martes, 26 de junio de 2012

Periodismo, un oficio en peligro de extinción 20120626

La semana pasada estuve en la presentación en Zaragoza del libro Yo muero hoy. En él la periodista Olga Rodríguez viaja al interior de las revoluciones árabes (singularmente de la egipcia) para poner nombre y rostro a los activistas, sindicalistas, blogueros y gentes que las hicieron posible. Es una historia contada desde abajo, desde la calle, que explica el cómo y el por qué de aquellos acontecimientos con precisión... y con emoción. 

Pero hubo ración doble porque al mismo tiempo que Olga hablaba en el Teatro Principal de su experiencia y su trabajo, en el Centro Pignatelli, otra colega, Mónica Bernabé, hacía lo propio con otro libro sobre la mesa: Afganistán, crónica de una ficción. Luego, ambas dos autoras y algunos amigos nos reunimos bajo la advocación de la Fundación María Domínguez y tuvimos ocasión de hablar de la vida, de la actualidad y de esta profesión nuestra que no sabemos dónde acabará.

Los libros de Rodríguez y Bernabé son periodismo puro, porque en ellos se sublima el principio de que la actualidad debe ser desmontada ante los ojos de la opinión pública para detectar las claves de lo que ocurre y sacar a la luz aquello que los poderes pretenden mantener oculto. Este oficio nuestro está sometido hoy al azote de la crisis, el desempleo, la precariedad y la explotación, así como a una terrible pérdida de independencia. Por eso los debates sobre soportes, herramientas y lenguajes son puro artificio. La clave está en los contenidos, en los objetivos, en la intención.

El periodismo implica investigación, análisis, profundización en los hechos aparentes y en los secretos premeditados. Sus profesionales no son independientes porque se mantengan en una imposible posición neutral o se ciñan a lo políticamente correcto, sino por su capacidad para llegar al fondo de cada asunto más allá de las versiones oficiales y por su compromiso con los valores ciudadanos: la libertad, la justicia social, la verdad.

Éste es un oficio en peligro de extinción. Pero creo que aún tendrá aliento para levantarse, hacer acopio de voluntad y seguir adelante. No sabemos ni queremos hacer otra cosa.

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