Claro, dirán ustedes al conocer la
historia del fallido fabricante de coches eléctricos, estas cosas suelen
suceder. Se apuesta por una iniciativa empresarial, y a veces se
pierde. Pero en el caso de la Corporación Industrial Z-Mobile, el riesgo
estaba cantado. Su inicial socio único, David Monforte Fleta,
también promovió antes una red empresarial en torno a Aragonesa de
Fincas e Inversiones SL (ladrillo, en vez de automoción), una red de
sociedades que acabaron en concurso de acreedores, con las consabidas
notificaciones de impagos por parte de las administraciones públicas,
demandas ante los juzgados de lo Social y demás incidencias. Más
todavía: en 2007, el Juzgado de lo Mercantil N°1 había dictado en
sucesivas sentencias firmes la inhabilitación por dos años del mismo
Monforte Fleta para administrar bienes ajenos.
Si este es el perfil de quien luego recibe cientos de miles de euros
en subvenciones y créditos es que algo falla. Y mucho. ¿Nadie investigó
el asunto? ¿Se dejó arrastrar el entonces director del Instituto
Aragonés de Fomento (IAF) y consejero delegado de Motorland por el deseo
de potenciar el mustio y fantasmal Parque Tecnológico anejo a los
circuitos? ¿En qué pensaban los responsables del Ministerio de Industria
y del correspondiente departamento aragonés?
No sé. Pero esto no huele bien. Como la fábrica de avionetas
(Villanueva del Gállego), como Agrovalle (Mallén) y tantas otras
quimeras, aquí el dinero público se ha prodigado con demasiada
facilidad. ¿Cumplieron los del coche eléctrico motorlandero
todos los requisitos necesarios para recibir 300.000 euros del IAF?
Según la Cámara de Cuentas, no. El instituto no informó de todas las
ayudas recibidas por Corporación Industrial Z-Mobile. La cámara no pudo
comprobar si la empresa fue debidamente controlada. Demasiados cabos
sueltos.
No hay coche, hay pufo. Y no es el único caso, ni muchísimo menos.
Nos han vendido humo y mentiras, que hemos pagado a precio de oro.
¿Fueron tontos? ¿Fue la cosa (presuntamente) algo aún más feo y
retorcido?
Ustedes mismos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario