lunes, 6 de octubre de 2014

Esos presupuestos de la lech...era 20141006

El ministro Montoro, ese genio de las finanzas públicas, presentó los presupuestos generales del Estado con cara muy seria. Claro, él ya sabía lo que había que saber incluso antes de que lo supiera la vicepresidenta Santamaría, cuyas displicentes sonrisitas indican que siempre está al cabo de la calle. En el discurso sólo se detecta una duda: si 2015 será el año de la recuperación... o el de la consolidación de la recuperación. Bueno, lo único seguro es que será año electoral y el PP confía en aguantar hasta las generales vendiendo la salida de la crisis. Por eso los presupuestos que digo son un zarrio pintado de purpurina. Disfrazarlos es fácil, porque los indicadores positivos de las cuentas públicas han bajado tanto en los últimos años y los negativos han subido de tal manera, que cualquier ligerísima fluctuación a mejor en uno u otro aspecto luce barbaridad expresada en porcentajes. Humo de pajas. Es como si ustedes y yo estamos a treinta bajo cero y de repente viene alguien a anunciarnos jubiloso que la temperatura va a subir... ¡un par de grados! Seguiremos bien jodidos de frío. Pues ahí nos duele.

No creo que el Gobierno central y sus terminales en las autonomías consigan venderle la burra de la recuperación a casi nadie, salvo a sus más fervorosos adeptos. Los agoreros vienen anunciando una segunda o tercera recesión en Europa, que aquí no sería ni segunda ni tercera porque jamás hemos salido del barro. A la chita callando, el Instituto Nacional de Estadística (INE) acaba de revisar, a la baja, los PIBs del 2010 y el 2011, con lo cual desaparece por completo la ilusión de aquellos brotes verdes. El crecimiento de este año, aun metiendo el monto estimado de las actividades ilegales, es otro espejismo que sin duda habrá que corregir allá por el 2018, si para entonces estamos aún activos y no nos hemos congelado. Es decir, estamos en la misma recesión que empezó en el 2007, la de siempre, la guay. 

Así que a los presupuestos pueden ponerles un lacito rosa y calcularlos sobre un crecimiento de dos puntos y el rollo de la consolidación. Son papel mojado. Eso incluso Montoro lo sabe. Y no digamos doña Soraya. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario