miércoles, 15 de enero de 2014

... Alucina carabina (y sin tomar nada, oye) 20140115

Mientras Obama recibía a un Rajoy transido de gozo, Madrid era un laberinto de pasiones. El presidente Ignacio González (el del ático marbellí) le montó un pollo a Pedro J. Ramírez, el director de El Mundo, a través de los micrófonos ¡de la Cope! Todos se han ido (nos hemos ido) de cabeza, y no porque los españoles seamos una excepción delirante en un planeta cuerdo sino porque sí somos especialmente sensibles a las atmósferas globales, donde ahora flota algún extraño fluido psicodélico.

El presi estadounidense le dijo al bueno de Mariano lo mismo que les dice a todos (por ejemplo a Zapatero hace unos pocos años). Pero en los círculos de la derecha, esos amables lugares comunes fueron acogidos como si el mismo Dios, único y verdadero, hubiera hablado urbi et orbe desde el Despacho Oval (donde por si caso Moncloa no dejó entrar a los periodistas españoles menos gratos). El entusiasmo despertado por la gira norteamericana del superlíder pepero ha desbordado la habitual tendencia al orgasmo que produce en los conservadores cualquier caricia del Gran Jefe Blanco (en este caso, blanquinegro) para alcanzar el Nirvana, el flash, el megacolocón. Los parabienes de Barack casi eclipsaron las declaraciones del ministro Guindos en el Congreso, donde anunció un crecimiento del 0,3% en el último trimestre del 2013 y profetizó que el desempleo bajará del 25% en 2014 (ahora está en el 25,9%, o sea que...). Aunque también advirtió de que Catalunya Caixa y la CAM nos van a costar 27.000 millones... o bastante más. Den por hecho que a este paso la deuda pública alcanzará el billón, y eso mientras los recortes dejan sin libros a los niños escolarizados y sin pañales a los ancianos enfermos.

Añadan a eso las cosas que suceden en la Tierra Noble: el desastre sanitario (tan evidente como negado por los responsables del tema), la campaña para captar inversiones en el exterior (con un presupuesto de 150.000 euros que no da ni para megáfonos), la curiosa historia de la fábrica de coches eléctricos instalada en Motorland... En fin, que me voy a meter otro trago de agua. Viene cargadita. 

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