martes, 31 de diciembre de 2013

Mal año... Pero no el peor 20131231

Tienen ustedes razón, lo reconozco: no se puede estar todo el día haciendo de Casandra, profetizando desdichas y rumiando la hierba del pesimismo. Si no existe cosa más boba e irreal que sumarse a ese optimismo artificial y oficioso que nos impele a ser optimistas contra todas las evidencias, tampoco tiene sentido empeñarse en proclamar que el 2013 (un año para olvidar, sin duda) ha sido el peor de nuestras vidas. Eso es exagerar.

Mis primeros recuerdos infantiles se ubican a finales de los años cincuenta y el inicio de los Sesenta. Aquello si que fue, objetivamente, malo-malo. Criminal. España en blanco y negro: Amanecer en puerta oscura, Plácido, El verdugo, semanas santas moradas, tricornios en las carreteras, uniformes, Tiempo de silencio. Tampoco los Setenta fueron precisamente gloriosos: incertidumbre, plomo, sangre, terrorismo, ruido de sables y una crisis económica de órdago. Pero luego, reconozcámoslo, el panorama fue apañándose. Y durante un cuarto de siglo, de 1982 al 2007 esto empezó a coger color. Las expectativas de mejora cobraron un impulso inédito. España, pudo ofrecer a sus habitantes una calidad de vida como no se había visto en siglos. Luego hemos sabido que en todo ello había no poca mentira. Pero incluso caídos hoy del guindo, aún vivimos en un país por encima de muchos otros.

Se elucubra a veces sobre la supuesta maldición que persigue a España y a sus gentes. Bueno... La nuestra es una maldición menor comparada con la que ha perseguido a la mayoría de los africanos, latinoamericanos y asiáticos. Y a los rusos, que son europeos. Y a griegos e italianos. Repasen si quieren la historia de Prusia-Alemania en los últimos cien años. Tampoco es gloria precisamente.

No se me amarguen. Muchas miserias del 2013 vienen de atrás, sólo que han eclosionado ahora. Ánimo y que les vaya bien en el 2014. Reparen no obstante en que, si logran (logramos) tal objetivo, no será porque lo augure el presidente del Gobierno, mentiroso compulsivo, sino porque la voluntad de muchos ha de valer más que los egoístas intereses de unos pocos. 

lunes, 30 de diciembre de 2013

2014 puede ser muy bueno... para el PP 20131230

La gente está cada vez más asustada. Rajoy se ríe de todos, mientras fabula las supuestas maravillas del 2014. Pero lo más aterrador es ese goteo de medidas, proyectos y leyes encaminados a revisar de cabo a rabo la reciente trayectoria democrática y a desmontar el incipiente Estado del Bienestar. El salario mínimo congelado, el aborto prohibido de facto, el orden público encomendado otra vez a la autoridad gubernativa, los derechos laborales dinamitados, los servicios públicos en fase de derribo... Se habla de un bienio autoritario o un bienio negro. La legislatura se ha convertido en una segunda transición hacia las utopías ultraconservadoras. Con todo el sistema crujiendo por las junturas, con las instituciones sumidas en un desprestigio casi absoluto y con los nacionalismos periféricos ganando terreno, audacia y voluntad independentista, el bienio siguiente aparece como un escenario perfecto para que el PP, en su versión más radicalmente reaccionaria, pretenda convertir lo peor en mejor conduciendo España a un punto sin retorno. ¿Y después...?

La derecha quiere poner el contador a cero y recuperar el control. Recuperarlo plenamente, quiero decir, y utilizarlo sin complejos para poner en pie un nuevo modelo político y económico. Aspira a ello porque está cada vez más segura de que nadie le va a disputar el poder en los próximos años. Si el PSOE estuviese un poco más fuerte y fuese un poco más creíble, si IU dispusiera de líderes más carismáticos e inteligentes, si los sindicatos de clase no se derrumbaran a ojos vista, si la vieja y la nueva izquierda intentaran entenderse y actuar juntas... ¡ah!, entonces quizás Pedro Arriola, eminencia gris de Mariano Rajoy, tendría motivos para preocuparse. Pero como no es así, en Génova y en Moncloa están que se salen.

Los conservadores llegan al 2014 creciéndose y ven cómo se les abre de par en par una ventana de oportunidad. Ven que la gente está harta de política, que la oposición carece de pegada, que la calle se apaga poco a poco... y se frotan las manos. Para ellos es como un sueño. Para los demás, me temo, una pesadilla. 

JOSÉ LUIS Trasobares 30/12/2013

domingo, 29 de diciembre de 2013

Burbuja eléctrica, atraco seguro 20131229

Mientras el Gobierno acordaba una subida de la luz que pareciese liviana comparada con la anunciada tras la última subasta del kilovatio, el precio de dicha unidad de energía descendía al mínimo empujado por los vientos de la borrasca atlántica. Los aerogeneradores (sí, esos molinos que aborrecen los amantes de las nucleares) habían funcionado a pleno rendimiento y las hidroeléctricas también. Pero, claro, tal circunstancia no iba a modificar los planes del ministro Soria (o de Montoro) ni a suavizar las presiones de las eléctricas: al final nos van a clavar, como siempre. Algunos sostienen que todo estaba pactado desde el primer momento según el consabido truco de anunciar una puñalada mortal para dejarla después en un pinchazo cabrón pero más asumible. No sé si la conspiración entre ministros y brokers energéticos existió o no (tampoco sería la primera), pero la realidad está ahí: tendremos que pagar más y encima estar agradecidos.

¿Qué está pasando con la luz? Pues que es un recurso imprescindible en manos del rapaz capital financiero. Este cuenta con la complicidad de los políticos, muchos de los cuales van y vienen por la puerta giratoria que les lleva de su cargo público a sabrosos puestos en las compañías eléctricas o en los fondos de inversión que trafican con el kilovatio. Según los voceros de la derecha, la culpa de la situación actual sería de Zapatero, las primas a las renovables y la moratoria nuclear. No hay tal. El anterior Gobierno gestionó muy mal las ayudas a la instalación de aerogeneradores y parques solares (enseguida hubo fraudes, cómo no), cierto. Pero este es un problema menor.

Las renovables funcionan bien y barato. España es un país perfecto para su utilización. Es increíble que no hayamos diseñado una estrategia para alcanzar por esa vía la autosuficiencia energética, como lo es que en el tejado de cada casa no haya una o varias placas para calentar el agua o generar electricidad. Claro que el Ejecutivo pretende gravar la producción doméstica. No sea que a las grandes compañías se les estropee el negocio.

Resulta que España, aunque parezca mentira, tiene un exceso de producción. No necesitamos nucleares ni otras instalaciones de alto coste. Por eso han fracasado las centrales de ciclo combinado. Las ubicadas en Aragón no funcionan o lo hacen a bajo rendimiento (así lo reconocía recientemente el consejero Aliaga). El carbón, un combustible indeseable, necesita subvenciones. El gas ha de ser importado. Sin embargo, en el colmo del delirio, las famosas subastas trimestrales acaban con todos los kilovatios cotizados al mismo precio: el que marca el sistema más caro.

Esto no es un mercado, es la cueva de Caco. 

 JOSÉ LUIS Trasobares 29/12/2013 

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sábado, 28 de diciembre de 2013

28-D en el país de las bromas 20131228

Esa auditoría municipal, según la cual TUZSA facturaba a Zaragoza las cuchipandas, los abonos para el fútbol y los proyectos que presentaba a los subastaos de otras ciudades, tiene su gracia. Y el hecho de que hayan pasado años y lustros antes de enterarnos, también. El vicealcalde Gimeno ha dicho que tales gastos lúdico-sociales no pasan de ser una anécdota. En tal día como hoy, yo más bien creo que son una broma, un pitorreo, una risa, un deshueve, un truco simpático preparado con mucha anticipación para que estallase al filo del 28-D cual graciosa cucaña. Disculpen si no pongo ahora la consabida onomatopeya de la risa, pero es que temo encanarme.

Voy a comentar dos detalles de las últimas inocentadas retrospectivas que nos han endilgado los jefes para que no decaiga. El primero tiene que ver con la mayor o menor gravedad de lo que tenemos entre manos. ¿Una simple anécdota, como dicen? Bueno... Vista la enorme facundia de TUZSA a la hora de colocarnos los gastos más inauditos en plan folclórico, ¿qué no haría cuando presentara al cobro las grandes partidas, las que se refieren directamente a la contrata adjudicada? Y lo de siempre: ¿quién y cómo visaba esas cuentas del Gran Capitán?, ¿por qué nunca hasta hoy se llevó a cabo una auditoría seria? Ya puestos, quien dice TUZSA dice Plaza, donde los presuntos desfalcos totalizaron decenas de millones sin que al parecer nadie se percatara. ¿Nadie?

La otra cuestión se refiere a las responsabilidades. Complejo asunto sin duda. TUZSA, por ejemplo, endosó esas facturas anecdóticas cuando gobernaba el PP. Me gustaría saber si no hizo lo mismo luego con el PSOE. A su vez, este partido presidía el Ejecutivo aragonés en los días gloriosos de Plaza y a él le correspondería dar alguna explicación razonable del supuesto saqueo. Explicación que el PP tampoco ha exigido ni propiciado con demasiada voluntad. Uno se hace un lío con estas cosas. Y más cuando repara, por ejemplo, que el actual consejero de Obras Públicas y por ello responsable político de Plaza, fue anteriormente consejero delegado de TUZSA.

¡Feliz día de los inocentes! 

viernes, 27 de diciembre de 2013

Melchor impacta más que Juan Carlos 20131227

La desaparición y posterior hallazgo del rey Melchor (en su versión del belén de la plaza del Pilar de Zaragoza) ha provocado en la edición digital de este diario muchísimas más visitas y comentarios que el discurso navideño del rey Juan Carlos. Lógico: la extraña sustracción de la estatua es una de esas chuscas curiosidades que hacen furor en redes y charlas de café, mientras que la difusa, confusa, y patidifusa alocución de Su Majestad difícilmente podía interesar a nadie que no estuviese en la pomada. Cada vez menos españoles prestan atención al mensaje de La Zarzuela y tengo para mí que en muchas casas el monarca sale en pantalla y echa su indescifrable homilía sin que nadie le haga caso, entretenidas las familias en celebrar y darse ánimos (que por cierto es labor ímproba, porque el Gobierno ya está desalojando de bondades el 2014 para trasladarlas al 2015).

A Juan Carlos le escriben unos discursos donde nada está dicho por su nombre, sino mediante alusiones entre líneas. Luego, el día de Navidad, desde la propia Zarzuela (qué nombre tan adecuado para el palacio) explican a los medios el significado real de los abstractos párrafos: este se refería a la unidad de España, aquel otro a la necesidad de dialogar y ceder (¿Mas ante Rajoy o Rajoy ante Mas?), ese de ahí al caso Urdangarin... Por supuesto, las fuerzas políticas mayoritarias, atentas a la rutina anual, tienen sus propios traductores y echan las campanas al vuelo interpretando cada frase según convenga. Toda la ceremonia resulta tan consabida y tan poco útil, que la ciudadanía acaba centrando su atención en el Melchor del belén y en el majadero que lo llevó de aquí para allá cargando con sus quince kilogramos, que no es moco de pavo.

La levedad real se da además de bruces con nuestra realidad, con las bromas pesadas que revelan las investigaciones en Plaza o la auditoría de las cuentas de TUZSA. Abrumada por las noticias de cada día, la gente oye la voz monocorde y cansina del Rey (si la oye) mientras se deprime al constatar cómo le robaron y le roban sin que los discursos oficiales lleguen a mencionar siquiera la palabra corrupción. 

jueves, 26 de diciembre de 2013

Democracia de (muy) mala calidad

La democracia, como concepto global, ya no es lo que fue ni mucho menos lo que pudo ser. Pero en España la regresión está siendo tan evidente como, vertiginosa. ¿Dónde acabará esta deriva? Las iniciativas legislativas gubernamentales relativas al orden público y la seguridad privada o el proyecto de ley para regular el aborto son ciertamente inauditos. Sumados al conjunto de medidas económicas y laborales, así como al acelerado desplome de los principales servicios públicos, componen un cuadro desolador. La crisis ya no es tal y por supuesto no se ciñe a los habituales patrones cíclicos. Es en realidad la imposición de un nuevo modelo sociopolítico y cultural, el inicio de una nueva edad caracterizada por la explosión de las nuevas tecnologías y la banalización o depreciación de la soberanía popular. Los paradigmas socialdemócratas o incluso socialcristianos que emergieron tras la Segunda Guerra Mundial son hoy dinosaurios sometidos al impacto del meteorito. Con ellos perecen los instrumentos (partidos políticos, sindicatos, medios industriales de comunicación) que configuraron durante decenios el sistema.

El problema es que España llegó tarde a la democracia convencional, construyó muy tarde su Estado del Bienestar y aún no había completado su puesta al día cuando ha llegado el reflujo. Por eso, en apenas dos años, la derecha (cuyas rancias ideas paleoconservadoras se revelaron súbitamente como moderno programa neocón) ha organizado un repliegue hacia el pasado que añora, pero construyendo a la vez un sistema distinto, un producto del siglo XXI. Por eso la sistemática imposición de los conceptos religiosos, sociales y culturales característicos de la década dorada del franquismo (años 60) se combina con el desarrollo de campañas de realidad percibida para implantar las ideas anarcocapitalistas que aspiran a desmontar o devaluar los estados, romper definitivamente el contrato social moderno y convertir la iniciativa privada, la especulación y el negocio en los pilares de una sociedad absolutamente distinta a la que hemos conocido.

Eso, claro, si nos dejamos. Si no... 

martes, 24 de diciembre de 2013

Pues eso... ¡Feliz Navidad! 20131224

La Navidad es una extraña época del año que empieza en la primera mitad de diciembre, cuando los spots de perfumes se adueñan de la tele, y acaba el 6 de enero, justo en el comienzo de las rebajas-rebajas. Quiere decirse que el fenómeno es sobre todo comercial. El personal se carga de colesterol y ácido úrico, los cuñados se mosquean entre sí en las cenas de Nochebuena (y más si tienen continuación en la comida del 25), los niños gritan ¡me lo pido! incitados por la publicidad y reina una feliz atmósfera de hermandad y buen rollito. Eso sí, la maldita crisis y sus consiguientes ajustes, nos libran de ciertos excesos gastronómicos, reducen la fiebre consumista, enfrían el ambiente y ponen las cosas en su sitio: vuelven los actos caritativos, Plácido ya no es una vieja película sino un cuento neorrealista y toda la esperanza posible queda bajo administración del Gobierno, que nos promete un 2014 algo mejor, en el supuesto de que nos sigamos habituando a ganar menos, gastar poco, financiar el rescate bancario y ser obedientes. Y ojo que estas virtudes no han de ser opcionales, sino obligatorias. 

La Navidad tiene su puntito y su leyenda. La felicidad, nos dicen, se construye sabiendo disfrutar de las cosas pequeñas (más con menos, ya saben) y aceptando la vida como viene. E incluso los más rebeldes y cínicos, que consideramos las antecitadas virtudes pura y blanda resignación, no podemos sustraernos al influjo de las lucecitas, las campanillas y los villancicos. Yo mismo ando estos días sonriente y amable, campechano y ocurrente, prodigando felicitaciones y buscando aspectos positivos en la realidad cotidiana... aunque, la verdad, me cuesta muchísimo encontrarlos.

Puestos en ello, quiero desearles lo mejor, para estos días y para el año que viene. Mejores sueldos, mejores servicios públicos, mejores gobernantes, mejores expectativas, mejores intenciones, mejores días y mejores noches... Más dignidad como ciudadanos, más libertad, más capacidad para luchar contra los malvados, más inteligencia, más iniciativa, más valor. O sea, sean felices de verdad, y tiren la resignación al cubo de la basura. 

lunes, 23 de diciembre de 2013

Contribuyentes bajo el fuego cruzado 20131223

En España, la secular clase dominante instituyó como privilegio esencial del poder la facultad de robar aquello que estuviese a su alcance, de manera impune y sin que tal acción tuviera repercusiones sobre su fama y honor. En los siglos XIX y XX, esta tradición prácticamente no tuvo líneas de cesura porque siempre mandaron los mismos. Sólo sufrieron algún brevísimo sobresalto durante las dos repúblicas, y al fin la dura experiencia de una guerra civil que acabó con su victoria y la sublimación del daño recibido mediante una venganza atroz. De esta manera, la corrupción (antaño oculta e innombrable) ha sido un hilo conductor de nuestra historia. Y ahora, en estos tiempos de tambaleante democracia, comprobamos cómo ese vicio nacional no sólo persiste expandido por los canales del nuevo capitalismo sino que ha prendido en no pocos hombres y mujeres nuevos. Estos, conforme obtenían a lo largo de los últimos treinta y tantos años importantes cuotas de poder político y social, caían en el viejo pecado. Siendo jefes, pensaron, ¿por qué no ejercer de tales, imitando a quienes lo habían sido toda la vida? Ahora, chorizos de antes y de después lanzan sobre los contribuyentes un letal fuego cruzado. Nos someten a un despiadado saqueo; nos arrebatan la ilusión y la esperanza.

Esto es insufrible. Cuando oyes que sólo en una caja gallega el rescate bancario nos costará 8.000 millones, cuando lees el cruce de mensajes entre Blesa y la familia Aznar, cuando te enteras de los detalles relativos a la compra del ático del presidente madrileño o al supernivel de vida que disfruta el yernísimo Alejandro Agag, cuando conoces los sórdidos detalles de la corrupción en el ámbito sindical, cuando sufres el chantaje que las eléctricas (monopolios públicos convertidos en monopolios privados) perpetran trimestre a trimestre... cuando, en fin, estás harto y cabreado, aún has de hacerte a la idea de que te queda mucho por ver y saber.

Así, en plena tormenta, los amos de la dehesa regresan con el rebaño al redil, como siempre. Y la Marca España retorna a su histórico significado: atraso, autoritarismo y corrupción. 

domingo, 22 de diciembre de 2013

El Aragón del futuro ya está aquí... Y no es de tirar cohetes

Sí, ya estamos en el futuro que se nos prometió hace diez años. Este es el Aragón postExpo, el de los circuitos de alta velocidad, las grandes infraestructuras, los rutilantes proyectos, el nuevo Las Vegas, la innovación tecnológica, un lugar en el mapa, un océano de autoestima... Sin embargo, casi nadie podría identificar la actual realidad con lo prometido en los años del boom. Hemos mejorado, por supuesto. Se ha invertido mucho dinero, de acuerdo. Pero no estamos para tirar cohetes. De ninguna forma. El mínimo crecimiento demográfico de la década anterior vuelve sobre sus pasos. Los datos económicos no son buenos. En octubre el desplome de la industria, según los datos del INE, se acentuó una vez más con un descenso del 18,7% de los pedidos (en el conjunto de España la bajada fue de sólo el 6,9%), y van cinco caídas mensuales consecutivas. Desciende de manera imparable la calidad de vida. Y lo más sangrante de todo: muchos de aquellos proyectos/ideas del reciente pasado son fracasos más o menos estrepitosos, más o menos disimulados. 

Esta semana, el Gobierno de Aragón reveló que Aramón, la empresa semipública que gestiona la mayoría de las estaciones de esquí, renuncia a ejecutar la ampliación de Cerler por Castanesa. Bueno, eso no puede sorprender a nadie y menos a quienes advertimos desde el primer día que la operación era un desatino absoluto. Pero queda por aclarar algo: ¿cómo pudo surgir y prosperar tan peregrina ocurrencia? y sobre todo... ¿cuánto ha costado la broma? Porque Castanesa ya fue objeto hace tiempo de señalamientos y compras de terrenos con un gasto sin precisar, aunque sin duda millonario; por no hablar de los estudios previos. De eso nadie dice nada. Eso sí, el otro proyecto para ampliar dominio esquiable mediante la unión de Formigal con Astún y Candanchú por Canal Roya, continúa adelante pese a la clamorosa evidencia de que es tan irrealizable como el ahora desechado.

Debo decirles que a mí no me afecta lo más mínimo que me llamen cenizo, pesimista o lo que quieran. Lo que de verdad siento es tener razón una y otra vez. Porque eso significa que enormes cantidades de dinero se han perdido sin remedio en vez de servir para poner en marcha actividades sostenibles y rentables. Oigo a los responsables del aeródromo de Caudé decir que están buscando más actividad para la instalación (tres aviones, tres, han aterrizado hasta ahora), veo cómo se queman los millones en Motorland sin solución de continuidad, atiendo las informaciones sobre la presunta corrupción en Plaza... Y me siento obligado a volver sobre el tema porque, una de dos, o esta Tierra (lo de Noble es coña, ya saben) reflexiona sobre su situación y rectifica su rumbo, o no llegaremos a ninguna parte. 

sábado, 21 de diciembre de 2013

A la pobre Mariví le falta 'pedigrí' 20131221

El impacto causado por una noticia desciende en proporción directa a las veces que dicha noticia se difunde. Sentado tan obvio teorema, imagínense qué asombro puede causar actualmente cualquier titular relativo a la corrupción, siendo como es dicho tema el pan nuestro de cada día. Aquí la Policía y la Guardia Civil se aplican simultáneamente a registrar la sede central del partido en el Gobierno y la sede andaluza del que fue primer sindicato del Reino, y el personal ni se inmuta. A estas alturas, en España y sus naciones la gente bien (pero bien-requetebién) ha dejado de asustarse por las imputaciones, los procesos e incluso los encarcelamientos... Siempre que éstos sean breves, ojo: una semanita en Soto del Real para ver a los amigos, y vuelta a casa. Como Blesa.

En los más selectos cenáculos madrileños, quien no ha sido objeto de imputación por tráfico de influencias, saqueo de caja de ahorros, prevaricación, delito societario o fraude fiscal carece de relevancia. En el mundo del superlujo, cada cual presume de su abogado y su asesor fiscal exagerando las virtudes de ambos. Por lo bajini, las personas de orden se cuentan trapacerías evasivas para regatear a la Hacienda Pública, fardan de sus negocios off shore, relatan viajes a las islas Caimán y al estado de Delaware.

Sin embargo, en Zaragoza y el resto de la Tierra Noble, una simple citación judicial acojona a las personalidades. Se nota que son de provincias, pobrecitos. Bueno... y que como les falta pedigrí dan por seguro que la Fiscalía no les sacará la cara, sino los ojos. Fíjense, si no, en la que está por caerle a Mariví Pinilla, la exacaldesa de La Muela. El juez se ha tomado su tiempo (eso en vez de una instrucción parecía la erección de una catedral), pero finalmente el proceso está llegando al momento crucial y el Ministerio Público pide para la acusada y sus presuntos cómplices unas penas de padre y muy señor mío. Por muchos chaletes que se comprase en Sotogrande y La Romana, Mariví nunca pasó de ser una mindundi venida a más gracias al mamoneo inmobiliario, una alcaldesa de pueblo por las listas de un partidillo regional. Lo tiene crudo. 


viernes, 20 de diciembre de 2013

Focos sobre la conexión Agapito-Iglesias 20131220

Imputados por el prolijo caso Plaza aseguran que están "muy tranquilos". Tururú. El PP, tras hacerse el longuis, ha visto que el tema ya está maduro, ¡sabrosísimo!, y puede convertirse en un argumento de largo y profundo recorrido a la hora de minar las escasas fuerzas del PSOE aragonés. Los de Rudi han decidido finalmente personarse en las causas relacionadas con la Plataforma Logística. Al tiempo, la gente del Marcelinato cruza los dedos y toca madera porque ya tiene en capilla a uno de los suyos (Carlos Escó, hombre fuerte del clan altoaragonés y cónyuge de la frustrada heredera, Eva Almunia). Los socialistas de cualquier familia ven con aprensión cómo los focos se centran en la conexión Agapito-Iglesias, aquella descarrilada operación que integró el fútbol espectáculo, la política de escaparate y el burbujeo inmobiliario.

En este despiece de Plaza, la pista García Becerril se confunde ya con la pista Agapito. Y esa confusión ha creado un laberinto que va más allá del peloteo de facturas ad-hoc a la guardería de las hijas del exgerente. Para colmo, lo que averigüe la UDEF (Unidad de Delitos Económicos y Fiscales) puede acabar cruzándose con las investigaciones de la UE sobre las improcedentes ayudas públicas a los grandes equipos de fútbol españoles. Porque el Zaragoza ya no es ni de cerca un gran equipo, pero está acreditado que su propietario, respaldado en su día por quienes entonces señoreaban el Pignatelli, se benefició de avales (que ahora caen a plomo sobre las arcas públicas aragonesas), subvenciones directas e indirectas (como la que durante años le llegó a través de Aragón Televisión), recalificaciones de suelo y presuntas mordidas (sobreprecios en la construcción de naves para Plaza, que de momento totalizan casi treinta y tres millones de euros).

Por no hablar del otro aspecto de la conexión: el fichaje por parte de Agapito de personas muy relevantes tanto en el organigrama del Gobierno que presidía Iglesias (léase Eduardo Bandrés) como en la propia Plaza o la Corporación de Sociedades Públicas (léase Santiago Coello). A ver quién nos explica todo esto. Porque alguien tendrá que explicarlo, ¿verdad? 

jueves, 19 de diciembre de 2013

Definitivamente vamos a ser 'formidables' 20131219

La Navidad se ha llenado de buenas intenciones. No las de los jefes, cuyas iniciativas son cada día más obvias, sino las de los voluntarios que recogen comida a las puertas de los supermercados, las organizaciones que hacen rifas o convocan actos benéficos para extender la ayuda mutua, las empresas y celebrities embarcadas en preparar saraos y conciertos (por ejemplo, para dar de comer a 10.000 personas en Nochebuena), o incluso los ricachones capaces de hacer donativos millonarios (con parte de la pasta que escamotean al fisco) y movilizar su instinto solidario ante los medios rosas. Por supuesto, tal eclosión de la actividad formidable (de Ustedes son formidables, el famoso programa radiofónico de los años 60) resulta imprescindible en un país donde cientos de miles de familias se han visto arrojadas a la miseria de hoy para mañana y en el que esos nuevos pobres han de rebuscar en la basura a la búsqueda de algo que comer, aunque ese algo pueda matarles de una intoxicación alimentaria. Llegados a este punto, la realidad se envuelve en tinieblas. Y si hay luz al final del túnel nos ha de salir a precio de oro. O la pagas... o se apaga.

Les invito, cómo no, a colaborar con las iniciativas solidarias. Pero también a reflexionar sobre la acelerada y radical transformación de nuestra sociedad. Por lo menos, mientras les damos a los de Cáritas o del Banco de Alimentos unos paquetes de azúcar, deberíamos preguntarnos por qué estamos asumiendo con tan tremenda naturalidad que en el inmediato futuro un tercio de la gente sea pobre de solemnidad, otro tercio apenas vaya tirando y otro más viva bien o muy bien mientras en el vértice de la pirámide la estricta minoría de banqueros, altísimos ejecutivos, grandes accionistas, empresarios de éxito, traficantes, futbolistas y similares acumula inabarcables fortunas.

Hemos de mirarnos al espejo e interrogarnos sobre si existe alguna línea roja, más allá de la cual resulte imposible admitir y soportar la destrucción del Estado del Bienestar en esta irrespirable atmósfera de corrupción y saqueo. Eso, aunque seamos formidables y estemos en Navidad. 

miércoles, 18 de diciembre de 2013

En Plaza emerge la verdad (y es muy fea) 20131218

En Plaza, como en otras sociedades públicas montadas por el Gobierno de Aragón, la coartada fue la creación de puestos de trabajo. Con ese cebo aquí se pescan siluros y hasta ballenas. No hay chapuza, guarrada, mentira, trinque, atentado al medio ambiente y rapiña que no se pueda justificar en nombre del desarrollo y el empleo, aunque éste sea una pura especulación (dicho sea en todos los sentidos del término). No debiera ser así, pero es lo que hay. Las investigaciones sobre la Plataforma Logística zaragozana han desvelado ya un rosario de evidencias tan largo y retorcido que, aún estando todas las imputaciones subsiguientes sujetas a la cautela del presuntamente, el olor a chamusquina tira p'atrás. Claro, era muy fácil conquistar parabienes y titulares mientras se cerraban contratos para la instalación de grandes empresas (Caladero sólo fue una de ellas). Lo que nunca se explicó fue el coste real de los acuerdos ni el contenido de los mismos. No sólo en Plaza, porque en el parque industrial de Motorland, en Walqa, en Caudé y en otros emplazamientos ha pasado lo mismo.

Una vez embolicada la gente con el cebo de los empleos a crear, era de cajón que quienes manejaban el cotarro de los grandes proyectos institucionales sufrieran la tentación de barrer un poquito para casa. Pero cuando se disparan a diario cañonazos millonarios, un poquito es mucho. Supongo que en el cachondeo subsiguiente se mezclarían los aprovechateguis con los tontos útiles, los que pillaban y los que dejaban pillar a cambio de seguir ocupando un buen cargo (con su buen sueldo). Natural.

Si la Fiscalía sigue tirando del hilo, sabremos cosas muy interesantes y conoceremos imputaciones de altos vuelos (la de Escó se veía venir). No sólo en Plaza, insisto. Mientras, los políticos salpicados guardan silencio, el PP no quiere investigaciones parlamentarias y las sociedades públicas mantienen su demencial trayectoria ajenas a la más mínima transparencia. Y ahí está la UE, alucinando ante las ayudas públicas a los equipos de fútbol españoles... ¡Pues cuando les cuenten lo de Agapito

JOSÉ LUIS Trasobares 18/12/2013  

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martes, 17 de diciembre de 2013

A Biel le pudo el cabreo 20131217

La espantá del sábado tiene una sola versión: Biel venía insinuando su retirada, aunque no tenía previsto proclamarla ante el comite intercomarcal del PAR zaragozano, en una comida de jejé-jajá a la que asistían centenares de no militantes y en la que se iban a entregar los Premios Gracián. El jefe regional llegó tan campante, listo para solventar la capea toreando de salón... Pero el ambiente estaba hostil. Luego, al bueno de Allué algunos le jalearon con gritos de ¡presidente!, ¡presidente! Don José Ángel se mosqueó, le cambió el humor, se puso trágico, subió al escenario y con una voz de resonancias húmedas y extraños trémolos les dijo a los presentes que se va, que al fin lo deja, aunque, ojito, lo quiere hacer a su manera, que para eso es quien es. Así, el PAR entró en ebullición y la rebelión interna en Zaragoza se oficializó. Al tiempo, en el Consello Nazional de CHA, Nieves Ibeas se despedía de la política institucional (eso sí estaba previsto en el guión) sin saber que Biel, con su pronto, le estaba fastidiando los titulares de primera página. Qué cosas tiene la vida.

El rebote de la organización zaragozana del PAR viene de atrás. Desde las últimas autonómicas y municipales, los regionalistas han perdido mucho fuelle, bastante poder y un elevado número de cargos y carguetes. Mal asunto, porque la gente ociosa añora su sueldo y tiene demasiado tiempo para cavilar. Si Biel pensaba que dejando de convocar a los órganos del partido conjuraba el malestar de las bases se equivocaba. Cuando repartes mercedes sí puedes permitirte licencias orgánicas; cuando has dejado a demasiada gente sin colocar, no.

A partir de ahora el PAR habrá de soportar fuertes tensiones internas. Además, en el exterior han aparecido otras ofertas que ganan espacio (UPyD, por supuesto) proponiendo un programa jacobino absolutamente contrario al de los regionalistas conservadores. También el PP se relame con discreción, dispuesto a quedarse con los restos del (previsible) naufragio de sus actuales socios.

Biel, el político más transversal e incombustible de Aragón inicia la retirada. Algunos no acaban de creérselo. 

lunes, 16 de diciembre de 2013

¿Hay alguien en el Pignatelli? 20131216

No hay reunión o acto social (y estos días proliferan mogollón) donde los corrillos no comenten la atonía que reina en Aragón bajo el reinado de la siempre impasible Luisa Fernanda. La Administración autónoma funciona al ralentí. A las dos o dos y media de la tarde algunos jefes de la DGA que viven fuera de Zaragoza se van a casita. A las cinco, el Pignatelli es un edificio fantasma, vacío. Los expedientes se eternizan. Los pagos se retrasan. Los compromisos no se cumplen... Y en sintonía con este dolce far niente, el tejido social de la Tierra Noble alarga los ahorros (si hay) a la espera de que ocurra algún milagro. Opel-GM sigue siendo nuestra gran esperanza. 

El estilo del actual Gobierno PP-PAR es una extraña mezcla de agresiva audacia y total indolencia. Por eso mientras unos juran ante los micrófonos que se salvará (hablando en términos presupuestarios) la inversión social, los consejeros Serrat y Oliván continúan con la guadaña en la mano segando la enseñanza y la sanidad públicas, cuyos recursos asignados no dejan de bajar. El citado Oliván, además, ejerce con tal desahogo que es capaz de negar ante las Cortes que la desigualdad sea asunto de su competencia. ¡Y es el responsable de Bienestar Social! Claro que la permanencia en el Ejecutivo autónomo de este personaje resulta incomprensible y solo puede explicarse por el hecho de que soportamos un poder insensible por completo a las reacciones y protestas de la ciudadanía.

La DGA recorta, pero la DGA tiene cada vez más deuda. Estamos sobre los cinco mil millones de euros pero llegaremos a los seis mil, y según el consejero Saz (el de Hacienda) tardaremos al menos diez años en volver a la situación del 2006-7 cuando el endeudamiento incluso llegó a decrecer. Lo que ocurre en estos momentos es de cajón: por mucho que se controle el gasto, la reducción de los ingresos obliga a seguir pidiendo prestado. Por supuesto, dichos ingresos sólo aumentarán si llega la reactivación económica. Así que en el Pignatelli han decidido sentarse a esperar. Mientras, se entretienen arruinando los servicios públicos. Qué majos, oye. 

domingo, 15 de diciembre de 2013

Por qué no soy ni seré nacionalista 20131215

He de confesarles que a mí no se me eriza el vello cuando veo ondear las banderas, sean la española o la aragonesa (aunque que la última me cae más simpática por algún tipo de reacción subconsciente). En cuanto a los himnos, del español valoro su brevedad y el hecho de que carezca de letra, y del aragonés su extravagancia musical y poética. Reconozco que a veces, cuando se alzan las viejas enseñas, las de mis abuelos y mis padres, el tremolar rojo y morado me provoca una ligera emoción melancólica. Pero enseguida se me pasa. No soy nacionalista, lo siento. En todo caso me ciño a la orden del día ("Piensa en global y actúa en local") porque mi vida se desarrolla en un ámbito limitado y me siento comprometido con los intereses que juegan en dicho ámbito. Aragonesista sí debo ser, porque he mantenido a lo largo de toda mi trayectoria profesional una fuerte querencia por los asuntos y las reivindicaciones tierranoblenses. Bien mirado, no concibo que se pueda ser más aragonesista que yo. Aun podría, si acaso, mudarme el nombre por Chuse Luis, pero no lo veo (dicho sea con todo el respeto que merece la vieja lengua de este Reino).

Pese a todo, un artículo que publiqué esta semana bajo el epígrafe El Independiente (que denominación tan sugerente, ¿eh?) provocó que algunos lectores me criticaran, unos por antiespañol y otros por españolista. O bien se remitieron al argumento de que, siendo la España de hoy una caca de la vaca, lo mejor sería marcharse, como quieren hacer los catalanes (veremos cuántos). Esto último prueba cómo el enrocamiento micronacional es una alternativa sobrevalorada, pues a mi entender, si los catalanes o nosotros mismos nos hiciésemos independientes, descubriríamos de inmediato que fuésemos donde fuésemos España vendría con nosotros (y que me perdone Kavafis por el parafraseo). La derecha, las izquierdas, las virtudes y los vicios seguirían estando ahí, como siempre. ¿O cree alguien que CiU, por poner un caso, dejará de ser un partido conservador y corrupto en cuanto se produzca la separación?

Desconfío tanto del nacionalismo centrífugo como del centrípeto. Ambos me parecen una consecuencia más de la premodernidad española. El barullo podría resolverse en parte poniéndonos al día con un Estado federal de verdad, un sistema fiscal ordenado y equitativo, una organización racional de las administraciones públicas... y un mecanismo previsto para que si un territorio lo desea pueda decidir su futuro mediante referendo, con una pregunta clara (como en Quebec y pronto en Escocia) y la exigencia de mayorías muy cualificadas. Si esto se hubiera decidido en el 78 nos hubiésemos ahorrado muchos disgustos y no estaríamos ahora encabronados con la chapuza catalana.

sábado, 14 de diciembre de 2013

Eurovegas también hizo ¡pluf! 20131214

Lo de Eurovegas y el tal Adelson fue una broma desde el primer día. Cuando Madrid y Barcelona entraron en el juego y empezaron a competir entre sí por ver dónde se instalaba la penúltima quimera ibérica, los respectivos proyectos nacionales (de España-España y de Cataluña-Cataluña) se retrataron de cuerpo entero. Hay que ser memo, logrero y pardillo para creerse estas películas sobre macrociudades del ocio y el juego, megainversiones y demás cuentos mafiosos.

Eurovegas fue Gran Scala... a gran escala. Los asesores de Adelson estudiaron el caso aragonés y vieron que España ofrecía las condiciones perfectas para montar un negocio de expectativa con todas las bendiciones institucionales. Si unos fulleros de medio pelo habían tenido en vilo al Gobierno y a las fuerzas vivas de la Tierra Noble, ¿qué no obtendrían ellos, siendo auténticos tahures de Las Vegas? No iban desencaminados. Desde su desembarco se pasearon por doquier presumiendo, prometiendo y seguramente deshuevándose para sus adentros. Que si 30.000 millones de inversión, que si 150.000 puestos de trabajo... Por supuesto querían un marco legal ad hoc y financiación, ojo, que estos aspiran ganar mucho sin poner nada. Los gobiernos (de España, de Madrid y del ayuntamiento capitalino) se mostraron dispuestos a todo. Pero, ¡ay!, ya no eran los buenos tiempos de Cajamadrid ni había boom inmobiliario ni las Olimpiadas se pusieron de cara. Adelson y sus amigos empezaron a ver que aquello no chutaba.

Ahora el magnate del vicio dice que se va. Antes había pedido la luna (exclusividad en el manejo del negocio, irreversibilidad de los cambios legales, derecho a decidir qué operadores entraban en la partida), hasta que Rajoy y sus mariachis madrileños, que tanto le habían comido los tajos bajos, tuvieron que negarse (la UE no iba a permitir semejante orgía). Y se acabó. Ahora habrá llanto y crujir de dientes como si se hubiese perdido algo, cuando ahí no había nada. Muchos se caerán del guindo (y disimularán). Algunos aplaudirán la firmez del Gobierno. Yo me río a carcajadas. En verdad, este es un país simpático.

viernes, 13 de diciembre de 2013

Ese persistente e irritante pitorreo 20131213

El tiroteo de millones entre el Ayuntamiento de Zaragoza y la concesionaria de los autobuses es sensacional. Cualquier vecino puede imaginar que los balances económicos de la contrata son un puro cachondeo, una especie de alegre tiro al euro que por lo visto discurría discreta y deportivamente pero ahora, al armarse el lío con lo de los despidos, las huelgas y demás, ha degenerado en escándalo. Es de oír y no creer: los cálculos municipales dejan a TUZSA-AUZ con un debe de 51 millones, la empresa replica que es la ciudad la que le adeuda 48 kilates. Todo lo cual es apoyado por unos y otros mediante unas cuentas asombrosas que, por ejemplo, evalúan en cuatro millones por año los pases de los empleados de la concesionaria, además de meter en un verdadero laberinto el control de los kilómetros, el número de buses, el beneficio industrial y el copón de la baraja. Un barullo.

¿Que hubo en Plaza? ¿Cómo puede ser que cada día aparezcan historias relacionadas con sobrecostes, pelotazos y mamoneos en ese proyecto de matriz pública? Si los directivos trincaban, Acciona se las llevó crudas y Agapito Iglesias disparaba los precios a la estratosfera (presuntamente, faltaría más)... ¿es que nadie supervisaba aquello?, ¿estaban en la inopia los señores consejeros del Gobierno aragonés que presidían el consejo de administración?

La ruina de Zaragoza Alta Velocidad, las tenebrosas contabilidades de otras empresas públicas aragonesas (ya saben cuales), los aparentes chanchullos de las grandes constructoras y concesionarias de servicios públicos... Todo nos incita a pensar que las instituciones han fallado tanto en su nivel político como, ojo, también en el técnico. Así hemos acabado corroídos por las (fundadas) sospechas e incapacitados para creer lo que pudieran contarnos jefes, jefecillos y paniaguados en general (incluyendo los honorables profesionales al servicio de las administraciones, que por lo visto ni ven ni oyen ni abren la boca).

¡Ah!, y todo esto pasó y pasa en Aragón. Guisado y comido sobre el terreno. Perpetramos esas chapuzas nosotros solitos. Sin ayuda de Madrid. 

jueves, 12 de diciembre de 2013

Espantosa y aleccionadora memoria 20131212

A los patriotas españoles les perturba que los patriotas catalanes organicen un simposio titulado España contra Cataluña, que sin duda ha de ser un nuevo clímax en la sarta de equívocos, manipulaciones y flagrantes mentiras que los patriotas suelen utilizar para asentar sus mitos y difundir sus simples programas: patria, patria, patria. Quienes no somos nacionalistas ni especialmente identitarios y creemos que nacer en un lugar o en otro no determina la forma de pensar estamos fuera de juego en esta demencial partida entre gente tan arrebatada. Ocurre que somos capaces de tirar de memoria y de acudir a la historia para saber a) que a Cataluña ningún poder (ni los Borbones absolutistas, ni la Restauración, ni Franco) le hizo nada que no hiciese al resto de España, como tampoco fue diferente en aquella comunidad la relación entre clases o el desarrollo de las luchas sociales, y b) que entre los poderosos de turno (los que oprimían y explotaban) hubo también catalanes. Así que ahora mismo el evidente choque entre patriotas de signos opuestos es solo un artificio político (exacerbado por la crisis), por muchos simposios que hagan los unos y mucho revisionismo histórico que intenten los otros. España (la España oficial, la España negra) fue durante siglos una mala madre de sus hijos. Y no creo, por cierto, que una futura Cataluña independiente ejerza mejor su función maternal (dicho sea en sentido simbólico). Entre que sea el PP quien te recorte los servicios o que sea CiU, no parece haber gran diferencia. La misma que hay entre que te tundan a palos guardias civiles o mossos.

Aquí nos hemos empeñado en anular la memoria y esta vuelve a nosotros una y otra vez con visiones espantosas y agravios nunca resueltos. No entendemos el país en que vivimos y nos aferramos a él o a sus apéndices independentistas fabricándonos recuerdos a la medida. Por eso hay gente tan extraviada. Ayer, sin ir más lejos, cuarenta años después del incendio de la Tapicería Bonafonte, aquel suceso volvió a mí. Sentí un escalofrío. Y no hubo sentimiento patriótico alguno que me confortase. 

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Mandela, con el puño cerrado 20131211

La metáfora de Nelson Mandela era la imagen fotográfica de su propio puño derecho cerrado. Sí, el símbolo internacional de las izquierdas: la resolución, el coraje, la unidad del pueblo. El viejo líder fue básicamente un marxista, un subversivo catalogado por los servicios secretos occidentales como notorio comunista y jefe del ala más combativa del partido Congreso Nacional Africano. Además de eso, Madiba encarnó la inteligencia, el pragmatismo, la honradez y la piedad. Cuando decaía el brutal régimen que durante muchos decenios oprimió a su gente, Mandela tuvo la clarividencia suficiente como para entender que nada se ganaría desencadenando un combate a muerte entre las masas negras y sus explotadores, porque al final de la matanza también aquellas saldrían perdiendo. Por eso pilotó una transición compleja pero negociada, que no destruyese al país aunque tampoco acabase de raíz con la distribución desigual de la riqueza. El acto que le consagró como un icono global reveló las contradicciones inevitables de la política. Porque siempre es mejor dar rodeos y retroceder ("Dos pasos adelante y uno atrás", aconsejaba el mismísimo Lenin) que caminar en línea recta hacia el desastre a impulsos del fanatismo ideológico.

El caso es que al viejo guerrero ("Tú nos diste la victoria, tú nos has devuelto la dignidad", cantaba la gente a su paso) le han ido a rendir pleitesía todos los jefazos habidos y por haber. Bastantes de ellos, por cierto, herederos directos de quienes compadreaban abiertamente con el régimen racista que le mantuvo entre rejas. Y en algunos discursos se ha hablado de Nelson Mandela más como un bueno de película (Morgan Freeman en Invictus) que como el duro resistente que fue. Rajoy, en su profunda incuria intelectual, incluso ha querido ponerle como ejemplo a seguir en España... a la hora de consensuar la destrucción del Estado del bienestar con la coartada de la crisis. Ante semejantes salidas, imagino al orgulloso luchador negro deshuevándose en la tumba.

Mandela es quien fue. Y no cabe reinventar ni posmodernizar su testimonio. Mirad su puño alzado. 

martes, 10 de diciembre de 2013

Motorland me abruma, se lo juro 20131210

Cada vez que escribo sobre Motorland me juro a mí mismo que será la última. El tema me harta, me agobia... me abruma. El problema es que cada cierto tiempo emergen informaciones (¡incluso oficiales!) que revelan el profundo agujero que la flamante Ciudad del Motor, obra suprema del PAR en el Bajo Aragón, ha provocado y provoca en las cuentas públicas.

Este puente, EL PERIÓDICO ha revelado los datos más significativos de un somero informe dado a conocer a su vez por el Gobierno de Aragón. La noticia de partida indicaba que para el 2014 serán inyectados 6,5 millones de euros en Motorland, que se sumarán a otros 8 kilates procedentes del Fondo de Inversiones de Teruel (sí, ese que supuestamente está destinado a promover el desarrollo de dicha provincia). Así, la sociedad pública, orgullo de nuestros jefes, solo perderá 5,3 millones en vez de los 8,1 del actual ejercicio. Además se formalizará un crédito bancario de 2,5 millones (dicen que es el primero, pero en los estadillos dados a conocer hay señaladas deudas inconcretas a medio y largo plazo por valor de casi 19 millones)... Vamos, que si nos atenemos a este barullo de cifras resulta que el tinglado tiene un déficit anual real por encima de los 20 millones. Eso sin amortizar los ciento y muchos millones (¿150?, ¿180?) que se invirtieron en circuitos y otras instalaciones (en el 2014 gastarán en mejorar el complejo 940.500 euros). ¿Acojona, eh? Mucho más cuando la fuente declara una cifra de negocios (ingresos) de 4,1 millones para el año en curso. Lo cual, queridos amigos, prueba que los cálculos que suelo hacer sobre el balance de cada GP de Motociclismo no van nada desencaminados. ¡A lo mejor hasta son demasiado optimistas!

Menudo cachondeo. La milonga de los retornos se cae por su propio peso. Con semejantes cañonazos de dinero público, Alcañiz tendría que estar nadando en la abundancia. Y no es así, ni de lejos. Luego habrá infelices (o jetas) que echen más leña al fuego reclamando para Motorland una prueba anual de F-1 (la misma que les va a costar a los valencianos 300 millones). Qué pasote, hermanos. 

lunes, 9 de diciembre de 2013

Constitución de todos- ¿o de nadie? 20131209

Los aniversarios de la Constitución dan lugar a una enorme diarrea discursiva sobre la Carta Magna, su pasado, su presente y su futuro. La fiebre sube un poco más cada año, entre otras cosas porque estamos metidos en una crisis política tan aguda que los referentes (incluido el constitucional) se abren por las costuras. Esta vez, mientras los sondeos sugerían que en el futuro Parlamento puede haber tantos defensores de la integridad del texto actual como partidarios de modificarlo y/o ignorarlo, los jefes de la política jugaban al escondite, hasta el punto de que Rajoy llegó a sugerir que todo será posible con el debido consenso. O sea, ni sí ni no sino todo lo contrario.

A la Constitución le perdimos el poco o mucho respeto que pudiéramos tenerle el día en que PP y PSOE (esta vez de la manita, es verdad) le hicieron una reforma exprés para calmar a nuestros acreedores y garantizarles que cobrarán los abusivos intereses que cargan la deuda privada y pública aunque tengamos que quitarnos el pan de la boca. A partir de ese momento, sobraban todas las proclamas a favor del espíritu del 78. Tampoco cabía rasgarse las vestiduras cuando los nacionalistas periféricos rompieron la baraja para ir a lo suyo y encandilar a sus clientelas con alternativas patrioteras. El PSOE, como está en la oposición, podía ponerse federal y exquisito. Y en cuanto al PP- Bueno, el PP trata la Constitución con el obsesivo y terrible amor de un marido maltratador. Todos sus movimientos (desde poner a un conocido militante suyo al frente del Tribunal Constitucional hasta preparar una Ley de Orden Público contraria al espíritu antes citado) son manifiestamente subversivos. La derecha española, especialista en barrenar propuestas democráticas, campa ahora a sus anchas. Destroza con sus recortes el catálogo de derechos fundamentales, instrumentaliza el Estado (véanse las purgas en la Agencia Tributaria y la Brigada Anticorrupción de la Policía Nacional) y manipula los principios más elementales del Derecho público. ¿Quién apoya de verdad la actual Constitución del 78 que, según se dijo y se dice, es de todos? Creo que nadie. 

domingo, 8 de diciembre de 2013

Belloch vuelve a la ciudad consolidada 20131208

El alcalde Belloch ha descubierto al fin que el núcleo duro y fundamental de Zaragoza está en la ciudad consolidada (que por cierto no es sólo el Centro y su Ensanche, sino también los barrios tradicionales). Sea bienvenido a la lógica elemental de la estrategia urbana. Su conversión es producto de evidentes imponderables (el pinchazo de la burbuja inmobiliaria y la asfixia financiera), pero aun así es un paso positivo. Claro que atrás queda lo que queda: las consecuencias de una expansión temeraria (la capital aragonesa es hoy una de las grandes urbes con mayor stock de vivienda vacía), encarnada en esos barrios de la periferia que ahora se van a quedar colgados o casi, con servicios precarios o inexistentes, una calidad de vida manifiestamente mejorable y un vecindario frustrado e iracundo (con razón).

Belloch quiere mirar hacia adentro y propone cambios que volverán a enfrentarle con la derecha política y social, que sólo entiende Zaragoza como expresión de los modelos desarrollistas de hace cincuenta años. El alcalde nunca acabó de comprender que una ciudad del siglo XXI (véanse los ejemplos que ofrece el resto de Europa) necesita reorganizarse en función de nuevos paradigmas, que ya no son el coche, las avenidas de múltiples carriles, los falsos emblemas, los eventos y el pelotazo urbanístico como mecanismo de crecimiento sin límite ni sostén posible. Pero lo cierto es que muchos de los zaragozanos de pro también andan muy desnortados al respecto. Desde los comerciantes que contra toda evidencia se oponen a las peatonalizaciones (¿no han funcionado de maravilla en calles tan dispares como Delicias o Alfonso) hasta los viandantes, conductores y ciclistas incapaces de convivir con redes de tráfico múltiples (algo que es de uso común al norte de los Pirineos), miles de vecinos quieren que todo siga igual, abominan de las transformaciones, se aferran al automóvil como tótem imprescindible, reclaman aparcamientos subterráneos que luego no utilizan y miran con microscopio cada incidente que tenga al tranvía como protagonista mientras ignoran las decenas de accidentes, fallos y transgresiones que se producen a diario en la circulación normal (heridos por atropellos y colisiones de vehículos a motor, lesionados como consecuencia de frenazos y bandazos de los autobuses, conductores ebrios, peatones insensatos y ciclistas al sprint).

Este gobierno municipal que rige Zaragoza ha ido dando bandazos sin determinar un modelo de ciudad (en eso tiene razón la por otro lado desquiciada oposición conservadora). Ojalá la fuerza del destino le ponga de una vez en el buen camino. Quizás sea mucho pedir. Pero por soñar, que no quede.


José Luis Trasobares Gavín 08/12/2013

sábado, 7 de diciembre de 2013

De momento, solo son sondeos 20131207

El sondeo que publicó el jueves EL PERIÓDICO augura un Parlamento disperso tras las próximas elecciones generales. Gobernar será complicado. Hace menos de una semana, El País profetizaba lo mismo (aunque sus resultados diferían en las tendencias de fondo, porque nosotros damos por hecha una cierta recuperación del PP pese a sus fortísimo descenso, mientras los de Prisa preveían un repunte del PSOE). El más reciente barómetro del CIS iba también por ahí: se acaban las mayorías absolutas y regresa el bipartidismo imperfecto. Sé que tanto PP como PSOE tienen sus propios datos (que por cierto coinciden en que las futuras autonómicas y municipales no provocarán grandes cambios en Aragón, donde Rudi podría seguir, con la asistencia del PAR y de UPyD, y Belloch también se sostendría con el apoyo de CHA e IU). Mucha gente da por hecho que los de Rosa Díez optarán en cada caso por dejar que gobierne quien más votos haya sacado, pero dudo que eso suponga entregarse a nadie, y menos a una derecha que siempre acaba abduciendo a quienes le sirven de bisagra (el PAR está ya a medio digerir).

Solo son sondeos, vale. No registran bien el voto oculto ni la abstención final. Pero son un instrumento prospectivo válido, y si coinciden con lo que se percibe en la calle permiten intuir por dónde irán las cosas. Así que déjenme arrimar el ascua a la sardina de mi particular opinión y profetizarles: a) que el PP aún puede resistir el desgaste, al menos lo suficiente como para seguir gobernando con una mayoría relativa (aunque está por ver con qué aliados), b) que el PSOE, por muy noqueado que esté, sigue siendo imprescindible si se quiere poner en pie una alternativa progresista, y c) que las opciones que aspiran a romper el bipartidismo no superan su condición minoritaria, al menos de momento. Ya sé que estas conclusiones no le gustan a casi nadie, pero son obvias. Al final todo dependerá de lo que les pase a los dos grandes: que el PP logre, o no, convencernos de que la crisis ha pasado, y de que el PSOE pase a ser liderado, o no, por alguien presentable. 

viernes, 6 de diciembre de 2013

Economía, política y la que está cayendo 20131206

Al personal le ponen los pelos de punta noticias como la de esa conspiración de varios grandes bancos internacionales que manipularon alegremente el euribor. Así, ganaron (ellos y el resto de la peña financiera) fabulosas cantidades, muy superiores, supongo, a las multas por un total de 1.710 millones que les ha impuesto la UE. Y cuando al aterrado español de a pie aún no se le ha pasado el susto, siempre puede empalmar el escalofrío con el causado por la siempre creciente factura eléctrica, cuyo inmediato incremento es cosa segura. Estamos en manos de unos superladrones sin entrañas ni escrúpulos y eso produce miedo al más pintado.

La economía real se basa en unas reglas cada vez menos disimuladas: codicia, corrupción, crueldad y cinismo. Pero no es eso lo peor, sino el hecho de que la política, concebida en su versión democrática como un mecanismo destinado a controlar las terribles tendencias naturales de los mercados, se muestra incapaz de cumplir su función. Y cuando digo política aludo a las instituciones depositarias de la soberanía popular, así como a la propia sociedad civil, movilizada para no dejarse pisotear por una minoría de estafadores trajeados. Claro que hacer lo que debería hacerse (o sea, lo contrario de lo que hace Rajoy) no es sencillo. Eso, en caso de que supiésemos cómo afrontar esta jodida situación. Que no lo sabemos.

Desde posiciones alternativas (progresistas, de izquierda o como se quiera denominarlas) se lanzan proclamas a favor de los derechos sociales y, simultáneamente, contra la deuda ilegítima y las élites extractivas. Eso está bien, sólo queda encontrar la manera de darle la vuelta a la tortilla... sin causar un desastre todavía mayor. Digo esto cuando acabo de leer las últimas noticias que llegan desde Venezuela, donde a un gobierno populista, izquierdizante y demencial (antes con Chávez y ahora con Maduro) se le está yendo de las manos la economía pese a todos sus decretos y amenazas. La política, bien se ve, ha de ser inteligente, honesta, dirigida al bien común, participativa, justa... y eficaz. Si no, no hay nada que hacer. 

jueves, 5 de diciembre de 2013

¿La misma mierda? No lo creo 20131205

Que UGT sufra las consecuencias de sus sinvergonzonerías andaluzas es tan lógico como que a Rubalcaba no le dejen hablar los antidesahucios y los quincemayistas. Ni campaña ni escraches ni gaitas, son gajes del oficio y la consecuencia directa de haberse creído que, por ganar algunas elecciones, la tibia socialdemocracia española (política o sindical) podía jugar con las sucias reglas de los poderosos de toda la vida: la vieja, omnipresente y cruel derecha. Esa misma derecha que ríe feliz cuando escucha a la izquierda radical gritar ¡PSOE, PP, la misma mierda es! Porque a los conservadores españoles no les inquieta gran cosa la descalificación absoluta de todos los políticos. Ellos, en realidad, también desprecian la política, lo suyo es mandar y ganar dinero.

Equiparar a PP y PSOE es una boutade antisistema. No porque los socialistas sean o hayan sido ninguna maravilla, sino porque entre ellos y los otros median notables diferencias que vienen de lejos. La relación histórica con el poder es distinta; la forma de ejercerlo, también. ¿Podrían hoy los activistas del 15-M que abuchearon a Rubalcaba volver a ocupar las calles, acampar en las plazas y lanzar sin trabas su desafío? ¿Por qué no intentan hacer con Fernández Díaz lo que hicieron con ese que ahora abroncan?

Por supuesto hay similitudes: exaltos jefes de PP y PSOE, por ejemplo, se codean en los consejos de administración de las grandes empresas (eléctricas, constructoras, bancos, telefónicas), y ambos partidos han producido clamorosos casos de corrupción. Pero la práctica, el dominio y la impunidad bendicen más y mejor a quienes llevan siglos en esas ciénagas que a los ocasionales advenedizos.

Cuando las mareas deben defender hoy los modestos hitos del Estado del Bienestar obra del PSOE, cuando la desafección a sindicatos y partidos encaja perfectamente en los imaginarios ultraliberales... si alguien de la izquierda-izquierda cree que sacará algo en limpio del naufragio socialdemócrata se equivoca de medio a medio. PP y PSOE son ambos un desaster, vale, pero no son, ni de lejos, el mismo desastre. 

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Los que ven la luz y los que no la ven 20131204

Tienen razón quienes consideran inútil el debate sobre si se ve o no luz al final del túnel. Porque aquí hay una minoría de iluminados y una mayoría de condenados a las tinieblas. Selectos grupos sociales han transitado por la recesión con extraordinario confort y ahora siguen ganando mucho dinero, a espuertas. Esto que nos empeñamos en denominar crisis es un robo en toda regla. Rajoy, Guindos y los otros no mienten cuando avisan de que vienen buenos tiempos. Para los suyos, sí. La bolsa va escalando posiciones, los salarios bajan sin cesar, las grandes empresas se internacionalizan, aterriza reluciente el capital extranjero (a por chollos, que estamos de liquidación) y aquellos que cortan el bacalao trincan las mejores piezas. Las clases medias, sobre todo los asalariados, transfieren recursos a las élites extractivas. Sin más disimulos ni cortesías. Jauja.

Asusta ver los últimos índices sobre pedidos en la industria elaborados por Markit y el INE. En noviembre se produjo una nueva contracción, la mayor en seis meses. No sólo hay menos encargos, la destrucción de empleo es tremenda. La economía real, en suma, no va bien, aunque la banca o las compañías del Ibex apaleen millones gracias a los rescates, los avales públicos, la drástica reducción de costes laborales o la deuda eléctrica.

Pero el dato más escalofriante es el referido a la Seguridad Social, la entidad que gestiona las pensiones. Como ya es público, el Gobierno se ha fundido en lo que va de legislatura 23.631 millones (incluyendo lo detraído a las mutuas). Solo quedan 53.743 millones. Al ritmo actual no durarán mucho más de dos años. ¿Luz en el túnel? Para los pensionistas y quienes esperamos serlo algún día, desde luego que no. Con el número de cotizantes bajando mes tras mes (¡y aun dicen que se está creando empleo!) y unos sueldos ridículos que cada vez aportan menos a la caja, el sistema no aguantará. De hecho las entidades financieras (al igual que hacen en otro frente los seguros médicos) no paran de publicitar sus planes privados de pensiones. Saben que lo tienen a huevo.

No es crisis, es un nuevo modelo de sociedad. O ves la luz... o no la ves. 

martes, 3 de diciembre de 2013

Discúlpenme, pero no puedo remediarlo 20131203

El artículo que publiqué el domingo bajo el epígrafe El Mirador ("No me mareen más con la TCP y el Canfranc") ha levantado polvareda en las redes sociales. Es lo que suele pasar cuando se cuestionan desde el agnosticismo los sagrados mitos aragoneses. Por eso, y a riesgo de contradecirme, no me resisto a darle otra vuelta al tema de las comunicaciones transpirenaicas.

Para que conste, yo celebraría la reapertura del Canfranc, y por supuesto conozco los estudios de Crefco al respecto. Estudios, ojo, que tienen una pega fundamental: están elaborados por quienes no tienen capacidad para hacer realidad aquello que describen o presuponen. Reabrir la línea y destinarla al transporte de mercancías y a usos turísticos (en verdad el recorrido por el Somontano y el Pirineo se asoma a unos paisajes magníficos) requiere tomar decisiones y realizar gastos que no dependen de los fervorosos amigos del ferrocarril. Por eso sus propuestas, aunque inteligentes y factibles, son una carta a los Reyes Magos. Pero yo he perdido la fe y me hago preguntas dolorosas y difíciles sobre la utilidad real de la línea Canfranc-Olorón y de la soberbia estación internacional. Por no hablar de las inversiones necesarias y de los previsibles déficits de explotación. Para despejar tales dudas es preciso hacer cálculos precisos y afrontar compromisos serios. ¿Quienes? Pues las instituciones, entidades y empresas supuestamente interesadas.

Si ya no creo es porque las industrializaciones fallidas, los aeropuertos sin aviones, las infraestructuras sobredimensionadas y las apuestas temerarias me han dejado repleto de hastío y recelos. Ayer mismo, di un vistazo a las últimas cifras oficiales sobre las empresas públicas aragonesas: 250 millones de déficit acumulado en solo tres ejercicios, deudas por encima de 450 millones, cuentas opacas, pozos sin fondo. Y sí, una parte de ese gasto puede justificarse porque produce importantes retornos económicos y sociales. Pero el grueso de tal desparramo, no. Es la gravosa consecuencia de decisiones precipitadas, mal fundamentadas o manifiestamente absurdas. Ahí me duele. 

lunes, 2 de diciembre de 2013

Un porvenir lleno de incógnitas 20131202

Quedan dos años hasta las próximas elecciones generales, autonómicas y municipales. Y las incógnitas sobrevuelan esta atormentada España de nuestros días. Tales interrogantes se resumen en dos: si el PP conservará o no su hegemonía en las urnas, y si la resistencia ciudadana en la calle rebrotará o se irá apagando. En realidad, está todo tan movedizo e inestable que es difícil hacer conjeturas incluso a corto plazo. ¿Se saldrá Rajoy con la suya? ¿Reaccionará la gente de a pie? ¿Qué pasará con la izquierda?

En el tablero de juego electoral aún no están colocadas todas las piezas. El PP aspira a situarse en posición de ventaja creando la sensación de que la crisis está pasando, advirtiendo a los votantes de que para consolidar la presunta recuperación no cabe cambiar de caballo en medio de la carrera (don Mariano es el jamelgo, claro) y manipulando los medios públicos (y no pocos privados), así como las leyes, la judicatura, el aparato del Estado y cuanto haga falta. En Génova, además, deben estar rezando novenas para que Rubalcaba siga al frente del PSOE hasta el último minuto. Pero la cosa tiene su aquel. En primer lugar porque, si pierde la mayoría absoluta, Rajoy las pasará canutas para encontrar con quien coaligarse (a UPD y Ciutadans no se les ve muy proclives a dejarse abrazar por el oso). En segundo, un socialismo medio renovado aún tendría alguna posibilidad de mantener mal que bien la posición (véase el fenómeno Susana Díaz), y todavía están Izquierda Unida y otros para rellenar huecos.

En cuanto a la calle... Hombre, está claro que la cosa no pinta muy bien ni para los empobrecidos y semicomatosos sindicatos (en particular esa UGT a la que le ha salido en Andalucía un absceso purulento y peligrosísimo) ni para las mareas y otros movimientos espontáneos (carentes de una organización y una dinámica estables). Pero si el Gobierno se empeña en legislar barbaridades, recortar las libertades, anular los derechos y empujar al personal hacia el abismo, ojo no haya una rebelión ciudadana en toda regla.

Quedan dos años. Mucho, muchísimo tiempo. Puede pasar de todo. 

domingo, 1 de diciembre de 2013

No me mareen más con la TCP y el Canfranc 20131201

El primer trabajo serio que hice como periodista apareció en un extraordinario sobre el Canfranc que Heraldo sacó a la calle allá por los 70. En los 40 años transcurridos desde entonces he escrito cientos de reportajes, entrevistas, editoriales y artículos de todo tipo sobre el mismo tema. En ese tiempo me he hartado de noticias que daban por hecha la reapertura, he ironizado sobre las declaraciones de cada cumbre hispanofrancesa, he analizado el asunto del derecho y del revés... He visto, finalmente, emerger la fantasmada definitiva: la Travesía Central Pirenaica (TCP).

A estas alturas, como comprenderán, no solo soy escéptico al respecto, es que empiezo a sentirme indiferente. Estuve en la última concentración en Canfranc para reivindicar el rescate de la línea. Allí solo estaban ya los irreductibles, dispuestos a seguir luchando. Pero yo, mientras recorría vías y andenes, notaba dentro mi la crisis de fe. Poner de nuevo en marcha el Canfranc, rehabilitar la estación internacional y darle vida al entorno costaría mucho dinero (ese dinero que ahora es tan escaso y está tan caro). ¿Y para qué? Lo de la TCP, por supuesto, ni me lo planteo: es un imposible, todo el mundo lo sabe (quienes tienen que saberlo, claro) y solo sirve para calentar el imaginario aragonés y dar argumentos fáciles a nuestros inoperantes jefes.

Por eso daba por sentado que la última cumbre hispanofrancesa se despacharía con otro ya te veré, como también preveía que la Comisión Europea nos mandaría a cascarla a nosotros y al Canfranc. Pero yo soy un aragonés viejo, impasible y enterado. En cambio, otros compatriotas, según he visto en las cartas a los diarios y los foros de internet, se han puesto como motos y han echado la culpa del enésimo fiasco a los gobiernos (de España, de Francia o a los dos a un tiempo), a los catalanes (¡cómo no!) y a la nula iniciativa política de Aragón (que ni pide la independencia ni nada). Tan ingenua reacción y la amarga frustración que late en ella es la consecuencia de décadas de mentiras, falsos proyectos y demagogias.

¿Tenemos un plan serio (no una de esas milongas que nos hacen los consultings para justificar cualquier delirio) para dar utilidad al Canfranc? ¿Sabemos la manera de explotar razonablemente la línea internacional? ¿Disponemos de datos precisos sobre flujos de mercancías y pasajeros? Me temo que no. Ya nos lucimos empeñándonos en que se hiciese el fabuloso túnel de Somport... para hacerlo desembocar en una estrecha carretera de montaña en el Aspe francés. Un absurdo más. Así que ahora bien podríamos darle una vuelta a todo esto de las comunicaciones transpirenaicas de alta capacidad. Que no, que no son vitales para Aragón. ¡Pero si ya podemos ir a Paris en AVE! 

sábado, 30 de noviembre de 2013

Les importa un huevo (de avestruz) 20131130

Si, de avestruz, los más gordos. Porque estos mendas que hemos de lidiar cada día no son de huevos sino de huevazos. Rajoy, asegurando (en contra de todas las estadísticas) que gracias a él ya no se destruye empleo. Aznar, negándose a contestar las preguntas de los periodistas zaragozanos porque no. Zapatero (apadrinado por el jeta de Blair), exhibiendo ahora en su libro la famosa carta del Banco Central Europeo que no quiso hacer pública cuando le llegó, y en la cual se ordena joder a la mayoría de los españoles para salvar a la banca propia y ajena. El ministro Wert, cerrando el debate sobre la LOMCE con piadosas citas del Eclesiastés. El secretario de la UGT andaluza haciéndose el mártir. Fabra, el de Castellón, ídem... Y esas declaraciones oficiales sobre las criminales concertinas, el orden público (su orden) o las maravillas de la reforma laboral y en general del recetario ultraliberal (Botella dixit). Es la verbena de la desfachatez, un insulto sistemático a la opinión pública, un chiste descomunal a nuestra costa. En este desastrado país, cualquiera que esté investido de alguna autoridad (o incluso que aspire a estarlo) aparece en el escenario institucional cual si estuviese en el Club de la Comedia. Cada cual va a lo suyo y lo que pueda pensar o hacer la ciudadanía resulta irrelevante.

Rudi y Lambán se acusan mutuamente de trasvasistas. El PP mejora las largas cambiadas que le pegaba el PSOE al tema del Canfranc. Y si a la gente no le parece bien, que la zurzan. La presidenta de Aragón compra o alquila cuadros o lo que quiera que haya hecho con la colección de Pilar Citoler, a quien ha soltado millón y medio o dos millones (la cifra se oculta... ¿tras la Ley de Transparencia?) por no se sabe qué. Preguntado el rector de Zaragoza por qué se ha olvidado de exigir el título de Periodismo para cubrir la jefatura del Gabinete de Comunicación de la universidad contesta: "Sobre ese asunto me pronunciaré en otro momento". O sea, iros a paseo, que yo estoy currándome la presidencia de la Conferencia de Rectores.

Y sí, ya sé que esto ha pasado siempre. Pero es que ahora vivimos en democracia. ¿O qué? 

viernes, 29 de noviembre de 2013

Qué cosas tan alucinantes 20131129

El de ayer fue un día muy agitado. Y bastante alucinante, como suele. El Congreso aprobó la Ley Wert con toda la oposición reclamando la desobediencia civil y anunciando que, en cuanto el PP pierda la mayoría absoluta, el engendro será derogado. Un cachondeo. Y estamos hablando de educación, ojo. Antes, Interior había anunciado que la Ley Fernández se suavizará. En vez de clavarte 600.000 euros te pondrán multas de sólo 30.000. Muy compasivo. Por supuesto los activistas (de las mareas, antidesahucios, quincemayistas y demás turba) se están confabulando para negarse a pagar si les cae encima el marrón. Normal. ¡Ah!, también se aprobaron leyes de Transparencia (en Aragón y en Madrid al alimón). Guay. ¿Quiere decirse que se harán públicos los contratos de las administraciones, las subvenciones y cualquier expediente que sea requerido? ¿Podremos conocer al detalle las auténticas cuentas de las sociedades públicas y participadas, ingresos, gastos, organigrama y sueldos de sus directivos? ¿Tendré por fin el placer de saber cuánto cuesta un GP de motos en Alcañiz o cuál es el saldo de cada campaña de esquí? Ya les digo que no. Entre tanto, la judicatura va a ser politizada ya sin disimulos, la unidad anticorrupción de la Policía está siendo reestructurada a modo y los peritajes de Hacienda (en casos de delito fiscal o blanqueo de capitales) los harán quienes designen los jefes del tema. ¡Uy, que transparente!

Y aquí, ya ven. Presentaron al fin los presupuestos de la autonomía, tan negociados por doña Rudi y don Biel Por lo visto crecen. Muy poco pero crecen. El problema es que, como pasa con los de este año, nadie se los cree. Además será imposible saber si se ejecutan (bonito verbo). Cerrando el gasto en otoño y admitiendo, como ha hecho el consejero Saz, que el Gobierno aragonés va a pagar a sus proveedores a noventa y cien días, en el papel pueden poner lo que quieran. Luego el Ejecutivo hará lo que le dé la gana.

Iba a comentarles lo del Canfranc y la Travesía Central. Pero como no tengo más espacio, me guardo el tema para el Mirador del domingo. Que la cosa también tiene su guasa.



jueves, 28 de noviembre de 2013

Competentes, honrados... y bien pagados 20131128

Decir que la crisis se arreglaría dejando a los políticos sin sueldo (o eliminando su función) vale como fácil desahogo para los ignorantes y los parafascistas. Pero es una parida monumental. Cospedal y los de su cuerda pretenden marcarse un tanto reduciendo drásticamente el número de diputados, por ejemplo, del parlamento castellano-manchego. Será un ahorro ridículo. Claro, que no es eso lo que busca la jefa, sino garantizarse el futuro control de la minicámara trucando la norma electoral. Basta hacer números para darse cuenta de que, al haber menos escaños que cubrir, la distribución apenas será proporcional por mucho que se aplique la ley d'Hont. El más votado se llevará la parte del león mientras se quedarán fuera opciones respaldadas con el 15% de los sufragios e incluso más. Ha de quedar claro que no es el mecanismo proporcional-corregido (la ley citada) el culpable del bipartidismo y de la escasa utilidad del apoyo que reciben IU o UPD, sino las circunscripciones provinciales, sobre todo cuando en cada una de ellas solo están en juego tres o cuatro diputados. Si la circunscripción abarcase cada comunidad autónoma (y no digamos si fuera única) las cosas cambiarían mucho.

El mito del gasto público resulta hasta gracioso en un país que ha enterrado decenas de miles de millones en rescatar al sector financiero o intervenir en él. Si ustedes se han asomado a las informaciones sobre el fiasco de las subastas de coches (de cochazos, nada) y propiedades inmobiliarias del Gobierno aragonés, habrán visto que lo recaudado no es gran cosa. En cuanto al sueldo de sus señorías y otros ilustrísimos, bien está poner coto al cachondeo de las dietas y demás complementos, pero pretender que un político con dedicación exclusiva cobre mil euros mensuales es un absurdo, o una forma de adjudicar en exclusiva la representación del pueblo a quienes puedan permitírselo.

Yo quiero que me representen personas preparadas y honradas, con criterio, con principios, con conocimientos. Y en número suficiente. Siendo así, pagarles dignamente sería la mejor inversión. 

martes, 26 de noviembre de 2013

Mentirosos, corruptos... y poderosos 20131126

Ayer, por fin, condenaron los jueces a Carlos Fabra, expresidente de la Diputación Provincial de Castellón, padre de la diputada Quesejodan, constructor de aeropuertos sin aviones y desde ahora corrupto oficial del reino. Al poco de conocer la sentencia pidió su baja en el PP. Unas horas antes, la secretaria general de dicho partido, María Dolores Cospedal, había negado una vez más la ya famosa contabilidad en B, que el juez Ruz ha dado por cosa evidente. Bueno, el juez y cualquier persona en su sano juicio que haya seguido con alguna atención las informaciones sobre los papeles de Bárcenas y otros indicios que incluyen los famosos 200.000 euros que presuntamente aforó Sacyr por la contrata de la limpieza de Toledo, en territorio de la citada Cospedal.

Todo lo cual me llevó a recordar la intervención del profesor (de Filosofía) José Luis Rodríguez en el seminario sobre la corrupción en España celebrado la semana pasada bajo los auspicios del Taller Historia de la Facultad de Letras. Rodríguez llamó la atención sobre la manera en que la mentira ha sido definida como virtud política por innumerables teóricos de la modernidad, desde Maquiavelo hasta Schopenhauer. Ocultar la verdad, disfrazarla y pervertirla ha sido para muchos autores una necesidad ineludible del gobernante. No solo porque mentir es una forma de conservar el poder y alienar a los súbditos, sino porque se ha creído (y se sigue creyendo) que las masas no podrían afrontar la realidad tal cual es, no resistirían las consecuencias de ciertas revelaciones. Resulta de lo más significativo que ayer mismo el periodista Raúl del Pozo abordara el mismo tema en la contraportada de El Mundo usando esta vez como referencias (positivas) a Shakespeare y a Conrad.

Personalmente, cada vez estoy más convencido de que sin transparencia la corrupción pública y privada (que son una sola) está servida. La mentira permite a los auténticamente poderosos (sean políticos, banqueros o grandes empresarios) robar con absoluta impunidad. Aunque ellos, por supuesto, no se consideran a sí mismos ladrones. Ni mentirosos. 

lunes, 25 de noviembre de 2013

Y el caso es que sí hacen falta reformas 20131125

El sector público español y todo el entramado institucional necesitan ser reformados, y el complejo sistema normativo que regula nuestras existencias, también. La gestión del conjunto de las administraciones tendría que ser más eficiente, más productiva, más transparente y por ello mismo más honrada y, si me apuran, más barata. El problema radica en que esa bandera la enarbolan hoy quienes no aspiran a mejorar el funcionamiento del Estado, sino a reducir a éste a su mínima expresión, cuando no a destruirlo. Por el contrario, los partidarios de lo público aparecen casi siempre replegados a una posición defensiva, inmovilista y muy poco creativa.

De la misma forma que cabe retocar la propia Constitución (que de todas formas es ya papel mojado) o la Ley Electoral, la organización de los servicios, el funcionamiento administrativo, la transparencia, el ejercicio de los derechos ciudadanos, la protección del medio ambiente y un largo etcétera necesitan una revisión a fondo. Insisto en que con ello no se trata de recortar, reducir, devaluar o eliminar, sino de mejorar y avanzar en la construcción de una democracia social digna de tal nombre. La educación es manifiestamente mejorable. La Universidad no puede seguir encerrada en sí misma, corroída por la endogamia y unas tradiciones cuasifeudales. La burocracia reclama a gritos una actualización que la simplifique y racionalice. La reforma fiscal es imprescindible. Como lo es eliminar la opacidad que reina en las administraciones. Cuando los soportes informáticos ofrecen la posibilidad de dar perfecta visibilidad a expedientes, contabilidades, contratos y todo lo demás, el escamoteo de tal información sólo ayuda a los corruptos.

Ya sé que no es esto, sino todo lo contrario, lo que quieren Rajoy, Wert y Montoro (o el tándem Rudi-Biel con su ocurrencia de permitir la desgravación de los seguros médicos privados). Pero los de la acera de enfrente ya tendrían que estar proponiendo alternativas destinadas a reforzar el Estado mediante la eficacia gestora y la ampliación de derechos. De ésta o se sale hacia arriba... o hacia abajo. 

domingo, 24 de noviembre de 2013

Autobuses: un conflicto derivado en la tormenta perfecta 20131124

En estos tiempos, hablar de tormentas perfectas es una manoseada obviedad. Pero el conflicto en los autobuses de Zaragoza ha sido tan ejemplar en lo negativo, tan expresivo en cuanto a su carácter poliédrico, que compararlo con un huracán de grado máximo es inevitable.

Fíjense en todos los factores concurrentes. De un lado, un ayuntamiento que a lo largo de decenios ha ido convirtiéndose en el seguro servidor de las empresas a las que adjudica los principales servicios. Ha ofrecido a dichas compañías beneficios seguros (en el caso de los autobuses, el 15% sobre cualquier gasto). Ha renunciado a controlar el cumplimiento de las condiciones de las contratas. Ha renovado las concesiones de manera automática creando auténticos monopolios. Ha engordado, en suma, a unas fieras capaces de ir por su cuenta y de adaptar la prestación del correspondiente servicio a su desmedido afán de lucro, no a la satisfacción del vecindario. En el caso de TUZSA (ahora, AUZ) la permisividad ha alcanzado cotas inimaginables. No es raro que esta sociedad haya dado en los últimos años pingües ganancias.

La empresa se ha lucido con su dureza e insensibilidad. Hablamos además de un ente inaprensible, que hasta lograr la última concesión por diez años pertenecía a una sociedad de capital riesgo británica y justo cuando obtuvo la nueva contrata y dispuso la reducción de la plantilla fue vendida a un grupo mexicano. Un pase intolerable y lleno de incógnitas, pues está claro que el transporte de viajeros en Zaragoza fue usado para obtener un lucro adicional en condiciones opacas.

Cerrando el círculo vicioso tenemos al comité de empresa, al CUT (el peculiar sindicato mayoritario) y a su presidente, Javier Anadón. Decir que su gestión del conflicto ha sido imprudente, sobrada y no exenta de episodios oscuros sería lo mínimo si pretendemos tratar este tema con objetividad. El citado comité ha estado jugando al límite con todo lo que había sobre el tapete (despidos, convenio, negociaciones, huelga) y el resultado final no justifica el esfuerzo que ha exigido a la plantilla y que ha proyectado sobre la ciudad.

Para llegar a donde se ha llegado no hacían falta dos meses de paros sistemáticos. Pero las partes querían un choque de trenes y eso han tenido. En semejante contexto habría que darle la razón a la teniente de alcalde de Servicios Públicos, Carmen Dueso, lógicamente desesperada por tener que capear tan desproporcionado temporal.

¿Y qué hay de fondo en todo esto? Pues que los servicios públicos en manos privadas no funcionan bien. Así de claro. Cualquier día de éstos nos toparemos con FCC y la limpieza. Ya puede Dueso armarse de paciencia y agudizar el ingenio.