Que no se me olvide. Hoy, a las siete de la tarde, en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza, Daniel Innerarity presenta su libro La política en tiempos de indignación,
que recién salido a la calle ya multiplica sus ediciones. Daniel,
quizás el más conocido y divulgado de los españoles dedicados a la
filosofía política, es catedrático en excedencia de nuestra bendita Alma
Mater, por lo cual el rector López presentará el acto. De la obra, además del autor, hablará mi politóloga predilecta, Cristina Monge.
Asistan, si les place, porque de nada sirve indignarse si faltan la
reflexión y el conocimiento. Una realidad tan cambiante y compleja como
la nuestra requiere aproximaciones igualmente complejas. La de
Innenarity, por ejemplo. Además... para eso están los académicos e
intelectuales en general: para ilustrarnos.
Si en el PP y el PSOE
fuesen lo suficientemente ilustrados, ya se habrían dado cuenta de que
la campaña para las generales del 20-D empezó el domingo por la noche en
Salvados (más de cinco millones de espectadores). Fue el cara a cara entre Pablo Iglesias y Albert Rivera. Los dos partidos grandes se habían conjurado para dejar fuera de foco a Ciudadanos y Podemos. Pero quienes quedaron desenfocados fueron ellos. Jordi Évole,
con esa aplastante inteligencia suya, le dio la vuelta a la tortilla.
¡Zas! Seguro, además, que lo de anteayer se repetirá con los mismos
protagonistas, porque el mano a mano entre los nuevos, a lo que se vió, es más ágil, más sincero y más interesante que el de los viejos.
Ahí estuvieron: Rivera cada vez más aprendido (se nota que aprovecha
bien el trabajo del equipo técnico que le rodea), e Iglesias aferrado a
las ideas fundacionales de su partido (que necesitan con urgencia
aterrizar en el ámbito de lo cotidiano). Educados, coherentes... incluso
sintonizados. El de C's no se corta a la hora de clonar clichés
podemistas. El de Podemos parece tomarse con calma la emergencia de
quien compite con él en su propio terreno... pero desde la derecha.
Indignación... Cómo no te vas a indignar, Daniel. Siguen pasando cosas
inauditas. Pero de eso (y en concreto de Zaragoza) ya hablaré mañana.
JLT 20/10/2015
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