Seguramente no cabe comparar la grave imputación de Antonio Asín, alcalde de Mallén y diputado provincial en Zaragoza, con la condena de Lorena Canales,
exalcaldesa de Sariñena y actual concejala de dicha localidad además de
diputada socialista en las Cortes de Aragón. Pero ambos casos son otras
tantas patatas calientes en las manos del secretario general del PSOE
aragonés, Javier Lambán. De momento, Asín ha sido expulsado del
partido, aunque se ha quedado con los cargos, que, dice, son suyos. No
sé qué pasará con Canales, inhabilitada como concejala pero que puede
retener su escaño en La Aljafería.
¿Y por qué se ve Lambán en
semejantes compromisos? Pues por la simple razón de que las candidaturas
socialistas en las últimas elecciones autonómicas y municipales se
hicieron con el desparpajo habitual, poniendo en ellas a personas que ya
olían a imputación o condena. El lío posterior estaba cantado. Empezó
con Becerril (el amigo de Belloch) y luego ha seguido enmarañándose.
El despiste, el descoloque y la contumacia del PSOE resultan a estas
alturas sorprendentes e inexplicables. Sólo en un partido extraviado
podrían darse situaciones tan obvias; situaciones que, para consuelo del
secretario general aragonés, también se dan en lo más alto del
escalafón orgánico. Produce auténtico pasmo ver a Griñán, que bastante tiene con lo que tiene, convertido en una voz clave dentro del debate sucesorio que acosa al desnortado Rubalcaba.
El otro día, el presidente de Andalucía salió a la palestra para
afirmar tan campante que en el PSOE no hay crisis de ideas; ese,
aseguró, no es el problema. Que Santa Lucía le conserve la vista.
Esta decadencia del socialismo (oficial) español es un drama para
todos. Debilita a la izquierda, desequilibra el sistema, devalúa la
calidad de la democracia, obstaculiza la emergencia de alternativas
(porque esa decadencia, ciertamente, abarca también las ideas),
desmoraliza al electorado, contribuye al desprestigio de la política y
además consolida la hegemonía de la derecha. Estos, o se refundan
partiendo casi de cero o se van al garete.
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