sábado, 16 de mayo de 2015

Unos y otros usan argumentos y clichés muy similares entre sí 20150516

Nada puede igualar el desenfado de Esperanza Aguirre. Ayer salió por las televisiones vestida de chulapa y cantando un chotis en la feria de San Isidro. La Cólera de Dios sabe muy bien que en esta campaña priman la sensaciones y las intuiciones del votante, animadas por el estilo de los candidatos. Así que la lideresa, perfecto ejemplo de populismo reaccionario, pasa de discursos y exposiciones programáticas y anda despendolada mientras echa toda la mierda que puede sobre sus competidores... ¡Ella, que ha sido la madrina de la corrupción capitalina desde el Tamayazo hasta el estallido de Caja Madrid-Bankia, pasando por gürteles y púnicos varios! Por supuesto, en Aragón y sus ciudades no hay animales políticos (en todo el sentido del término animal) capaces de tirarse por el tobogán del espectáculo y convertir sus respectivas candidaturas en un constante show. Las señoras de Ciudadanos tuvieron su gracia, pero ahora están calladitas y aparentemente bajo control. Eloy Suárez ha hecho algún pinito más bien patosillo. El PAR tiene sus días, sobre todo cuando presenta iniciativas espectaculares. El PSOE de Lambán está superserio. Echenique es el más heavy. Se le ve con ganas de acelerar su silla de ruedas naranja y arrollar a los "partidos de siempre".

La mayoría de los partidos y coaliciones se están dirigiendo a los electores por carta. Y resulta curioso comprobar cómo los respectivos mensajes repiten conceptos y argumentos hasta crear una especie de confuso cóctel en el que no es fácil distinguir qué es qué ni quién es quién. "Por los servicios sociales. Por la mejor sanidad y educación públicas", dice el Partido Popular en un mensaje rubricado por Rajoy. Rudi insiste en garantizar "la calidad de la educación, la sanidad y los servicios sociales como sólidos cimientos de la sociedad del bienestar". ¿Se ha convertido, de repente, a la socialdemocracia? El PSOE, por boca de Javier Lambán, replica: "El Gobierno (del PP) ha recortado más que nadie la sanidad, la educación y los servicios sociales". El PAR vende sus listas "renovadas". CHA se ofrece como "garantía del cambio, de la ruptura con las viejas formas de gestionar lo público". Pero Ciudadanos se presenta directamente como "El cambio". Echenique les dice a los votantes "Soy una persona normal como tú". Soro y Martín exhiben un lema idéntico: "Somos como tú". Ayer, en el debate a siete (el más interesante habido hasta la fecha), el representante del PP, Roberto Bermúdez de Castro, citó ¡a la Marea Blanca! para respaldar su afirmación de que el Salud aragonés sigue estando bien valorado.

No es fácil distinguirse ni distanciarse (salvo, quizás, en materia de regeneración, donde las posiciones de unos y otros están más distanciadas). Las palabras al uso están muy gastadas. La derecha maneja conceptos de la izquierda, y viceversa. Incluso la versión integral de los programas muestra evidentes similitudes, como las existentes entre las medidas de choque que ofrecen Podemos y CHA para sus hipotéticas primeras semanas en el Pignatelli. Véanse también las propuestas educativas de todas las izquierdas (PSOE incluido), dirigidas de manera unánime a recuperar el terreno perdido en materia de recursos e inversiones y a tumbar la LOMCE.

Pablo Echenique, en su famosa carta y en sus declaraciones públicas, pretende ir más allá y ataca sin contemplaciones a los viejos partidos (una expresión que también usa Ciudadanos). Ayer mismo, en el citado debate televisivo, volvió a reiterar que los grandes partidos son una cueva de ladrones y sinvergüenzas. Soro le había pedido, con razón, explicaciones. El de Podemos usa una táctica rupturista, elemental y burda, aunque nadie podrá negar que evoca una situación cierta. ¿Será eficaz?

Para demostrar que las ideas y ofertas andan entremezcladas, ayer, como por arte de magia, casi todas las formaciones que compiten entre sí se lanzaron a hablar de los autónomos. Es un tema obligado, por supuesto. Pero también es una cuestión compleja porque los siempre alabados trabajadores por cuenta propia integran un magma laboral lleno de variantes, de casos muy distintos entre sí, de currantes forzados a encarnarse en dicha figura para convertirse en mano de obra barata. Decir que se les va a apoyar y que podrán beneficiarse de alguna desgravación no significa gran cosa. Más bien nada.

Como se ha dicho, el PAR tiene días gloriosos. Su programa para el Ayuntamiento de Zaragoza tiene maravillosas perlas: el tranvía circular (¿pero no habíamos quedado en que los regionalistas preferían el metro?), el teatro donde hoy está La Romareda... y ayer, una suscripción popular para reconstruir la Torre Nueva sobre su antiguo emplazamiento. Xavier de Pedro está que se sale.

En cambio, Ciudadanos, la habitual alegría de la huerta, parece que ha embridado su campaña y ayer se descolgaron con ofertas culturales en plan formal. Quieren organizar en Zaragoza una milla de los museos enlazando el Pablo Serrano con el CaixaFórum mediante un nuevo espacio expositivo en el antiguo cuartel de Pontoneros (se dedicaría a los artistas noveles... ¡ufff!). Además prometen construir colegios en el sur de la capital aragonesa.

Es cierto que se aproxima el momento crucial de la campaña. Con altos niveles de saturación: mañana coinciden Pedro Sánchez y Soraya Sáenz de Santamaría; el martes, en una tarde de máxima intensidad actuarán de manera simultánea Mariano Rajoy, Albert Rivera y Alberto Garzón. Lo aviso de antemano: iré a la función de Sánchez y a la de Rajoy. Siento perderme a los otros, pero aún no poseo el don de la ubicuidad. Podían haberse puesto de acuerdo. Total, ya puestos.

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