jueves, 30 de abril de 2015

Así vamos a salir... trasquilados 20150430

El Tribunal Superior de Justicia de Aragón ha anulado la insólita decisión de la Junta Electoral de Teruel, que prohibió de oficio el eslogan Así no se sale de la crisis, lanzado por CCOO y UGT con motivo del 1 de Mayo. Según el organismo censor, cabía suponer que la frase "influyese en el voto". Genial deducción que, por la misma regla de tres, podríamos extenderla a las noticias de los telediarios oficiales (virtuosos ejercicios de manipulación informativa), a los titulares de otros medios (a favor... o en contra), a las declaraciones de los jefes (empezando por Rajoy)... Con ese criterio, sobran la democracia y sus dichosas libertades. ¡A cascarla! Asusta pensar que una institución encargada de controlar los procesos electorales tenga un criterio tan restrictivo, miope y absurdo.

Pero este es un país donde la democracia (aunque es palabra muy manida) siempre estuvo tierna. Ha sido (el código de libertades y derechos) una espiga que germinó tarde, y apenas había levantado cabeza cuando llegó la era de la siega global. ¡Zasss!, silvó la guadaña. Hasta luego. Europa no es la que fue. En Estados Unidos la Policía actúa como un ejército de ocupación en los barrios pobres. El poscomunismo ha sido un fracaso en casi todo el Este. Así que no estamos para ponernos tontos. El otro día, una activista de Femen montó un número proabortista en Madrid, en presencia del Ministerio del Interior. Varios agentes armados la redujeron con una violencia insólita tratándose de una sola mujer medio desnuda. Todo un símbolo de lo que nos espera.

La ley Mordaza permitirá a la autoridad gubernativa multar a quienes tomen y utilicen imágenes de las fuerzas de orden que puedan atentar contra el derecho al honor y a la intimidad de las mismas. Ya no será preciso que un juez decida si han sido vulnerados, o no, tales derechos. Ayer, el ministro de Justicia (¡y decían que era un tipo dialogante y técnico!), sugirió la posibilidad de sancionar a los medios que reproduzcan filtraciones de sumarios o investigaciones judiciales. A callar tocan. Entonces... ¿cómo nos enteraremos de lo que pasa?

Así vamos a salir... trasquilados.

JLT  30/04/2015

miércoles, 29 de abril de 2015

Rato y Montoro: dos caras, misma moneda 20150429

Hay varias interpretaciones. La de quienes argumentan que Rato ha sido objeto de un linchamiento virtual que rompe con las garantías atribuibles a cualquier ciudadano. La de otros que culpan de la jugada a Montoro, quien se habría dejado llevar por el entusiasmo, estirando más allá de toda lógica su afición a usar el cargo de Gran Hermano fiscal para jorobar a adversarios o desafectos de toda naturaleza. La de los aficionados a teorizar conspiraciones, que convierten a ciertos inspectores justicieros o políticamente interesados en actores principales de la detención del pobre Rodrigo. La que mezcla todo en un rompecabezas de conjuras, odios personales, guerras internas en el PP, trapisondas y actuaciones dudosamente legales... En cualquier caso a mí me cuesta mucho ver a Rato como víctima. Me pasa lo mismo con los Pujol, Blesa, Chaves, Griñán o Bárcenas (cada cual por la parte que le toca). Porque al margen del vaivén judicial (el laberinto, en cuyos vericuetos los españoles comprueban cuán desiguales son ante la ley), existe ya suficiente carga de prueba para deducir que los citados presuntos se han hecho ricos o han permitido el enriquecimiento de sus amigos y conmilitones... a nuestra costa.

Rato y Montoro son dos caras de la misma moneda. Aquel pillando cacho y sembrando ruina por donde pasaba, este utilizando la Agencia Tributaria como instrumento de sus manejos tras haber dictado una amnistía fiscal de escandalosas consecuencias. Sus peripecias son, ante todo, la clamorosa evidencia de que vivimos en una democracia de muy baja calidad.

Saber que en España se roba a mansalva... y que tal robo solo se conoce cuando a alguien le interesa. Ver cómo los jueces y los fiscales regatean los casos más complicados para no meterse en líos. Comprobar que ciertos imputados se van de rositas por haber prescrito su presunto delito (los últimos, varios beneficiarios de las tarjetas black de Caja Madrid). Enterarse de que las fianzas en la salida a bolsa de Bankia han sido objeto de una reducción prodigiosa... Todo eso convierte en víctima real a la ciudadanía. Nos las dan por todas partes.

martes, 28 de abril de 2015

Por qué mucha gente acabará votando PP 20150428

Que Rajoy se empeñe en vincular la presunta recuperación económica a su propia recuperación electoral es solo un reflejo de sus peculiares alucinaciones. O quizás un soberbio acto de cinismo, pues el presidente debería saber que quienes le votarán (muchos menos que la vez anterior, pero muchos más de los previsibles) lo harán ante todo por miedo. Miedo a salirse del carril, a los poderes financieras, al Eurogrupo y al FMI, al Banco Central Europeo, a los vaivenes bursátiles, a los ricos que se traen y se llevan el dinero sin importarles una mierda esa patria de la que tanto blasonan... Miedo, en fin, a romper la baraja y que al final la cosa sea todavía peor de lo que ya es. Mira Grecia.

La recuperación de la que alardea don Mariano es a la vez un ejercicio de creatividad estadística y la consecuencia del fatalismo de las clases medias supervivientes que han decidido vivir al día, pues mañana Dios dirá. Además, tanto la benevolencia monetaria del banquero Draghi como la insólita tolerancia al incesante aumento de la deuda nos han dejado en una especie de limbo macroeconómico. El gran jefe conservador se empeña en ver todo esto como un milagro cuyos méritos hemos de atribuirle. Por eso es capaz (como hizo el otro día) de salir a internet para celebrar la última EPA, en la que, sin embargo, se detectaba la destrucción de más de 100.000 puestos de trabajo.

La gente normal no percibe la recuperación. La mayoría de las familias arrastran tragedias protagonizadas por parientes que perdieron su empleo y ya no han logrado recuperarse. Aunque el PIB creciera a un ritmo del 3% no nos beneficiaremos todos por igual. Eso está claro. Luego tenemos esas historias, obviamente ciertas, de los multimillonarios habituales o de ocasión que guardan en paraísos fiscales fortunas inauditas... El electorado está justamente aborrascado e incrédulo. Pero el temor va cayendo como una lluvia fina. O gruesa, como esa prohibición por la Junta Electoral de Teruel de pancartas que cuestionen la salida de la crisis. Dicen que este es un país de centro. Me parece que es, más bien, un país acojonado. 

lunes, 27 de abril de 2015

Campaña en circuito cerrado 20150427

Resulta difícil imaginar cómo llevarán a cabo su campaña PP, PSOE y PAR en los espacios más poblados; o sea, en las capitales y localidades mayores. Digo esto porque, después de los juegos florales de estos días, con unos y otros enredados en el y tú más, con el asunto de los EREs andaluces reventándole al PSOE sin remedio y el PP enfangado de punta a cabo en esa esperpéntica orgía de fraudes, cajas B y aseorías verbales, los dos grandes van a tener muy jodido eso de salir a la calle a convencer al personal de lo majos que son. El PAR, por su parte, tampoco está para montar shows en las plazas. Y no quiero decir con esto que la buena gente vaya a replicar con escraches o cosa similar a la presencia de candidatos y pregoneros en las aceras. No. Me refiero más bien (aunque en esta España desvalijada tampoco conviene suponer que todo el mundo se comportará cortesmente) a la imposibilidad de que los sistémicos puedan ofrecer propuestas y difundir promesas sin chocar con el escepticismo rampante de una ciudadanía saturada, hastiada y descreída. 

En esta campaña los partidos tradicionales van a funcionar en circuito cerrado. Actuarán ante su público habitual y para captar al resto de los electores (no pocos de los cuales acabarán dándoles su apoyo por miedo, hábito o la simple ley de la gravedad política) tendrán que confiar en la publicidad, los medios (sobre todo los audiovisuales) y el hipotético desprestigio del coco Podemos. Eso y que Ciudadanos cuaje como la muleta necesaria para que el PP (e incluso el PSOE, si cuadrasen los números) pueda seguir en la carrera, aunque sea renqueando.

Habrán de contar, éstos que digo, con la fatalidad, la creciente sensación de que no es posible salirse del guión dictado por los poderes financieros (y otros poderes más cercanos y familiares)... además del influjo venezolano, las estupideces que tenga a bien regalarles Maduro y la advertencia de moda: ojo con lo que hacéis, díscolos votantes, que más vale malo conocido que bueno por conocer. Esto en la cita de mayo, que en la de noviembre no quiero ni imaginarme cómo estará el patio. Muy interesante, oye. 

domingo, 26 de abril de 2015

23 de Abril: Cervantes y polvorientos discursos 20150426

Este 23 de Abril fue, en Aragón, el oportuno colofón a ocho años de estupefacción política, desgana gestora y falta de ideas. Tanto en la Tierra Noble como en el resto de España la figura de Miguel de Cervantes bastó para ocupar los escenarios y aportar un aliento literario y filosófico a dos actos institucionales: el celebrado en el Patio de los Naranjos de La Aljafería y el que tuvo lugar simultáneamente en el paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares. Aquí José Antonio Escudero, Premio Aragón 2015, leyó un párrafo de El Quijote meramente descriptivo; allá, Juan Goytisolo, Premio Cervantes, abrió la caja de los truenos como debe hacerlo un intelectual que se precie e imaginó al Caballero de la Triste Figura cargando contra los esbirros que proceden al desalojo de los desahuciados. Acabó el literato con un "digamos bien alto que podemos". Y el podemos sonó Podemos. Justo a esa hora, Rudi advertía de los riesgos que comporta la antipolítica. Allí presentes por vez primera en sus respectivas vidas, Echenique y Santisteve (primeros candidatos de Podemos-Aragón y Zaragoza en Común, respectivamente) alucinaban a la vista del espectáculo.

Esta vez, en la recepción de La Aljafería no cantaron romanzas baturras. Pobre consuelo a la vista de cuán polvorienta, acartonada y absurda resultó la cosa. Todos estábamos allí fuera de lugar: las jefas y los jefes, el resto de las autoridades civiles y militares, los invitados de honor, los numerosos alcaldes de los pueblos, los demás asistentes... y yo mismo, que me había trajeado para la ocasión y me malocultaba tras unas oscuras gafas de sol (si no llega a ser porque peino a lo Varoufakis y llevaba camisa blanca de cuello italiano, en vez de americano, y terno gris marengo, en vez de negro, hubiera parecido un blues brother y no el aburrido invitado a la boda de una prima lejana).

El Día de Aragón se ha desaragonizado. En los discursos se habla del Estatuto y de las instituciones de él emanadas, pero son evocados como una especie de arcanos elaborados en un pasado remoto: fríos, pétreos, indescifrables, alejados absolutamente del día a día de las gentes. Rudi y Biel pasaron a la carrera sobre la actual crisis y sobre la actualidad en general. Su objetivo era ante todo exorcizar la previsible llegada de los nuevos actores políticos a los que sin duda temen (sobre todo la presidenta, que este mayo se la juega). Por eso se aferran al institucionalismo y a la lógica histórica del Sistema. Y a ver si el personal traga.

Al fin, el coro (unas chicas y unos chicos guapos, sonrientes y refrescantes) entonó el surrealista himno oficial de Aragón, y los camareros llegaron con refrescos, vino y cerveza. Pero yo enseguida me fui a tomar vermut con mi peña. Menos mal que Goytisolo había salvado el día.

sábado, 25 de abril de 2015

Un bosque de esqueletos en el fondo del mar 20150425

En el oscuro fondo del Mediterráneo, a la altura del estrecho de Gibraltar o del Canal de Sicilia, crece un bosque de esqueletos. Las rotundas osamentas de los africanos varones se mezclan con las más frágiles de las mujeres ahogadas y tampoco faltan los niños, arbustos de marfil pulidos ahora por las aguas. Y ya ni siquiera África tiene la exclusiva en el terrible cultivo submarino: Asia también pone sus simientes llegadas del atormentado Oriente Medio o del lejano Indostán. Los jefes de la UE le dan vuelta a la situación (la matanza, el crimen), que refleja su incapacidad para resolver los problemas actuales. La opinión pública europea se estremece por un momento antes de volver a ocuparse de sus particulares asuntos. Los bienintencionados protestan y lamentan la aparente indiferencia colectiva ante el sistemático genocidio marino. Los cínicos se limitan a culpar de todo a las mafias de la emigración ilegal, confundiendo el efecto con la causa. Los miserables y los estúpidos aplauden la propuesta de utilizar drones para bombardear las futuras pateras en sus puertos de origen.

Lo más escalofriante, vistas las cosas con una mínima perspectiva, es que ni las autoridades ni muchos analistas estén siendo capaces de reflexionar en serio sobre la forma en que Occidente ha impulsado esa huida hacia nuestros países y ciudades, donde se supone que habita la riqueza. Que Libia, por ejemplo, se haya convertido en la base de partida de los barcos cuyo pasaje acaba incrementando el maldito bosque submarino no es casualidad. ¿Qué pueden decirnos al respecto los dirigentes y analistas que organizaron y jalearon la desestabilización de dicho país? ¿No tienen nada que explicar ante el hecho de que la dictadura de Gadafi haya sido sustituida por el fracaso del Estado, la guerra entre facciones, el yihadismo y la catástrofe? Por no hablar de Siria e Irak. O de las guerras africanas, azuzadas desde el exterior (en la zona no hay una sola fábrica de armas o municiones) por los civilizados traficantes de diamantes, de petróleo, de coltán, de madera... El bosque de esqueletos es, en gran medida, obra nuestra.

viernes, 24 de abril de 2015

¿Caiga quien caiga?... Vamos, hombre

Si no he entendido mal, España tiene mogollón de pasta en Suiza (20.000 millones, que se sepa) y a su vez recibe enormes cantidades procedentes de Luxemburgo (país que, por ejemplo, se lleva la palma a la hora de invertir en Aragón). Pero, claro, nadie se cree que ese trasiego de dinero calentito, oscurito, guarrito y defraudadito tenga que ver con actividades productivas, ni pueda ser atribuido así, en plan colectivo y total, a los países por los que viaja en su ir y venir. Estas millonadas son de unos cuantos afortunados y los negocios con ellas relacionados (especulación financiera, jugadas en la renta variable, movimientos de blanqueo) nada tienen que ver con esa economía a escala familiar, que nos suelen presentar como paradigma de la ortodoxia. La ortodoxia, en realidad, es la norma que se impone a la mayoría para sacarle la tela por las buenas, pero está a años luz de las prácticas habituales entre las auténticas clases altas. La inmensa mayoría, ¡ay, madre!, ni tenemos cuentas en Suiza ni recibimos legados multimillonarios ubicados en paraísos fiscales ni podemos eludir al fisco ni nos hemos acogido a la amnistía fiscal.

No nos beneficiamos de grandes subvenciones. No pillamos los macrocontratos públicos. No hemos recibido créditos privilegiados por parte de las antiguas cajas de ahorro. No jugamos con ventaja a la Bolsa, conociendo con antelación movimientos que alterarán las cotizaciones. No tenemos ni puta idea de nada... Hasta que un día la cuerda de los de arriba se rompe por lo más flojo y entonces atisbamos (por un momento y de manera muy parcial) la verdad de la vida.

Ahora, el Gobierno pretende que se está luchando contra la corrupción y el fraude, caiga quien caiga. Pero eso no se lo creen en España ni los niños pequeños. Estamos viendo que la Lista Falciani o la nómina de los amnistiados por Montoro sólo son la obscena punta del iceberg. Y que el secreto (invocado hoy como dogma legal) impera e imperará para evitarnos el disgusto de conocer toda la realidad... Así como para proteger a quienes no han de caer, porque están demasiado altos y son demasiado poderosos. 

jueves, 23 de abril de 2015

¿Saquear este país?... La repera patatera 20150423

A eso, la verdad, no se le puede llamar lapsus. Yo pinché el vídeo para ver y oír el prodigioso mitin de María Dolores de Cospedal y no capté en su discurso precipitación, nervios, atropello ni inmediato propósito de la enmienda. Dijo alto y claro: "Hemos trabajado mucho para saquear este país". Tal cual. Al parecer no es la primera vez que se pronuncia en idéntico sentido. Hace tres años, en una rueda de prensa, ya sacó a relucir su eficiencia saqueadora, aunque en aquella ocasión la limitó a Castilla-La Mancha. Claro, por esa dichosa tendencia a dejar que la verdad se escape de sus labios, la secretaria general del PP prefiere hacer las cosas en diferido (como el despido de Bárcenas) sin los riesgos del directo. Todo lo cual debe ser inscrito en la fabulosa y demencial tomadura de pelo con que los actuales gobernantes obsequian a los contribuyentes un día sí y otro también. Como cuando el director de la Agencia Tributaria se niega a facilitar al Congreso la lista de Los Setecientos (715, según el último cómputo) altos cargos y personajes públicos, presuntos defraudadores. Pero deja caer que dispone de datos al respecto que son "la repera patatera". Qué cachondo, el tío.

Ayer mismo, la vicepresidenta Sáenz de Santamaría llamó a la amnistía fiscal por su nombre sin cantearse ni pedir perdón. Entre ella y sus otros colegas han creado una atmósfera tan alucinante que si ahora saturasen de ácido lisérgico el agua del grifo... ni lo notaríamos.

Así que los analistas, los blogueros, los adictos a las redes y la ciudadanía en general se han pasado en bloque al sarcasmo cuando de describir la realidad se trata. En un Reino tan saqueado, el chiste fue siempre la mejor válvula de escape. Ahora, hasta un articulista tan formal como Javier Marías ha de ponerse satírico para comentar la candidatura de Esperanza Aguirre a la alcaldía de Madrid. Los humoristas profesionales no dan abasto. Quienes afirman, con el mejor ánimo sistémico, que las cosas no andan tan desmadradas como aseguramos los extremosos se dan de bruces con un pitorreo institucional descarado y demoledor. Este saqueo es... la repera patatera.

miércoles, 22 de abril de 2015

Como Biel no ha de haber otro 20150422

El todavía presidente del PAR y de las Cortes aragonesas, José Ángel Biel, es todo un personaje. Ya sé que a estas alturas se le puede considerar el político que más rechazos y exabruptos provoca en foros y barras de bar cada vez que su nombre sale a relucir. Pero él sigue ahí, inventándose dichos, dándose a entender y jugando al somarda. Ayer se marcó una de sus piruetas verbales para proclamar (a despecho de encuestas, análisis y vaticinios) que aquí nada ha cambiado: "El bipartidismo ha parido gemelos (Podemos y Ciudadanos, ovbiamente)... Pero el PAR sigue en el centro". Y se quedó tan ancho. Qué cuajo tiene.

Claro que Biel (también conocido como El Tio Biel, Bielonne y El Eterno) está de despedida y se puede permitir cualquier licencia. Sus antiguos seguidores se le distancian (Aliaga ya reniega de la tesis del abanico), sus adversarios en el interior del PAR se hacen humo, los planes que pudo hacer el propio José Ángel hace cuatro años han quedado en casi nada y llegan unas elecciones muy inciertas. Entonar a estas alturas el todo sigue igual no deja de ser una graciosa licencia retórica. Porque nada va a ser lo mismo a partir de mayo... Aunque algunos (y no sólo el Gran Superviviente) intentarán que los cambios sean mínimos y se plasmen en factores intercambiables.

No creo que el bipartidismo haya parido gemelos. Podemos no tiene ninguna equivalencia genética con el PSOE, y el parecido de C's con el PP es, hoy por hoy, muy lejano. En realidad, los dos nuevos partidos no han alcanzado aún su madurez y no sabemos cómo serán cuando lleguen a la edad adulta. Curiosamente, en lo que a Zaragoza se refiere, C's está siendo patrocinado por las mismas gentes que en su día usaron al PAR como vehículo de sus particulares intereses. Estos personajes (poderes en la sombra, la auténtica Casta que los de Podemos aún desconocen) pretenden adiestrar al partido de Rivera para que se convierta en la útil bisagra que haga girar adecuadamente un futuro gobierno aragonés y un futuro Ayuntamiento de Zaragoza bajo control conservador.

Eso sí: Biel es irrepetible.

martes, 21 de abril de 2015

Desde la crónica de sucesos 20150421

La actualidad no se reduce a las secciones serias de los diarios: política y economía. También aparece reflejada (a veces mejor aún) en la crónica de sucesos o en la deportiva. Otra cosa es que los medios y los periodistas, lanzados como vamos en pos de la última novedad, seamos capaces de interrelacionar todo y sacar las oportunas consecuencias. Además hay tragedias sobre las cuales pasamos de puntillas, de acuerdo con el código básico por el cual nos autorregulamos (mal que bien). Por ejemplo no solemos informar de los suicidios. Así evitamos dar pie a su emulación. Aunque, a estas alturas, cabría preguntarse si tales escrúpulos (lógicos por otro lado) no nos impiden profundizar en la causa de semejantes actos: la enfermedad, la soledad, el miedo a la pobreza, el agobio y la impotencia ante un desahucio o cualquier otra consecuencia de la cosa que llamamos crisis. Tampoco acabamos de contextualizar algunos suicidios u homicidios que son un fracaso del sistema socio-sanitario (estoy pensando en las dos pobres muchachas del Pablo Serrano o en el adolescente de la ballesta), por no hablar de acontecimientos tan terribles como la historia del hijo que pudo haber ayudado a morir a su madre para ahorrarle a ésta mayores sufrimientos... que el mismo sistema fue incapaz de paliar.

Durante este invierno se ha producido un número anormal de incendios domésticos. El fenómeno no es nuevo aunque casi lo habíamos olvidado. Porque cuando la muerte es causada por el tufo de los braseros o el fuego y el humo provocados por algún artilugio calefactor (incluyan ahí los accidentes eléctricos) estamos sin ninguna duda ante las consecuencias de la pobreza energética. El pasado vuelve.

Y qué decir del tiroteo ocurrido el otro día en Ejea. ¿Tenía sentido que la Guardia Civil asaltase aquella caseta donde se había atrincherado un individuo que, pese a su evidente trastorno, no dejaba de ser un anciano que ya no representaba mayor peligro? ¿Quién dio la orden de entrar, pudiendo esperar a que el paso del tiempo y el cansancio hicieran su efecto?

Sí, la crónica de sucesos también resulta muy reveladora. 

lunes, 20 de abril de 2015

Ahí sí que se está luciendo Podemos 20150420

Todo lo que ustedes quieran, pero los de Podemos se salen a menudo de la regla, y a veces se salen bien. No me refiero a ese ejercicio de comunicación política postmoderna consistente en regalarle al Rey Felipe VI todas las temporadas de Juego de Tronos, ni esa maldita manía de salirse por la tangente cuando se les pide que definan (más o menos, que tampoco vamos a exigir virguerías) si son carne o pescado. No. Hablo de cómo han planteado la financiación de su campaña para las autonómicas, solicitando de la gente (las personas normales, que diría Rajoy) unos microcréditos (de 100 a 10.000 euros) que se devolverán gracias a la financiación pública obtenida por el partido tras las elecciones (si le salen bien, claro). En una semana escasa, la formación ha recogido cantidades muy importantes, desbordando cualquier cálculo inicial. La última vez que vi el cómputo (a finales de la semana pasada) aquello, en verdad, iba como un tiro. En Madrid rozaban ya el cuarto de millón de euros y subían a toda velocidad. En la Comunidad Valenciana estaban muy por encima de los cien mil. En Aragón...

En Aragón las aportaciones se aproximaban a los ochenta mil euros (79.700 en aquel momento). Probablemente, cuando lean este artículo ya rozarán los cien mil. En Asturias iban por los 40.100, en Canarias, 37.000, en Murcia, 32.500... Por qué la Tierra Noble aparecía como la más generosa (en proporción) de las comunidades resulta de lo más significativo, y curioso al mismo tiempo. Si extrapolamos el fenómeno, podríamos aventurar que Echenique tiene mucho tirón. Ahí donde lo ven.

En este país, la financiación de los partidos ha dependido siempre de los créditos, los negocios paralelos, las comisiones bajo mano y las aportaciones de las empresas amigas. Por eso, acudir al apoyo y la confianza de la propia ciudadanía supone un giro de ciento ochenta grados. Superar el habitual absentismo político de un pueblo habituado a criticar a sus representantes, exigirles lo imposible y suponer que el aparato democrático se sostiene solo, parece a estas alturas una proeza. Este sí es un cambio. 

domingo, 19 de abril de 2015

Vamos a tomárnoslo con calma 20140419

Vamos hacia unas elecciones de lo más inciertas. Tanto municipales como autonómicas van a ser objeto de una campaña (lo están siendo ya) efectista, rara y en buena medida tramposa. Los partidos viejos intentan remendar sobre la marcha sus respectivas trayectorias, proponiendo ahora lo que no hicieron cuando gobernaron.

El PP, desde el Gobierno de Aragón, vende hoy concesiones de naturaleza social que aparentan ser una rectificación de todo lo llevado a cabo en estos cuatro años. El PSOE, desde el Ayuntamiento de Zaragoza, se enmienda a sí mismo mientras Belloch se aleja sin volver la vista atrás y Pérez Anadón se disfraza de renovador sin engañar a nadie. Los partidos nuevos, solos o en compañía de otros, barajan sus opciones en medio de cierta confusión. Ciudadanos ha desembarcado en Zaragoza con una candidatura electoral sorprendente (que ha desencantado de inmediato a muchos que miraban con simpatía a los de Rivera), cuya composición insinúa su vocación de auxiliar del PP. Podemos se limita a las autonómicas con unas listas de integración, mientras tiene a gente suya en Zaragoza en Común y otras opciones municipales al estilo Ganemos. ¿Cómo se articularán ambas campañas? ¿Qué clase de convivencia puede darse entre formaciones (Podemos e IU, fundamentalmente) que van juntas en un envite pero separadas y a la greña en el otro? ¿Cuál será la reacción de muchos votantes de izquierdas obligados a elegir entre Pablo Echenique y Patricia Luquin (una magnífica candidata, con experiencia y feeling que puede quedar desaprovechada? Y todavía queda por saber qué será de CHA y PAR.

Aquí hará falta mucha calma y juego limpio. Si no, los votantes pueden acabar mareados, o peor aún: incapaces de captar el sentido último de su decisión. Nadie dijo que fuera fácil el oficio de ciudadano. 

sábado, 18 de abril de 2015

Algo más sobre estos... personajes 20150418

Existen varias tesis sobre cómo se desencadenó la detención de Rato. En los ámbitos conservadores, con los portavoces del PP dirigiendo la orquesta, se intenta hacer virtud del vicio asegurando que el Gobierno ha permitido el funcionamiento normal de las instituciones porque la ley es igual para todos y Rajoy ejerce hoy de gran timonel en la lucha contra la corrupción. Otros observadores creen más bien que el Ejecutivo, desde la Fiscalía y la Agencia Tributaria, ha querido precipitar el estallido del caso (contra el deseo del juez) con la obvia intención de que los actuales acontecimientos no se produjeran dentro de un mes, en vísperas de las elecciones. En cualquier caso, Rodrigo Rato se había descarado con lo de Bankia, estaba marcado y nada podían hacer sus conmilitones para blindarle ante la Justicia... que no es igual para todos (ni de coña) pero aún es capaz de meter en el talego a Fabra y a Matas o destripar la trama de los ERE andaluces.

Al margen de estas especulaciones y cortinas de humo, lo que a mí más choca es esa vinculación tan evidente entre la ortodoxia económica que impera en España y el resto de Europa y la delincuencia financiera. Es acojonante que este mismo personaje (Rato) haya sido simultáneamente un adalid de las tesis ultraliberales y un presunto corrupto a gran escala. Y da risa escuchar la tesis del PP, según la cual el Rodrigo vicepresidente y ministro está libre de pecado aunque el Rodrigo privado pueda ser un perfecto sinvergüenza. Claro, claro... ¿Pero cómo podemos admitir que quienes nos han sermoneado por gastar lo que no tenemos, quienes exigen reformas que deroguen los derechos laborales más básicos, quienes, en fin, reclaman una economía desregulada y abierta a todo, se revelen luego como auténticos timadores? ¿Es normal que sucesivos directores del FMI, encausados uno tras otro por diferentes motivos, actuasen y actúen como alta autoridad financiera, capaz de intimidar a los pueblos y de decidir su ruina?

No son expertos, no son gestores cualificados, no son los administradores del sentido común económico... Solo son ladrones. A la cárcel con ellos.

JLT  18/04/2015

viernes, 17 de abril de 2015

A estos galgos les viene de casta 20150417

Ayer, un amigo mío recordaba entre risas (mitad divertido, mitad encabronado) el día de la boda de Ramón Rato (hermano mayor de Rodrigo), cuando la policía irrumpió en el festejo para detener al novio y a su padre, don Ramón. Ambos acabaron en la cárcel por evadir capitales y arruinar tres pequeños bancos (Siero, Murciano y Medina) que fueron intervenidos. Pero pese a las condenas y las multas, aquella familia siguió en el machito. En España, cuando uno es rico de toda la vida, las detenciones y condenas no dejan de ser simples, aunque desagradables, incidentes. Lo normal.

En esto, los Rato no son una excepción. Si Javier de la Rosa reventó el grupo KIO y la operación Gran Tibidabo, su padre había cometido un desfalco milmillonario (cuando un millón de pesetas era una fortuna) en la Zona Franca de Barcelona. Claro que las clases altas de este país nuestro pueden permitirse el lujo de heredar sin trauma alguno la condición de delincuente. Vean a los Pujol: el abuelo, estraperlista y traficante de divisas; el hijo, revientabancos y president; los nietos, presuntos comisionistas, evasores y altos cargos... Para que luego digan que Cataluña es otra cosa. ¿Otra?

Mi nación es Suiza, proclama por la vía de los hechos esta bandada de buitres. Y aún me dejo en el tintero a los Botín (eficientes) a los Ruiz Mateos (surrealistas) y otras sagas que me abstengo de nombrar pues acabaré citando a personajes demasiado próximos. Hemos de reconocer, además, que el de Rato es un caso sobresaliente. No todos los días un ejemplar de esas ínclitas razas ubérrimas llega a ser vicepresidente y ministro de Economía del Reino de España y director del Fondo Monetario Internacional. ¡Ah, el FMI! Después de Rato, tuvo por jefe a Strauss Khan, un enloquecido adicto al sexo. Y ahora, a Christine Lagarde, involucrada en el caso Tapie, asunto que le costó al contribuyente francés más de cuatrocientos millones de euros.

Estos son los que nos acusan de vivir por encima de nuestras posibilidades. Yo, cuando oigo sus amonestaciones, tengo que taparme la boca. Para que no se me vea la risa ni se me escuchen los denuestos. ¡Canallas!

JLT  17/04/2015

jueves, 16 de abril de 2015

Cómo serán los futuros pactos 20150416

Todos los candidatos aseguran, al estilo de doña Susana, que ellos solo quieren pactar con sus votantes (¿el qué?), y así no desvelan ni el más mínimo detalle de sus intenciones poselectorales. Pero ni uno solo de ellos ha dejado de pensar en cómo se les compondrá para acceder al Gobierno (o impedir que llegue a él el bando ideológicamente contrario) con una mayoría relativa tirando a relativísima. Los entendidos en estas monsergas preelectorales aseguran que hablar siquiera de futuros acuerdos indica debilidad. Sin embargo, nadie alberga dudas sobre lo ajustado que irán los resultados y la imperiosa necesidad de pactos, sean de estricta coalición, de apoyo crítico o de mero dejar hacer a otro concediéndole el beneficio de la abstención. Lo que no se concibe (por poner un ejemplo teórico) es que el PSOE y Podemos, en caso de tener la aritmética a su favor, se armen un lío en Aragón y permitan que Rudi siga gobernando, o que el PP y Ciudadanos se desencuentren en Zaragoza capital, aun teniendo juntos alguna ventaja, y acaben dejando el paso libre a Santisteve.

El mayor problema de los pactos por venir radica en que, según todos los indicios, habrán de hacerse sobre resultados muy próximos entre sí, sin que nadie disfrute de una ventaja tan notoria que le permita reservarse el papel principal. Si, pongamos por caso, el partido X saca un 27% y el Y, un 21%... su hipotética negociación tras las elecciones se hará en términos de práctica igualdad. El modelo de relación entre el PP o el PSOE con el PAR, o el del propio PSOE con CHA e IU está llamado a desaparecer. Lo que llega es otra cosa, menos bisagrera, más comprometida para todos, mucho más compleja. Exigirá, por supuesto, grandes dosis de inteligencia, generosidad y transparencia. A ver.

Y si no, concluyen algunos, se repiten las elecciones que hayan desembocado en punto muerto... y todo arreglado. Bueno, pues sí. Pero ojo, porque en tal caso nadie sabe cómo pueden reaccionar los votantes. Castigarán duramente al que consideren culpable de haber hecho fracasar el diálogo previo. La jugada, amigos míos, se presenta (muy) peliaguda.


JLT  16/04/2015

miércoles, 15 de abril de 2015

Ese Partido Socialista, tan atrapado 20150415

El PSOE se revuelve dentro del sarcófago sin encontrar la salida. No crean ustedes que es tan difícil abandonar la tumba. Basta con empujar la tapa y salir al exterior. Pero la dirección socialista patalea una y otra vez, empeñada en escarbar boca abajo, hacia el oscuro y mortal pasado, en vez de empujar hacia arriba, hacia la luz y el futuro. Es porque este partido tiene a las espaldas más de un siglo de historia, me advierten los próximos a la formación. Bueno, les respondo, un siglo menos 40 años, que lo de Suresnnes fue una refundación en toda regla. Justo a partir de ese momento la socialdemocracia española inició el camino que la ha traído hasta el día de hoy. Es ese trayecto relativamente reciente el que proyecta su influjo sobre Pedro Sánchez cuyo liderazgo (como el de Susana Díaz en la nación andaluza) requiere, al parecer, la bendición de Felipe González. ¡Ay, González! Nadie como él ha brillado en el firmamento político español, ni ha disfrutado de un retiro tan respetado como provechoso. Cuán honda será su huella, que algunos sueñan con que vuelve al ruedo y, entonces sí, las tardes se llenan de gloria. ¡Olé!

Sánchez ha podido hacer pocas apuestas propias. Colocar de candidato a Gabilondo, profesor e independiente, ha sido una de ellas. Le han dejado, creo yo, porque el descalabrado Tomás Gómez estaba tocado y carecía de mayores apoyos, y porque en Madrid quedaba poco por rascar. En otros lugares, el viejo aparato ha impuesto su ley. En Aragón, por supuesto. Candidatos, los pactados. Novedades interesantes, apenas ninguna. Nula intención de escenificar una ruptura con el desprestigiado PSOE de las mil y una chapuzas y trapacerías.

En la provincia de Zaragoza, el PSOE de Mallén ha puesto a Pedro Rueda de primer candidato municipal. Este ciudadano ya se sentó en el banquillo (aunque salió absuelto) junto al anterior regidor, Antonio Asín, inhabilitado (y al que fue preciso sacar del ayuntamiento con palanca, agua hirviendo y exorcismos varios). Ahora, Rueda vuelve a estar imputado. Ya les digo: el cuento de nunca acabar. A ver qué hace Lambán.

martes, 14 de abril de 2015

Encuestas en tiempos de cambio 20150414

Las encuestas llevan de cráneo a quienes están en la pomada. La expectación y la incertidumbre son enormes. Porque estamos en un momento marcado por la crisis del sistema y el cambio político. Es precisamente en coyunturas como esta cuando los sondeos se tornan muy imprecisos. Por eso, ahora mismo, la dificultad para cuadrar datos se debe tanto a la irrupción de nuevas marcas políticas (sobre las cuales es imposible proyectar recuerdo alguno), como al aumento del voto oculto a los partidos tradicionales y a la constante movilidad de un electorado que cambia de intención sobre la marcha. Solo cabe detectar las tendencias. Según las cuales, el bipartidismo imperfecto va camino de desdoblarse en cuatro opciones implícitamente vinculadas entre sí (PP-Ciudadanos, PSOE-Podemos), dibujando un futuro en el cual los pactos no serán una opción sino una obligación.

Las encuestas no precisan pero sugieren la naturaleza de las transformaciones en marcha. Transformaciones cuyos matices cabe deducir de los mismos datos reales. Por ejemplo: ¿se pisan votantes Podemos y C's? Pues parece que muy pocos. Si analizamos los resultados de las andaluzas en Sevilla capital, veremos que los dos nuevos partidos se limitan a recoger, ordenada y respectivamente, a quienes abandonan a PSOE e IU y al PP.

El cambio es constante y depende de múltiples factores. Con la evidente ayuda de los medios, C's parece ir ahora disparado mientras fagocita a UPD, sobre la que llueven a diario chuzos de punta. Podemos debe mantener la posición bajo los efectos de una campaña en su contra no menos evidente. Es difícil precisar si, de manera simultánea, algunos poderes fácticos le hacen la cama a Rajoy o le preparan, aupando a Rivera, una muleta en la que apoyarse luego para no perder pie. A Sánchez le dan oxígeno una semana sí y otra también, a ver si el PSOE resucita... un poco. Y luego está la mayor o menor gracia de los candidatos. En Madrid, por ejemplo, no poca gente de izquierda maquina diversificar el voto: en las autonómicas, a Gabilondo (PSOE); en las municipales, a Carmena (Podemos). Normal.

lunes, 13 de abril de 2015

Lo de Andalucía, por ejemplo 20150413

Cada vez que pongo en solfa ese empeño en supervalorar la posición del partido más votado por encima de su situación objetiva, algunas personas me contradicen, sin entender quizás lo que intento explicar. Pero como estamos en vísperas de unos procesos electorales en los que muy pocos partidos lograrán para sus candidatos apoyos superiores al 30% de los sufragios emitidos, déjenme que insista en la tesis apoyándome en el caso andaluz, que lo tenemos ahí, a la vista, y resulta de lo más expresivo.

He aquí que la compañera Díaz convocó unas elecciones a suerte o verdad. Y le salió suerte, porque con un 35,43% de las papeletas logró los mismos escaños, 47, que tenía. Por eso, al término de la noche electoral, bajó cual reina del Sur por aquellas escaleras, rodeada de su corte de los milagros, investida in pectore presidenta y madre de todos los andaluces. Pero también le salió verdad, porque privada de la mayoría absoluta, con IU tan disminuida (y sin ganas de volver a darle cuartel), con Podemos y C's poniendo condiciones y el PP, escocido, olvidando toda consideración hacia el más votado, doña Susana no ha cuadrado la forma de poder gobernar. Su triunfalismo inicial se va quedando en nada. Como queríamos demostrar.

La jefa del socialismo andaluz, que se pasó la campaña manejando claves nacional-andalusíes y descaradamente populistas, aún se aferra a las frases hechas mientras defiende a sus predecesores (Chaves y Griñán), que son unos magníficos cadáveres políticos. Bla, bla, bla. Pasa lo mismo con los prebostes del PP, cuando presumen de que su partido no hará nada para intentar acceder al gobierno (¿cómo y con quién, almas de cántaro, si para sumar mayoría tendríais que pactar con C's... y Podemos?). la aritmética, como dije, impone su ley. Algunos, adelantándose a los acontecimientos, están pensando en unas nuevas elecciones si nadie pacta con nadie.

Quedaría, es cierto, la posibilidad de resolver estas partidas en tablas mediante un sistema a doble vuelta. Pero esa es una opción no exenta de complicaciones. Además sería menos auténtica... Y menos divertida.

JLT  13/04/2015

domingo, 12 de abril de 2015

Aragón, locomotora de España 20150412

Si Rajoy asegura que España es la locomotora de Europa, bien puede Rudi proclamar que Aragón lidera la recuperación de España. Lo uno, en verdad, debería ser consecuencia de lo otro, pues el nuestro es, desde una visión conservadora y nacional, el más español (junto a Castilla, si acaso) de los territorios que conforman la patria. Por otro lado nos hemos metido en un ciclo electoral de larga duración, y ya se sabe que en tales casos cualquier argumentario vale. La política tradicional es contraria a que la triste realidad pueda chafar a los jefes un discurso o un titular inducido.

El presidente (de España) y la presidenta (de Aragón) sostienen sus triunfales afirmaciones en algunos datos estadísticos que ellos mismos han mandado cocinar. Y los sirven a su propio gusto, naturalmente. Todavía estoy esperando que algún portavoz oficial reconozca, por ejemplo, que sólo el cinco por ciento del millón y pico de contratos formalizados en España en el último mes eran indefinidos y abarcaban la jornada completa (imagínense cómo serían los demás). Tampoco del incremento constante de la deuda pública (¡y menos mal que los intereses han bajado gracias a las intervenciones del Banco Central Europeo!) o del futuro del sistema público de pensiones se les oye decir gran cosa.

En el caso de Aragón, líder y locomotora, cualquier lectura en positivo de la situación debería señalar, cuando menos, el carácter coyuntural de algunos datos (por ejemplo los relativos al turismo) y el componente externo de otros (el peso de GM-Opel en el aumento del empleo y las exportaciones, sin ir más lejos). Pero lo fundamental está en otro lado. No sólo seguimos con más de cien mil parados mientras perdemos población y los jóvenes mejor preparados emigran. Peor todavía es esa pesada lluvia de noticias que cada día indican cuánto se está deteriorando nuestra capacidad para mantener el equilibrio social y garantizar el bienestar de la ciudadanía. Muy diversos colectivos se van viendo sumidos en el abandono: los dependientes, los que carecen de ingresos, los enfermos de Parkinson, los que esperan una operación, los que se quedan sin un techo sobre su cabeza... Los ajustes han debilitado los servicios básicos y han dejado en la cuerda floja instituciones tan importantes como la Universidad. Sin embargo la comunidad ha aumentado de forma muy considerable su endeudamiento (más de seis mil millones acumulados) y almacena actualmente facturas sin pagar por valor de casi quinientos millones.

Éste es un liderazgo de cartón piedra. Tan falso como la atención a Rudi por parte de algunos medios nacionales... que acaban de suscribir importantes contratos publicitarios con la DGA. La realidad está en otra parte. 

sábado, 11 de abril de 2015

Los que están (pero que muy) arriba 20150411

Qué difícil que resulta para la gente normal (incluso para quienes tienen estudios) comprender la forma en que se está reorganizando la sociedad. Las clases se han subdividido en múltiples estratos cada vez más finos, quebrándose el principio del interés común. Por encima de todos, muy-muy arriba, una ínfima minoría incrementa a cada segundo su riqueza mientras por abajo cunden la inseguridad y el miedo, aunque también una extraña despreocupación: si te sobra un euro, te lo gastas al contado. Cuando el mañana es imprevisible, mejor disfrutar de lo que tengas hoy.

Las normas fiscales y los trucos financieros se han convertido en un galimatías ininteligible. Intenten ustedes entender todo eso de los activos fiscales diferidos (DTA, por sus siglas en inglés), que los bancos anotan como capital propio aunque son impuestos en negativo acumulados en tiempos de pérdidas para hacerlos realidad cuando lleguen las ganancias. O los créditos fiscales a las grandes compañías que adquieren activos en el extranjero. O las complejas retribuciones asignadas a los altos ejecutivos de las más relevantes sociedades anónimas, los deportistas de élite y las estrellas del show bussines. De vez en cuando (como ahora mismo) los burócratas de Bruselas investigan los beneficios que la Hacienda española concede a los del Ibex o aquí mismo algún juez hurga en los tejemanejes del neymar de turno. Pero todo ello queda envuelto en la niebla de unas laberínticas reglas del juego que por supuesto no son las que rigen para la ciudadanía común.

Por eso resulta tan difícil visualizar los privilegios y trapacerías de quienes están arriba de verdad. No de aquellos que ganan un buen sueldo (por ejemplo, por encima de los cien mil euros brutos anuales) u obtienen beneficios profesionales o empresariales de similar cuantía fácilmente controlables por el fisco. No. Me refiero a los pocos afortunados que ingresan mucho más y disponen de sofisticados mecanismos para eludir los impuestos. Encima, como lo suyo es un arcano para la inmensa mayoría, casi nadie se mete con ellos. Guay, ¿eh? 
 

viernes, 10 de abril de 2015

Cuando no te dejan morir en paz 20150410

Si las cosas son como se deduce de las primeras informaciones, el caso de ese hijo que mató a su madre en el barrio de Las Fuentes nos pondría no ante un crimen individual sino frente a las consecuencias de un auténtico crimen social y legal: las tremendas dificultades que existen en España para que enfermos sin cura posible, con dolores refractarios y una creciente degradación física y mental puedan morir en paz. Hablo de la sedación terminal, que forma parte de todos los protocolos médicos habidos y por haber en el mundo civilizado. Pero en última instancia hablo también de la eutanasia, un derecho inalienable que nos devuelve el control de nuestra propia vida al permitirnos decidir libremente cuándo ponerle fin. Las redes sanitarias deberían ser capaces de resolver este problema, atendiendo a una legislación racional y humanista. No cabe contar con ello. Por eso pasan cosas terribles, como el suceso de Las Fuentes. Que no será (¡qué va!) el primer caso de asistencia al suicidio en España, ni tampoco el último mientras las cosas sigan así.

En este país, donde las leyes autonómicas de muerte digna (empezando por la de Aragón) no acaban de surtir efecto y la penalización de la eutanasia pende cual espada de Damocles sobre los médicos más comprometidos y empáticos, los enfermos incurables (en su mayor parte ancianos) son condenados a un vaivén de idas y vueltas del hospital a casa y de casa al hospital, para acabar expirando en uno de estos establecimientos, a menudo en una habitación compartida y tras habérsele alargado la agonía mediante prácticas absolutamente insensatas. Hay profesionales de la sanidad que intentan y consiguen abreviar esos temibles calvarios, pero otros eluden la cuestión. Los equipos de cuidados paliativos a domicilio, tan eficientes en el pasado como escasos de medios, han sido malamente reorganizados. La voluntad de los pacientes apenas cuenta. Es desesperante.

En Suiza, en Holanda, en varios estados USA, ¡en un país tan católico y conservador como Bélgica!, la eutanasia ha sido legalizada. Y no ha pasado nada. ¿Por qué aquí no?

JLT  10/04/2015

jueves, 9 de abril de 2015

Desde Atenas (crónica y reflexiones) 20150409

En la pequeña milla de oro ateniense, justo cuando enfilas Venizelos desde la plaza Syntagma dejando atrás el hotel Gran Bretaña, las joyerías exhiben como siempre los más caros relojes suizos. Los escaparates ofrecen moda exclusiva. En locales y pasajes dedicados al lujo urbanita, las grandes marcas se suceden. Justo allí, el pasado día 31 de marzo, se festejaba la inauguración de la nueva tienda de Hermes en la capital griega. Gente guapa tomaba cócteles y canapés celebrando el evento. Pronto, esas mismas personas acudirán a la apertura del Hard Rock Café, en pleno corazón de Plaka, a los pies de la Acrópolis. Así, mientras Tsipras y Varoufakis negociaban a cara de perro con el FMI y el Eurogrupo (presionando con simultáneos guiños a Rusia), Atenas se sumergía en una normalidad no exenta de fatalismo. La vida sigue: buena para los pocos ricos; mala para los muchos pobres.

Los conservadores definen a Syriza, la coalición ganadora de las últimas elecciones generales griegas, como extrema izquierda. En realidad, esa amalgama de progresistas de todo tipo, comunistas heterodoxos, troskistas y socialdemócratas radicales no pretende realizar revolución alguna ni imponer soluciones económicas extremas. Sólo aspira a poner en orden el país, reformar la Hacienda, acabar con la corrupción e impedir que la monstruosa deuda acumulada por anteriores gobiernos degenere en ruina. Por eso la Atenas de estos días no es el Petrogrado de 1917 (pese a los ocasionales desahogos de los anarquistas), sino una ciudad donde el lujo coexiste con las ollas comunes, las banderas nacionales ondean junto a las de la UE, la Policía vigila los centros universitarios desde la avenida Akademias, los turistas se fotografían junto a los monumentos y reina una calma insólita.

Pasó el tiempo de las revoluciones. Pasó la hora de las masas insurrectas. Hoy todo es más sutil y complejo, aunque las contradicciones siguen ahí. Con Syriza, en verdad, no llegó el Apocalipsis (ni vendría en España si gobernase Podemos). Pero la Europa financiera está muy interesada en hundir a la nueva izquierda griega. Para que no cunda el ejemplo, claro.

miércoles, 8 de abril de 2015

Mitos electorales: el más votado 20150408

Tal y como vienen las cosas, atribuir la victoria electoral al partido más votado ya no tendrá sentido. Tampoco lo tuvo en el pasado, si el presunto ganador no alcanzaba la mayoría absoluta y carecía de algún potencial aliado cuyo apoyo le permitiese gobernar. Por eso Eloy Suárez no pudo ser alcalde de Zaragoza hace cuatro años (ni probablemente lo será en el futuro). En todo caso, ser el primero en las urnas tuvo un valor cualitativo (además de cuantitativo) cuando se alcanzaban porcentajes de voto por encima del 40%. Ahora, con perspectivas que sitúan en torno al 30% el techo de las formaciones con más pegada, hay que ponerle mucha ilusión y mucha moral al tema para considerar victorioso al que más papeletas consiga. Y si los resultados dejan equilibrados a tres o cuatro partidos con escasas diferencias entre sí y porcentajes del veintitantos por ciento, entonces habrá que prescindir de los viejos mitos y afrontar situaciones que exigirán a todos los actores tanta habilidad como transparencia, tanta firmeza como flexibilidad. O sea, la política.

El PP ha estado a punto de cambiar la Ley para que el más votado se llevase todo el premio en las municipales. Claro, porque dicho partido, aunque articulaba a toda la derecha y su trocito de centro (lo que le permitía recoger un mayor número de sufragios), no disponía de posibles socios postelectorales. Por eso quiso (y no pudo) darle la vuelta al sistema proporcional corregido. Pero las tendencias que sugieren las encuestas desde hace casi un año presentan un nuevo mapa electoral en el que varias opciones (PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos, más los nacionalistas periféricos) se repartirán las papeletas emitidas en proporciones igualadas y por lo tanto con porcentajes relativamente bajos. Supongamos que el número uno está en un 27% y el segundo y el tercero le pisan los talones con un 25% y un 22%, respectivamente... En tal caso no habría ganador. Todo pasaría a depender de los posteriores pactos. Por eso el PP mira ya hacia Ciudadanos, y en la otra banda PSOE y Podemos están condenados a entenderse. Gustará o no, pero la aritmética es implacable. 

martes, 7 de abril de 2015

... Y Rajoy, con tan mala cara 20150407

Por fin, Rajoy hizo acto de presencia ayer ante los micrófonos de RNE el mismo día en que se conocían las cifras del paro (un dato que ha dejado de ser objetivo, pero que él dio por muy bueno). Después de dos semanas escondido (detrás del horroroso accidente del avión alemán, primero, y de la ociosa Semana Santa después), le llegó el momento de decir algo sobre lo ocurrido en las elecciones andaluzas y de comentar de alguna forma el barullo interno que reina en el PP. Así que don Mariano se despachó con la habitual colección de generalidades y optimismos. Solo que lo hizo (lo vimos luego en las teles) con una cara fatal. Como si hubiera empezado la mañana tomándose un purgante en vez del desayuno. Daba penica, el pobre.

El caso es que, al mediodía, el Telediario de TVE se despachó con un estallido de buenas noticias económicas que daba gloria: baja el paro, crece el optimismo, el sector de los grandes centros comerciales vive una nueva euforia, esto es Jauja, ja, ja, ja. Por lo cual chocaba ver al presidente tan mohíno, como si no acabara de creerse el relato de esta milagrosa recuperación española, que es el asombro y la envidia del mundo entero. O tal vez fuese que en su misma sede de Génova (ese lugar asombroso repleto de intrigas, tesoreros ful, cajas B clandestinas, sobres-sueldos y personajes que hacen de la desconfianza mutua un arte) hay muy mal rollo porque ya nadie tiene asegurado nada, se masca algún futuro fracaso electoral y Cospedal anda a la greña con Arenas. No creo, por otro lado, que Rajoy pueda sentirse agobiado ante la evidencia de que, si logra mantenerse en Moncloa después de las próximas generales, deberá rematar su misión histórica: consolidar en España un nuevo modelo económico destinado a engrasar el negocio, consagrar la desigualdad y someter de forma definitiva a los dos tercios de la población condenados, respectivamente, a bailar en la cuerda floja o sumirse en la pobreza. Eso no es para él ninguna novedad. Aunque, oye, a lo mejor sufría un súbito ataque de escrúpulos, un sobredimensionamiento de su conciencia neocón... pero católica. Qué humano. 

lunes, 6 de abril de 2015

Buenos tiempos... para la burricie 20150406

Que la Facultad de Letras de Zaragoza se caiga a pedazos alegrará a quienes opinan que las filologías, las filosofías y las geografías son chorradas que no sirven para gran cosa. Y no digamos la historia. El otro día, se publicó aquí mismo un esclarecedor artículo de José Luis Corral sobre la exposición dedicada a Fernando II de Aragón. Salía al paso de las manipulaciones nacionalistas (centrífugas y centrípetas) de que son objeto personajes como el citado monarca, y ponía en tela de juicio el enfoque teórico y las intenciones políticas de los organizadores de la muestra (o sea, el Gobierno aragonés). Pues bien, apenas colgada tal colaboración en la edición digital del diario, un pobre diablo salió a comentarla negando los argumentos del autor, despreciando su conocimiento del tema y contratacando con los más falsos y zafios mitos nacionalcatólicos. Corral, además de prolífico y exitoso escritor, ejerce como catedrático de Historia en la universidad cesaraugustana y su especialidad es, precisamente, la Edad Media. Hay pocas personas en el mundo que alcancen su nivel de conocimientos sobre la vieja Corona de Aragón. Pero el imbécil que le replicaba se permitía el lujo de llamarle ignorante.

Ha pasado lo mismo con el debate sobre las inundaciones en la ribera del Ebro. Técnicos cualificados, profesores universitarios y reconocidos especialistas han sido desmentidos por personas que en el mejor de los casos estaban chocadas emocionalmente y en el peor solo respondían a una irrefrenable burricie, un absoluto desconocimiento de la hidrología. Son los ecos de la España negra, de la vieja España que (envuelta en sus harapos) desprecia cuanto ignora. Este es el país cuyo actual Gobierno ha yugulado con sádica y estúpida fruición el desarrollo de las energías renovables, único sector con futuro en el que éramos punteros a escala global.

El conocimiento es un pilar básico de la democracia. Tal vez por eso algunos se manifiestan ante él con tanto rencor. Rencor a los profesores, los médicos, los investigadores, los técnicos, los artistas, los estudiantes... y todos los malditos intelectuales.

viernes, 3 de abril de 2015

Mejor no hacerles caso 20150403

Cuando se estrelló en los Alpes franceses el avión de la Germanwings, los aficionados a internet se indignaron por la cantidad de tuits y mensajes bordes que corrieron por las redes. Tipos que se alegraban, que hacían chirigotas, que disfrutaban imaginando que la mayoría de los pasajeros eran catalanes... Muy desagradable. No sé si fue el ministro u otro responsable de Interior quien salió por la tele anunciando que se investigaría el origen de los exabruptos para meterles un puro a sus autores. Bueno, supongo que al final esta amenaza quedará en nada o poca cosa. Rastrear la galaxia digital buscando dementes, frikis o mamarrachos es un trabajo ímprobo, porque allí abundan tanto esos especímenes que lo excepcional sería no tropezarse con ellos.

Cuando escribía aquí todos los días, el amigo Joaquín Carbonell se subía por las paredes ante el tono de algunos comentarios agregados por lectores a sus artículos o a los míos. Pasa del tema, le decía yo. Pero él insistía: "Esto no es interactividad ni es nada, sOlo los desahogos de un puñado de gilipollas". Tenía razón, aunque a mí el tema me resbalase por completo. Es cosa sabida que, al convertirse en un reflejo tal cual de la humanidad, internet recoge lo bueno, lo malo y lo regular. Es inevitable y no sirve de nada empeñarse en controlar de alguna forma lo que nació como el mayor y más rápido y más libre sistema de comunicación jamás conocido. Allí hay mentiras, delirios, opiniones interesantes, terrorismo, datos, mercado, sabiduría, crimen y las particulares sublimaciones y obsesiones de miles de millones de personas.

A los administradores de la edición digital de EL PERIÓDICO les recomiendo que dejen correr los comentarios a mi costa. Digan lo que digan, salvo que insulten a terceros o se pongan demasiado plastas. Los hay correctísimos, graciosos y a veces muy esclarecedores. Otros solo son la parida mental (y anónima) de gente frustrada o encabronada o qué se yo. Pero bueno, si así se quedan más tranquilos, a lo mejor ese día no la pagan con su familia o sus compañeros de curro. Es la condición humana. Qué más da. 

JLT  03/04/2015

jueves, 2 de abril de 2015

Pasado y presente... cuando conviene 20150402

La Historia es un conocimiento polivalente que muchos invocan a veces a grandes voces, aunque en otras ocasiones renieguen de él. El manejo institucional del pasado se convierte así en un extraño regate a los acontecimientos sucedidos, para soslayar los que no interesan o llamar la atención sobre aquellos otros cuyo recuerdo sí conviene. Por eso la amnesia que predicaban quienes rechazaban toda retrospectiva sobre la guerra civil española y el franquismo era más bien relativa. ("¡Qué daño hizo Zapatero reabriendo las trincheras que habían quedado cubiertas con el paso del tiempo!", dice todavía Isabel San Sebastián, confundiendo trincheras con fosas comunes). Les parecía horroroso que se recuperasen los cadáveres de los republicanos asesinados... ¡Ah!, pero consideraban adecuadísimo y ejemplar beatificar a los religiosos víctimas también de la violencia sectaria. Unos en las cunetas, otros en los altares.

Esto no solo pasa en España. La tremenda pugna que mantiene Grecia para intentar que la Unión Europea le ofrezca una salida que no sea la más triste y cruel miseria, suele tener como respuesta (desde el lado de los conservadores, ortodoxos ultraliberales y otras personas inhumanas) el relato de los fraudes y despilfarros cometidos por anteriores gobiernos helenos. Mas si desde Atenas ponen sobre el tapete el saqueo a que fue sometido su país por parte del Gobierno y el Ejército germanos entre 1941 y 1944, entonces las voces de la cordura recomiendan no remover asuntos que ya estaban resueltos (o sea, enterrados como los españoles rojos). Si Tsipras o Varoufakis (que va de cráneo, el pobre) recuerdan el préstamo forzado (a punta pistola) que el Banco Nacional griego hubo de hacer a Hitler, o el pago obligatorio de los gastos derivados de la propia ocupación por parte de la Wermacht, o el robo de alimentos y bienes que mató de hambre a decenas de miles de personas... Pues aparecen los actuales portavoces comunitarios a decir que, por favor, quién se acuerda ya de cosas tan desagradables. Aquí solo interesa que Grecia pague hoy, y más después de elegir un gobierno de izquierdas. Lo otro, ni mentarlo. 

JLT  02/04/2015

miércoles, 1 de abril de 2015

Contra la corrupción, transparencia 20150401

La corrupción no tiene demasiado que ver con el sueldo de los políticos, el número de cargos públicos o la mayor o menor extensión del Estado (la externalización de cuyas funciones es, precisamente, el mejor caldo de cultivo para la podredumbre). Es necesario insistir en ello una y mil veces (disculpen la matraca), porque pese a todo lo que ha caído y sigue cayendo mucha gente aún no ha entendido cómo y dónde se cuece la auténtica gran estafa.

Para poner en orden este país nuestro hacen falta sistemas de control y absoluta transparencia. Aragón ha aprobado una ley bastante avanzada al respecto, y por ahí han de ir los tiros. Las administraciones públicas deben habitar edificios de cristal. También los bancos, las grandes compañías cotizadas en bolsa, las fundaciones, las sociedades anónimas, las empresas... Luz y taquígrafos: sepamos qué hacen quienes nos gobiernan. Conocer sus ingresos y patrimonio parece elemental, pero ahí no está la madre del cordero sino en los contratos que firman, los convenios, las subvenciones, la contabilidad de las sociedades públicas (incluidas las participadas), de los institutos, de los organismos... Hay que seguirle el rastro a cada euro procedente del erario.

¿Exagerado? ¿Imposible? Para nada. En Noruega (como no me canso de predicar) todos los datos fiscales de todos los contribuyentes están disponibles en la web de Hacienda. Hay estados que manejan sus cosas con una transparencia absoluta, que empieza en cada ciudadano y termina en las grandes instituciones públicas. Aquí no sabemos nada de casi nadie, especialmente de quienes operan a través de figuras societarias. Las grandes empresas son perfectamente opacas.

Y control, por supuesto. Del Tribunal de Cuentas, del Banco de España, de la Comisión del Mercado de Valores, de la Inspección de Hacienda y su Oficina Antifraude, de la Fiscalía... No solo para controlar a los políticos. El sector privado también debe estar sujeto a supervisión. El objetivo: evitar que desde arriba nos distraigan los millones a miles. Luego ya nos ocuparemos del chocolate (y el sueldo y los coches y tal) de los periquitos.

JLT  01/04/2015