lunes, 3 de noviembre de 2014

Cataluña, el clavo ardiendo (de Rajoy) 20141103

La cosa (proceso participativo, lo llama Mas) que ha de celebrarse (o no) en Cataluña el próximo domingo no determinará nada ni tendrá utilidad alguna pues ninguna garantía democrática ofrece. Sólo provocará decepción entre muchos catalanes (justamente los más soberanistas) y tensión con el resto de los españoles, además de un incremento de las posturas más radicales de unos y otros. A cambio, ofrecerá a Mariano Rajoy un clavo ardiendo al que agarrarse mientras cae en el abismo abierto por los casos de corrupción en su partido (y en los demás). A los canallas, como dice la cita, sólo les queda un único refugio: el patriotismo. A los estúpidos, también. Y a los crédulos, por supuesto. El PP y CiU se aferran, cada uno por su lado, a ese pedazo de hierro candente cuyo fulgor se expande en un tremolar de banderas y la vibrante música de los himnos. En la España profunda, por suerte, la ciudadanía está curada de espanto, ha visto ya muchos números de circo y se hace una idea de dónde están Suiza, Andorra y los caimanes caribeños. En Cataluña y otros lugares periféricos, el truco aún maravilla a las gentes. Cuando el otro día vi a los alternativos de las CUP echarles una mano a los ultraliberales de CiU para salvar el 9-N y a Oriol Junqueras soltar la lagrimita en directo, me quedé, la verdad, un poco traspuesto. Mariano, el de Génova, debía estar, sin embargo, entonadísimo.

El Gobierno de España afronta dos descalabros simultáneos. De una parte, le salen imputados por todas partes y teme que le puedan salir muchos más; de otra, la recuperación económica no funciona ni como ficción. En el PP hay gente que reclama una dimisión en masa de la cúpula del partido y la convocatoria de elecciones anticipadas. Los más sensibles dicen que es hora de renovarse y dejar paso a la juventud. Aunque, claro, los cachorros más prometedores también están fuera de juego. Mira el pequeño Nicolás Con lo que valía el chico.

Cataluña es lo único bueno que le pasa a Rajoy. Ahí se está gestando un conflicto de aúpa. Pero en el corto plazo tal vez sirva para que el señor presidente encandile... a los cándidos. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario