jueves, 4 de agosto de 2016

Bloqueo, populismo y otras palabras de moda 20160804

Por lo que se escucha, si Mariano Rajoy no puede gobernar no es porque carezca de apoyo parlamentario suficiente, o no se lo sepa ganar haciendo concesiones, o afronte el rechazo de muchos electores que votaron PSOE, Ciudadanos o nacionalista para echarle a él de Moncloa... No: el único problema es ¡el bloqueo! Y el bloqueo es, a su vez, culpa de Pedro Sánchez, por no darse la vuelta y apoyar por pasiva a su adversario. La responsabilidad se extiende incluso a Albert Rivera, aun estando dispuesto a negociar, envainársela y abstenerse "por responsabilidad". El PP clama contra el dichoso bloqueo, administrando una situación que algún fino observador ha definido como "la verdadera nueva política", porque rompe con todas las reglas del juego conocidas para reinventarlas o mejor todavía dejarlas al albur de lo que convenga a la derecha (política y fáctica, incluyendo a exsocialistas como Felipe González). 

Otra palabra de moda es populismo. En España, dicho término se vincula en exclusiva a Podemos, de quien se supone una futura praxis alineada con las teorías de Laclau y los más denostados experimentos latinoamericanos. Sin embargo, nuestro país ya ha tenido su propia dosis de populismo de verdad. El régimen clientelar implantado por el PSOE en Andalucía, por ejemplo, le resultaría muy familiar a cualquier peronista kichsnerista. La política de escaparate y expansión urbanística aplicada en la Comunidad Valenciana por el PP, o el patriotismo del 3% enarbolado por Convergencia en Cataluña poseen asimismo todas las características que vienen al caso: liderazgos trucados, demagogia... y corrupción a gran escala. ¿No es populista Esperanza Aguirre? ¿Y Oriol Junqueras?

La izquierda global carece de propuestas y se ha sumido en la desunión y la depresión. Pero el populismo más poderoso, el que de verdad da miedo es el de derechas. Y algunos de sus referentes más exitosos no están en partidos nuevos, raros o frikis, sino en el Republicano de EEUU (Donald Trump) o en el Conservador británico Theresa May). Dos fieras que convierten a Marie Le Pen en una simple amateur.

No hay comentarios:

Publicar un comentario