miércoles, 31 de agosto de 2016

Rajoy se sobra... A ver, hoy, las izquierdas 20160831

O se le fue la mano, o quiere acabar en unas terceras elecciones (como ya consiguió provocar las segundas). Envalentonado por la entregada complicidad de tantos empresarios, intelectuales, periodistas y celebrities, Mariano Rajoy exigió ayer una presidencia fuerte, un gobierno de los de mayoría absoluta, una rendición incondicional por parte de sus adversarios y una legislatura en la que nadie ha de atreverse a toserle. Por el bien de España, se comprende. Poco más de un tercio de los diputados, los suyos, se rompían las manos de tanto aplaudir, mientras los otros dos tercios contemplaban el espectáculo ligeramente estupefactos, incluidos los de Ciudadanos. El caudillo del PP abre así la puerta a un debate cuyo arranque ha forzado al límite, empeñado en que los demás pasen por su aro o se enfrenten a una nueva cita con las urnas. Porque él tiene por seguro que cada nueva votación le permite ajustar cuentas con esa desafección popular que le bajó desde los 187 escaños en el Congreso a los 123 y ahora le mantiene en los 137, que sigue siendo un número inaceptable. Por supuesto, el pacto con C's se la trae floja.

El mito de un posible gobierno monocolor, estable y duradero (¿cómo, si estará en clara minoría?), que mantenga al país en la senda de la recuperación (¿con nuevos recortes?, ¿incrementando aún más la deuda pública?, ¿dando por perdido el sistema público de pensiones?) y tranquilice a inversores, socios europeos y ciudadanía (¿a todos al mismo tiempo?) no carece de éxito, a día de hoy. Tantas veces le han dicho a la gente que no podemos seguir así, que Rajoy es visto por algunos como la única solución posible. Por eso el superjefe conservador reitera que no hay otra solución: o yo o el caos. Lo de siempre.

Queda por ver cómo responden las izquierdas en el debate de hoy. ¿Serán capaces PSOE y Podemos de combinar sus discursos para hacerse creíbles como alternativa conjunta? ¿Sabrán leer la situación? ¿Lograrán poner en jaque al empoderado Mariano, esbozando un entendimiento capaz de proyectarse sobre la nueva convocatoria electoral? Ahí está la clave del bloqueo.

martes, 30 de agosto de 2016

Otra apoteosis en el baile de Carnaval 20160830

Será porque en este interminable baile de carnaval algunos ya se disfrazan de sí mismos, el caso es que el actual pacto PP-C's se parece en su alucinante polisemia (muchas propuestas pueden entenderse así o asá, en un sentido o en su contrario) al anterior PSOE-C's. Cuando se habla, por ejemplo, de revisar la ley mordaza... ¿se ofrece quitar la maldita mordaza, aflojarla un poquito o apretarla todavía más? Y si el llamado acuerdo anticorrupción (¡je, je, je!) incluye de manera simultánea incrementar la proporcionalidad del sistema electoral, pero también facilitar que gobierne el más votado... ¿cómo podrán hacerse ambas cosas a la vez? Luego viene eso de "complementar" los salarios más bajos a cargo del erario (que los socialistas también aceptaron en enero); o sea, que en vez de subir el miserable salario mínimo, este será redondeado con los impuestos que pagamos el resto de los trabajadores, y los empresarios felices... ¿no? Lo más cachondo ha sido que el PP se ha negado en redondo a suprimir las diputaciones provinciales, y C's ha tragado. En el PSOE, donde aceptaron esa reforma sin rechistar, están que trinan. La risión.

Da igual. Estos pactos son jugadas a corto. Se firman documentos destinados a ser papel mojado. Pero luego... ¿cómo podrá gobernar el PP, cómo sacará los presupuestos, como alumbrará leyes...? ¡Bah! Aquí no hay más obsesión que investir presidente a Mariano Rajoy "por el bien de España" (no porque disponga del necesario respaldo en el Congreso) y luego, por idéntica razón, será obligatorio no bloquearle la legislatura. A su vez, Pedro Sánchez está (y estará) obligado a desayunar sapo, tanto si quiere como si no. ¿Por qué? Porque dicen que la economía va de cojón (aunque la Seguridad Social esté quebrada). Porque es preciso aprobar nuevos presupuestos (como si estos no fuesen sino una mera ficción contable). Porque, si no, se espantarán los inversores. Porque la gente "está harta"... Argumentarios de Génova que muchos medios y comentaristas reproducen ejerciendo la triste función de voz de su amo.

Bueno... Hoy nos hablará Mariano. La verbena alcanza su apogeo.

lunes, 29 de agosto de 2016

Última lectura para cerrar las vacaciones 20160829

Seguro que algunos de ustedes ya la han leído, porque no deja de ser un best seller. Pero no la típica novelita insustancial para leer en la playa, sino un relato febril y apasionante donde la ficción brilla por su ausencia. Me refiero a El Cártel, de Don Winslow. En sus 700 páginas la reciente historia de México se convierte en un cañonazo narrativo. Los personajes son fácilmente identificables por cualquiera que haya leído u oído noticias de la narcoguerra. Los sucesos han sido extraídos directamente de las notas rojas de los diarios locales. La contextualización política procede de concienzudos ensayos sobre un fenómeno que no afecta sólo a las tres Américas (la del Norte, la del Centro y la del Sur), sino que define los nuevos paradigmas, las características de las sociedades del futuro distópico: lugares donde un tercio de la población vivirá en la extrema pobreza mientras en la cúspide de la pirámide social los multimillonarios batirán récords. Así es ya el país de la frontera, el México de Carlos Slim, del Chapo Guzmán y de los treinta millones de desgraciados convertidos en carne de cañón.

El Cártel acojona. Te lo metes en vena leyendo a toda velocidad, enganchado. Allí están las matanzas, la lucha por el poder, la corrupción de policías y militares, la complicidad política (porque el PRI y el PAN acaban siendo narcopartidos), la crueldad extrema, el juego sucio de los EEUU... Y la terrible elección final entre lo malo y lo peor, porque ese sangriento proceso no tiene salida y a la postre todos son el Cártel: las autoridades, la DEA y el FBI, los banqueros, los traficantes y las propias víctimas.

¿Cosas de México? No. La narcoguerra ofrece turbadoras similitudes con otros conflictos. Los Zetas son el Estado Islámico. Los financieros que lavan el dinero sucio son los mismos que teledirigen las guerras (por el coltán, los diamantes o el petróleo) en el Congo y aledaños. Los kalashnikovs y los AR-15 proceden de las mismas fábricas. Quienes sufren las consecuencias son siempre los más débiles, los más desdichados, los más pobres.

Léanlo. A pesar de todo es una novela fácil y entretenidísima.

JLT  29/08/2016

sábado, 27 de agosto de 2016

Política aragonesa, el cuarto menguante 20160827

La política aragonesa se ha instalado en una de esas habitaciones menguantes, cuyas paredes se precipitan sobre quienes las ocupan, sumiéndoles en la claustrofobia, aunque también, en nuestro caso, en la total indiferencia. ¿A quién interesa, por ejemplo, el culebrón de la presidencia de las Cortes? La reducción del espacio jibariza también los asuntos, los comprime sin solución de continuidad... 

Siempre a vueltas con lo mismo. Con protagonistas cada vez más planos y menos elevados. Con temas que siguen y siguen hasta aburrir incluso a quienes hablan sobre ellos frente a las cámaras de Aragón TV. El sobresalto emerge apenas cuando el bucle nos ahoga, porque se anuncia una nueva movilización de los trabajadores de AUZSA o los jefes electos (y los jefes de los jefes, a quienes nadie ha elegido pero que son los que mandan de verdad) tienen alguna ocurrencia que siempre es una degenerada versión de ocurrencias anteriores.

Así que la opinión pública, despistadísima y harta, ya no sabe qué pensar, o simplemente ha puesto en off el área del cerebro que se ocupa de la política y otros asuntos de interés colectivo. Para no sufrir. Mientras, los que todavía están atentos al juego flipan ¿Será posible, se preguntan, que las izquierdas no lleguen a entenderse y la presidencia de las Cortes acabe en manos del PP? Quizás, cabe responder. En todo caso, el actual presidente, el socialista Cosculluela, tampoco acaba de presentar su dimisión. La anunció y ello desencadenó el último pulso entre Lambán y Echenique, quien ahora exige para su partido el cargo que en su día no reclamó (aunque le correspondía) porque no supo o no quiso. ¿Merece la pena montar ahora un pollo por un cargo más bien representativo? Supongo que no. Sin embargo, Podemos ha presentado una propuesta para reinventar la Cámara que tiene algún aspecto interesante. En pleno guirigay, ¿quién le prestará atención? En cuanto a lo de los autobuses de Zaragoza... Ya ven: el sindicalista Anadón se ha empeñado en desquiciar a los zaragozanos y hundir sin remedio al alcalde Santisteve. Lo logrará. El cuarto es ya minúsculo.

viernes, 26 de agosto de 2016

Límite 48 horas (o no, que diría el gracioso) 20160826

A lo largo de la tarde de ayer (la del jueves) Ciudadanos parecía estar distanciándose del PP, al que acusaba de no darle motivo alguno para votar sí a la investidura de Rajoy. Sin embargo, en el PP le quitaban hierro a la situación. ¡Bah!, no es para tanto: estos de Rivera que son muy nuevos. Y así quedó la cosa, mientras los analistas especializados y el público en general se debatían en el dilema de creerse la coña, o pasar de todo. Porque el desmadre ha llegado tan lejos, que ni en momentos tan presuntamente delicados como este resulta fácil saber si los jefes y portavoces van en serio o todo es una de esas simulaciones que los cronistas de la Corte se empeñan en llamar postureo, y los castizos describirían como tocada de huevos. Solo hay que escuchar a Martínez Maíllo

Antes de que C's anunciase que da al PP 48 horas para alcanzar un acuerdo, se había montado otro barullo porque don Mariano, por boca de su amiga Pastor, presidenta del Congreso, había anunciado que se repetirá el formato de debate de investidura que ya inauguró el socialista Sánchez hace unos meses, y que entonces fue muy criticado... por los propios conservadores. Desde luego, lo de programar el discurso del candidato por la tarde y dejar el debate para el día siguiente rompe el ritmo de la representación parlamentaria. Pero en un país cuyo presidente en funciones manipula el calendario para que, si hubiera que volver a las urnas, tocase votar el día de Navidad... no cabe extrañarse de nada.

Flipamos en colores. El pacto anticorrupción suscrito por PP y C's ha degenerado en papel mojado a velocidad del rayo. De hecho, si nos atenemos a las explicaciones que han ido llegando desde Génova, esto de la corrupción hay que hilarlo muy pero que muy fino. Hilarlo, someterlo a la presunción de inocencia, relativizarlo, entenderlo, asumirlo, impedir que vulnere la intimidad de las personas de orden... En fin, dejarlo correr. Siempre y cuando unten en la manteca quienes, por su naturaleza y condición, deben untar. Impresionante.

Me voy a Castejón de Sos, a lo del Periodismo de Altura. ¡Que les den!

JLT  26/08/2016

jueves, 25 de agosto de 2016

¿Cuándo se volvió listo Rajoy? 20160825

A estas alturas, vamos enterándonos de que Pedro Sánchez no era solo un maniquí sino un líder político firme y correoso, de que a Pablo Iglesias se le atragantan los contratiempos, de que Albert Rivera es un oportunista disfrazado de buen chico... y de que Mariano Rajoy es un tío muy listo. Sus partidarios (los del presidente en funciones, me refiero) glosan ya la habilidad de quien supo conducir los acontecimientos desde antes incluso del 20-D para llegar al momento presente, cuando el gran dilema político de las Españas parece ser que, si el del PP no es investido presidente con el plácet de quienes fueron votados precisamente para todo lo contrario, sucederán terribles catástrofes y encima tendremos que volver a votar el día de Navidad. El 25 de diciembre, nada menos. Qué agudo Marianico, cómo disimulaba cuando en enero iba por ahí, tan mohíno y cariacontecido, pero en realidad maquinando la forma de darle la vuelta a la tortilla. Administrar los tiempos, se le llama a eso.

Yo diría que Rajoy ha llegado a ser tan listo porque, paulatinamente, ha comprobado que podía hacer lo que le diese la gana, que siendo persona de orden tenía medio perdonados colesquiera pecados y pecadillos de lesa corrupción, que siendo de derechas de toda la vida el patriotismo le pertenecía en exclusiva, que sus argumentarios se iban colando por todos los medios y acababan siendo artículo de fe entre opinadores y tertulianos. Cuando tuvo la ocurrencia aquella de convocar elecciones generales el 20-D, en vísperas de las vacaciones navideñas, lo lógico habría sido que los analistas y la opinión pública hubieran salido en tromba a decirle que eso... ni hablar. Pero la resistencia a semejante patada al calendario institucional fue mínima. Igual que luego, cuando se escaqueó y no quiso ni negociar con nadie ni presentarse a la investidura. Y cuando decidió que hablaría, o no; se explicaría, o no; iría al parlamento, o no; obligaría a dimitir a sus corruptos, o no; admitiría preguntas en las ruedas de prensa, o no... Según fuera su santa voluntad. No le pasó nada. Y justo entonces se volvió listo, listísimo. Ahora va lanzado.

miércoles, 24 de agosto de 2016

Lo que nos revela el medallero 20160824

En Río, España ha obtenido de nuevo unos resultados discretitos. Como ya ocurrió en Londres y antes, 17 medallas y unas decenas de diplomas no parece que sean motivo de tanto triunfalismo patriotero como hemos tenido que soportar por parte de los voceros oficiosos. Es significativo que el ligero incremento de la calidad de los trofeos respecto de los logrados hace cuatro años (esta vez ha relucido más el oro) haya sido acogido en los círculos gubernamentales como un exitazo de la Marca España, exponente obvio de lo requetebien que vuelve a ir este país. En fin...

Pero, al margen de si lo obtenido por nuestros deportistas de élite es mucho, poco o regular, resulta muy curioso que, al pegarle un vistazo al palmarés, este ofrezca una desconcertante imagen de lo que hemos llegado a ser en el ámbito de la alta competición. Un observador ajeno a nuestra realidad deduciría que España proyecta sus esfuerzos (y sus presupuestos) sobre disciplinas tan peculiares como la natación, el remo, la gimnasia rítmica o el bádminton. Y que, desde luego, el papel de la mujer es clave y mayoritario en todos los escenarios.

El modesto medallero hispano resulta equívoco, porque incluye deportes que reciben muy poco dinero público y están muy poco reconocidos. Que tenemos a la mejor jugadora de bádminton del mundo es algo de lo que la inmensa mayoría acaba de enterarse al escuchar los gritos de Carolina Marín. La gente conocía a Rafa Nadal y a los del basket, a los demás muy poco o nada en absoluto. Es posible que a la guapa nadadora Mireia Belmonte muchos la identificasen más por sus posados como modelo que por sus proezas en la piscina. Palistas, atletas (algunos de ellos inmigrados), gimnastas y levantadoras de peso no son famosos ni ganan sueldazos (reservados para las estrellas del fútbol y de otros espectáculos de masas). España apenas gasta unos euros en ellos, porque el dineral que sí se destina al deporte subvenciona los mentados espectáculos o se derrama por millones en el bolsillo de Ecclestone, el amo de la Fórmula 1, o en el de los motoristas de Dorna. Somos la leche.

martes, 23 de agosto de 2016

Cuando los 'bicífobos' se quedaron mudos 20160823

La rencorosa bicifobia que moviliza a no pocas personas, enfurecidas por el supuesto desafío de las frágiles bicicletas a los poderosos automóviles, ha llegado a su particular catarsis estos días de trágicas muertes y atropellos de ciclistas. Incluso quienes hace bien poco tendían a justificar la siembra de tachuelas en los arcenes de la antigua nacional Zaragoza-Teruel, a la altura de María, han callado ante la brutalidad de lo sucedido el domingo en Botorrita y lo de ayer en Huesca (donde un camión golpeó a mi colega José María Pardina, que se encuentra en estado grave). A su vez, quienes pedaleamos de vez en cuando por los arcenes de las carreteras secundarias o supuestamente pacificadas nos hemos llenado de justa indignación. Solo faltó que la jueza dejara en libertad con cargos al desgraciado que conducía borracho (ya había protagonizado otro accidente ese mismo día) cuando aplastó a sus dos víctimas.

Algunos conductores (no todos, por fortuna) están convencidos de que los ciclistas deben esfumarse ante la presencia de sus coches, furgonetas o camiones. Desconocen el Código de Circulación, así que no aminoran la velocidad al adelantar, pasan muy cerca de quienes pedalean, tocan el claxon impacientes... Por alguna extraña razón, y a diferencia de lo que ocurre en cualquier otro país europeo, aquí existe un rechazo a los velocípedos que a veces raya en puro odio. Los obsesivos adoradores del dios automóvil están todo el día echando pestes contra cualquier cosa que pretenda coexistir en vías urbanas y carreteras con sus vehículos a motor. De las bicicletas y sus carriles propios (cuya construcción siempre provoca polémicas en redes y chats), la fobia se ha extendido, en Zaragoza, al tranvía, objeto de un rechazo inexplicable.

A la entrada de Botorrita, justo cuando arranca el repecho que sube hasta el pueblo desde la carretera nacional, un cartel advierte de que la ruta es usada por los ciclistas sábados y domingos, y los coches deben limitar su velocidad. A los dos deportistas arrollados el domingo tal regulación no les sirvió de nada. El avergonzado silencio de los bicífobos, tampoco.

lunes, 22 de agosto de 2016

Sánchez, entre la espada y la pared 20160822

A Pedro Sánchez le persiguen los imposibles. El primero, el más inmediato, tiene que ver con el veto de su Comité Federal a cualquier entendimiento en profundidad con Podemos y los nacionalistas periféricos. El segundo, de naturaleza estratégica, no es sino la evidencia de que varios millones de electores (jóvenes sobre todo), que en teoría debían estar votando socialista o al menos considerando tal opción, no lo harán ya salvo que se produzca una refundación en toda regla del partido. Combinando ambos factores, el secretario general del PSOE se halla acorralado entre la espada y la pared porque tal vez consiga (o no, que diría Mariano Rajoy) seguir siendo oposición. Pero jamás logrará ser alternativa de gobierno. Y con él, todas las izquierdas (divididas, enfrentadas, desconcertadas) estarán fuera de juego. Por muchos años.

La constante infiltración de los argumentarios del PP entre los creadores de opinión consiguió enmascarar la derrota de la derecha tradicional el 20-D creando un cordón sanitario en torno a cerca de un centenar de diputados: Podemos y los nacionalistas. Si estos eran intocables (aunque los de Rajoy siempre se han reservado el derecho a tocar a Convergencia o PNV si hay algo que rascar), cualquier acuerdo respetable quedaba circunscrito a unos doscientos cincuenta parlamentarios. En tan reducido espacio, Rajoy sí podía presumir de hegemonía aunque estuviera muy lejos de la auténtica mayoría absoluta. Aislar a los socialistas de cualquier aliado potencial fue una jugada maestra, que contó (y cuenta) con la complicidad de los centristas, pragmáticos y peronistas del propio PSOE, desde Felipe González a Susana Díaz. De ahí vino el inútil acuerdo con Ciudadanos, que visto desde la perspectiva actual casi da risa.

Por supuesto, Podemos y los nacionalistas colaboraron con singular denuedo en esa operación. Los majaderos amagos de Pablo Iglesias y el oportunismo propio del soberanismo centrífugo no han facilitado las cosas.

Pero Sánchez y el PSOE están ahora atrapados en el cepo. Si aceptan el chantaje de Rajoy, mal; si se resisten... Tendrán que romper el cerco.

jueves, 18 de agosto de 2016

Mariano de España por la gracia de Dios 20160818

Lo del cheque en blanco, carta blanca o Mariano haz lo que te salga de los cataplines estaba cantado. A la postre, el comité ejecutivo del PP no pinta apenas nada frente a la voluntad del gran jefe. Es cosa sabida. Pero lo que nadie podía suponer (ni siquiera desde una visión tan escamada como la de un servidor) es que Rajoy remataría su encuentro de ayer con los notables de su partido con esa comparecencia tan llena de soberbia, tan cargada de desdén y tan absurda en sus argumentos. Cuando dijo (contra lo dicho la semana pasada) que en la sesión celebrada ni se había hablado de las condiciones regeneradoras planteadas por Ciudadanos, el personal flipó. Sin embargo, para mi particular gusto, su desahogo alcanzó un punto de extraordinaria perfección cuando aseguró que, si se le propone algo que no perjudique los intereses de España y los españoles, lo asumirá... "o no". Una vez más, ese "o no" describe a la perfección el talante de este presidente en funciones, que con el 33% de los votos y 137 diputados solo aceptará gobernar por mayoría absoluta. Vamos, que no admitirá otra cosa que el poder total o unas terceras elecciones.

¿Cómo hemos llegado a esta situación? Por los errores de las izquierdas, por los titubeos y cesiones (a la derecha) del PSOE, por las bobas salidas de tono de Podemos, por la desbandada soberanista en Cataluña, por el oportunismo de Ciudadanos... Pero sobre todo porque el PP y su líder han logrado imponer sus argumentarios, han seducido, comprado o laminado a la opinión publicada y han condicionado a placer la opinión pública. Solo así se explica la impúdica exhibición de ayer, y todos los deshueves previos.

Rajoy se ha puesto a España y a los españoles por montera. Mientras la deuda pública alcanza un nuevo récord (ya supera el billón cien mil millones), el tipo acaba de subirse a la parra como si fuese el amo de la democracia. Sin propuestas, sin compromisos, sin vergüenza, sin respeto por las instituciones. Tras cuatro años de rodillo, lleva casi ocho meses mandando a espaldas del Parlamento. De gallego a gallego: Mariano de España por la gracia de Dios.

miércoles, 17 de agosto de 2016

Corruptos regeneradores, o al revés 20160817

Se reunirá el sanedrín conservador. Sus integrantes debatirán las seis condiciones elementales para luchar contra la corrupción planteadas por Ciudadanos. Comprobarán que son medidas inocuas (incluso un poquitín inicuas), inespecíficas y cuya puesta en marcha ha de resultar compleja. Llegarán a la fácil conclusión de que no suponen riesgo alguno para sus apaños y los de sus patrocinados... Pero por exigencias del guión algunos pondrán objeciones, harán remilgos y fingirán creer que Rivera se ha pasado con tanta exigencia. Finalmente depositarán su plena confianza en Rajoy, el supremo jefe, cuya decisión final se firmará sobre el cheque en blanco de sus barones. Así daremos un pasito más hacia el debate de investidura, que don Mariano celebrará cuando le plazca. En verdad, la broma tiene mérito: representar la conversión de los corruptos en regeneradores implica un poder de seducción escénica (o una idiotez por parte de un sector del público) fuera de lo común.

Las seis medidas de Ciudadanos no garantizarán ningún tipo de regeneración específica. Algunas van a exigir un acuerdo que deberá implicar a otros partidos además del PP, e incluso obligará a modificar la sagrada Constitución. En todo caso, cambiar la ley electoral (¿cómo?, ¿en qué sentido?, ¿con qué objeto?) o retirar los aforamientos no va a garantizar nada. Son dos medidas interesantes. Pero la corrupción va por otro lado.

El saqueo del erario (o de entidades sociales como las cajas de ahorro) se produce a través de las grandes y medianas contratas, los sobrecostes habituales en las mismas, las subvenciones, los créditos oficiales, las concesiones, las externalizaciones, la recalificación del suelo, la elusión y el fraude fiscal, la legislación a la carta (de las grandes compañías), las inmorales puertas giratorias... Y eso no está en las seis medidas. Aunque, por otro lado, el mero hecho de suponer que el PP, un partido que está procesado como tal y que ha protagonizado cientos de casos escandalosos, vaya a limpiar este grasiento país con la colaboración exterior de Ciudadanos es cosa de risa. Pura astrakanada.

martes, 16 de agosto de 2016

Serán gafes, pero a ellos les va de maravilla 20160816

Si por un milagro de los dioses (los del Olimpo, que son muy majos e inofensivos) yo fuese deportista de élite y estuviese compitiendo en Río, suplicaría a los comentaristas de TVE que no me alabaran, ni predijeran mi victoria, ni me atribuyeran medallas... ni, al dorarme la píldora más allá de toda lógica, me gafasen por completo, como es su especialidad. Fíjense lo templado que soy para estas cosas. Pero sufro cuando mis colegas de la pública se ponen superoptimistas con algún miembro del equipo español. Sé que lo hacen por patriotismo y porque, una vez más, parece que el triunfo de quienes compiten es un activo fundamental de nuestro país, una muestra de su poderío nacional y un hecho que sin duda ha de asombrar al resto del mundo. Sin embargo, estos juegos vuelven a poner de manifiesto que las loas y el triunfalismo suelen acabar en torpes excusas cuando la derrota se complace en llevarles la contraria a los entusiasmados locutores. Que tienen un mal fario...

A Televisión Española (o sea, al erario) la retransmisión de los Juegos le va a costar cerca de 60 millones de euros. Hay asuntos, bien se ve, que no admiten ahorros ni recortes. Además, mientras le damos vueltas al medallero que se traerán a casa nuestros representantes olímpicos, no captamos cómo el dichoso gafe se da la vuelta y los medios públicos (incluyan Radio Nacional, TV3, Telemadrid y casi todos los demás) se aplican con fervor a conservadurizarse. La propia TVE ya prepara nuevos desembarcos en sus informativos de periodistas adeptos. Llega, por ejemplo, Víctor Arribas., quien presentará y moderará La noche en 24horas sustituyendo a Sergio Martín, ascendido a Los desayunos de TVE por los indudables servicios prestados a la causa. Arribas era tertuliano habitual, y su ejecutoria derechista (iba a ponerle al adjetivo el prefijo ultra, pero no quiero excederme) es impresionante. Desde los días de José María Aznar y del ínclito Miguel Ángel Rodríguez no se había visto cosa semejante.
Así pasamos los días. Acabó el puente. El gran Mariano ha vuelto a casa. Donald Trump está descontrolado. Pero el verano continúa. ¡Otra cañita! 

lunes, 15 de agosto de 2016

Tanto turista también cansa 20160815

Deduzco que Pedro Sánchez, además de dejar gobernar a su adversario, tendría que abandonar las playitas andaluzas e irse a Pontevedra. Con Mariano Rajoy. Quien por supuesto no acude a su tierra a practicar senderismo, recibir alabanzas y degustar pulpo a feira, lacón o esos percebes que yo le envidio; no, por Dios, el está allí... para pensar. Tome nota el insensato socialista. ¡Que es eso de tomarse vacaciones cuando la patria anda manga por hombro!

Absoluta calma chicha. Hasta el miércoles, nada de nada. La perezosa displicencia de quienes, sin embargo, reclaman con nerviosísima urgencia la formación del nuevo ejecutivo (suyo, por supuesto), hace pensar que tanto apremio y tanta prisa son mentira o una simple táctica filibustera. De ahí la sonrisa artera de Rajoy, que ha mudado aquella triste cara suya de enero por otra repleta de entusiasmo. Como el jugador (tramposo) de póker que toca con la punta de los dedos esa carta oculta en su manga que le permitirá ligar los cuatro ases. De momento, y si no fallan los cálculos, retrasando la primera votación de la investidura hasta finales de agosto o primeros de septiembre, el jefe del PP se garantiza ubicar unas hipotéticas terceras elecciones allá por Navidad o Año Nuevo. ¡Y parecía pasmao!

Sólo nos queda pues el turismo. Como siempre. Como en los felices Sesenta. Por aquello del yihadismo, los refugiados, el mal rollito y la inestabilidad de otros países ribereños (del Mediterráneo, se entiende), aquí batimos todos los récords. Nos vamos a trajinar setenta y cinco millones de guiris y nacionales. En las costas y ciudades de moda hay tanta gente que los habituales y no digamos los indígenas están hasta las narices. Es demasiado. El agua se ensucia, todo está lleno, los precios no dejan de subir, la gente se mosquea, las noches son ruidosas... A estas alturas, el frenazo que ha metido la alcaldesa de Barcelona , Ada Colau, a los nuevos hoteles y los apartamentos piratas se revela como una acción inteligente destinada a mantener con vida la gallina de los huevos de oro.

Y encima la ponen a caldo.

domingo, 14 de agosto de 2016

Silloncetes, misas y, en Zaragoza, la bronca municipal 20160814

Ya sabemos que en agosto no está la política para grandes maravillas. Pero como ahora mismo España es un extravagante cotolengo donde Rajoy hace de su capa un sayo, pues uno tenía la impresión de que este sería un verano de mentirijillas. Y lo es. Incluso el cambio climático ha dado tregua. Así, bajo el influjo del bendito cierzo, la Tierra Noble, su Muy Heroica capital y la Huesca laurentina han producido esta semana noticias tan chuscas y surreales como suelen. O un poco más. Eso, en lo que se refiere a las instituciones y su contexto. Porque en la trastienda siguen ocurriendo cosas mucho más serias, que forman parte de ese Aragón secreto, cada vez más vasto y más oscuro. Pero hablemos de lo accesible, lo que sucedió a la vista de todos.

Gran parida: el Gobierno aragonés, integrado por el PSOE (el pastel) y CHA (la guinda), aprobó sin mayor problema el plan económico del Ayuntamiento cesaraugustano, que el gobierno municipal (Zaragoza en Común) había sacado adelante a trancas y barrancas ¡con la oposición de PSOE y CHA! Parece una broma paradójica. Pero no es sino un curioso ejemplo de que cómo van las cosas en la Inmortal urbe, donde las izquierdas se apalean mutuamente mientras los autobuses arden al sol.

Santisteve y sus concejales siguen sin encajar en ese rompecabezas que son los intereses a medio y largo plazo de las fuerzas vivas de la ciudad. ZeC no atina a definirse ni a proyectarse como algo específico. Es impredecible. Lo cual despista al respetable, pero al tiempo inquieta a quienes llevan decenios moviendo los hilos y haciendo dinero a orillas del Ebro. Estos últimos personajes se han hecho a la idea de que el paréntesis alternativo será cosa de un solo mandato, y pronto volverán las aguas a su cauce. No esperaban, sin embargo, que los grupos municipales de PSOE y CHA, tras investir al alcalde, pusieran tanto entusiasmo en segarle la hierba bajo los pies. Curioso. A este paso los fácticos no necesitarán que Azcón se desmelene en plenos y ruedas de prensa (con esa vehemencia tan propia de quien teme pasar de joven promesa a vieja gloria sin haber tocado chufa).

Luego está el tira y afloja con la presidencia de las Cortes, de donde el socialista Cosculluela, un señor serio, se fue entre otras cosas para perder de vista a varios de sus conmilitones. ¿A qué viene tanto lío con ese sillón? ¡Pero si nunca ha pasado de ser un premio de consolación!

Y de remate la habitual polémica tonta: entrar a misa con banda o sin banda. La derecha oscense, fiel a la consigna, se pasó por el forro el protocolo democráticamente aprobado. Aún estamos así, en un país donde la lógica separación entre las instituciones públicas y la Iglesia Católica sigue levantando ampollas. Da malagana, oigan.

JLT  14/08/2016

sábado, 13 de agosto de 2016

E Iglesias paladea la 'depre' en su estival retiro 20160813

Cuando el sorpasso al PSOE se desvaneció ante sus sorprendidos ojos la noche del 26-J, a Pablo Iglesias le agarró el bajón. La ciclotimia le puso del revés. Y lo que no tenía por qué ser sino la crisis adolescente de una plataforma política de crecimiento ultrarrápido, se convirtió en horrible catástrofe. Luego, el gran jefe púrpura se hizo humo. En su ausencia, Errejón, el más listo de la clase, se ha quedado en la sala de estudios buscando afanoso la causa del resbalón, y Carolina Bescansa ha sentenciado que su formación es una ilusión que solo funciona mientras el público está... ilusionado.

¿A dónde ha ido Iglesias? He repasado la prensa madrileña, que siempre vigilaba con un ojo implacable y otro irónico al líder alternativo, pero solo he encontrado análisis especulativos destinados a constatar que Podemos está fuera del juego político, como si no fuera eso precisamente lo que ha estado persiguiendo durante el último año toda entidad o persona con vocación sistémica. Puede que Iglesias, tras recluirse en su casa (desde donde recomendaba libros y lanzaba inofensivos tuits), se haya ido (no tirado) al monte. Quizás reflexione sobre lo mal que se manejó tras el 20-D, cuando montó aquel show de besos en la boca, ministrables y arrebatos retóricos, sin rentabilizar la coyuntura; cuando no supo reaccionar con temple y habilidad escénica al pacto en falso de Pedro Sánchez y Albert Rivera. No entendió entonces que el electorado que él pretende ganar (hablamos ya de más de seis millones de votantes) es más exigente, más culto y más crítico de lo que pudo imaginar el argentino Laclau al teorizar la alternativa populista. Y que su objetivo básico debía ser tumbar a Rajoy, no sorpassear a Sánchez. Porque la cuestión es muy simple: ni el PSOE ni Podemos van a poder gobernar España (y sus naciones, regiones, ciudades y pueblos) si no logran algún tipo de entendimiento. Disputarse el terreno a cara de perro les perjudica a ambos.

Podemos tendrá que madurar de una vez y quitarse de encima la depre. A partir de los 30 tacos es obligatorio saber que, en este mundo tan cabrón, llorar no sirve de nada.

JLT  13/08/2016

viernes, 12 de agosto de 2016

Ahora van a 'escrachar' al pobre Pedro 20160812

Existe la duda razonable de si Rajoy maneja los tiempos o está dando un golpe de estado de baja intensidad (como ha dicho el exministro socialista Enrique Barón). Pero eso ya no importa. Ahora el malo de la película es Pedro Sánchez, a quien han puesto a parir los de derechas porque se fue a lucir camisa blanca (con manga corta, ojo) en la playa almeriense de Vera. Cinismo rampante. Después de que Podemos fuese fustigado y cuidadosamente desacreditado por cualquier poder fáctico digno de tal nombre, el líder del PSOE ha pasado a ser, de manera automática, el objetivo de esa hueste cuyos escraches no se zanjan con dos gritos y una pintada (como hacían los perroflautas), sino con ataques sistemáticos desde los medios, infamias, invectivas de tertulianos poseídos por la rabia... Eso, más los golpes bajos de los barones y exfiguras de su propio partido. O facilita, por responsabilidad, la investidura de un gobierno conservador, o acabarán deconstruyéndolo hasta que no quede de él más que el lejano recuerdo de un tipo guapo, alto, que lucía los trajes entallados como ningún otro político en el mundo entero (salvo Obama, claro).

Sánchez quiere salvarse él y salvar el futuro de un PSOE que no se puede permitir el bochorno de abrirle la puerta de Moncloa a su antagonista conservador, aunque sea por pasiva. No sé si le dejarán. Véase, si no, al propio Felipe González echando leña al fuego, jaleando el entreguismo de Rivera, exhibiéndose cual sumo sacerdote democrático y sin que nadie (¡a ver esos feroces comentaristas, esos columnistas sin piedad!) le pregunte por su papel en la obtención de concesiones para la extracción de gas y crudo en el desgarrado Sudán del Sur: petróleo de sangre. Para colmo de males, al actual secretario general socialista le ha salido por la culata el tiro de su anterior pacto nupcial e histórico con Ciudadanos. Su mayor error.

Mientras resiste, la figura de Sánchez gana en interés y potencia. Algunos siguen convencidos de que, al final, el socialista claudicará. Lo cual sería desastroso para el conjunto de la izquierda. Porque los escrachadores van a por todas... y a por todos.

JLT  12/08/2016

jueves, 11 de agosto de 2016

Lo que Rajoy espera de la vida 20160811

Vale, vale... Mariano Rajoy es un genio. Su peculiar estilo (tranquilo en las formas; borde en el fondo) es muy eficiente. No me extraña que Rivera esté a punto de rendírsele. Y eso que Ciudadanos no surgió solo para ser una versión light de Podemos y frustrar la hipotética vocación transversal de Iglesias&Errejón, sino también para refundar desde fuera el gran partido conservador. Es lo que soñaban hace solo un año el bueno de Albert y sus dirigentes, cuadros y asesores más relevantes. ¿Acaso no les auguraban las encuestas un despegue sin precedentes, hasta las fronteras del sorpasso al PP? Pero de eso, nada... monada. Ahora les toca pasar por el aro.

C's puede consolarse creyéndose decisivo. Sin embargo Rajoy sigue ahí, dueño y señor de la formación que manda en la derecha, inmune a los descalabros electorales (¡ha vendido como un triunfo sus 137 escaños en el Congreso!) y a los casos de corrupción que le han salpicado y salpican. Queda claro que el líder conservador espera seguir ganando posiciones, remontando por etapas el desastre del 20-D e imponiéndose como la única figura que puede salvar a España del caos en el interior y el exterior. El gran Mariano está convencido (y no le faltan razones para ello) de que no hay nada que no pueda lograr con paciencia y un sutil manejo de los miedos del pueblo español y de la cultura antipolítica que fue introduciéndose en nuestro subconsciente colectivo a lo largo de los agitados siglos XIX y XX. Criado en ese mismo universo reaccionario (canovista y franquista), ha entendido que el presente le ofrece muy buenas oportunidades para imponer su visión (o no visión) de las cosas. El viento global sopla a su favor, la socialdemocracia está en plena decadencia, la alternativa neoizquierdista no acaba de salir del huevo, la democracia (instituciones y factores adyacentes, como el periodismo) ha sido desbordada por los poderes económicos y tecnológicos... Mejor, imposible.

Ya solo tiene un único temor: que las izquierdas nuevas y viejas dejen de pelearse a muerte y entren en una sinergia consecuente. Pero eso es hoy casi imposible. Estamos en España.

miércoles, 10 de agosto de 2016

Dos piezas, 'burkinis' y otros bañadores 20160810

Ahí me tienen, de veraneo total (pero no de vacaciones, ojo). El sombrero y las gafas son otras tantas promociones de EL PERIÓDICO. Chulos, ¿eh? Zaragoza entera anda chapada. Pero los que nos hemos quedado en la city (mogollón en los barrios populares, casi nadie en las urbanizaciones de clase media-alta) tenemos la opción de encontrar aparcamiento en cualquier parte, tomar copas en espléndidos bares semivacíos, olvidar las apreturas y tomarnos las noticias a risa. Hasta hoy no se han vuelto a ver Rajoy y Rivera. Sin prisas. Así que tápense del sol si es de día (como hago yo) y pídanse otra cañita (eso también lo hago), que para sufrir la depre ya tenemos a Pablo Iglesias. Tras el 20-D estuvo de lo más activo y cabroncete, por lo cual fue muy criticado. Ahora anda retirado, prudentísimo y callado... por lo cual también le critican. Así es la vida del alternativo: te pongas como te pongas te han de joder.

Pero lo que de verdad me fipla es imaginar que en Zaragoza, donde las mujeres hicieron guerras para poder lucir bikini en las piscinas (y luego topless), pueda vivir nuevas batallas, esta vez a favor o en contra del burkini, que es esa especie de buzo que se ponen las musulmanas más integristas. El otro día, en los Juegos Olímpicos, las jugadoras de volei playa egipcias se presentaron con tal engendro para jugar contra las alemanas, que iban (supermollares) con sus dos piezas. Ganaron las germanas, claro. Está fuera de toda duda que el deporte (sobre todo el de élite) transciende las marcas y las medallas para convertirse en un espectáculo físico total. Los nadadores, ceñidos por minibañadores, exhiben cuerpos que quitan el hipo. No les digo las/os velocistas negras/os, tan musculadísimas/os.

Lo del burkini (y vuelvo al tema) me parece sencillamente demencial. Estoy harto de estos desbarres islámicos. Y encima, cuando el tema ha salido a relucir en medios y redes, los machistas cristianos han salido en tromba a defender a las mujeres musulmanas, en un auténtico y perfecto contradiós.

En fin, me voy a correr un rato con la bici. Con maillot y culotte, que ya no estoy para presumir de nada. ¡Ay!

jueves, 4 de agosto de 2016

Bloqueo, populismo y otras palabras de moda 20160804

Por lo que se escucha, si Mariano Rajoy no puede gobernar no es porque carezca de apoyo parlamentario suficiente, o no se lo sepa ganar haciendo concesiones, o afronte el rechazo de muchos electores que votaron PSOE, Ciudadanos o nacionalista para echarle a él de Moncloa... No: el único problema es ¡el bloqueo! Y el bloqueo es, a su vez, culpa de Pedro Sánchez, por no darse la vuelta y apoyar por pasiva a su adversario. La responsabilidad se extiende incluso a Albert Rivera, aun estando dispuesto a negociar, envainársela y abstenerse "por responsabilidad". El PP clama contra el dichoso bloqueo, administrando una situación que algún fino observador ha definido como "la verdadera nueva política", porque rompe con todas las reglas del juego conocidas para reinventarlas o mejor todavía dejarlas al albur de lo que convenga a la derecha (política y fáctica, incluyendo a exsocialistas como Felipe González). 

Otra palabra de moda es populismo. En España, dicho término se vincula en exclusiva a Podemos, de quien se supone una futura praxis alineada con las teorías de Laclau y los más denostados experimentos latinoamericanos. Sin embargo, nuestro país ya ha tenido su propia dosis de populismo de verdad. El régimen clientelar implantado por el PSOE en Andalucía, por ejemplo, le resultaría muy familiar a cualquier peronista kichsnerista. La política de escaparate y expansión urbanística aplicada en la Comunidad Valenciana por el PP, o el patriotismo del 3% enarbolado por Convergencia en Cataluña poseen asimismo todas las características que vienen al caso: liderazgos trucados, demagogia... y corrupción a gran escala. ¿No es populista Esperanza Aguirre? ¿Y Oriol Junqueras?

La izquierda global carece de propuestas y se ha sumido en la desunión y la depresión. Pero el populismo más poderoso, el que de verdad da miedo es el de derechas. Y algunos de sus referentes más exitosos no están en partidos nuevos, raros o frikis, sino en el Republicano de EEUU (Donald Trump) o en el Conservador británico Theresa May). Dos fieras que convierten a Marie Le Pen en una simple amateur.

miércoles, 3 de agosto de 2016

Aquel coche eléctrico... de Alí Babá 20160803

Para cuando la poli fue a por los presuntos constructores de coches eléctricos y les detuvo por defraudar al erario, los susodichos (más otro menda que pretendía fabricar en Andorra no sé que chismes cibernéticos), ya nos habían levantado a los contribuyentes más de dos millones y medio de euros que jamás volverán. Los campeones, la firma Victor y Vicente, que en teoría se había instalado en Motorland y logró un pastón en ayudas a fondo perdido y créditos públicos, sin que jamás en la vida llegase a desarrollar ni a producir nada, ni pagase a sus empleados, ni justificase sus inversiones... Un deshueve monumental. Tampoco estuvo mal el protagonizado por otro inventor, quien para probar su capacidad industrial iba enseñando un cochecillo... comprado por internet en la macrotienda china Alí Babá. Todo ello, por supuesto, en nombre de Teruel, la reindustrialización de las Cuencas Mineras, Aragón, el I+D+i y el resto de la parafernalia. Ja, ja, ja.

La pasta se ha ido alegremente porque quienes debían vigilarla incumplieron su función. Fuese por el afán por sostener proyectos como Motorland (en cuyo nombre se han cometido todo tipo de aberraciones). O porque además hubo alguna untadita en la manteca (eso nunca se puede descartar)... El caso es que sujetos como los empresarios eléctricos y cibernéticos ahora empurados lograron todo tipo de subvenciones con unas garantías inventadas, a pesar de ser insolventes y conocidos chanchulleros. ¿Y el Instituto Aragonés de Fomento, y el Instituto para la Reestructuración de la Minería de Carbón, y el Ministerio, y la Consejería...? ¿Por qué se tragaron los embustes de aquellos pillos (o de quién sabe cuántos más)?

Esta pregunta se ha hecho ya muchas veces. Nadie responde ni responderá. Los barandas aludidos, que estuvieron ahí durante los gobiernos del PSOE-PAR y del PP-PAR, no serán obligados a comparecer y dar la cara. No explicarán ni lo del coche eléctrico de Alí Babá ni otras maravillas.

Javier Lambán, actual presidente socialista de Aragón, ha fichado como asesor al exdirigente del PAR Javier Allué. Con eso... está todo dicho.

martes, 2 de agosto de 2016

Qué personal tan bueno y conformadito 20160802

Nadie sabe definir la actual situación de Mariano Rajoy ¿Es candidato a la investidura? Sí o no, según se mire. Se le puede considerar un candidato presunto, implícito, provisional, probable, en diferido, hipotético, yateveré... Candidato interino le definió ayer un colega. Cualquier cosa. Pero ya se ve que esta peregrina circunstancia, por la cual un líder político acepta un encargo del Rey sin aceptarlo del todo, resulta perfectamente verosímil en este país, en el que previamente hemos permitido que se convoquen elecciones generales en vísperas de grandes paréntesis vacacionales, o donde el partido gobernante puede llegar a ser procesado por el delito de obstrucción a la justicia sin que su máximo dirigente se sienta obligado a dar explicación alguna.

Desde el jueves pasado, cuando Rajoy explicó en términos tan evanescentes y cachondos su reunión con el Jefe del Estado y su aceptación (o no) de ir a la investidura, personas muy sensatas se han devanado los sesos intentando ver qué clase de coyuntura es esta y cómo encaja o deja encajar en la Constitución. Juristas, politólogos y periodistas reflexionan sobre la exacta naturaleza de lo que nos toca vivir. Barajan interpretaciones y precedentes, en un ejercicio de responsabilidad cívica que daría risa si no diese pena. Hombre, por favor... ¡Pero si esto es mucho más simple! Elemental: Rajoy invoca la llamada Carta Magna o se la pasa por el arco del triunfo según le va conviniendo. ¿Por qué? Porque se lo permiten una sociedad desorientada por completo y unos creadores de opinión capaces de comulgar con ruedas de molino no sé si por interés, prudencia o despiste.

Con tanta bondad y tanta conformidad (de los españoles e incluso de aquellos que quieren dejar de serlo), aquí algunos hacen lo que les place. Por eso en Cataluña los independentistas se acogen a los mismos tribunales que desprecian, se inventan las reglas sobre la marcha y traspasan las fronteras del ridículo, seguros de que también en su particular escenario la gente traga lo que le echen, y más. Bueno... Siempre podremos ponernos bordes con Podemos, ¿no?

lunes, 1 de agosto de 2016

No se empeñen... Esto ya no es lo que era 20160801

El mundo ha cambiado. De manera radical. En muy poco tiempo, la revolución conservadora iniciada por Thatcher y Reagan ha cristalizado en la desregulación global, y una nueva edad ahistórica donde ocurren cosas que nadie había previsto y que tienen trastornadas y confundidas a muchas personas, incluyendo a la gente culta e ideologizada de mi generación y adyacentes, que no entiende casi nada.

Nuestros jóvenes, por ejemplo. Criados en la seguridad y el bienestar de las sociedades europeas construidas por la socialdemocracia, nos han salido liberales. Progresistas o conservadores, pero liberales. Muchos de ellos entienden bastante bien conceptos como decrecimiento o economía de coste marginal cero, y ya comparten bienes y servicios de acuerdo con los principios distributivos de los algoritmos. Pero no les vayas con los clichés políticos de la modernidad, que pasan del tema. Lo bueno, por ejemplo, es que son capaces de entender a la primera que el gobierno de Rusia es hoy un vector ultraconservador y fascistoide, mientras sus abuelos todavía miran a Moscú creyendo que allí habita el espíritu de Octubre. ¡Ja! Putin se tima con Le Pen y coquetea con el monstruoso Trump. ¿Qué podía esperarse del KGB?

La humanidad afronta problemas definitivos, como la posibilidad de que la Tierra se vuelva inhabitable. ¿Se podrá vivir en Zaragoza durante el verano dentro de treinta años? Mientras, la superpoblación ha desmontado ese instinto superviviente de la especie, que ya no ve necesario el apoyo mutuo para salir adelante. Mis amigos creen que la desigualdad creciente y el dominio de los monopolios tecnológicos provocará nuevos estallidos sociales de enormes proporciones. Sin embargo, urbes y estados se mantienen bastante estables en medio de la barahunda. México o los propios Estados Unidos son escenarios donde la máxima riqueza y la absoluta pobreza coexisten, sin verse ni conocerse, en una atmósfera política indefinible, en medio de la injusticia y la violencia... Pero sin ruptura alguna del sistema. No digamos Asia... ¡o África!

Esto no es lo que era.