miércoles, 31 de agosto de 2011

¿Y si cerramos los garitos inservibles? 20110831

Supongo que la mejor solución para el aeropuerto de Huesca es echarle el candado de momento o, en su caso, buscarle alguna alternativa (de cuya existencia dudo) barata. Porque eso de traer esquiadores poniéndole a cada uno decenas o cientos de euros procedentes del fondo común me parece una soberbia tomadura de pelo.
Las cifras del flamante aeropuerto (obra del ínclito Pacocascos, inducido por su cuate Rodolfo Ainsa, no lo olviden) son de risa. No sólo hay que gastar tres millones y medio de euros (de los Presupuestos Generales) en su mantenimiento básico, sino varios cientos de miles más (de la tesorería autónoma) para subvencionar a las compañías. Todo eso para traer no más de doce o trece mil turistas invernales, que es una cifra simplemente ridícula. Y el cuentiñán de que así promocionamos la Tierra Noble, creamos riqueza y promovemos el desarrollo del Alto Aragón es pura finfla. ¡Pues no saldría más a cuenta coger la pasta aeronáutica (empezando por los cuarenta kilates que costó la machada) y repartírsela directamente a los supuestos beneficiarios de semejante broma!
A estas alturas, tener que debatir asuntos tan meridianos resulta extremadamente fatigoso. Con este calor... ni les cuento. Ahora, hasta los niños de pecho saben que llevamos entre manos una serie de proyectos-ocurrencias extremadamente gravosos e insostenibles en época de ajuste. Así que a todo esto sólo le veo una salida: reconocer las meteduras de gamba, corregir lo que se pueda sobre la marcha y a lo hecho ponerle el pecho de una clausura temporal si no existe otra salida razonable en lo económico.
Será duro, pero habrá que chapar ese aeropuerto oscense y estudiar muy seriamente a qué nos comprometemos con la empresa que va a explotar el aeródromo de Teruel. De paso revisamos los campus periféricos de la Universidad pública, renunciamos a reclamar más pantanos inservibles como el del Val o el de Lechago... y estudiamos la forma de reducir al mínimo las actividades de empandullos como Motorland, donde cada euro de beneficio-retorno nos cuesta diez de previa inversión pública. No es tan difícil.
J. L. Trasobares/El Periódico de Aragón/miércoles 31.08.2011

martes, 30 de agosto de 2011

Tranquilamente... se nos lleva la corriente 20110830

Poco a poco, la afición zaragozista va dándose cuenta de que partidos como del domingo y temporadas como las tres o cuatro últimas no son un accidente pasajero, sino la simple y estable normalidad. No es que el Real Zaragoza tropezase en un mal día ante el Madrid (para solaz de Florentino el millonario, Mourinho el sacaojos y Cristiano el guapetón); es simplemente que el equipo del león desdentado pertenece al grupo de los que juegan la Liga con el único objetivo de no descender. Ahí están la emoción y el interés: en sufrir, en afrontar cada encuentro como una final, en vivir la desgarradora épica del triunfo agónico y de la derrota humillante. Y al que no le guste, agua.

Vean esto como una metáfora de la realidad en su conjunto. Porque ni la crisis financiera ni el descrédito de la política forman parte de una coyuntura superable; son fenómenos llegados para quedarse y definir nuestras vidas. De hecho, se estarán dando cuenta de que su irrupción ha desencadenado una especie de inercia fatal. Nadie parece capaz de torcer el desarrollo de los acontecimientos, nadie lo intenta. El Gobierno de España, con Zapatero en estado de shock, se ha tirado por el sumidero arrastrando tras de sí al PSOE. El PP mete ruido a base de demagogia y argumentos simplistas, mas parece incapaz de cambiar el rumbo del país. Salen a la palestra ex-jefes autonómicos socialistas a defender con fingida pasión el cambio constitucional antidéficit, cuando fueron ellos (¡precisamente ellos!) quienes contribuyeron a hinchar la deuda en los años del "... por dinero ha de ser". Aquí, en Aragón, el Ejecutivo de doña Rudi pretende agilizar la recalificación de suelos para combatir el fuego del desplome inmobiliario con más gasolina especulativa. Será lo que los dioses quieran. Mientras, las vacaciones se acaban y la cosa está cada vez más fea.

La corriente se nos lleva camino del 20-N. El Zaragoza juega para sobrevivir. Ni Champions ni nuevo estadio ni flores; anteayer el portero Roberto fue el mejor de su equipo ¡y encajó seis goles! Ante tal panorama, servidor no se arredra. Voy a ver si cuadro las cosas para estirar el buen rollo del veranito hasta después del Pilar. Por lo menos.

J. L. Trasobares/El Periódico de Aragón/martes 30.08.2011

lunes, 29 de agosto de 2011

Malestar en el Estado del bienestar 20110829

Supongan que deben visitar un matadero industrial. Entran por la puerta, saludan al director y este, con la mejor sonrisa, les asegura que, aunque allí son sacrificados cientos de animales al día, su vida (la de ustedes) no corre ningún peligro. ¡Ostras! Avanzan y cada empleado con el que se cruzan les tranquiliza igualmente: no se asuste, amigo, no le atontaremos ni degollaremos ni descuartizaremos. Bueno, si de mí se tratara, les aseguro que al cabo de un ratito estaría deseando salir de naja. Por si acaso, oye, que cuando te certifican algo con tanta insistencia es que te están preparando la contraria.

Estos días me pasa lo mismo con el Estado del bienestar. Conservadores y socialistas proclaman a cada minuto que están tomando todas las medidas necesarias para garantizar su continuidad. Lo dice doña Soraya con su mejor cara de alumna aplicada, Rubalcaba con ese gesto suyo destinado a transmitir sinceridad y confianza, el portavoz Blanco, el experto Montoro... también nuestro consejero de Economía y Hacienda, el ínclito Mario Garcés, ha prometido que sus ajustes respetarán el gasto social. A estas alturas, sin embargo, tan reiterado sonsonete empieza a sonar fatal. Más desde que los padres y madres de la patria (los de PSOE y PP) han decidido por nuestro bien establecer un tope en el gasto público, lo cual a priori parece cosa razonable pero abre la puerta a un desguace paulatino del sector público, pues si se sigue reduciendo la presión fiscal y en consecuencia los ingresos bajan aún más, la inmediata será jibarizar los presupuestos del Estado en todos sus niveles hasta que el pretendido bienestar toque fondo.

Ni un sólo jefe, de esos que nos garantizan el futuro de los servicios generales, la asistencia social, el seguro de desempleo y las pensiones, ha explicado de manera rotunda dónde meterá la tijera para realizar un ajuste aceptable. Nadie habla de frenar los proyectos disparatados, suspender las actividades superfluas, congelar las infraestructuras insostenibles y poner fin al despilfarro. Aún no hemos pasado de esos vagos compromisos relativos a la reducción de cargos y coches oficiales. Me invade el malestar. Se lo juro.

J. L. Trasobares/El Periódico de Aragón/lunes 29.08.2011

domingo, 28 de agosto de 2011

Un país sumido en la confusión 20110828

Aragón y España entera apuran el veranito en medio del más impresionante barullo habido en los últimos cuarenta años. La gente, en la playa, encarga su buena paella de marisco (aunque sea de marisco congelado) con la aprensión de que tal vez sea ese el último lujo que pueda permitirse en mucho tiempo. Y cada cual se hace su composición de lugar jugando con dos ideas, las dos teñidas de pesimismo: a) la culpa de todo la tiene Zapatero, b) ni con él ni con Rajoy tienen remedio nuestros males pues estamos sumidos en una crisis semiglobal y a las puertas de una recesión total. O sea, chungo.

En esta confusión todo cabe. Nuestro país va de cráneo tras el reventón de la burbuja financiera que, de rebote, ha dejado al descubierto las enormes limitaciones de nuestro tejido empresarial (en casi todos los sectores) y el carácter especulativo y rapaz del tinglado financiero. Como alternativa, parte de la ciudadanía se desliza hacia el delirio: la política se hunde en el descrédito, emerge la no-política (que suele ser política de inspiración fascistoide), la realidad objetiva es sustituida por la realidad percibida y el simplismo populista hace estragos. Estos fenómenos se ponen de manifiesto en lo transcendente cuando nos modifican la Constitución aprovechando la galvana veraniega, o en lo accesorio cuando la actualidad gira en torno a un tipo como Mourinho, capaz de sustituir su incapacidad a la hora de obtener resultados (títulos) por un permanente ejercicio de provocación infantil.

Algunas personas apuestan por una recuperación de la lógica institucional, de las esencias de la democracia socialmente pactada. Por ello advierten no sólo contra los tea party que proliferan por ahí, sino también contra la fascinación que puede producirnos la calle, con sus movimientos espontáneos y sus quincemayismos. Pero a mí, sinceramente, lo que más me preocupa de este monumental lío en el que nos han/hemos metido es la forma en que el Sistema está siendo reventado desde dentro. Los que más me asustan y confunden son los personajes que supuestamente representan el orden pactado. Les veo dispuestos a dejarnos sin paella el próximo verano.

J. L. Trasobares/El Periódico de Aragón/domingo 28.08.2011

sábado, 27 de agosto de 2011

¿Modificar la Constitución? ¡Sencillísimo! 20110827

Medio país está con la cosa del veraneo y no se entera de nada (ni quiere); la otra mitad acaba de descubrir que modificar la Constitución es algo sencillo, rápido y de efectos fulminantes. Bueno, rectifico: si la modificación tiene que ver con replantearnos la Monarquía o con poner orden en el caos autonómico mediante fórmulas federales, entonces sí es algo complejísimo y prácticamente imposible; pero si la cosa va de dar gustirrinín a las altas cúpulas financieras, no hay trabas ni complicaciones que valgan. Es más, yo pensaba que cualquier intervención en el sacrosanto texto de nuestra Carta Magna debería ser sancionada mediante referendo. Pero no; basta con que PSOE y PP se pongan de acuerdo y ya no es preciso preguntarle nada al pueblo presuntamente soberano. P'a qué nos vamos a incomodar.

Esta curiosa situación tiene dos enfoques: uno positivo y otro negativo. Este último resulta obvio: los intérpretes de la corrección política y la legalidad institucional nos toman el pelo y actúan subordinados por completo a los intereses de ese monstruo económico que llamamos Mercado. Pero lo bueno de este malabarismo constitucional ejecutado a toda velocidad en plenas vacaciones es que demuestra la posibilidad de crear mecanismos de intervención urgente capaces de adaptar las reglas del juego a las necesidades emergentes. Ahora, esas necesidades tienen que ver con los manejos de los grandes inversores, pero algún día podría ocurrir que se atendiesen necesidades más generales. Imaginen ustedes que las agencias de calificación son puestas fuera de la ley por actuar a favor de los especuladores y alterar el precio justo de las cosas. O que operar a través de paraísos fiscales se convierte en delito. O que los directivos de las entidades financieras, en vez de retirarse multimillonarios tras promover clamorosas ruinas, acaban en el talego por chorizos. O que el suelo edificable pasa a ser propiedad pública y los particulares acceden a él mediante alquiler. O que... Bueno, una vez abierta la veda las opciones son innumerables. Aunque, claro, para eso habría que darle la vuelta a la tortilla y tener la sartén por el mango. Me entienden, ¿no?

J. L. Trasobares/El Periódico de Aragón/sábado 27.08.2011

viernes, 26 de agosto de 2011

Lo mismo pero sin pasta 20110826

El nuevo Pignatelli vive un verano de calma total. Los jefes se dejan ver lo justo o apenas nada. Los subjefes rastrean viejos papeles y proyectos con los cuales apañar un discurso que cubra el expediente. Todo es matar el tiempo hasta que llegue el 20-N y se produzca la victoria definitiva. En todo caso no hay dinero, y sin dinero el afán no sirve de nada. Díganme ustedes por qué habrían de acalorarse Rudi y sus chicos si a la postre todo choca contra el maldito déficit. Ya lo dijo Modesto Lobón, flamante consejero de Innovación y Nuevas Tecnologías: "Mi departamento cuenta con una dotación miserable". En ese plan... ¿cómo no echarse a dormir la siesta hasta que escampe?

Voy siguiendo con cierta aplicación las comparecencias en las Cortes de los recién nombrados consejeros del Gobierno aragonés. Y es curioso constatar la estricta similitud de sus discursos con todo lo que hemos venido escuchando en los últimos doce años. El espíritu del Marcelinato ha transcendido la derrota electoral y sigue inspirando a los vencedores del 22-M. Eso sí, a los ya viejos argumentos les ha sido añadido un estrambote final: no hay dinero. Cojonudo, amigos. Porque aquellas bonitas aleluyas que Marcelino Iglesias recitaba en cada debate sobre el estado de la Comunidad sólo tenían sentido si luego había parné para estirarse hasta donde hiciera falta y además pagarle los vicios al socio Biel. Pero con la caja vacía el tema no se tiene de pie de ninguna manera.

Así que los consejeros se salen por la tangente apelando a la iniciativa privada. De ahí, dicen, saldrán patrocinadores, mecenas, subcontratistas, amigos, apoquinadores... Con la generosidad de empresas y fundaciones será posible mantener la investigación, la acción cultural, los servicios y hasta la ley de Dependencia. Curioso planteamiento porque el sector privado (con la excepción de las cajas y de alguna otra entidad) siempre ha ido a las instituciones a tomar, no a dar. Y ahora que pintan bastos aquí no se va a mojar ni Dios.

Así está el panorama y así se lo cuento. El Gobierno tira de rutina y la oposición se abanica. ¿Habrá superado Eva Almunia el trauma postelectoral cuando vuelva del veraneo? A saber.


J. L. Trasobares/El Periódico de Aragón/viernes 26.08.2011

jueves, 25 de agosto de 2011

Reformar la Constitución al contado 20110825

Famosos multimillonarios norteamericanos, y ahora franceses, han pedido públicamente el incremento de sus impuestos. Asumen que en momentos de crisis todos deben echar el resto y más quienes más tienen. Es algo tan de cajón, como el principio de progresividad tributaria. Pero en estos tiempos de locura, cobardía y avaricia extrema, los gobernantes no quieren ni oír hablar de apretarles las tabas a los ricos. Ayer le sugirieron algo de eso a nuestra vicepresidenta y ministra, la señora Salgado, y la buena mujer hizo un gesto de pavor y desagrado como si acabase de escuchar un taco feísimo o hubiera pisado inadvertidamente una caca de perro. ¡Oooiiiggg!

En cambio, lo de modificar la Constitución española, según exigencia de la cancillera Merkel, parece que va a ser coser y cantar. Habrán reparado vuesas mercedes en que hasta la fecha hablar de cambios en nuestra Carta Magna era como invocar los trabajos de Hércules o cualquier otro imposible. Zapatero sugirió algo, creo recordar, y tuvimos meses de llanto y crujir de dientes. Pero, oye, en cuanto los oligarcas financieros han propuesto limitar la deuda pública mediante ley fundamentalísima, todo se ha vuelto presteza, urgencia y facilidades. La inmutable y eterna Constitución española, de repente, está lista para que le hagan la manicura, el lifting, la liposucción y cualquier otro apaño. Impresionante.

Paro ya. Aún estamos en agosto y el calor de la última semana me ha dejado con los plomos medio fundidos, así que no esperan grandes reflexiones sobre las paradojas macroeconómicas y las miserias políticas. En realidad lo que más me conmueve en estos momentos es que la Duquesa de Alba, doña Cayetana, ha repartido la herencia entre sus hijos y estos, a cambio de la panoja, dejarán que se case con ese amable funcionario que la pasea y la baña en Ibiza. Tres mil quinientos millones, grandes fincas (incluido el mayor latifundio de España), media docena de palacios, una colección de obras de arte de valor incalculable... el paquetón transferido quita el hipo. Mas no creo que la tributación correspondiente haya sido tan espectacular. ¿Y la Constitución... qué dice de eso?

J. L. Trasobares/El Periódico de Aragón/jueves 25.08.2011

miércoles, 24 de agosto de 2011

Así nos hemos metido en la trampa 20110824

Ya perdonarán que esté tan serio tras las gafas de sol, pero es que este verano tiene más sombras que luces, y encima ni siquiera puedo extenderme contándoles mi veraneo en el lejano Norte porque los del pajarilla party me ponen verde por permitirme semejante lujo. El caso es que no cabe tirar cohetes cuando, por ejemplo, sabemos que las empresas aragonesas han gastado cuatro veces más dinero en despedir gente que en formar a sus trabajadores. Es un dato feo, inquietante. Como ese nuevo intento de relanzar el ladrillo por parte de Zapatero y su Gobierno. Chunguísimo.

España está cogida en una trampa donde nos metimos consciente y alegremente, con una extraña furia autodestructiva. Este es un país (y Aragón, su media estadística) que no ha sido capaz de apostar por la eficiencia, la investigación y la calidad. El famoso I+D+i sólo se lo han creído de verdad los vascos; a lo mejor es por eso que ahora tienen la menor tasa de paro. En otras comunidades las sobadísimas siglas no pasan realmente de ser un recurso retórico de usar y tirar. ¿Cuándo han visto ustedes en Aragón un verdadero debate político sobre activos científicos? ¿Conocen bien nuestros próceres dichos activos? ¿Sabe la recién llegada presidenta de qué va lo del Titán, la nanociencia y todo eso?

No estamos en línea con la Europa más avanzada. No hemos aprovechado los años de abundancia para ponernos a la altura. Basta cruzar la frontera con Francia (háganlo por Bielsa y me cuentan) para descubrir al otro lado propuestas más depuradas en lo paisajístico y lo arquitectónico. Claro que hay compatriotas nuestros capaces de invertir el argumento y asegurar que en el Pirineo galo todo está viejo y obsoleto, mientras aquí florecen el desarrollo, la modernez y sus artefactos.

Eso mismo pensaban hace años los hosteleros (catalanes) de Lloret de Mar cuando atraían el turismo hooligan remojándolo por las noches con cubos de inauditos brebajes. Ahora pagan las consecuencias. Han convertido su localidad en un vertedero al sol.

Es la trampa. Y, ojo, fabricada por nosotros mismos. Que Zapatero no tiene la culpa de todo.

J. L. Trasobares/El Periódico de Aragón/miércoles 24.08.2011

martes, 23 de agosto de 2011

Sobre la sequía... y sus efectos 20110823

Repunta la sequía. Los pantanos de las cabeceras están casi vacíos. Los complejos sistemas reguladores fracasan ante el simple hecho de que nevó poco durante el invierno y ahora no cae una gota. Búsquenme ustedes los seis mil y pico hectómetros que nos reserva el Estatuto (reformado). Mas descuiden, que no habrá forma humana de abordar un debate sereno y razonado sobre tal cuestión. Bien al contrario, los partidarios de empantanar todo caudal que discurra por ahí reclamarán más obras y más presas. Son como una especie de delirante economista que nos recomendase, ahora que no hay dinero, resolver el problema agrandando las cajas de caudales.

No hay agua. El Pacto de la Ídem, elaborado en su día con el único objetivo de justificar los trasvases a otras cuencas, carece de sentido. Es tan sólo uno de esos tópicos mediante cuya mecánica repetición sustituye el oficialismo regional la funesta manía de pensar. Sin recursos que regular la regulación es pura fantasía. Suban por el Cinca y verán Mediano en las últimas. Remonten el Aragón y observarán que Yesa está a un tercio de su capacidad (¿para qué, pues, hemos de recrecerlo?). El Alto Gállego anda igual (pero los partidarios de hacer Biscarrués siguen en sus trece). No hablo ya de la margen derecha y sus embalses fantasmas, sobre cuya inutilidad nadie del Sistema quiere saber nada. No faltan recipientes, amigos... falta líquido.

Es curioso cómo Aragón, tan implicado en las movilizaciones por el agua, arrastra al respecto una confusión mental que sólo el peso de las evidencias va despejando muy poco a poco. Claro que tampoco contribuyen a la clarificación ocurrencias como la del portavoz municipal zaragozano que hace unos días pedía más caudal para el tramo urbano del Ebro a fin de que sus dichosos barcos pudieran navegar (¡!). Y al otro lado están las cúpulas de los grandes sistemas de riegos, dueñas indiscutibles de un recurso que manejan a su antojo y que las ha convertido en una especie de SGAE hídrica. ¿Cómo es posible que a estas alturas y con el cambio climático y la sequía haciendo estragos no se haya producido un replanteamiento del uso del agua?

J. L. Trasobares/El Periódico de Aragón/martes 23.08.2011

lunes, 22 de agosto de 2011

Semana Santa en medio del verano 20110822

La visita del Papa ha creado una sensación como de Semana Santa en medio de la canícula (¡y qué canícula!). Ponías la tele y aquello era un rosario perpetuo, con desfiles de monseñores, panorámicas de los felices peregrinos, albas, casullas, sobrepellices e incluso imágenes llevadas en andas. Cada día los medios audiovisuales de titularidad pública se pegaban veinte minutos de crónica vaticana en sus noticiarios, más las retransmisiones en directo y los programas especiales. El fin de semana último resultó así de lo más curioso: sobre el mogollón estival y playero se superpuso el canto de los cumbayás católicos. En Ibiza se remojaba el famoseo y en Madrid trinaban los kikos encantados de haberse conocido. Dicen que la Jornada Mundial de la Juventud ha sido, además de una ejemplar peregrinación en masa, un magnífico negocio.

Hasta cierto punto, la movilización mediática en torno a Benedicto XVI resultó muy instructiva. Ver el desfile de las altas autoridades de nuestro aconfesional nación inclinándose ante el Pontífice y besando su anillo fue demasié (¡menuda genuflexión se pegó la presidenta de Madrid!). Menos mal que Zapatero se limitó a estrechar la santa mano mientras ponía esa cara de susto y desconcierto que le producen desde hace tiempo los poderosos de verdad. ¿Es lógico que en un saludo protocolario nuestros representantes institucionales reverencien al Papa? ¿No hubiera sido más normal que hubieran puesto un puntito de laicismo en la recepción de quien al fin y al cabo no es sino el jefe de Estado de otro país y el líder de una religión que la mayoría de los españoles no practica?.

Pero tampoco quiero entrar en más discusión. Pasó el soplo semanasantero y todo vuelve a su sitio. La Duquesa de Alba (mi celebrity favorita) prepara su boda con ese funcionario que la pretende, Enrique Iglesias no ha oído hablar de la spanish revolution y las gentes de orden han asumido (vamos, digo) que si el Papa tiene derecho a que los poderes públicos españoles le financien el tenderete, también las demás organizaciones (políticas, sindicales, benéficas o culturales) pueden y deben seguir cobrando su parte. Cada cual, a lo suyo... hermanos.

J. L. Trasobares/El Periódico de Aragón/lunes 22.08.2011

domingo, 21 de agosto de 2011

Y bien, amigos... ¿no os lo advertimos? 20110821

El futuro se ha hecho presente y ya no queda más remedio que afrontarlo. La realidad escondida durante años tras el mundo virtual del triunfalismo se impone y ahora se revela la clarividencia de los avisos lanzados tiempo ha por las personas con criterio objetivo (los agoreros, pesimistas, negativos, antitodos y malasombras, ¿se acuerdan?). Nos han reventado en la cara cuatro lustros sucesivos de absurdas inversiones públicas, feroz especulación inmobiliaria, delirios, hipotecas a tutiplén, comuniones como bodas, bodas como fiestas mayores, cuentos chinos, ineficiencia, absentismo político y desmovilización social. Estamos bien jodidos. Y lo que te rondaré, morena.

Aragón arrastra tras de sí el lastre de unos gastos y fastos desmesurados y absurdos. La lógica impondría ahora mismo una reflexión sobre ese pasado inmediato y los problemas actuales. El catálogo de inversiones públicas sin sentido (en Aragón como en toda España) debería ser fijado con precisión, analizado y asumido antes de iniciar una reconversión mental colectiva. En nuestra Comunidad ese catálogo afecta a todos, desde la gran capital al último pueblo; desde los descomunales e inútiles edificios emblemáticos hasta los frontones construidos en localidades donde nadie juega a la pelota. Hay que pagar aquellos dislates (muchos de los cuales siguen funcionando hoy como pozos sin fondo en los que desaparecen los euros por decenas de millones). Y será difícil hacerlo no sólo porque ya no es posible sacarle mucha más pasta a una Administración central superasfixiada, sino porque además han sido reducidas al máximo las exigencias fiscales de naturaleza progresiva; sólo cotizan las clases medias, y la economía sumergida sigue estando a la orden del día e incluso gana terreno impulsada por la propia crisis. Por eso es imprescindible fijar prioridades y cerrar (bajo siete llaves, si quieren) el baúl de las quimeras.

¿Aterrizará en la realidad el nuevo Gobierno aragonés (y luego el nuevo Gobierno español)? No parece. Eso sí, nos vamos a comer los recortes (del Estado del Bienestar, se entiende) crudos y en frío. Despistados y asustados, somos carne de cañón. Se veía venir.

J. L. Trasobares/El Periódico de Aragón/domingo 21.08.2011

sábado, 20 de agosto de 2011

Y Belloch, tomando el fresco en Noruega 20110820

El otro día estaba yo en Bergen, sentado tan ricamente en una de aquellas terrazas del puerto, donde el barrio hanseático, y veo a lo lejos un señor clavado-clavado a nuestro alcalde Belloch y a su lado una dama igualita a doña Maricruz. Será un espejismo, pensé; aún no he desconectado del todo y tengo a Zaragoza en la cabeza (que ya me había pasado cuando vi el tranvía en Oslo). Así que pedí otra birra (no se me escandalicen, que las de Noruega son muy flojitas) y seguí a lo mío. Pero he aquí que al volver a la inmortal ciudad me entero de que, efectivamente, su flamante regidor andaba de veraneo por Escandinavia y bien pude verlo durante aquel largo atardecer en el fiordo.

Seguro que don Juan Alberto ha estado en Noruega tranquilo, fresco y atento, porque aquello resulta bastante instructivo. Allí sí hay tranvías, como he dicho, y los coches privados apenas circulan por las ciudades. La gente ama su país de verdad y lo cuida de manera exquisita. Los ricos lo llevan con mucha discreción y pagan unos impuestos impresionantes (el IVA habitual es del 25% y el tramo superior del IRPF cotiza al 75%). Dominan las clases medias. No hay pobres. No se ve policía (ni siquiera tras el atentado de julio). No hay delincuencia. La sociedad está equilibrada y se rige por principios igualitarios, auténticamente socialdemócratas. Por supuesto, el medio ambiente está muy protegido. Los paisajes son tan hermosos que parecen una ficción cinematográfica.

Todo en esa Noruega que ha visto Belloch forma parte de un esquema coherente: las ideas socializantes, el civismo, la paridad, la ecología, las estrechas carreteras concebidas para causar impactos mínimos, la limpieza, el desarrollo, el pleno empleo... Claro, dicen algunos, con petróleo ya se puede. Sí, queridos, pero también hay petróleo (mucho más) en Arabia Saudí, Irak, Irán o Venezuela, y ya ven ustedes.

Lo único malo de aquel lejano norte europeo (y eso no lo hemos percibido directamente ni el alcalde ni un servidor) es que llega el otoño y luego el invierno, la lluvia, la nieve, el frío, la oscuridad y la depresión. Pero entonces muchos noruegos hacen un alto... y se vienen a Canarias. Qué suertudos.

J. L. Trasobares/El Periódico de Aragón/sábado 20.08.2011

viernes, 19 de agosto de 2011

Cuentas públicas, chocolate aguado 20110819

El Salud aragonés tiene, según parece, un déficit de quinientos millones que es un pastón en toda regla y no se recupera con los cacareados ahorrillos en asesores y canapés. Anteayer, en estas páginas, mi amigo Aramayona explicaba con buenos argumentos que la deuda sanitaria española es, con todo, apenas la mitad de la deuda militar, aunque de esta no habla nadie; tal vez porque, a la postre, el afán de convertir a España en una potencia (armada) de nivel medio-alto ha impulsado tanto a socialistas como a conservadores.

El manejo del dinero público es puro malabarismo. Ahora están haciendo una auditoría en el Pignatelli por orden de doña Luisa Fernanda, pero la faena corre a cargo de la misma Intervención y los mismos funcionarios que gestionaron y visaron el gasto habido hasta hoy. Y eso parece más bien una auto-audición, como bien entenderá nuestra egregia presidenta que es auditora profesional. Además, ¿para qué está la Cámara de Cuentas? ¿No se supone que es el organismo idóneo para inspeccionar las contabilidades institucionales?

El refranero reclamaba cuentas claras y chocolate espeso. Tararí. Las sociedades públicas aragonesas acumulan un agujero que puede competir con el de la Sanidad, sólo que su déficit se ha gestado en buena medida organizando carreras de motos, ampliando estaciones de esquí, llevando a cabo laberínticas operaciones inmobiliarias o colocando a la clientela política; lo cual no parece tan imprescindible como garantizar una asistencia digna a los ciudadanos que tienen la mala suerte de enfermar. En este momento vuelven las obras a Motorland (accesos, instalaciones, tribunas), lo que elevará el coste del próximo GP de Motos muy por encima de los diez millones de euros (cinco kilates ya se los lleva crudos la empresa organizadora del evento). ¿Cuánto cuestan al final estos eventos pagados con el dinero del contribuyente?

¿Y quién calcula los famosos retornos, coartada de tantos dispendios? Dicen que la costosísima visita del Papa traerá de rebote cien millones. Hace falta mucha fe para creerlo. Estamos saturados de cuentas espesadas interesadamente. Y el chocolate, aguadito.

J. L. Trasobares/El Periódico de Aragón/viernes 19.08.2011

jueves, 18 de agosto de 2011

PP, PSOE y PAR en el tiovivo ferial 20110818

En plena canícula festiva, con las discomóviles y el toro Ratón celebrando a los santos patrones, el tiovivo político ha invertido las posiciones de sus alegres caballitos. El PP está ahora arriba y el PSOE, abajo. Por lo cual el primero de ambos partidos defiende las diputaciones provinciales que ahora domina y el segundo, habiéndolas perdido, las pone en cuestión, justo al revés de lo que pasaba antes. Ya hemos asistido a otros vaivenes similares, por la sencilla razón de que los partidos mayoritarios juegan con idénticos lugares comunes, carecen de programas propiamente dichos (o los han olvidado o los mantienen escondidos) y consideran, en la mejor tradición hispánica, que la ciudadanía es medio boba o en todo caso fácil de embobar.

En Aragón, sin ir más lejos, vamos a presenciar el habitual relevo ceremonial. El PP (en cuanto gane Rajoy las generales) pasará a defender el trato que el Gobierno central tenga a bien dispensarnos, mientras el PSOE se mostrará muy crítico y protestón. Serán los socialistas quienes exijan más compromiso de Madrid con la Travesía Central Pirenaica, más pantanos y el AVE a Teruel; o sea, igualito que venía haciendo la derecha hasta hoy. Por supuesto nadie tendrá bemoles ni sensatez como para plantearse de una vez para qué queremos la susodicha TCP, los embalses o la alta velocidad a granel; tampoco para lanzar un nuevo catálogo de reivindicaciones razonables y reclamarlas con energía en los ministerios aunque allí estén los de la misma cuerda. ¡Uuufff!, eso sería salirse del camino trillado, del argumentario simplón y del cliché de toda la vida. Un esfuerzo inaudito.

El PAR, quieto en su mata. Cambia de pareja y siempre está montado en el caballito ascendente. Maneja los estereotipos regionales como nadie y lo mismo se siente cómodo en las diputaciones provinciales que en los consejos comarcales, pues el caso es cortar bacalao y ejercer influencia.

De momento este baile de ajados (¡ajadísimos!) disfraces tiene su gracia porque estamos en agosto, que es mes feriado y verbenero. Pero en el otoño va a resultar una plasta. Y con el 20-N en perspectiva, ni les cuento.


J. L. Trasobares/El Periódico de Aragón/jueves 18.08.2011

miércoles, 17 de agosto de 2011

Todo anormal... como siempre 20110817

Pues sí, aunque nunca cojo vacaciones en agosto, esta vez me dio por ahí y rompí la norma (no hay regla sin excepción). Y el caso es que he ido, he venido, he subido, he bajado y he desconectado de tal forma que durante dos semanas no he sabido gran cosa del nuevo organigrama del Gobierno de Aragón ni de los ataques a nuestra deuda ni de los rifirrafes entre PP y PSOE ni de la visita del Papa. Estaba allí, en el País Fenomenal, y las tribulaciones habituales me importaban un carajo. Para eso es el veraneo, ¿no?

Pero retorno al dulce hogar con cara de despistado y me encuentro que todo va según lo previsto, que nada se escapa a las normas implícitas del Sistema (en sus versiones local y global) y que la anormalidad impera en Aragón y en el mundo... como siempre. La presidenta Rudi, por ejemplo, ha ido nombrando cargos con la inestimable ayuda de su amigo Biel hasta configurar un Gobierno donde el PP dará la cara y el PAR manejará el día a día desde las direcciones generales. Lo cual ha de tener un curioso efecto: la derecha asume como propia casi toda la gestión de los últimos doce años, desde el Gran Teatro Fleta a los superproyectos de Aramón. Y como toque friki, ese director general de Cultura tan postmoderno y tan pajarilla party. O sea, guay.

Las personas avisadas somos ajenas a los sobresaltos porque nos vamos haciendo a todo. Contemplamos con amable indiferencia la movilización de recursos públicos que se produce cada vez que el Papa aparece de visita para montar un festival y darse un baño de masas. Se escandalizan los ateos militantes y los cristianos de base (que de verdad creen en Cristo y su doctrina). Pero los paganos nos tomamos el tema a efectos de inventario pues si ya pagamos carreras de bólidos y de motos, festejos populares en los que actúan toros asesinos o líneas aéreas destinadas a justificar inútiles aeropuertos secundarios, ¿por qué no aforar lo que corresponda a mayor gloria de Su Santidad?

De la crisis, ni hablo. Porque entonces sí que me puedo acalorar y con estas temperaturas sería peligroso. Aire acondicionado y cervecita. Aun queda agosto. A partir de mañana les contaré algunos cuentos veraniegos.

J. L. Trasobares/El Periódico de Aragón/miércoles 17.08.2011