viernes, 28 de agosto de 2015

Capten la realidad, lean novela negra 20150828

A muchos no les descubriré nada al recomendar la lectura del escritor escocés Philip Kerr, cuya serie de novelas protagonizadas por el detective Bernie Gunther nos lleva a la Alemania anterior y posterior a la II Guerra Mundial. En aquel ominoso momento, un antiguo oficial de la Kripo germana convertido en investigador privado hace su trabajo rodeado de miedo y horror. El escenario es dominado primero por el Partido Nacional-socialista (las SA y las SS); luego llegarán la ocupación y el arranque de la guerra fría. Lees Violetas de marzo, Pálido criminal o mi favorita, Réquiem alemán, conteniendo un escalofrío y con la perturbadora sensación de que los relatos, aunque estén ambientados en otra época, tienen un fondo que acaba resultando familiar.

¿Es esta Europa, sobre la que se precipitan millones de refugiados e inmigrantes (que huyen de guerras provocadas en buena medida desde aquí mismo), tan distinta de aquella otra que creimos haber dejado definitivamente atrás? ¿Qué nos evocan hoy esas imágenes de personas que esperan un último tren en las estaciones de Macedonia, vigiladas por la policía, desesperadas y hambrientas?

Lean a Kerr. Escucharán, por ejemplo, a un antiguo alto mando nazi, que en la Viena del 47 espía para los americanos. Sus inquietantes palabras les sonarán familiares.

--Estamos trabajando en un nuevo mañana --le dice al detective Gunther un personaje que tal vez sea el exjefe de la Gestapo, Heinrich Müller--. Puede que ahora (los aliados) se hayan repartido Alemania, pero llegará un tiempo en el que volveremos a ser una gran potencia. Una gran potencia económica. Mientras nuestra organización trabaja al lado de los estadounidenses para oponernos al comunismo, podremos convencerlos para que dejen que Alemania se reconstruya. Y con nuestra industria y nuestra tecnología lograremos lo que Hitler nunca habría podido alcanzar (...) Los alemanes quizás no tengan el dominio militar, pero pueden dominar económicamente. Será el marco, no la esvástica, lo que conquistará Europa.

Sí, una novela. Escrita en 1991.

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