viernes, 16 de septiembre de 2011

Recaudar, ahorrar, llorar y patalear (y II) 20110916

Sí, claro, las instituciones deben gastar con rigor y administrarse con sobriedad e inteligencia. No es cosa sencilla. Volver a la buena lógica tras años y años de gestión desmadrada requerirá serios esfuerzos. Además la opinión pública, confundida antes por la política de escaparate y agobiada ahora por la contundencia de la crisis, no sabe cómo reaccionar ni cómo diferenciar el despilfarro de la inversión necesaria. Los del carajillo party local echan la culpa del incremento de tasas e impuestos en Zaragoza al tranvía, el carril bici e incluso las VPOs. Se han olvidado de la Expo, los viajes a Dubai, los proyectos para construir un estadio cinco estrellas, la expansión urbanística ad infinitum y los delirios olímpicos.

De todas maneras está claro (lo estuvo desde que estalló la crisis) que no habrá más expos ni estadio ni juegos de invierno. La falta de pasta obliga a pisar suelo. El motor inmobiliario tardará mucho tiempo en funcionar de nuevo (si funciona alguna vez). Ahora hace falta dinero para lo esencial, para lo importante. Pronto no habrá ni para dragar el Ebro o mantener las últimas memeces de la dorada etapa anterior. Aumentar la presión fiscal es impopular. Hacerlo con talento y aplicando criterios de progresividad parece inevitable. Belloch y sus socios ocasionales no tienen otra alternativa. Tampoco Rudi podrá llevar a la práctica su oferta de bajar impuestos. Más bien tendrá que decidir si cierra el grifo en Aramón, Motorland y otros frutos del pecado o abre en canal la Educación, la Sanidad y los Servicios Sociales. Porque el ahorro en fotocopias, móviles, dietas, luz y agua será muy poquita cosa.

Además, esto de meter la tijera en los pequeños detalles va muy bien para convencer a las gentes más simples: que los muebles de oficina duren un mínimo de ocho años, que los jefes prolonguen su jornada durante la comida trayéndose la fiambrera de casa... pero luego las cosas son como son. El Gobierno de Aragón pretende que sus reuniones se celebren en las dependencias habituales para evitar idas, venidas y gastos; sin embargo, el otro fin de semana sus integrantes se fueron de retiro hasta Albarracín con Biel de flamante anfitrión. Y espérate.

J. L. Trasobares/El Periódico de Aragón/viernes 16.09.2011

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