viernes, 29 de junio de 2012

No hace falta consenso sino ruptura 20120629

Ha dicho Rubalcaba que Rajoy hace ahora lo que él ya propuso durante la campaña electoral. Impresionante, ¿no? El actual secretario general del PSOE ha decidido combinar una línea de entendimiento y apoyo al Gobierno conservador con algunas discrepancias relativas a los ajustes y al coste social de la crisis. En líneas generales, la convergencia (en intereses y en visión) de los partidos mayoritarios es notoria aunque no sea absoluta. PP y PSOE, a la postre, son los dos grandes ejes políticos de este Sistema. Ambos tienen mucho que callar, mucho que esconder, muchos muertos en sus armarios y muy pocas ganas de darle la vuelta a la situación. No hay Gobierno de Concentración ni creo que lo haya, pero se están sentando las bases de algunos consensos. Por eso, y descendiendo al plano más doméstico, Lambán no acaba de construir una discurso de oposición a Rudi y la que le hace Suárez a Belloch es simple pirotecnia elemental.

Leo en este diario artículos que reclaman un acuerdo entre conservadores y socialistas. Joan Tapia o mi buen amigo Luis Ángel Rioja insisten en ello. Pero no acabo de ver la cosa. ¿Un pacto para qué? ¿Para asumir la ortodoxia conservadora en materia presupuestaria y fiscal? ¿Para darle cuerda a un Sistema fracasado y en ruinas? ¿Para salvar bancos inviables y mantener ocultas las fechorías de los malabaristas financieros? ¿Para repartirse los poderes del Estado? Porque esto es lo que nos ponen hoy sobre la mesa.

España arrastra una democracia que se devalúa por momentos (el Parlamento no funciona, el Gobierno no comparece, el Poder Judicial es un fantasma, los reguladores económicos están acabados) y es preciso avanzar hacia una Segunda Transición que recupere lo mejor de la primera. Y de la misma manera que entonces se planteó una cuestión esencial (o continuidad del franquismo o reforma democrática) ahora hay que resolver la contradicción entre la verdadera democracia social y este sucedáneo corrompido y arruinado que padecemos.

Servidor prefiere ruptura a consenso. Giro radical. Y esta vez que vayan a la cárcel quienes lo merezcan. 

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