Cuando el Gobierno central se aferra al cumplimiento de unas leyes inmutables para sostener los mitos nacionales
más conservadores. Cuando los independentistas obvian sin complejos los
requisitos democráticos más elementales, ignorando a más de la mitad de
la población catalana. Cuando la derecha de Calatayud (PP y C's) se
niega retirarle a Franco unos honores municipales que le fueron
concedidos en otros tiempos "por salvar a España". Cuando algunas
izquierdas desprecian la democracia burguesa y se ciñen a los
clichés más manoseados para desautorizar todo lo que no encaja en sus
sueños totalitarios. Cuando la memoria histórica, que no es sino el
conocimiento de nuestra Historia Contemporánea, provoca el escándalo y
el rechazo de tanta gente. Cuando los mandamases y sus seguidores más
fieles practican el conmigo o contra mi sin la más mínima concesión...
Cuando ocurren todas estas cosas (y alguna más), se pone de manifiesto
que las Españas nunca experimentaron la victoria duradera de los
movimientos políticos modernos. O al menos no la experimentaron en el
momento adecuado.
Aquí no hubo una revolución liberal, nunca se
decapitó a un rey (como en Inglaterra y Francia), nunca se implantó un
texto constitucional avanzado (como el de 1812) que durase algo más que
un suspiro, no se llevó a cabo con normalidad la separación entre
Iglesia y Estado, no tuvimos (hasta el 78) periodos relativamente
democráticos que no acabasen destruidos sin piedad por las fuerzas
reaccionarias... Y así los regímenes sin libertades o de libertades muy
restringidas se sucedieron durante los siglos XIX y XX, privando a
sucesivas generaciones de un horizonte en el que las libertades
colectivas e individuales fueran algo más que una ilusión o una
pretensión subversiva, una aspiración secreta cercada por el miedo.
Por eso ahora se oyen y se leen (todavía) cosas inauditas. La
democracia como espacio ordenado pero abierto a la crítica, el disenso,
la desobediencia civil, la participación popular y la consulta a la
ciudadanía no nos encaja. Es el gen que la falta a nuestro ADN.
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