Si te ha pillao la vaca, jódete. Si te rebajan el sueldo, si te
despiden, si te quitan la beca, si no te dan ayuda para la dependencia,
si te citan para operarte dentro de tres meses (o más), si te aplican la
legislación vigente, si te anuncian que tu derecho a jubilación
pensionada está en el alero... te vuelves a joder. Y lo más aterrador es
que, mientras la democracia social se va por el sumidero, hay gente de
la calle (y no poca) incapaz de entender lo que sucede: individuos que
observan de reojo al que está a su nivel o por debajo, porque no saben o
no se atreven a mirar hacia arriba; comentaristas de foro internáutico o
de barra de bar que ante cada conflicto laboral o social arremeten con
inaudita furia contra los perjudicados, sean estos trabajadores del
sector privado, funcionarios, discapacitados, profesores, médicos o
investigadores. Incluso cabe reseñar el caso delirante de aquellos que,
habiendo sufrido en sus carnes los efectos de ajustes, reformas
laborales y demás canalladas, se revuelven no contra los causantes de
sus problemas, sino contra otras personas de su misma condición que tal
vez han salido un poco mejor libradas. O sea, como si un ciudadano que
acaba de ser asaltado y robado en la calle, en vez de reclamar el
castigo de los culpables y la mejora de la seguridad, exige a gritos que
el resto de los peatones sean igualmente atracados... ¡para que no haya
privilegios!
"Que no se quejen, que a ellos no les quitaron la
paga extra". "A mí también me echaron y no se armó tanto revuelo". "Que
curren y se aguanten como hacemos los demás"... Los sueldos por encima
de los 2.000 € brutos mensuales son tachados de "privilegio". A los
trabajadores que no acceden a rebajarse el sueldo o que defienden sus
convenios se les llama "avariciosos" e "insolidarios". Los derechos
laborales más básicos son considerados una rémora para el desarrollo
económico. El ideario ultraliberal más duro se ancla de manera increíble
en la opinión de quienes están sufriendo directamente las consecuencias
de su aplicación. Insolidaridad, burricie, sálvese quien pueda... Esto
no es posmodernidad, es simple estupidez.
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