viernes, 12 de agosto de 2016

Ahora van a 'escrachar' al pobre Pedro 20160812

Existe la duda razonable de si Rajoy maneja los tiempos o está dando un golpe de estado de baja intensidad (como ha dicho el exministro socialista Enrique Barón). Pero eso ya no importa. Ahora el malo de la película es Pedro Sánchez, a quien han puesto a parir los de derechas porque se fue a lucir camisa blanca (con manga corta, ojo) en la playa almeriense de Vera. Cinismo rampante. Después de que Podemos fuese fustigado y cuidadosamente desacreditado por cualquier poder fáctico digno de tal nombre, el líder del PSOE ha pasado a ser, de manera automática, el objetivo de esa hueste cuyos escraches no se zanjan con dos gritos y una pintada (como hacían los perroflautas), sino con ataques sistemáticos desde los medios, infamias, invectivas de tertulianos poseídos por la rabia... Eso, más los golpes bajos de los barones y exfiguras de su propio partido. O facilita, por responsabilidad, la investidura de un gobierno conservador, o acabarán deconstruyéndolo hasta que no quede de él más que el lejano recuerdo de un tipo guapo, alto, que lucía los trajes entallados como ningún otro político en el mundo entero (salvo Obama, claro).

Sánchez quiere salvarse él y salvar el futuro de un PSOE que no se puede permitir el bochorno de abrirle la puerta de Moncloa a su antagonista conservador, aunque sea por pasiva. No sé si le dejarán. Véase, si no, al propio Felipe González echando leña al fuego, jaleando el entreguismo de Rivera, exhibiéndose cual sumo sacerdote democrático y sin que nadie (¡a ver esos feroces comentaristas, esos columnistas sin piedad!) le pregunte por su papel en la obtención de concesiones para la extracción de gas y crudo en el desgarrado Sudán del Sur: petróleo de sangre. Para colmo de males, al actual secretario general socialista le ha salido por la culata el tiro de su anterior pacto nupcial e histórico con Ciudadanos. Su mayor error.

Mientras resiste, la figura de Sánchez gana en interés y potencia. Algunos siguen convencidos de que, al final, el socialista claudicará. Lo cual sería desastroso para el conjunto de la izquierda. Porque los escrachadores van a por todas... y a por todos.

JLT  12/08/2016

No hay comentarios:

Publicar un comentario