quien corresponda) circunscribirá sus posibles alianzas al campo de las izquierdas o dejará abierta la puerta a una gran coalición con el PP. Así que el tema está verde. Mucho más porque IU, donde la ortodoxia comunista gana influencia, tampoco pone entusiasmo alguno en el impulso de políticas frentistas o unitaristas. Allí se relamen pensando ya en la próxima remontada electoral, una remontada, por supuesto, que les hará más visibles pero les dejara en la cómoda oposición. Izquierda Unida no quiere gobernar este país. Con Cayo Lara al frente...

Así que mientras unos se ofrecen al PSOE, otros bufan y los de más allá siguen con lo de «PSOE, PP, la misma mierda es», resulta imposible augurar una salida lógica al momento actual. Aunque todos sabemos que esa salida no es otra que reorganizar la izquierda, dotarla de contenido y lanzarla a la contienda electoral con verdadera voluntad de victoria. Si pudiese ser, con el PSOE; con otro PSOE, claro.

lunes, 4 de noviembre de 2013

Por lo visto, aún nos espían poco 20131104

En plan provocador o en plan imbécil (es difícil saberlo) algunos han escrito en diarios, webs y blogs que no les importa en absoluto que Estados Unidos les espíe. Vamos, que están encantados de dejar en manos del Gran Primo la tarea de vigilarnos a todos y luego decidir quiénes son los buenos y quiénes los malos. Es, ya se sabe, la vieja cuestión: o seguridad o libertad. Y muchos prefieren la seguridad, por supuesto. Una elección dudosa, sin embargo, porque sacrificar los derechos más elementales no garantiza absolutamente nada. Las sociedades sometidas al rigor del autoritarismo son inseguras por definición.

Asistimos a un espectáculo curioso. Mandatarios y ciudadanos europeos lamentan el espionaje de masas llevado a cabo por la NSA norteamericana. Sin embargo, Snowden, la persona que desveló tan enorme intromisión en nuestras vidas privadas, hubo de huir y refugiarse en Rusia. Luego vino el famoso incidente del avión de Evo Morales, cuando diversos países europeos le negaron permiso para repostar creyendo que el informático traidor viajaba en el aparato.

Así que tal vez sea más honrado proclamar sin más que lo mejor para vivir tranquilos es que alguien (estadounidense, por supuesto) tenga acceso a nuestras telecomunicaciones y sepa con quién y de qué hablamos, en qué gastamos el dinero, qué hacemos frente al ordenador a la una de la madrugada y cualesquiera otros detalles de nuestra intimidad. Como somos buenos, nada hemos de temer, ¿verdad? Salvo que un día de éstos toda aquella información privada que dejamos en manos del Poder nos alcance rebotada desde cualquier robot informático. Y nos prive de empleo y oportunidades porque no somos de fiar, o nos haga vulnerables a cualquier presión, o nos meta en algún lío porque aquello que hicimos, que dijimos o que escribimos ha dejado de ser políticamente correcto.

Ponerse voluntaria y alegremente bajo el ojo escrutador de la NSA es tan triste y miserable que quienes presumen de ello me dan pena. Lo genial es que algunos de ellos presumen de liberales. Pero tienen alma de súbditos. 

sábado, 2 de noviembre de 2013

Ya decidirán otros por tí 20131102

Los trabajadores de Fagor sufren un evidente ataque de estupefacción. ¿Cómo ha podido pasarles eso a ellos, tan cooperativistas, tan eficientes, tan industriales... tan vascos? Y su sorpresa coincide al milímetro con la de los inversores que compraron preferentes, la de los empleados de las mil y una empresas aparentemente sólidas que se han venido abajo, la de los votantes defraudados. La cuestión es que los de Mondragón (y los demás) estaban en la inopia. Tal vez creían a pies juntillas el argumentario abertzale según el cual Euskadi es otra cosa o tal vez dejaron su vieja tradición participativa y se apuntaron a delegar todas las decisiones en los altos ejecutivos de la empresa. Y éstos se pasaron de listos, cometieron errores estratégicos, abusaron del crédito y fracasaron en la expansión y la internacionalización. Nada nuevo bajo el sol de España.

Los trabajadores-socios de Fagor no se enteraron de nada hasta que la ruina les estalló en la cara. Lógico en un país y un mundo en el que las cúpulas (financieras, empresariales, políticas) deciden allá arriba y en la más absoluta oscuridad. Por eso los ciudadanos se limitan a votar cada cuatro años a unos partidos donde carecen de presencia y de voz. Por eso los asalariados han confiado la negociación de sus condiciones laborales a unos sindicatos a los que ni siquiera se afiliaban. Por eso incluso muchos miembros de consejos de administración (tanto de empresas públicas como privadas) dicen tan anchos que ellos no se enteraban de lo que pasaba en su sociedad. Aquí nadie ha querido ser responsable de nada, se han roto las reglas del compromiso democrático y el resultado es un caos acojonante.

El absentismo de las sociedades postmodernas es increíble. El personal pasa de todo, se desentiende de todo y deja que sean otros los que le gobiernen, le digan cuáles son sus derechos, le administren los ahorros, le organicen el escenario económico y le propongan la moda, el entretenimiento, los hábitos y hasta la mejor manera de echarse un polvo. Luego, claro, vienen las (amargas) sorpresas, el llanto y el crujir de dientes. Pobres, los de Fagor. Qué putada. 

viernes, 1 de noviembre de 2013

Se entenderán... ¡Qué remedio les queda! 20131101

Es más fácil que Belloch fracase a la hora de conseguir el apoyo de CHA e IU a sus presupuestos municipales, que se produzca una ruptura autonómica entre PP y PAR. La alianza de la derecha aragonesa es, al fin, definitiva. Sólo se romperá si los regionalistas se quedan en nada (como les pasó en Zaragoza capital) o si los populares consolidan su régimen de partido hegemónico encadenando una mayoría absoluta tras otra. Pero ambas circunstancias están descartadas. Los de Biel, aunque divididos y muy perjudicados, siempre podrán sostenerse allí donde sobreviva su archiefectiva red clientelar. Los de Rajoy-Rudi se preparan a encajar unos retrocesos electorales más que notables. Lo malo es que hay nuevos peces en el acuario.

La escenificación de las últimas tensiones entre PP y PAR ha estado bastante lograda. Sobre todo porque no sólo ha sido teatro sino también un desafío mutuo por ver quién se lleva al huerto a quien. Pero pactaran porque no tienen otro remedio. Ambos partidos se conocen, se identifican, se complementan y comparten emociones. Además pueden aspirar a seguir siendo vasos comunicantes, de forma que el regionalismo acoja a los electores que se cabreen con don Mariano.

Claro que en esta ecuación han aparecido nuevas incógnitas. Primero está UPyD, que va de subidón en las encuestas y ya ha demostrado su capacidad para atraer a los votantes que desertan del PP (y también del PSOE). Además se dibuja en el horizonte un jugador al que todos parecen temer: la casi segura extensión por toda España de la marca Citadans, que ha reagrupado en torno suyo a los catalanes españolistas. Unos y otros aspiran a ser minorías significativas, pero no tienen voluntad de convertirse en simples bisagras. Ambos evitarán exponerse a sufrir abrazos del oso, y menos por parte de la derecha, tras las próximas elecciones locales-autonómicas y generales. Pedirán la luna y se quedarán en tierra de nadie. A esperar un poco más y ver qué pasa.

Por eso Rudi tomará del brazo a Biel. Aprobarán los presupuestos para el 2014 tras los retoques precisos. Y serán felices al menos un año más.