jueves, 22 de mayo de 2014

Piketty, el agitador... socialdemócrata

Justo cuando ascendía la estrella del griego Alexis Tsipras (el candidato de la izquierda-izquierda a presidir la Comisión Europea) llega Thomas Piketty, autor del ya mítico libro El Capital en el siglo XXI, y pide el voto para los descoloridos socialdemócratas; o sea, para Martin Schulz. ¡Ooohhh! ¿Se habrá vuelto a quedar el rojerío sin inspiración? Bueno... Dejemos que pase este lapso euroelectoral, y veamos más tranquilamente qué da de sí Piketty (del que todo el mundo habla pero al que casi nadie ha leído) como gran agitador y guía del esclerotizado imaginario progresista.

A este economista francés se le conoce sobre todo por las alabanzas que ha cosechado entre los más reputados profesores del campus (centroizquierdista) de Berkeley. Así sabemos que Piketty teoriza la malvada naturaleza del capitalismo actual, que transfiere los beneficios de la economía real a la especulación y promueve una desigualdad social insoportable. La tesis es más compleja, por supuesto, pero ya ha sacado de quicio al Tea Party y a los demás conservadores norteamericanos, cómodamente instalados desde hace lustros en el pensamiento único, en la adoración sistemática de los mercados y en sus delirios creacionistas y negacionistas (ya saben: el calentamiento global es sólo una perversa invención ecologista).

Ese pensamiento único, al eliminar el debate, adormecer la crítica y arruinar la vitalidad intelectual característica de Occidente, puede ser a la postre la más letal enfermedad del capitalismo (financiero) de nuestros días. Sin contraposición de ideas, sin ruptura de las estructuras jerárquicas, sin otra creatividad que la destinada a producir grandes y rápidos beneficios, los personajes del Sistema se sumen en la autocomplacencia y la pereza mental. Y un día Cañete es incluso incapaz de ganarle un debate a Valenciano (y luego lo arregla saliéndose del tiesto, el infeliz), como Pizarro no supo en su día darle la vuelta a Solbes.

Claro que la izquierda tampoco anda muy fina en lo que se refiere a pensar y explicar otro futuro posible. Así que será preciso leer a Piketty. Aunque socialdemocratee. 

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