Los jueces embarcados en la instrucción de sumarios comprometidos
tienen dos alternativas: o se desentienden del tema hasta perderlo de
vista o se meten en harina y acaban amasados. Si optan por la segunda
opción, serán presionados, intoxicados, desprestigiados y acusados de
prevaricación (salvo que tengan una extraordinaria habilidad para nadar
entre dos aguas, y aun así). Por eso, por las cosas que se saben y las
que cualquiera se puede figurar, este tipo de magistrados suelen caerme
bien, sean estrellas, frikis, bordes o locos. Y digan lo que digan de Garzón, de Alaya o del mismísimo Elpidio,
reconocerán ustedes que casos como la Gürtel pepera, los EREs andaluces
o el saqueo de Caja Madrid-Bankia son de muy poca presunción de
inocencia. Ya somos mayorcitos y podemos hacernos una idea bastante
aproximada de lo que hubo en mamoneos tan pregonaos.
A la juez
Alaya le meten caña los del PSOE porque anda imputando a todos los que
se le ponen por delante. Se debate apasionadamente si sus autos tienen o
no tienen fundamento y razón de ser. Por ejemplo: ¿es factible acusar
de connivencia con el apaño de los EREs a quienes ocupaban los más altos
cargos en la Junta de Andalucía y no hicieron nada por evitar el saqueo
de los fondos públicos? Lo normal sería contestar que sí, sin duda.
Estamos hasta las narices de presidentes, ministros, consejeros y otros
barandas que se encogen de hombros y ponen cara de a mí que me registren
cuando se descubre que subordinados y colaboradores suyos metían mano a
la caja del común. Claro, no me refiero a una sisa ocasional difícil de
advertir sino a tramas capaces de actuar durante lustros manejando a
discreción decenas y aun cientos de millones. Mal si los superjefes
pillaron; mal si no quisieron o no pudieron ejercer su responsabilidad
desenmascarando a los sinvergüenzas. El cómplice también delinque.
Es cierto que a los sociatas suelen salirles más caras la guarrerías
que a los conservadores (es la diferencia entre los amateurs y los
profesionales), pero eso no disminuye su culpa. Si te ha pillao la
vaca...
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