Parece ser que Ibercaja ha abducido por fin a Caja3. Y digo parece
porque a fecha de hoy no se conocen los detalles del acuerdo de
integración ni nadie ha convocado una rueda de prensa para explicarlo ni
existe una idea mínimamente concreta sobre las implicaciones futuras
del asunto. De la fusión sólo hemos visto una foto en la que varios
señores juntan sus manos en el rellano de una escalera. Por lo visto, el
enternecedor posado hubo de ser sugerido por los cámaras y fotógrafos,
pues los protagonistas del acontecimiento pasaban de darse a entender.
Se habrían hecho la idea de que, sabiendo ellos qué y para qué habían
decidido lo que decidieron, sobraban las explicaciones. Los miles de
empleados y los cientos de miles de clientes afectados bien podrían
extender su confianza a lo que haya de venir, dada la candidez con la
que contemplaron lo que hasta hoy ha sucedido. En cuanto a las
instituciones públicas aragonesas, ni se enteraron de lo que pasó antes
(en la CAI, por ejemplo) ni parecen interesadas en saber lo que pasará a
partir de ahora.
Las cajas eran entidades de titularidad social.
Ahora serán bancos progresivamente privatizados mediante un proceso tan
opaco como incontrolable. Pero apenas nadie levanta la voz para pedir
explicaciones. Es tiempo de silencio.
La Tierra Noble sigue
deslizándose por el tobogán del desentendimiento. Parecemos los monos
ésos que se tapan ojos, oídos y bocas. Lo cual explica situaciones tan
extrañas como la que se produjo ayer cuando los jefes de PP y PAR (que
no el Gobierno autónomo) presentaron en las Cortes lo que llaman Plan
Impulso. Ya saben: con 150 millones que han sobrado en el
Presupuesto al ampliarse el margen de déficit, más otros 100 kilates que
se pedirán al Banco Europeo de Inversiones, se pretende reanimar
nuestra marchita economía y crear empleo. ¿Cómo? Pues repartiendo la
pasta a voleo, sin objetivos claros, sin concentrar el esfuerzo (un
esfuerzo, la verdad, muy pequeñín), sin control.
Así vamos por la vida. Ausentes, ignorantes, atontados. Esto ya no es la Tierra Noble, es Babia.
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