jueves, 1 de octubre de 2015

A la sombra del crucifijo (de Belloch) 20151001

Tras contemplar cómo la Fiscalía y el Tribunal Superior de Cataluña salvaban el pellejo político de Mas, elevándolo graciosamente a los altares del patriótico martirio, volver los ojos a la actualidad zaragozana viene a ser como saltar (hablando en términos teatrales) de un esperpento valleinclanesco a un festival escolar. Conste que don Ramón describía muy bien los arquetipos españoles (y por ende catalanes) porque le pegaba al hachís (o eso dice su nieto), y el THC le permitía observar nuestras cosas con lucidez. De todas formas, tras varios días empantanados en los misterios emocionales de la cuestión nacional, hablar de lo municipal y espeso tiene su gracia. Sobre todo cuando tenemos al Ayuntamiento cesaraugustano señalado por la sombra del crucifijo. De aquél que Belloch hizo suyo, se entiende.

Siempre sospeché que la sacra imagen, traída y llevada por Juan Alberto a los plenos, tenía unos poderes enrevesados. Pero de la sospecha pasé a la certeza cuando el entonces alcalde, en vísperas electorales, le pidió a Dios que no le obligase a pactar con la izquierda... y el Altísimo le recetó justo lo contrario (para desgracia del PAR, que desapareció del Concejo). Ahora estoy seguro de que una mano omnipresente guía (y retuerce) la vida política zaragozana, infantilizándola hasta un nivel de guardería.

Lo de la presencia de los concejales en los actos religiosos, por ejemplo, ha tenido un desenlace graciosísimo. El PP, el PSOE ¡y CHA! votaron contra ZeC (cada uno por un motivo, conste) y Ciudadanos, a favor (¿ramalazo laico, o despiste?). Santisteve se cayó con todo el equipo, no se sabe si queriendo o sin querer. Y los más cachondos se frotaban las manos anticipando lo que puede ser el debate de los presupuestos si todos siguen en este plan.

Como yo no tengo hijos, suelo ser muy mal espectador de los festivales fin de curso. Al momento, las chiquilladas me cansan. Además, en el caso que nos ocupa, esperaba más, mucho más, de ZeC, como también del PSOE y de CHA. No entiendo lo que está pasando en el Ayuntamiento de Zaragoza. Por eso ando mosca... ¿Será el crucifijo de Belloch? 

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