Este 1 de Mayo, UGT y CCOO juntaron a bastante gente. Pero, al mismo
tiempo, CGT y la Intersindical también exhibían una muy notable
capacidad de convocatoria. Y su clientela era más joven y bastante más
entusiasta que la de las centrales mayoritarias. Quizás el desparpajo de
los alternativos se debiera a que al final de su desfile no iban a
tener que escuchar los espesos discursos de los dos julianes, Buey (CCOO) y Lóriz
(UGT). Este último subía al estrado por última vez. Va a dejar la
secretaría general de su sindicato y aún no se sabe quién habrá de
sustituirle. En realidad, nadie quiere el cargo. No ahora, cuando hay
que administrar la pura ruina.
El caso es que UGT y CCOO
reclamaron un gran pacto social y político contra la crisis. El PSOE
hizo una petición muy similar. El PP dijo que sí pero no o no pero sí,
porque la derecha todavía puede poner sobre la mesa sus mayorías
absolutas y no necesita arrimarse a nadie. Y yo dudo que estos sean
tiempos proclives a los acuerdos. Tal vez el centro-izquierda oficial
sienta nostalgia de los pactos (de la Moncloa) que cerraron la
Transición. Pero en el campo conservador la táctica es otra: imponer su
programa máximo, destruir a los sindicatos, anular a la izquierda,
convertir la resignación en la gran virtud española... O sea, ganar por
goleada, como el Bayern de Munich al Barça. Esa sería la condición
necesaria para construir un nuevo orden social basado en la
desregulación económica, la imposición de los paradigmas ultraliberales y
un marco legal semiautoritario.
Sabemos lo que quiere la
derecha. Pero... ¿Qué quiere la izquierda, sea vieja o nueva? ¿Cómo
imaginan los progresistas (los de mentira y los de verdad) la salida de
la crisis? ¿Cómo proponen recuperar en el futuro todos los derechos
(laborales, salariales, sociales) que se están perdiendo?
Pues
eso. Hoy, 3 de mayo, es el Día Mundial de la Libertad de Prensa. Los periodistas volveremos a exigir unas condiciones dignas de trabajo y a
defender el derecho a la información que no es solo nuestro sino de toda
la ciudadanía. Díganme qué otra cosa podemos hacer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario