lunes, 11 de julio de 2011

PP (y PAR) se buscan ya la vida 20110711

Ya debería notarse el influjo ahorrador del PP en las instituciones que va pillando; ya tendríamos que alegrarnos con la rebaja de sueldos, la eliminación de cargos y reuniones, la simplificación de los organismos... Pero no. Claro, amiguetes, una cosa es predicar y otra dar trigo. En diputaciones provinciales, comarcas y localidades varias, los conservadores (y sus coaligados del PAR) mantienen el organigrama e incluso lo amplían. Hasta Eloy Suárez el listísimo jefe de la oposición de derechas en el Ayuntamiento de Zaragoza se rebotó el otro día porque Belloch había reducido el número de comisiones. Lo suyo hubiera sido alegrarse, pues el alcalde superviviente estaba siguiendo los programas populares al recortar el gasto. En vez de eso se enfadó cantidad. ¡Madre mía!

De momento, en La Almunia, el PP ha extendido a los tenientes de alcalde la dedicación exclusiva (y el sueldo) para que cunda. En Utebo, el PAR ha hecho lo propio. En Binefar, los conservadores y sus socios han ampliado el número de concejales incluidos en las comisiones municipales, lo cual incrementará de manera notable el gasto en dietas. En la comarca del Alto Gállego, el PP sí se muestra consecuente con sus austeros postulados, pero el PAR (al menos el ala más oficialista del partido) está empeñado en ponerle sueldo (39.000 euros de nada) a una concejala de Sabiñánigo que hasta ahora cobraba como asesora del consejero de Política Territorial, Justicia e Interior del Gobierno de Aragón y se va a quedar en la calle, pobrecica mía. En La Muela...

Son todo minucias, claro. Pero en abril las gentes de orden clamaban contra estas chocolatinas del loro y les concedían gran importancia. ¿Qué ha pasado en tan poco tiempo? Pues está claro: que el PP ya toca poder y ahora tiene que repartir entre los suyos... y los del PAR. Por eso el loro seguirá chupando cacao, y actividades muchísimo más onerosas tendrán continuidad igualmente. El pacto bien vale un GP de motos, o lo que sea menester.

No es para rasgarse las vestiduras, pero sí para exigirles a quienes han ejercido de tremendos moralistas en el inmediato pasado que se la vayan envainando. Y a ver qué hace Rudi.

J. L. Trasobares/El Periódico de Aragón/lunes 11.07.2011

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