sábado, 19 de noviembre de 2016

Podemos, sin prejuicios ni acritud 20161119

El que suscribe ni participa ni participará en esa mísera cacería que ha convertido a Podemos, a sus dirigentes, cuadros y militantes en fáciles piezas a batir. Cuando el periodismo español atraviesa su periodo más triste (desde el advenimiento de la democracia), repleto de autocensura, vetos implícitos y sumisión al poder, la alternativa para las energías reprimidas en las redacciones no parece ser otra que la de escudriñar las más mínimas contradicciones, mamonadas y errores de los morados.

Ocurre que Podemos es, en todo caso, una fuerza política relevante. Así que tampoco cabe ni ignorarla ni, obviamente, dorarle la píldora. El nuevo partido (nuevo, pero con importantes funciones institucionales) prometía mucho y mucho pregonó su relevancia y ambición. Ha sufrido una auténtica cacería (lógico, el sistema se defiende y contrataca), pero también ha disfrutado de eso que sus propios jefes llaman «una ventana de oportunidad».

¿Y ahora qué? Si nos atenemos a dos elaboraciones muy recientes, el documento sobre acción política en Aragón propuesto por Echenique y otros cuadros (respaldado por la militancia) y el discurso de Santisteve en el debate sobre el estado de Zaragoza, el podemismo sigue en la primera infancia. Los clichés izquierdistas, las definiciones elementales y las buenas intenciones mil veces repetidas siguen enmascarando una evidente ausencia de programa estratégico y de intenciones tácticas. Hablar de la desigualdad, del egoísmo de los poderosos y el sufrimiento de los pobres se convierte en obviedad inservible cuando lo necesario es proponer ya fórmulas factibles para darle la vuelta a la situación. Claro que tal cometido exige, en primer lugar, un buen conocimiento de la realidad, y en segundo, creatividad y verdadera audacia.

En el enfrentamiento político global, la derecha avanza con auténtico ímpetu revolucionario, mientras la izquierda se difumina o se limita a resistir. Si Podemos quiere ser alternativa en Aragón y Zaragoza tendrá que dejarse de estereotipos y actuar en lo concreto. Si puede y sabe.

No hay comentarios:

Publicar un comentario