domingo, 30 de noviembre de 2014

El Gobierno, contra la universidad. Muy mal asunto 20141130

¡Otra tormenta perfecta! De un lado, la presidenta Rudi y la consejera Serrat, cuya animadversión hacia la universidad pública aflora de forma clarísima en su retórica al respecto y su lenguaje corporal. De otro, el rector López, un personaje que tal vez hubiera sido adecuado para otra época más feliz, pero que está mostrando desde hace tiempo su incapacidad tanto para reorganizar su carpetovetónica institución como para liderar la lucha por la supervivencia de esta.
Ya es mala suerte esta confluencia astral, porque la universidad, pese a su rechinante estructura, su incapacidad para integrarse en la sociedad y su pérdida de eficiencia, tiene un papel insustituible en la transmisión del conocimiento superior y la investigación. Si suprimiésemos tal activo del haber de Aragón, nuestra comunidad sufriría una pérdida irreparable.

El Gobierno aragonés conjuga con fruición el verbo recortar (aunque las disfunciones y la escasa seriedad de sus presupuestos le impidan una y otra vez cumplir con los objetivos del déficit y evitar el endeudamiento). La pésima negociación de los mecanismos de financiación autonómica, que ha caracterizado siempre a nuestro Ejecutivo autónomo (fuese en su versión PSOE-PAR o en la PP-PAR), contribuye a la asfixia financiera. Ahora, Rudi rebota tal asfixia sobre la universidad. Más de 50 millones están en el alero y el conflicto se judicializará de inmediato. Los campus van tirando medio arrastras, la construcción de nuevos centros o su renovación está parada de hecho, no es posible nombrar nuevos profesores titulares... Es cierto que el número de alumnos ha descendido, pero hay nuevas titulaciones (algunas con carencias tan clamorosas que ponen su viabilidad en entredicho) y no es factible replegar los efectivos docentes y las instalaciones con la mismas rapidez que evoluciona la matrícula curso a curso.

La inquina ideológica del Gobierno converge con la incapacidad de la universidad para dar un salto adelante y dejar de ser esa maquinaria pesada, lenta, incompetente y sometida a unas reglas de implacable endogamia. Es dudoso que las autoridades académicas hayan entendido de verdad que el mundo cambia a una velocidad vertiginosa y que no es posible afrontar los nuevos desafíos desde una organización y unas reglas de funcionamiento que ya estaban desfasadas hace decenios. Encerrados en sí mismos, sin líderes naturales y sin capacidad de respuesta, los campus están listos para convertirse en otras víctimas propiciatorias de la crisis. 

Si así fuese, todos saldremos perdiendo. Y mucho.

sábado, 29 de noviembre de 2014

Medios públicos... ¿Públicos? 20141129

Hace poco, el Gobierno central nombró director de los informativos de TVE al jefe de Opinión del diario ultraconservador La Razón. Poco después, colocaba al frente del centro de Cataluña al hasta entonces asesor en materia de comunicación de la jefa del PP en dicha comunidad. Todo ello mientras las plantillas, tanto de la tele oficial española como, por cierto, de su versión catalana, TV3, expresaban una y otra vez sus protestas por el evidente grado de manipulación que los respectivos responsables políticos han impuesto en ambas cadenas públicas. ¿Públicas? Para nada. 

Ayer la redacción de TVE estalló, tras el cese de varios jefes de sección. Normal. Si los telediarios vivieron durante la época de Zapatero un breve pero interesante paréntesis de independencia, calidad y credibilidad (por supuesto dominaron los rankings de audiencia; no como ahora), hoy son una correa de transmisión del Gobierno y del PP. En algunos casos, la manipulación resulta tan evidente y grosera que causa vergüenza ajena. Los periodistas se han pronunciado sucesivamente contra el nombramiento tanto del anterior director como del actual. Pero su opinión no cuenta.

¿Tiene sentido que unos medios supuestamente concebidos y descritos como "servicio público" sean utilizados de la forma más sectaria por quienes gobiernan en cada momento? ¿Es razonable que cada relevo en el Ejecutivo traiga aparejado el de los responsables de dichos medios a todos los niveles? ¿Cómo se justifica entonces el elevado coste de unos complejos mediáticos cuya insostenibilidad suele ser manifiesta (véase el desdichado caso del Canal 9 valenciano)?

El estatuto de la prestigiosa BBC y de otras televisiones públicas europeas define unas reglas de independencia que seguramente no son infalibles, pero que se sitúan a años luz por encima de las vigentes en España. Dichas reglas, por supuesto, no eliminan el compromiso y la capacidad crítica. La clave más bien radica en el respeto a la profesionalidad y la libertad de los periodistas y a los derechos de la ciudadanía, que es, no se olvide, quien finalmente paga la factura. 

viernes, 28 de noviembre de 2014

Víctimas... a título lucrativo 20141128

A Rajoy se le ve desmejorado. No sé... Tal vez empieza a darse cuenta de lo oscuro que se está poniendo su futuro político. O es que ha decidido poner carita de pena para convencernos de que él también sufre. En cuanto a la regeneración, difícil será que la lleven a cabo quienes aún están más pendientes de maquillar a sus respectivos imputados que de proponer y adoptar medidas drásticas (sobre todo en el tema de la transparencia administrativa) para ponerle cerco a la corrupción. Ayer, mientras el gran jefe pasaba la mañana en el Congreso vendiendo motos, tragando sapos y palideciendo ante las tarascadas de la oposición, Ana Mato se recogía en su escaño cual virgen martirizada y, en Extremadura, Monago, para aclarar lo de sus viajes a Tenerife, ordenaba publicar los desplazamientos de sus consejeros y poner a la venta la residencia oficial del presidente de la comunidad. ¿Qué tiene que ver eso con lo de los vuelos a Canarias?, se preguntarán ustedes. Nada, pero es la moda actual: confundir al público con aspavientos y maniobras, como los magos cuando disimulan sus trucos.

Lo más genial de las últimas horas ha sido el uso que en el PP y aledaños le han dado a la expresión "a título lucrativo", utilizada por el juez Ruz en su famoso auto sobre Gürtel. Define una situación en la que un inocente, aunque no haya participado en una fechoría, se ha beneficiado de ella. Eso le pasó a Mato con su marido. Y por culpa de aquel mal hombre ha terminado sin ministerio (aunque siga de diputada) y tendrá que devolver lo que le cayó... a título lucrativo.

Por supuesto Mato es una víctima. El PP también lo fue del maldito Bárcenas, de Correa, del Bigotes. y de tantos otros (¡ay!). Como Pedro Sánchez y el PSOE, que no se libran de Chaves y Griñán ni con agua hirviendo. O CiU y el nacionalismo catalán al completo, acosados por la buena fortuna de los Pujol y la mala baba del Ministerio de Interior. También el bueno de Ureña, arzobispo emérito de Zaragoza, es una víctima de los tejemanejes habidos en la parroquia de Épila.

Consolemos, pues, a esta pobre gente. Y a la Pantoja y a la infanta y a...

jueves, 27 de noviembre de 2014

La culpa la tiene la democracia 20141127

Cuando en este bendito país no había libertades (circunstancia habitual en los dos últimos siglos), el personal vivía en la inopia, los poderosos disfrutaban de total impunidad, jueces y periodistas se andaban con pies de plomo, la corrupción (políticoempresarial o políticofinanciera) era un tema tabú... y la ciudadanía, convertida en manso rebaño y atentamente vigilada, no se enteraba de nada. ¡Ah!, qué felicidad. Estraperlos, cupos de importación, exclusivas, contratas... todo se resolvía en discretos despachos. Y mientras las detenciones y fugas de El Lute llenaban las portadas de los diarios, la buena fortuna recorría, de arriba abajo, la pirámide jerárquica; desde el despacho de cualquier ministro hasta la cocina de un regimiento, cuyo sargento al mando podía sacarse en un mes lo suficiente para comprarse un coche. Por supuesto, estaba prohibido publicar tales cosas.

La democracia ha jorobado el invento. Ahora la información fluye (a veces de forma retorcida, pero fluye) y al final resulta que la intocable ministra Mato acaba al borde de la imputación por su mala cabeza (y la de su exmarido). Ha tenido que dimitir, claro. Más que nada porque el escándalo se estaba poniendo al rojo vivo en vísperas del debate parlamentario en el que Rajoy pretende ofrecer soluciones al problema de la corrupción. ¡Je, je!

Más allá de lo que atañe a los políticos, el mejor ejemplo de lo perturbador que resulta el ejercicio del derecho a la información (por devaluado que pueda estar) está en la súbita emergencia de escándalos que afectan a la Iglesia Católica. ¡La Santa Madre Iglesia! Intocable durante siglos, hoy ve cómo se rasgan los velos de las sacristías y por fin salen a la luz los trapicheos con las herencias, los abusos sexuales a menores o la causa verdadera del cese del arzobispo de Zaragoza (por orden papal, tras ser pillado en un apaño obviamente feo).

miércoles, 26 de noviembre de 2014

Podemos y Cataluña, las bestias negras 20141126

España, según la versión oficial, se está convirtiendo en una de las locomotoras europeas, es la admiración de los organismos internacionales y cabalga a lomos de una recuperación económica tan espectacular como asombrosa. Cualquiera que niegue esta descripción o admita la posibilidad de que en las próximas elecciones no se sostenga el régimen de partido hegemónico es un loco, un peligro andante y un radical. Junto al silente Mariano, cuya táctica elusiva ha convertido la acción política en mera política de comunicación positiva, se alinean los gestores de los bancos y las grandes compañías, los amos del dinero, los multimillonarios impasibles. La estabilidad es esencial, dice González, el del BBVA. El bipartidismo es bueno, remacha Alierta. Todos se apuntan al clamor antiPodemos que galvaniza al sistema y, de rebote, incluso zarandea al socialista Pedro Sánchez (cuando autocritica el artículo 135 de la Constitución reformada) o al mismísimo papa Francisco (cuando denuncia las políticas sociales de la UE).

Pero Podemos es la réplica a esa realidad que la versión oficial niega: el empobrecimiento, la desigualdad, la estabilización del desempleo y los sueldos inferiores a los mil euros, el incremento constante de una deuda impagable y en buena medida ilegítima... Y ocurre que la histérica reacción de los voceros sistémicos ante la pujanza de Iglesias y los suyos colabora (según todas las encuestas) a impulsarlos a la primera posición en las preferencias electorales.

Ocurre lo mismo con Cataluña. Está claro que el independentismo no ha logrado (aún) arrastrar a la mayoría social. Pero la cerrazón de Rajoy, su falta de visión a la hora de afrontar el problema y la victimización de Mas juegan a favor de los nacionalistas. El president y líder de CiU ha salvado el culo (político) gracias a la torpeza del Gobierno central. Esquerra sigue fuerte. PP y PSC-PSOE están desapareciendo de la escena política catalana.

Al final, será Mariano (junto a los gonzález y aliertas) quien acabe tropezando, a la vuelta de la esquina, con esa realidad que intentan exorcizar: la locomotora ha descarrilado. 

martes, 25 de noviembre de 2014

Nadie se cree la regeneración (ni ellos) 20141125


anapixel
Las encuestas no solo detectan el ascenso de Podemos, también la escasa (por no decir nula) credibilidad que le merecen a la opinión pública las propuestas regeneradoras elaboradas por los grandes partidos. Normal. Este fin de semana, la presidenta Rudi presentó a los suyos un catálogo de medidas para luchar contra la corrupción y darle un nuevo brillo a la política y a esas instituciones acosadas hoy por la desconfianza ciudadana. Pues bien, una somera lectura de dichas medidas indica que muchas de ellas nada tienen que ver con regeneración alguna, y las que sí guardan alguna relación son muy básicas y están superadas por la propia realidad.

Eliminar la jornada de reflexión, permitir publicar encuestas en los últimos cinco días de campaña, examinar a los candidatos a dirigir organismos previstos en el Estatuto, desbloquear las candidaturas... son opciones que pueden gustar más o menos, pero no van a regenerar absolutamente nada. Limitar el mandato del Justicia y del jefe de la Cámara de Cuentas (que seguirán siendo elegidos por los partidos a través de las Cortes) tampoco garantiza mejora alguna en el control de abusos y mangoneos. Apartar de su responsabilidad a los cargos que afronten juicio oral por corrupción, inhabilitar de por vida a los que fuesen condenados o privar (temporalmente) de ayudas públicas a los partidos financiados ilegalmente son cosas tan de cajón, tan elementales que poco entusiasmo han de provocar a estas alturas de la vida. ¿Publicar el presupuesto anual de los partidos y sus cuentas? Claro, hombre. ¿Y de las cajas b quién dará cuenta?

¿Y la transparencia en los actos administrativos?, ¿y el control de los mecanismos para adjudicar concesiones y contratas?, ¿y el reconocimiento de organismos independientes que den la réplica a los actos políticos ejecutivos?... Bueno, y en cuanto a reducir el número de diputados en las Cortes, tal vez permita algún ahorro en el gasto (poquita cosa, en todo caso), pero será a costa de alterar a peor la representación del electorado. Total, que esto no se lo cree nadie... Ni siquiera quienes lo han inventado. 

lunes, 24 de noviembre de 2014

En defensa del 78 y lo que entonces pasó 20141124

Muchos treintañeros que van a las asambleas o círculos de Podemos (y de Ganemos) tienen un maravilloso desconocimiento de casi todo lo referido a la actividad institucional, a la política en general y a la reciente historia de España. Esa virginidad intelectual dará paso, sin duda, a una rápida asimilación de las cosas que interesan, porque los movimientos organizados de carácter alternativo deben ser, por encima de todo, escuelas de pensamiento y de acción. Sin dogmas, espero. Sin equívocos.

¿Qué equívocos? Por ejemplo, que la actual crisis social y política empezó en el 78, que la Transición fue una mascarada, que la Constitución dejó todo como estaba en el franquismo. Esto no es así. Las transformaciones habidas en un solo lustro, entre el 77 y el 82, fueron tan tremendas que describirlas como un mero lavado de cara no es de recibo. Sí, por supuesto, hubo que negociar y ceder y diseñar fórmulas de compromiso. Pero este país, tras pasar cuarenta años sometido al rigor de un régimen criminal, se convirtió en un ámbito de libertad bastante razonable. No cabía imaginar otro horizonte. No con unas fuerzas armadas dispuestas todavía a imponer algún tipo de involución por la fuerza de las armas. Y en contra de lo que sugirió Pablo Iglesias, ETA cometió un error monumental (y criminal)... como se ha visto luego.

La Transición no fue la causa de lo que ha pasado luego. En palabras del historiador Santos Juliá, "... De ahí no salió un régimen sino un diseño institucional que quedaba pendiente de realizar. Ha sido la política derivada del sistema la que luego nos ha traído hasta aquí". Justo. Aquella Constitución del 78 debía ser una estación de tránsito, el final de una etapa larga y durísima. Pero se convirtió en una estación término, y el proceso democrático se frenó, embarrancó y acabó produciendo fenómenos (la corrupción, por ejemplo) que no estaban en los programas iniciales.

Sin embargo, los logros de entonces permiten hoy poner en pie una alternativa y traducirla en resultados electorales. Veamos ahora si se puede volver a poner el tren en marcha. 

domingo, 23 de noviembre de 2014

Cambiar Aragón... o dejarlo ir 20141123

Es pronto aún, vale. Pero convendría detectar entre los partidos y los futuros candidatos (o quienes aspiran a serlo) un poquito más de iniciativa, de voluntad de cambio. La famosa afirmación del aspirante regionalista, Arturo Aliaga, ("¡Que nadie venga al PAR a encontrar trabajo para él o su familia!") ha sido, por ahora, la mejor ocurrencia de la incipiente precampaña. Pero las risas se han ido enfriando al constatar que el sucesor de Biel se propone defender el legado de su partido tras decenios de tocar poder (solo, o más bien en compañía de otros). Es un enfoque continuista, ¿no?. El PAR ha inspirado o movido directamente muchas de las ideas fuerza y de los proyectos que configuran nuestra realidad actual. Precisamente ideas y proyectos que a estas alturas sería preciso poner en cuestión, matizar, reorientar u olvidar.

Aragón no tiene buenas perspectivas. Perderá población, perderá riqueza, tiene una industria que sigue dependiendo en exceso de GM-Opel, no logra configurar una economía rural de corte europeo (y en muchos lugares ni siquiera queda ya masa crítica para ello) y sus propuestas estratégicas están metidas desde hace tiempo en evidentes callejones sin salida. Por otro lado, tampoco existen propuestas para situarnos en el complejo juego de la política territorial española. Las evocaciones históricas (contaminadas a menudo por los anacronismos y las inexactitudes), la catalanofobia, el folclore y el amor a la patria chica son argumentos tan socorridos como inútiles. Ni siquiera Chunta (sin duda el partido más sensible ante esta cuestión) tiene un discurso bien definido. Es una formación nacionalista... pero no independentista. ¿Entonces?

Lambán, secretario general y principal candidato de los socialistas aragoneses, intenta dar algún paso e ir más allá de su planteamiento (bastante verosímil) de que hacerlo peor que el Gobierno presidido por Luisa Fernanda Rudi es imposible. Tiene mucho tajo por delante. El PSOE (y su líder no es una excepción) se ha caracterizado en los últimos lustros por su apego a los lugares comunes, matizado, eso sí, por una mayor vocación social. Si en las próximas elecciones solo hubiera de resolverse la habitual confrontación en los límites del bipartidismo, bastaría proyectar esa actitud más humana sobre un electorado que contempla atónito cómo las listas de espera de la sanidad pública acumulan más de 26.000 intervenciones (ahora dos de cada cien aragoneses aguardan a pasar por el quirófano). Pero estas elecciones ya no van a ser solo cosa de dos... y el PAR de bisagra.

Se abre el juego. Pronto entrarán en escena nuevos actores. De aquí a mayo deberían emerger propuestas para cambiar Aragón, de arriba abajo... Eso... o lo dejamos ir. 

sábado, 22 de noviembre de 2014

Un día, el sistema se adueñó del lenguaje 20141122

Tienen razón los gitanos en su discusión con la Real Academia. Porque el castellano es un idioma con tendencia a desarrollar significados peyorativos (la proverbial mala leche española), pero frenar un poco esa tendencia tampoco estaría mal. De todas formas, pueden decir misa los señores académicos, que el idioma no está ya ni en sus manos ni (exactamente) en la boca y la pluma de los parlantes, sino en las intenciones de un sistema que también se ha hecho dueño del lenguaje.

España parece hoy la Torre de Babel. Términos como sostenibilidad, responsabilidad social, transparencia, igualdad de derechos, honestidad, medio ambiente, mercado y otros mil son usados e interpretados de forma tan distinta a la original que a veces casi da risa. Ayer, leí un artículo del mismísimo Rajoy en el que se atrevía a proclamar que su legislatura está desembocando "en un horizonte de recuperación consolidada". ¿Recuperación? ¿Con un tercio de los trabajadores ganando menos del mísero salario mínimo? ¿Con una deuda pública billonaria? ¿Con una deflación de facto? ¿Con casi la cuarta parte de la población activa en paro? Esto es como el presunto ejercicio de transparencia que han llevado a cabo Congreso y Senado... para seguir manteniendo en la más absoluta penumbra los viajes que sus señorías realizan con cargo al erario público. Vale: podrán ir y venir a su casa... o a su domicilio eventual; o sea, a donde viva su novia/o, su prima/o o cualquier conocida/o. Justo lo que hizo el infeliz diputado del PP por Teruel que hubo de dimitir ipso facto por beneficiarse (con mejor motivo y maneras) de lo mismo que el inamovible presidente de Extremadura! Corrupción o su hija corruptela son otras dos palabras a cuyo sentido se ha dado un monumental cambiazo. Nadie se atreverá, por ejemplo, a usarlas si hablamos de los créditos fiscales a las grandes compañías, o de la barra libre que disfruta el oligopolio energético que nos exprime, o de la forma en que son privatizadas las cajas de ahorro... Pero los 1.800 euros al mes (brutos y con el prorrateo de las pagas) que por lo visto cobraba Errejón, el de Podemos, son motivo de escándalo. 

viernes, 21 de noviembre de 2014

Y además de ser tan aristócrata... ¿qué hizo? 20141121

Si eres un personaje público de cualquier clase, España es el mejor lugar para morirte. Aquí los telediarios (sobre todo los de la desdichada TVE) amortajan a los famosos con una finura sin igual. Tras pasar por sus manos, Escrivá de Balaguer parecía un auténtico santo; Fraga, un demócrata de toda la vida; Suárez, el presidente del Gobierno más amado por los españoles; Botín, un benefactor de la humanidad... Ayer, Cayetana de Alba volvió a la vida como si fuese una duquesa de las de antes de la toma de la Bastilla. Del cotilleo rosáceo a los noticiarios por su sitio, mis colegas se las ingeniaron para llenar minutos y minutos glosando la existencia de una señora que se dedicó toda su vida a disfrutar las descomunales rentas y posesiones heredadas, sin más gracia ni aportación que una cierta capacidad (al parecer) para hacer de su capa un sayo, bailar sevillanas, casarse con tipos peculiares y cobrar de la PAC europea tres kilates al año.

No sé cuantas veces dijeron en La Uno que la duquesa era la persona con más títulos de nobleza (¿?) del mundo. Parecía que estábamos en las Españas de los Austrias, o en la delirante corte de los Borbones de final-principio de siglo (del XVIII al XIX), cuando Goya retrataba sucesiva o conjuntamente al padre idiotizado, al hijo psicópata, a la reina petarda y al sonrosado amante de ésta. Bueno... lo de atesorar cuadros del genio de Fuendetodos y de otros grandes maestros también lo resaltaron ayer los hagiógrafos. Cual si la propia Cayetana los hubiese pintado, en lugar de limitarse a heredarlos.

En fin, comprendo que queda feo hablar mal de los que acaban de trasladarse al otro mundo. Pero entre ponerse borde con ellos (salvo si lo han merecido mucho) y montarles estas ridículas efigies póstumas debería haber algún espacio intermedio, más honorable para ellos y para nosotros. La duquesa de Alba pudo ser un personaje curioso; pero aparte de los vestidos ibicencos, los apaños quirúrgicos y su vida de aristócrata ligeramente tronada, lo que simbolizó fue la pervivencia de la España más rancia y parasitaria. Aunque esté mal decirlo. 

jueves, 20 de noviembre de 2014

Ayer don Arturo, hoy los de Ganemos 20112014

Causó sensación el despliegue de personajes, empresarios y caras conocidas que rodearon ayer a don Arturo Aliaga, aspirante a ser el candidato del PAR a la presidencia del Gobierno de Aragón. Investido sucesor oficial por superBiel, el actual consejero de Industria, Innovación y Turismo se prepara para unas primarias que han de ser, en mi modesta opinión, las más interesantes y complejas convocadas hasta la fecha. Que los regionalistas hayan sido capaces de escenificar una selección de candidatos mínimamente verosímil indica hasta qué punto el PSOE (que no fue capaz de lograrlo porque al aparato le entró vértigo, desgana o yo qué sé) o el PP (inpermeable a la democracia interna) están fuera de onda, carcomidos por la vagancia y la falta de proyectos. El menú servido por los dos grandes partidos en Aragón y su heroica capital va a ser tan previsible como insípido. El doble duelo Rudi-Lambán y Pérez Anadón-Suárez promete aburrimiento en grandes dosis. Y quizás el bueno de Aliaga tampoco sea la alegría de la huerta, pero de momento ahí está, currándose el puesto, rodeado del todo Zaragoza, en plan norteamericano.

Don Arturo es el favorito en las primarias del PAR. Lógico: aún toca poder (institucional) ejecutivo y puede repartir mercedes y promesas. Pero las pasará canutas si ha de conseguir que su partido mantenga la cabeza fuera del agua y no desaparezca de la circulación o se convierta en irrelevante. ¿Votarán por Aliaga muchos de los que ayer le doraban la píldora en los salones del Hotel Palafox? Lo dudo.

Al otro lado, los de Ganemos Zaragoza se presentan hoy en público, en el centro cívico de Delicias. Con el tácito respaldo de Podemos, la participación de IU y otras fuerzas políticas de izquierdas (o alternativas, si prefieren esta definición), además de una incipiente movilización social a través de asambleas, Ganemos es una promesa que está por cuajar. Le faltan, precisamente, personajes, propuestas y credibilidad. Ya sé, ya sé que algunos odian los liderazgos y el carisma, pero Guanyem Barcelona no sería lo que es sin Ada Colau. La gente vota a... gente.

miércoles, 19 de noviembre de 2014

P'a lindanos está la señora ministra 20141119

No se alarmen si la ministra de Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, se olvida de su promesa de hace un mes, cuando aseguró que habría un plan integral para hacer frente al lindano en la cuenca del Gállego. Ha sido y es habitual en Aragón, que los integrantes del Ejecutivo central nos ofrezcan cosas y cositas a media voz, regalos, camelos de novio en un rincón del portal, maneras de salir del paso. Luego... Bueno, luego les resulta fácil desdecirse, o más bien olvidarse, o dejarlo para el año que viene. De esta forma, el incesante desfile de inversiones y proyectos derramados por los altos jefes sobre nuestra credulidad se ha quedado en nada, en casi nada o han acabado por hacerse realidad (las menos de las veces) a la vuelta de muuuchos años. Lo más genial de todo es que, a menudo, aquello que hemos logrado de Madrid ha resultado ser prescindible cuando no absolutamente inútil (el túnel por Somport, el aeropuerto de Huesca, ¿la Expo de Zaragoza?). Ahora mismo, una de las partidas más importantes (en términos relativos) que vienen aportándonos los Presupuestos Generales del Estado se destina a recrecer Yesa, mediante una obra absurda, repleta de riesgos y cuyo coste se ha disparado.

Tirarles caramelitos a los aragoneses es una vieja afición de los ministros. Incluso cuando estamos ante un tema tan grave como el del lindano. De momento, el Gobierno tierranoblense ha tenido que meter 4,6 millones más en el intento de depurar las escorrentías que lleguen de Bailín, el gran vertedero. La instalación de Inquinosa en Sabiñánigo fue aprobada en su día por organismos dependientes de la Administración central. Pero la mierda dejada por dicha empresa sido autonomizada. A pagar.

Por ello, se comprende la reacción de los canarios ante las prospecciones petrolíferas. Si sale algo de provecho, los beneficios se irán lejos; pero el impacto, los residuos y los eventuales derrames se quedarán allí, en una zona delicada y valiosa donde las haya. Luego nos quejaremos de que algunas Españas se ponen periféricas y respondonas. Se ve que no son tan conformadicas como esta Tierra Noble. 

martes, 18 de noviembre de 2014

Reforma o ruptura, esa es la cuestión 20141118

Es probable que Syriza gobierne Grecia tras unas elecciones anticipadas. Y eso por la sencilla razón de que los partidos tradicionales han ratificado su incapacidad para sacar al país del marasmo de pobreza, confusión, mentiras y deuda al que ellos mismos lo precipitaron. El líder de la formación izquierdista, Alexis Tsipras, cabalga hacia la victoria a caballo de un realismo que ha ido afinando su discurso. Sus propuestas, no obstante, siguen siendo provocadoras. Porque forman parte de un programa destinado no tanto a recuperar las actuales instituciones helenas (y europeas) como a transformarlas a fondo para que atiendan las necesidades de la ciudadanía, no los intereses de las oligarquías financieras.

Tsipras estuvo en la toma de posesión de la dirección de Podemos, votada por casi 100.000 militantes y simpatizantes. Fue muy aplaudido. Supongo que el jefe de la izquierda griega les contaría a sus homólogos españoles qué duro es levantarse en este sur europeo enarbolando la bandera de la ruptura. Mientras, Iglesias y los suyos ya se van haciendo a la idea. Están siendo sometidos a un examen durísimo (no como el patético paripé que montó Esperanza Aguirre para el relevo de sus alcaldes corruptos). Becas, sueldos, contratos... cualquier cosa que les afecte es puesta bajo el microscopio, a la búsqueda de algo que pueda resultar escandaloso. Lo cual tampoco les ha de venir mal, porque tanta hostilidad, si saben capearla con claridad y sin victimismos, les pondrá en forma, y les obligará a estar alertas y a elaborar alternativas sólidas y potentes (si pueden y saben).

En unas circunstancias radicalmente distintas de las del inmediato posfranquismo (y eso, no se olvide, gracias a los logros democráticos del 78), Podemos encabeza hoy una nueva opción rupturista para una segunda Transición. PP y PSOE apuestan por la reforma (la derecha solo quiere un lavado de cara; los socialistas, una miaja de alegría constitucional). El miedo, una vez más, se ha convertido en el principal argumento contra cualquier cambio de verdad. Veremos cómo acaba la (tan apasionante) partida. 

lunes, 17 de noviembre de 2014

Del cruce Sagasta-Goya... a Urgencias 20141117

Ese recorrido lo hice yo a mediados del mes de agosto. En una ambulancia, tumbado en una camilla y con un collarín de esos que te ponen por si te has jorobado algo del cuello. También llevaba los pantalones bajados (me estaban mirando una herida en la rodilla) y el labio superior abierto de lado a lado (porque debí mordérmelo en la barahúnda del choque)... Pocos minutos antes de semejante cuadro, servidor era el tranquilo pasajero de un taxi (la noche estaba lluviosa) cuyo conductor se metió caña subiendo Sagasta hasta que impactó con otro coche que cruzaba desde Fleta a Goya. Una hostia sensacional. Luego, a mí me cosieron los morros (no fue agradable), me radiografiaron las zonas contusionadas (todo estaba golpeado pero nada se había roto) y me dejaron irme a casa, a donde llegué cuatro o cinco horas después de lo previsto, dolorido, cabreado y sin cenar. Fin de la historia.

En lo relativo al tráfico, Zaragoza es como la sabana africana. Hay grandes depredadores (autobuses y coches), hay pequeños depredadores (motos y similares), hay bichejos molestos (las bicis) y una miríada de pequeños seres cuya vida pende cada segundo de un hilo pero que van y vienen, indiferentes quizás al riesgo que corren (los peatones). Así que los problemas de convivencia se plantean siempre de arriba abajo. ¿El tranvía? Bueno... el tranvía es un rinoceronte. No quiere comerte, no tiene interés en tí. Pero si te metes en su terreno, te embiste.

Sé que el tema de la movilidad centra y concentra la mayor parte de los debates ciudadanos. Por eso el cruce Sagasta-Goya, que tan bien conozco, se ha convertido en objeto de la curiosidad ciudadana. ¿Qué pasa allí ¿Por qué hay tantos accidentes? Y, finalmente: ¿quién tiene la culpa? Respondo a todo de una sola vez: de aquello no son responsables ni los peatones ni los ciclistas ni los setos ni los duendes; los choques corren por cuenta de los conductores de vehículos a motor que no respetan los semáforos o se despistan o conducen a mayor velocidad de la permitida... o simplemente no son capaces de entender las sencillísimas reglas que rigen en la confluencia de dos avenidas. De cajón. 

domingo, 16 de noviembre de 2014

¿Herencia? Pues espera a la que caerá en el 2015 20141116

El borrador de los presupuestos de Aragón ha llegado muy tarde y habrá que solventarlo en un plisplás. El correspondiente al Ayuntamiento de Zaragoza debe ser acordado (o no) ya. Dos documentos claves para la gestión de ambas instituciones tendrán que ser debatidos al corre que te pillo. Por supuesto, los participantes en tal ceremonia saben perfectamente que 2015 es año electoral, que cada cual va a buscarse la vida como pueda porque las cosas vienen muy achuchadas, que Podemos y su alter ego Ganemos están ahí listos para dar un susto y, en cualquier caso, que los presupuestos no pasan de ser un papel más, un rito anual carente de significado. Por eso Rudi y su (nuevo) consejero Campoy han aterrizado con unas cuentas imposibles, que se sustentan sobre un espectacular aumento de los ingresos, producto, cómo no, de la presunta recuperación económica que vive nuestro país (de ilusión también se vive), porque los impuestos dependientes de la DGA... van a bajar. Por supuesto, la humorada ha hecho mucha gracia. A la gente, ya se sabe, nos encanta que nos tomen el pelo.

Al año que viene, con dos citas electorales desplegadas de primavera a otoño, esas instituciones que hoy presentan unas cuentas maquilladísimas o simplemente inverosímiles serán gobernadas por personas diferentes a las actuales. ¡Buuufff! Los principales partidos se las están componiendo para ofrecer candidaturas muy poco atractivas (a ver qué hacen los alternativos). Y es seguro que formar equipos para gestionar los asuntos públicos podría ser muy complicado (el PP está intratable, el PSOE no quiere someterse al abrazo del oso ni pactar con populistas y Ganemos-Podemos le hace ascos a toda la casta). Encima, esos equipos se toparán de inmediato con una contabilidad disparatada y unos vicios administrativos demenciales (por ejemplo, el cierre de caja que el Gobierno aragonés practica a la vuelta del verano). En mayo, se celebrarán las autonómicas y municipales; en septiembre (o quizás antes), en el Pignatelli y la cesaraugustana casa consistorial apenás habrá liquidez, amén de una ingente cantidad de facturas sin pagar.

No caben comparaciones con la situación del 2011. Porque todo lo que entonces ya estaba averiado sigue tal cual o peor. Y lo que entonces todavía chutaba está hoy muerto matao. Con una particularidad: llevamos ya seis ejercicios (con el próximo serán ya siete) sin apenas inversiones. Vamos tirando de la inercia cogida antes del 2008. Pero ya se está acabando. Los servicios públicos no pueden seguir encogiendo, las infraestructuras necesitan ser mantenidas y renovadas, hay que abordar nuevos proyectos... además de afrontar el gasto corriente. Encima, el personal está ya encabronadísimo y no aguanta las bromas. Anda, que... 

sábado, 15 de noviembre de 2014

Aquí (casi) nadie se llama a engaño 20141115

Es muy improbable que quienes gobiernan hoy España puedan creer que la gente de la calle se traga sus argumentarios. Rajoy. desde luego, debe dudarlo porque se le ve cada vez más mohíno e inexpresivo, por más que su eminencia gris (el famoso Arriola) le reboce a diario el horóscopo demoscópico. En eso, en lo de mantener enganchado al personal más por la fe que por la razón, le da mil vueltas Mas, que se dispone a encarar nuevos desafíos electorales sabiendo que no tendrá que proponer nada relacionado con el empobrecimiento, el endeudamiento, el desmantelamiento del Estado del Bienestar y todas las demás putadas. Bastará con poner en su programa (y en el de Esquerra y el de las rebeldes CUP) una sola palabra: independencia. Debe ser maravilloso para un político de estos tiempos manejarse con tan bendita simpleza.

El pobre Mariano, no. A éste se le ve el plumero. Por ejemplo, que no tiene ningún plan para afrontar a medio plazo el desafío soberanista en Cataluña. Cualquiera que desde el resto de España haya viajado a dicho territorio ha percibido cómo el independentismo gana terreno. Seguramente aún no es mayoritario... Pero lo será si el actual Gobierno español sigue fingiendo que todo se arreglará solo.

No hace falta ser eso que los medios denominamos un experto para saber que la recuperación económica es una falacia, apenas sostenida en unas estadísticas tan dudosas como contradictorias. Cuando nos dicen que, allá por el 2016-17, la quinta parte de las personas en edad de trabajar seguirán en el paro, a lo que habremos de sumar otro porcentaje mayor que tendrá trabajo pero no saldrá de la pobreza, más otro tanto que irá tirando aunque carecerá de la mínima seguridad... nadie puede imaginar que vaya a crecer la demanda y la economía.

Tampoco hay que ser demasiado paranoico para intuir que Rajoy (como los demás líderes sistémicos) está incapacitado para luchar contra la corrupción. Hasta hoy no ha hecho un sólo gesto que pudiera darle alguna credibilidad al respecto. Al contrario.

viernes, 14 de noviembre de 2014

Ese inaudito anuncio de la lotería de Navidad 20141114

Desde que la posteconomía y la postpolítica estallaron en el gran fraude bancario del 2007, la lotería se ha convertido en el único mecanismo evidente de movilidad social. Ahora ya no sirve para gran cosa un título superior, ni tener una iniciativa imposible de financiar, ni siquiera dominar las nuevas tecnologías. Sólo hay dos maneras de ascender a las cámaras celestiales do habitan las clases altas: o eres un genio y además tienes suerte, o eres una persona normal y tienes tanta, tantísima suerte que pillas una primitiva, unos euromillones o un buen pellizco de algún gordo. Por lo demás, la cúspide de la pirámide ha quedado reservada a los que directamente nacen allí.

Por eso los anuncios de las loterías han tomado un sesgo peculiar. Han incluido mensajes tan demoledoramente eficaces como crueles en sus argumentos. La Primitiva, por ejemplo, se publicita pasándonos por los morros el megaconsumo de los millonarios. Una voz insidiosa empuja tu imaginación hacia el Shangri-la del dinero. Con infinito sadismo te habla de yatecitos, avioncitos, vueltecitas al mundito, atiquitos... y otros fabulosos itos, para machacarte al final: "No tenemos sueños baratos". Por supuesto. ¡A jugaaarrr! Los euromillones ofrecen botes estratosféricos. La Once incluye entre sus premios sueldos garantizados (lo que jamás conseguirás currando). Y como colofón ha llegado el tradicional spot de la no menos tradicional lotería de Navidad a explicarnos sin más rodeos que un parado de larga duración, un tipo fracasado, acojonado y hundido, todavía tiene salida: que el gordo toque en el bar de su barrio y que, aunque él no jugaba porque no podía permitírselo, el dueño del establecimiento, generosísimo, le guarde un décimo, un regalo sorprendente que abre al pobre desdichado (al que para entonces ya se le están saltando las lágrimas) la puerta del futuro. La historia (y su eficaz relato cinematográfico) resulta de una obscenidad social apabullante. Te deja KO. No sabes si llorar también, dejarte llevar por la histeria o cabrearte y renegar en voz alta, mentando a los dioses o a los papás de algún jefe. Es... inaudito.

jueves, 13 de noviembre de 2014

Lo que paga el público debe ser público 20141113

Bueno... el presidente del Congreso, Jesús Posada, matizó ayer las paridas que soltó el lunes a propósito de los viajes que realizan sus señorías por cuenta del contribuyente. En todo caso, carece ya de sentido escandalizarse ante la torcida idea que tienen las/os jefas/es sobre lo que es lícito, ilícito, correcto o incorrecto. Sólo cabe esperar el cambio de ciclo político, y a ver si tal cambio nos sitúa en línea con los mínimos éticos y estéticos habituales en los países más avanzados; sí, ésos donde una ministra o un ministro dimiten por haber usado de forma indebida su tarjeta de gastos para comprar una chocolatina, o por copiar parte de una tesis doctoral, o por quitarse una multa de tráfico.

Interesa aclarar, en relación con este tema de los viajes, una cuestión que ha surgido de forma recurrente estos días y que apareció en los argumentos usados inicialmente por Posada y Alfonso Alonso, el portavoz del PP: el supuesto derecho de diputados y senadores a su privacidad (¿?). No es un planteamiento nuevo. Salió a relucir tiempo ha, cuando fue noticia (por su súbito e inexplicable enriquecimiento) la entonces amiga del exalcalde de Zaragoza y exparlamentario europeo, Antonio González Triviño, o cuando se conocieron las tristes peripecias del dirigente socialista aragonés Carlos Piquer, o más recientemente al revelarse que los fines de semana en Marbella del juez del Supremo Carlos Dívar eran pagados con dinero del común. Pero en todas esas situaciones, como en la del exsenador y presidente de Extremadura, José Antonio Monago, o el dimitido diputado por Teruel, Carlos Muñoz, la difusión y crítica de los hechos no tenían como objeto la naturaleza privada de lo sucedido. A nadie importaba qué tendencia sexual, arreglo amoroso o contubernio andaba de por medio, sino un factor esencial: que las idas y venidas y los placeres íntimos se estaban pagando total o parcialmente con dinero público. Y ahí está clave: lo que paga el público es público, debe ser transparente, estar controlado y servir estrictamente los intereses generales. Luego, con su pasta, que cada cual haga de su capa un sayo. Faltaría más. 

miércoles, 12 de noviembre de 2014

Cómo legalizar el fraude (tan ricamente) 20141112

Ducha fría. Ya saben que las instituciones europeas han rectificado: ahora consideran aceptables las ventajas tributarias otorgadas por el Gobierno español a las compañías del Ibex que compraron empresas extranjeras para apoyar su expansión internacional. De hecho, tal expansión ha acabado siendo financiada por los contribuyentes que contribuyen, pues las sociedades beneficiadas han visto reducidos sus impuestos a nada merced a los llamados créditos fiscales, y el agujero resultante (de miles de millones, ojo) corre por cuenta de los paganos comunes. Los técnicos de Hacienda distinguen entre elusión (librarse de pagar gracias mecanismos legales de desgravación) y fraude (engañar al fisco ocultando ingresos y/o patrimonio). En la práctica ambas cosas llegan a ser tan similares que parecen una sola. En España, por ejemplo, el impuesto de sociedades es del 30% para las grandes empresas y del 25% para las pymes. Pero, en la realidad, lo pagado no supera el 10% porque la ley trae bajo el brazo su propia trampa.

La UE solía vigilar estas cosas, como cuando rechazó las vacaciones fiscales vascas. Pero ahora... Juncker, el presidente de la renovada Comisión que supuestamente gobierna Europa, acaba de ser pillado en un cambalache fiscal de mil pares de narices con trescientas y pico multinacionales, a las que dejó aliviadas de impuestos siendo él primer ministro y ministro de Finanzas de Luxemburgo. La noticia se conoció la semana pasada y en teoría debía haber provocado un terremoto en Bruselas. Pero no pasó casi nada. Con conservadores y socialdemócratas (salvo los españoles, conste en acta) apoyando un Gabinete que incluye a políticos más que dudosos (Cañete, uno de ellos), la Unión es lo que es: una estructura pseudopolítica al servicio del capital financiero y de las grandes corporaciones.

El fraude legal está a la orden del día. Muchos analistas pusieron a caldo a Pedro Sánchez por negarle el voto del PSOE a Juncker. Argumentaron que Luxemburgo (con sus tropecientos bancos, sus soparfis y su elegante opacidad) no es un paraíso fiscal... Ay, colegas, ¡qué tragaderas tenemos!

JLT  12/1172014

martes, 11 de noviembre de 2014

Cataluña: sí pero no... no pero sí 20141111

Es cierto que la votación celebrada el domingo en Cataluña careció de controles y garantías, además que estar absolutamente mediatizada por los agentes independentistas, los únicos presentes en el evento. Pero no es menos verdad que esto fue así porque el Gobierno central se empeñó en cerrar todas las puertas a cualquier solución que hubiera convertido la consulta en un acto homologable, con reglas definidas y plenamente democrático. Tales para cuales, los nacionalistas centrífugos y centrípetos han ido a lo suyo (por activa o pasiva), como si lo que hay en juego fuera simple folklore.

Tengo por seguro que, si en Cataluña hay dos millones de personas permanentemente movilizadas en pos de un objetivo político (la independencia), habrá que abordar el asunto con realismo y darle la única salida posible en una sociedad que se supone libre y participativa: solventar las diferencias con un debate abierto, una negociación razonable... y urnas. Aunque, por otro lado, el hecho de que el proceso participativo sólo logre la adhesión de la tercera parte de la población mayor de edad evidencia que no estamos ante un proceso soberanista indiscutible, cuando el entusiasmo popular adquiere proporciones incontestables. Porque, ojo al dato: decidir la independencia de un territorio (y me atengo a la doctrina canadiense al respecto) exige una participación masiva y una mayoría cualificada. La voluntad colectiva ha de ser muy superior al simple 50%.

Digan lo que digan los nacionalistas periféricos, mal irán las cosas si Europa se disgrega en microsoberanías: catalanes, vascos, bretones, escoceses, galeses, padanios, vénetos, flamencos... todos ellos pastoreados por la gran Alemania, cuya unidad (construida, ¡no se olvide!, mediante un federalismo complejo) no fue puesta en duda ni cuando el país permanecía dividido. Sin embargo, esta Unión Europea de ahora, capitaneada por el corsario fiscal Juncker no puede emocionar a nadie en su sano juicio. Ha de ser reconstruida desde otros principios y con otros objetivos. 

Un día, Cataluña votará (de verdad). Ojalá entonces decida quedarse. 

lunes, 10 de noviembre de 2014

Monago y un señor de Teruel 20141110

La imagen de Mariano Rajoy autoproclamándose adalid de la lucha contra la corrupción, codo a codo con José Antonio Monago, expresa mejor que cualquier sesudo análisis la simple falsedad del propósito 2regenerador1 alegado por el presidente del Gobierno. La escenificación (precisamente en Cáceres) del cerrado apoyo de los conservadores al presidente extremeño, las patéticas pamemas del alcalde de Badajoz, las ovaciones a la búlgara, el numerito del casco de bombero y todo lo demás es un estridente mentís a la pretensión de que el Sistema (en su versión de derechas) sea capaz de acabar con la corrupción. Mientras, un cuasi desconocido diputado turolense dimitía ipso facto por la misma (exacta) razón que ha provocado en Monago un ridículo (por lo falso) arrebato ejemplarizante.

Al margen de las conspiraciones palaciegas en el seno del PP, de la tensión larvada entre Rajoy y algunos de sus barones o del cálculo preelectoral, está claro que la dureza de Rudi resulta mil veces más coherente y acorde a la situación que la indulgencia de la alta dirección conservadora. De hecho, un sucedido como éste de los amorosos viajes a costa del contribuyente habría provocado un desenlace a la turolense si el protagonista hubiera ocupado escaño en cualquier parlamento de la Europa democrática. Dimisión y mutis por el foro. En España, sin embargo, el código básico del honor público aún no ha entrado en la mollera de los jefes. No distinguen lo ilegal de lo incorrecto (¿salvo en Aragón?). Se empeñan en considerar privado lo que pagan con el dinero de todos. Y por supuesto defienden sus privilegios con uñas y dientes. Monago quiere hacerse pasar por víctima. El colmo de los despropósitos.

La frívola (y chusca) naturaleza del caso resultará tanto más irritante para una opinión pública con la sensibilidad en carne viva. La gente de la calle no capta muy bien el contenido de las macroestafas perpetradas en los entrebastidores financieros y empresariales. Pero estas sinvergonzonerías de viajes y tarjetas black las capta a la perfección. Y el cabreo sigue creciendo. 

domingo, 9 de noviembre de 2014

Lo que hay que saber para ser 'alternativo' 20141109

Espoleados por las encuestas y por el impacto de éstas sobre el Sistema en su conjunto, cientos de zaragozanos y aragoneses acuden a las asambleas de las círculos de Podemos o a las que están organizando las plataformas de Ganemos (un proyecto electoral unitario y de base para las municipales). Hay entusiasmo, hay gente joven, hay ganas de darle la vuelta a la situación. Es la indignación transformada en opción política, en alternativa. Aquellos que ningunearon el quincemayismo, las mareas y en general los movimientos de resistencia a los recortes y la corrupción están de los nervios. Quienes dieron por sentado que la réplica popular perdería gas hasta quedar en nada conforme se acelerase el desprestigio de los sindicatos, el despiste de la izquierda y el cansancio de los manifestantes intentan ahora autoexplicarse la nueva realidad. Sólo les queda un argumento final: éstos, proclaman, (los de Iglesias, los de Ada Colau o los de cualquier líder que pueda surgir en la Tierra Noble y su inmortal capital) arrastran tras de sí una tropa de indocumentados, carecen de criterio, manejan programas imposibles, serán peores como medicina que la propia enfermedad.

A priori, Podemos (marca esencial y nuevo paradigma) es una iniciativa bien pensada y lanzada con un sentido de la oportunidad casi genial. De ahí su éxito. Ha dejado atrás a una Izquierda Unida dubitativa y avejentada. Cuenta con el apoyo (ver la letra pequeña de la encuesta del CIS) de las clases medias urbanas más ilustradas. Pero ahora tiene que convertir todo esto en una propuesta creíble y limpia, impulsada por una organización eficiente y participativa.

Las asambleas de Podemos o Ganemos son todavía un espacio caracterizado por la ingenuidad. Pocos de los asistentes parecen tener una idea clara de cómo funcionan las instituciones. Muchos de ellos creen que la encarnación de la Casta acaba en personajes como Belloch o Suárez. Desconocen la existencia y el perturbador el papel de los grandes constructores-promotores, la intervención de los poderes fácticos, el quién es quién de la relación viciada entre políticos y empresas privadas... Y este conocimiento, por cierto, no se suple con buenas intenciones ni anatemizando el Régimen del 78.

Ante los votantes, las opciones alternativas deberán alinear candidatos bien preparados, ofertas audaces pero factibles, soluciones para una situación desastrosa. Y en este cometido necesitarán a su gente más preparada (cualificada). Habrán de atraerse el apoyo de los técnicos honrados y progresistas del propio sector público. Tendrán que aprender, y aprender rápido. Están movilizando, se supone, a personas y colectivos bien formados, dotados de habilidades e iniciativas. A ver si se les luce.

sábado, 8 de noviembre de 2014

¿Sabremos poner las cosas en su sitio? 20141108

Las Españas (en lo conceptual no solo en lo geográfico) siempre han sido más de dos. Muchas más. Ahora mismo, por poner un caso, una parte de la ciudadanía aún se empeña en justificar la corrupción de los suyos contraponiéndola a la de los otros. Así se genera ese estúpido debate a dos bandas de gürteles contra ERE, valencias contra andalucías, púnicos contra pujoles... Como si las trapacerías de signo contrario pudiesen neutralizarse entre sí y no cayesen todas (a peso mierda, que se decía en mi barrio) sobre la paciencia y el bolsillo de los contribuyentes. En medio de la refriega, en lo que podríamos denominar tierra de nadie, se ha formado otro frente, el de quienes arremeten contra toda podredumbre (real o imaginaria), sea del PP, del PSOE, de los sindicatos, de la patronal o de bancos y grandes empresas. Pero dicho grupo está dividido a su vez. Están los antipolíticos, que explícita o implícitamente piden un cirujano de hierro (ignorantes tal vez de que estos facultativos no acaban con la corrupción, sino que la amparan y ocultan por decreto); los filoácratas, que imaginan una sociedad absolutamente horizontal e ignoran la complejidad de las cosas de la vida; los rebeldes con causa, que aspiran a encontrar una salida cambiando el sistema a base de valores, transparencia y excelencia democrática... Hay de todo.

Pasa como con la cuestión nacional. Escucho a partidarios de los microsoberanismos (admiradores del desafío catalán) expresarse en términos casi idénticos a los que usan los nacionalistas del otro lado, o sea los españolistas por la gracia de Dios. Y sin embargo, en otras caras del poliedro hay internacionalistas (hartos de soflamas emocionales), neutrales y desentendidos (muchos, aburridos de tanta mandanga patriótica), federalistas, partidarios del derecho a decidir de las periferias (pero, al tiempo, deseosos de que tales periferias decidan quedarse)... o gente que tiene una opinión mixta.

¿Cómo poner las cosas en su sitio y armonizar esta especie de Torre de Babel? Con diálogo, con respeto, con libertad, con ese sentido común al que los jefes tanto aluden... aunque luego nunca lo ejerzan.

viernes, 7 de noviembre de 2014

Esfuércense un poquito, por favor 20141107

Según la correspondiente comisión de investigación de las Cortes aragonesas, en la CAI hubo falta de control, dejación por parte del consejo de administración y una pésima gestión. De cajón, ¿no? Si aquella caja se vino abajo sería, en verdad, porque fue muy mal gestionada. Y si nadie detectó lo que estaba pasando, sería también porque fallaron los controles más elementales. Para llegar a semejantes conclusiones no hacía falta darle muchas vueltas al tema. Se suponía que las averiguaciones parlamentarias detectarían responsabilidades políticas con nombres y apellidos y permitirían radiografiar la degeneración de una entidad financiera saqueada impunemente por su cúpula directiva mientras instituciones y consejeros tancredeaban alegremente. ¿Entonces? Esto ha sido como la primera reacción del Ayuntamiento de Zaragoza ante las alusiones del ciudadano Mayayo sobre las obras del tranvía: estudiar una posible querella contra el denunciante. Hombre, antes habría que abrir una investigación, saber exactamente a qué se refiere el declarante, auditar las cuentas... en fin, lo normal en un caso así. Pero, claro, aquí ya nada es normal.

¿Y qué me dicen de las enmiendas que PP y PAR están colándole a la futura ley aragonesa de la función pública para blindar los ascensos de aquellos funcionarios asignados a puestos de libre designación? ¿Y del famoso programa informático para la gestión de los institutos de Secundaria, que sigue sin funcionar tras haber costado una fortuna? ¿Y de la prórroga a discreción del transporte sanitario, cuando debía haber sido objeto de un nuevo concurso hace años?

Ya pueden decir misa las encuestas del mismísimo CIS, que la gente del sistema no está dispuesta a esforzarse lo más mínimo en invertir el rumbo de las cosas. La regeneración es papel mojado. Los escándalos no cesan. Los expertos del BBVA dan por hecho que la recuperación dejará un paro estructural del 18% (ahí es nada). Pero Cospedal ha salido a la palestra para proclamar que Podemos es un peligro para la democracia. Y se habrá quedado a gusto, la... individua. 
 

jueves, 6 de noviembre de 2014

Parió el CIS y crujió el tranvía, ¡madre mía! 20141106

Las cocinas del CIS sirvieron por fin el menú, bien trabajado en la olla exprés. Ni así han logrado disimular su sabor de fondo: el bipartidismo se muere porque la pareja protagonista se ha encarnado, respectivamente, en una momia (el PP) y un zombi (el PSOE). Podemos ha irrumpido como una ola, dejando embarrancados a IU y UPD. Así que nuestro Soláns pide a la Virgen quedarse como está. Bueno, a lo mejor él está bien. Pero el país anda hecho unos zorros. Lo malo no es solo que hayamos estado y estemos en manos de gente cuya incapacidad parece clamorosa; lo peor es que nos hemos sumergido en una atmósfera de sospecha generalizada, en la que cualquier acusación resulta verosímil, en la que ya no es posible sacar la cara por nadie ni por nada. Y así, lo repito, no se puede funcionar. Aquí y ahora, del barullazo de Plaza hemos pasado al crujido del tranvía. Ha bastado que un ciudadano dijese que también ahí hubo "algo". Y el personal, de inmediato, ha llegado a una conclusión demoledora: otro barro.

Ayer por la mañana participaba yo en una jornada dedicada a la economía social y las empresas que promueven la inserción laboral de personas en riesgo de exclusión. Hubo una mesa redonda muy interesante en la que se habló de la importancia de la formación, de la cualificación, de que los más vulnerables adquieran habilidades para ser empleables. ¡Ay, madre!, pensé, con la cantidad de pasta dedicada a cursos de formación que ha sido distraída por patronales y sindicatos. Y sin embargo, ¿cómo se podrá resolver el problema del paro de larga duración, tanto de jóvenes como de mayores de 45 años, si no es con ese tipo de cursos (pero de verdad, claro)?

El sistema debe ser sometido a una catarsis (por llamarlo de alguna manera) que imponga de una vez los valores esenciales de la democracia: transparencia, rigor, división de poderes, supremacía de las instituciones públicas, estricto control de los mercados... un ambiente limpio en el que los sinvergüenzas se ahoguen antes incluso de que puedan hacer de las suyas. O sea, que no podemos quedarnos como estamos. De ninguna manera. 

miércoles, 5 de noviembre de 2014

De Andorra a Venezuela pasando por Oregón 20141105

Los fervorosos partidarios de la ortodoxia económica se han maravillado ante las propuestas del Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC) o las intervenciones en el Congreso del Instituto de la Empresa Familiar (IEF). Ambos foros patronales se han descolgado con planteamientos deliciosamente... voluntaristas. "Acabemos con el fraude fiscal y con la economía sumergida --dicen las grandes compañías agrupadas en el CEC bajo la presidencia de César Alierta-- y aflorarán en cuatro años más de dos millones de puestos de trabajo". Impresionante, ¿no?. Pero entonces llegan los del IEF (con el aragonés Alfonso Soláns ejerciendo de portavoz cualificado) y suspenden a la clase política, preocupadísimos por la corrupción. Más aplausos y vítores. ¿Será, pues, que estamos ante Podemos en versión capitalista?, podría preguntarse la espeluznada opinión pública. No, solo se trata de los criterios más elementales convertidos en lugares comunes y bendecidos por la categoría indiscutible del emisario. Es como si un cuentacorrentista de Andorra te advierte de que esto acabará como Venezuela y luego te lee algunas partes del catecismo de Chávez. Una broma.

¿Quién puede negar la necesidad de acabar con el fraude fiscal y la economía sumergida? ¡Pero si es lo que vienen diciendo los rojeras desde siempre! Más aún, además de acotar dicho fraude habría que poner fin a las elusiones (reducciones, deducciones y escapes varios) que permiten a las figuras societarias pagar muchísimo menos que las tristes personas físicas. Por no hablar de los créditos fiscales y otras subvenciones ilegales. Claro, hombre. Y las empresas tendrían que internacionalizarse... y ser mas eficientes... y pagar sueldos dignos... y no obtener desmesuradas plusvalías contratando con las instituciones públicas. Por la misma regla de tres, deberíamos despenalizar la eutanasia (como en Oregón), o someter a referendo decisiones polémicas aunque importantes (como han hecho, cada cual por su lado, en numerosos estados de los EEUU).

Pero esto, si no lo bendicen desde el Ibex 35, a lo peor es... ¡populismo! 

JLT  05/11/2014

martes, 4 de noviembre de 2014

Y la orquesta del 'Titanic' sigue tocando 20141104

Manías. A mí no me gusta usar el término "la casta" para aludir a quienes manejan hoy el poder en España. Prefiero denominarlos el sistema, que es una palabra más compleja, tiene más pedigrí (la usa, por ejemplo, la Camorra napolitana para describirse a sí misma) y define mucho mejor el carácter pluridimensional de la red que maneja el cotarro (no solo los políticos profesionales que se pasean por el escenario de lo público, sino también los burócratas de alto nivel que manejan bancos y grandes compañías). A estas gentes, una amiga mía les llama la orquesta porque, como la del Titanic, tocan y tocan mientras el barco se hunde (y los pasajeros de primera clase ocupan tranquilamente los botes salvavidas).

El caso es que hay una extraña sensación de resaca pos-sondeo (tras los de El País y La Sexta) y una ansiedad incontrolable por lo que pueda dar de sí la encuesta oficial del CIS. Esta última debería haber sido hecha pública ayer (u hoy a mucho tardar). Pero la han dejado para el jueves. Se supone que la están cocinando bien cocinada. O quizás la demora sirva para pasar antes las cifras mensuales del paro, que por lo visto vienen buenas (no buenísimas, ojo, que de eso ya no queda, sino presentables dentro de lo que cabe) y aminorarían el impacto negativo de la predicción electoral... con Podemos empujando fuerte, el PSOE temblando y el PP descangallao.

En su burbuja, aferrados a los clichés habituales, los del sistema aseguran que Podemos vale como opción de rechazo pero no como propuesta para una salida razonable. O que los de Iglesias tocan bonita música aunque la letra, eso ya... Pues vale. Quizás el Coletas, sus colegas de la Complutense y sus seguidores y estrellas invitadas (como nuestro Echenique) estén verdes en la rama del guindo. Pero a nadie causan daño. Son los otros, los de la orquesta, quienes dan miedo. Nos han dejado fuera de juego, y encima se empeñan en advertirnos (¿amenazarnos?) sobre la posibilidad de que, si ellos no siguen en el machito, podríamos perderlo todo. ¿Todo? Todo lo que antes no nos hayan afanado, estafado o sustraído... Se entiende. 

lunes, 3 de noviembre de 2014

Cataluña, el clavo ardiendo (de Rajoy) 20141103

La cosa (proceso participativo, lo llama Mas) que ha de celebrarse (o no) en Cataluña el próximo domingo no determinará nada ni tendrá utilidad alguna pues ninguna garantía democrática ofrece. Sólo provocará decepción entre muchos catalanes (justamente los más soberanistas) y tensión con el resto de los españoles, además de un incremento de las posturas más radicales de unos y otros. A cambio, ofrecerá a Mariano Rajoy un clavo ardiendo al que agarrarse mientras cae en el abismo abierto por los casos de corrupción en su partido (y en los demás). A los canallas, como dice la cita, sólo les queda un único refugio: el patriotismo. A los estúpidos, también. Y a los crédulos, por supuesto. El PP y CiU se aferran, cada uno por su lado, a ese pedazo de hierro candente cuyo fulgor se expande en un tremolar de banderas y la vibrante música de los himnos. En la España profunda, por suerte, la ciudadanía está curada de espanto, ha visto ya muchos números de circo y se hace una idea de dónde están Suiza, Andorra y los caimanes caribeños. En Cataluña y otros lugares periféricos, el truco aún maravilla a las gentes. Cuando el otro día vi a los alternativos de las CUP echarles una mano a los ultraliberales de CiU para salvar el 9-N y a Oriol Junqueras soltar la lagrimita en directo, me quedé, la verdad, un poco traspuesto. Mariano, el de Génova, debía estar, sin embargo, entonadísimo.

El Gobierno de España afronta dos descalabros simultáneos. De una parte, le salen imputados por todas partes y teme que le puedan salir muchos más; de otra, la recuperación económica no funciona ni como ficción. En el PP hay gente que reclama una dimisión en masa de la cúpula del partido y la convocatoria de elecciones anticipadas. Los más sensibles dicen que es hora de renovarse y dejar paso a la juventud. Aunque, claro, los cachorros más prometedores también están fuera de juego. Mira el pequeño Nicolás Con lo que valía el chico.

Cataluña es lo único bueno que le pasa a Rajoy. Ahí se está gestando un conflicto de aúpa. Pero en el corto plazo tal vez sirva para que el señor presidente encandile... a los cándidos. 

domingo, 2 de noviembre de 2014

No sólo 'tranbuses' y bicicletas 20141102

La afición (llena de filias, fobias y disparates) que tienen algunos zaragozanos a los temas relativos a la movilidad ha impulsado al PP a convertir dichos temas en lo más visible de su labor de oposición, y también en lo más llamativo de sus próximas propuestas. El fenómeno es muy significativo. Indica que los detractores de Belloch han sido incapaces de llegar demasiado lejos en sus críticas, y desde antes de la Expo no han logrado elaborar una estrategia alternativa para la capital aragonesa. El PP, cuyo grupo nunca ha sabido poner en jaque al Gobierno municipal (y no será porque este no le haya ofrecido oportunidades), ha encontrado en el tranbús una palanca con la cual intentar meterle mano a su bestia negra: el tranvía-tranvía. Aún le queda otra baza: la irrupción de la bicicleta en el tráfico urbano. Vale. Pero... ¿qué pasa con todo lo demás? ¿Cuál es el horizonte de Zaragoza de aquí a diez años? ¿Qué va a ser de una ciudad que alcanzó su cénit (a precio de oro) en el 2008 pero lleva seis años a pan y agua?

El actual ayuntamiento no se ha lucido a la hora de planificar la movilidad. No obstante, la puesta en marcha de la línea de tranvía norte-sur ha demostrado que esa plataforma es cómoda, segura, limpia y tiene una gran capacidad. Por ello está en expansión en toda Europa. El tranbús es otra cosa. Y la forma en que este artefacto ha sido presentado por el PP no parece muy realista. Esos grandes buses articulados no pueden echarse a rodar sin más por las calles. Son vehículos enormes y pesados, necesitan amplios carriles exclusivos, exigen zonas de giro adecuadas. Su hábitat natural son las avenidas de las megápolis latinoamericanas. En Zaragoza...

La movilidad con tranvía y con bicis (que son dos elementos habituales e ineludibles en estos tiempos), pero también con autobuses, coches ¡y peatones!, exige planes más eficaces y matizados. ¡Esa es la cuestión! Pacificar el tráfico, peatonalizar, sacar el coche privado de la trama urbana consolidada debería formar parte, precisamente, de un horizonte estratégico capaz de incluir muchas más cosas: servicios, ¡mantenimiento!, zonas verdes, lugares donde puedan jugar los niños, ámbitos para la convivencia, equipamientos culturales, propuestas estéticas que hagan agradable la vida de los vecinos, un modelo compacto pero abierto que combine todos los usos (viviendas, oficinas, comercios de proximidad...) y rompa la dinámica de los barrio-dormitorio... En fin, lo que se entiende por un programa total. Hoy, el desafío consiste en abrir ese debate sin irnos por las ramas. Un debate urgente, desde luego. Porque nadie con dos dedos de frente puede poner en duda que, después de mayo, el nuevo consistorio zaragozano será muy distinto del actual. Pongámonos serios, por una vez. 


sábado, 1 de noviembre de 2014

Sí, la gente quiere un Sistema... pero no este 20141101

La ciudadanía solo aspira a vivir en una democracia de calidad, a construir un futuro con garantías, a ejercer sus derechos y pechar con sus deberes. No desea destruir el Sistema; pretende más bien reconstruirlo o sustituirlo por otro que funcione. Las clases medias (e incluyo aquí a los trabajadores por cuenta ajena) se revuelven contra el empobrecimiento, el paro, la desigualdad, la corrupción, la hegemonía de los grandes partidos y el poder omnímodo de los grandes bancos y compañías. Rechazan la actual ineficacia de lo público y de lo privado y la sinvergonzonería rampante. Por eso la voluntad de los votantes gira hacia Podemos, porque otras opciones ya no garantizan nada a casi nadie.

La emergencia de Pablo Iglesias y los suyos es un fenómeno comprensible. Mucho menos inquietante que otras vías de escape usadas en países vecinos. La Italia de Tangentópolis acabó en manos de Berlusconi y los parafascistas de la Liga Norte. La Francia de la depresión está a punto de caer en el pétro regazo de Marie Le Pen. En España, Podemos es una respuesta política coherente con la vocación centro-izquierdista de nuestra sociedad. No será la panacea, pero sí una alternativa verosímil. Mucha peor pinta tienen las cosas en Cataluña, donde la simplificación nacionalista es capaz de convertir en compañeros de viaje a CiU y a las CUP, en una exaltación patriótica interclasista que hubiera hecho las delicias de José Antonio Primo de Rivera.

Lo que le ocurre a España se refleja muy bien en los datos hechos públicos por Intermón-Oxfam: los 20 más ricos poseen tanto como los 14 millones más pobres; el 1% de los más pudientes iguala al 70% de la población considerada a partir de las rentas más bajas. La desproporción es terrible, absurda, obscena e insostenible. Esa y no otra es la causa de que el actual Sistema (que, por cierto, no representa el Espíritu del 78 sino su degeneración) sea rechazado por un sector creciente de la ciudadanía. El personal no quiere revoluciones (que además no serían posibles) ni cosas raras. Solo decencia, eficacia y respeto. Así de simple... Y de complicado.

JLT  01/11/2014