viernes, 31 de agosto de 2012

¿Agua mineral en el grifo? ¡Otro pufo! 20120831

Verán ustedes: servidor no es particularmente pesimista ni negativo ni agorero ni antitodo ni tan borde como pueda parecer. ¡Qué va! Quienes me conocen de cerca saben que soy más bien una malva. Sólo que me ha tocado la ingrata misión de aportar a la actualidad aragonesa una pizquita de visión crítica, una miaja de sentido de la realidad y unos miligramos de memoria. Este último ingrediente es el más doloroso. Relacionar pasado y presente para comprobar a día de hoy cómo va todo aquello que nos prometieron hace unos pocos años (e incluso unos pocos meses) es terrible, un marronazo, una dura misión... se lo juro.

¿Se acuerdan ustedes de aquella campaña mediante la cual nos aseguraron (y nos vendieron) que Zaragoza y su entorno tendría en el grifo agua mineral pura, cristalina y exquisita? ¿Pueden rememorar la promesa de que la red de abastecimiento capitalina conduciría por sus tuberías un líquido virginal que cuidaría nuestro cutis, dejaría la colada más suave que la seda y libraría a nuestros electrodomésticos de la maldita cal? Bueno, pues ya nos enchufaron con el pantano de Yesa y desde entonces (por la sequía, dicen) apenas hemos podido disfrutar del publicitado elixir pirenaico, pues el regadío tiene prioridad. Como mucho nos llega agua mezclada con la habitual del Canal, y próximamente volveremos a disfrutar de esta última al cien por cien. No huele ni sabe bien, cierto; pero mineral lo es en grado sumo. Que se lo pregunten a los riñones de los zaragozanos.

No hay cosa más trapacera que la política hidráulica. Porque, para colmo, es cosa sabida que incluso cuando mana por nuestros grifos agua certificada de Yesa ha pasado luego por La Loteta, donde no sólo se mezcla con el retorno de los regadíos (fluido cuya naturaleza química renuncio a detallar) sino que disuelve los materiales del vaso del embalse que son puro yeso. Total, un pufo como un pantano.
¡Ah!, y un último detalle: tengamos o no agua de primera calidad, las preceptivas tarifas han de incluir el coste de las obras del nuevo abastecimiento. Cosas de la vida... y de esta Tierra Noble. No se les olvide. 

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