miércoles, 30 de septiembre de 2015

Leyes injustas, absurdas, cambiantes... 20150930

Hace ya unos días, Jesús Membrado, exsecretario general de UGT-Aragón y exdiputado socialista en el Congreso, publicó en este diario un artículo donde describía su conmoción al tropezarse con uno de los agentes de la BIPS franquista que le detuvieron cuarenta años atrás por participar en una reunión sindical no autorizada. Leyéndolo, supuse que el policía en cuestión sería El Yeyé, famoso secreta que nos vigilaba entonces, escudado tras unas gafas rayban de aviador. Este social pasó luego, como el resto de sus colegas, a las Brigadas de Información. Ahora es un jubilado en buena forma. Nunca hubo de responder por sus actividades pasadas.

Pero, si en algún momento le hubieran enjuiciado, habría alegado que él se limitó a cumplir y hacer cumplir las leyes vigentes. Y si las de la dictadura prohibían y castigaban con crueldad cualquier libertad fundamental, pues... Así se define, según Hannah Arendt, la banalidad del mal. Policías de la Brigada Político Social, jueces del Tribunal de Orden Público, torturadores, verdugos... sólo eran obedientes funcionarios.

La Constitución del 78 implantó un código normalizado de derechos. Desde entonces, hemos visto ir y venir leyes y reglas. Los precedentes consagrados por el Supremo han girado sobre sí mismos. En la actualidad se tramitan cambios en la regulación del Tribunal Constitucional que pondrán a dicha magistratura en condiciones de cesar a cargos elegidos democráticamente. La sagrada Constitución, tan intocable, fue reformada en setenta y dos horas por imperativo del ente llamado Mercados.

Las leyes cambian. Son interpretadas de manera aleatoria. Su aplicación puede producir absurdos. ¿Tiene sentido que un tribunal venga a darle oxígeno a Más elevándole a la categoría de mártir? ¿Es la ley... o una torpe maniobra política? ¿Quién tiene interés en echar leña al fuego? ¿Con qué intención se convoca al president en funciones para que declare... en el aniversario del fusilamiento (asesinato) de su predecesor Luis Companys?

Oigo hablar a Rajoy de la ley. Y no sé por qué me acuerdo de El Yeyé.

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