miércoles, 29 de julio de 2015

Lo que conviene al PP (e incluso al PSOE) 20150729

Al PP ya le vienen bien estos barulletes de quitar y poner bustos del Rey (del anterior o de este, qué más da), cambiar a contrapelo el nombre de un pabellón deportivo, polemizar con los medios a través de una web municipal... o que dos diputados aragoneses de sendos partidos de izquierdas (un Podemos que antes fue CHA, y otro CHA que sigue en ello) casi acaben a hostias (en sede parlamentaria) por el tema de los grupos votado ayer en las Cortes. A los de la derecha les cuadra que el debate político se vaya por estos cerros de lo accesorio, porque así disimulan mejor el magnífico desastre contable que perpetraron en el Pignatelli. Y al PSOE tampoco le vienen mal las mismas distracciones pues enmascaran el estupendo colacao financiero que han dejado en el Ayuntamiento de Zaragoza. Por toda España, las fuerzas políticas y sociales del sistema se frotan las manos ante cada polémica sobre asuntos meramente simbólicos cuando no equívocos o meras fruslerías. Así ponen sordina a sus púnicas, gürteles, ERE, manipulaciones de la Justicia, evasiones fiscales, cementerios nucleares, apaños financieros, concesiones a las eléctricas y cualesquiera otras maravillas de gran importancia. Ayer, para darle más cuerda a lo suyo, el todavía jefe de la oposición municipal zaragozana, Eloy Suárez, escribió a Zarzuela esa parida de que, cuando él vuelva a gobernar la Inmortal Ciudad, repondrá al Príncipe de Asturias (¿o a la Princesa?) en el rótulo que preside el pabellón José Luis Abós. Qué cruz.

En Madrid, los flecos colaterales de la corrupción obligan a los portavoces peperos a dar las más curiosas explicaciones: "Abusaron de nuestra confianza estos sinvergüenzas, ¡ay!, ¡ay!". Así que buscan y rebuscan entre el anecdotario podemita e izquierdoso en general para trasladar el debate sobre lo importante, a una fácil discusión sobre lo secundario. Elemental. De libro.

Ante lo cual algunos, con la mejor intención, sugerimos a los adalides de la nueva política que se centren, que no se distraigan, que vayan a lo que importa. Aunque solo sea por no hacerle el juego a la competencia. Pero, bueno... ellos sabrán. 

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