domingo, 18 de octubre de 2015

¿Chalaneo? ¿Teatro?... Sí, pero los pactos son necesarios 20151018

El ADN quincemayista de Podemos provoca en ese partido y en las plataformas donde está presente una clara aversión hacia las negociaciones políticas. Porque los pactos urdidos en el secreto de los despachos son la consecuencia de un chalaneo en el que cada interlocutor sólo mira por lo suyo. Es lo que suele denominarse el cambio de cromos. Por eso, porque las cosas han venido siendo así (a veces más, a veces menos), la gente con pretensiones alternativas intenta poner en escena un nuevo mecanismo más transparente, limpio y participativo. Bien.

De entrada, en las autonómicas y municipales, Podemos se topó con lo que era previsible: debía pactar para gobernar... o para apoyar gobiernos que dejasen fuera al PP. En Aragón, Echenique y Santisteve quisieron retransmitir en directo por internet las negociaciones, y desde el primer minuto se negaron a vincular cualquier acuerdo para la DGA con el que pudiera lograrse en el Ayuntamiento de Zaragoza (absurdo criterio, que ya está siendo rectificado). CHA, en una especie de réplica no exenta de ironía, convocó las conversaciones con ZeC en un banco de la Plaza del Pilar. Objetivamente, era una manera de abrir las ventanas y hacer la luz sobre lo que cada cual proponía y aceptaba. No obstante, la inmensa mayoría de la población fue incapaz de seguir aquel serial, y al final las negociaciones llegaron a su desenlace por la simple fuerza de la gravedad: ni el PSOE ni Podemos ni CHA ni IU podían permitirse el lujo de tirarse los trastos a la cabeza y abrirle la puerta a la derecha.

Ahora, cuando la gestión institucional alcanza su velocidad de crucero, hay que pactar cuestiones muy peliagudas, sobre todo los presupuestos respectivos. Y ahí Podemos y sus aliados vuelven a modificar las viejas reglas. Aparentemente no quieren negociar acuerdos previos sino trasladar el debate a las Cortes de Aragón o al pleno municipal de Zaragoza (y de otros ayuntamientos). Por eso ZeC se adelantó con el tema del IBI, exponiéndose a sufrir un desgaste que habría evitado apalabrando previamente un arreglo con PSOE y CHA (lo cual ocurrirá de todas formas, pues el margen de maniobra es escaso y las diferencias mínimas). Por eso también Echenique quiere ir directamente a discutir en las Cortes las cuentas aragonesas del 2016. En crudo, sin tantear antes a Lambán y Gimeno.

Sí. Los pactos han de ser transparentes al cien por cien y orientarse al interés de la mayoría, no al cambalache entre partidos. Pero en todo caso deben existir. Para lo cual los afectados tienen que sentarse, confrontar sus posiciones y unificar criterios. Lo cual vale para antes, durante e incluso después del debate público. Lo valiente no quita lo cortés; ni lo correcto, lo útil.

JLT  18/10/2015

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