Que la izquierda española debe agruparse en una sola marca electoral
(tras los correspondientes debates, elaboración de programas y primarias
abiertas) es a estas alturas una exigencia táctica y estratégica
incontrovertible. Se producirá tal fenómeno... o no; participarán en él
Izquierda Unida y la CHA y Equo y los quincemayistas... o no; tendrá el
PSOE algo que ver... o no. Pero sin unidad será imposible que los
progresistas afronten la poderosa revolución conservadora en marcha con
algo más que protestas y lamentos.
Ahora bien, unir a las
izquierdas no plantea solamente un problema geométrico a resolver
mediante las habituales negociaciones. El modelo aragonés (la coalición electoral de CHA, IU y sectores de la izquierda social), con su elaboración al viejo estilo y su reparto milimétrico del escaño obtenido, no sirve. El modelo Izquierda Plural,
con sus tres portavoces repitiéndose o aferrándose al correspondiente
localismo en cada debate parlamentario, tampoco. La cuestión ha de
requerir más elaboración, más seriedad y sobre todo más innovación.
En la edición de EL PERIÓDICO del pasado domingo, el historiador Julián Casanova
recomendaba a las izquierdas democratizar los partidos, introducir a
gente que representa los nuevos movimientos sociales (y que hoy no tiene
militancia política) y elaborar una propuesta teórica flexible y poco
dogmática a la crisis actual del capitalismo. Todo ello para ofrecer a
la ciudadanía una alternativa a la derecha que sugiera salidas prácticas
y creíbles (sobre todo creíbles) en un contexto europeo y global. Ésa
es la madre del cordero: renovar en personas y en imaginario. Algo a lo
que se resisten los cuadros y dirigentes que actualmente manejan sus
respectivos cotarros o cotarrillos.
No es geometría, es
mecánica. La política española, y en particular la izquierda, necesita
veinteañeros, treintañeros, en cualquier caso gente que venga limpia,
sin responsabilidad alguna en desaguisados anteriores. Ideas nuevas,
actitudes nuevas, organizaciones renovadas. Es necesaria la unión... y
mucho más.
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