Ya le he pillado el punto a José Ángel Biel,
cuando pone en duda que publicar los ingresos y patrimonio de los
cargos públicos incremente la transparencia y sirva para algo más que
dar pábulo al cotilleo de los ociosos. Visto desde una perspectiva
racional el jefe del PAR tiene razón. Multiplicar las autodeclaraciones y
las contabilidades oficiales ya no resuelve nada. Ahí no están las
claves para desmantelar la alta corrupción (¿hay otra?). De hecho,
anteayer el mismo Bárcenas presentó al juez documentos que a su
vez el PP había remitido al Tribunal de Cuentas. ¿Y qué? El punto G del
mamoneo está en las cuentas en B, los maletines y sobres en negro, las
cuentas numeradas en los paraísos fiscales y las operaciones opacas
llevadas a cabo desde las administraciones. Si quieren luz de verdad
pongan el foco sobre las contratas, las operaciones de las sociedades
públicas, las relaciones y acuerdos de partidos, patronales y sindicatos
con las entidades financieras, el urbanismo, las actividades
encubiertas... Y cumplan las leyes que ya existen y dejen trabajar a las
inspecciones y doten de medios a las fiscalías y sobre todo garanticen
la absoluta independencia de la judicatura y los organismos de control.
Lo demás, monsergas.
Las propuestas anticorrupción que lanza el PP y corea CiU (con el PSOE haciéndose el remolón) carecen de credibilidad cuando ninguno de estos partidos actúa con un mínimo de seriedad ante los escándalos que les afectan. El manejo por parte de la derecha del caso Gürtel-Bárcenas es una obra maestra del cinismo, el canto épico de la mentira. Como para que nos cuenten luego milongas sobre transparencia y buenas prácticas. Es obvio que el PP, formación habituada a sortear sus merdés mil veces mejor que el PSOE, se cree capaz de salir del último atolladero sin afrontar nada más arduo que la demanda por despido que les ha puesto su extesorero.
El consejero de Fomento que tiene Cospedal en La Mancha ha ordenado a sus subordinados que no usen el término desahucio, que crea alarma social. Muy acertado. Desahucio, no; digan simulación. Como la jefa.
JOSÉ LUIS Trasobares 27/02/2013
Las propuestas anticorrupción que lanza el PP y corea CiU (con el PSOE haciéndose el remolón) carecen de credibilidad cuando ninguno de estos partidos actúa con un mínimo de seriedad ante los escándalos que les afectan. El manejo por parte de la derecha del caso Gürtel-Bárcenas es una obra maestra del cinismo, el canto épico de la mentira. Como para que nos cuenten luego milongas sobre transparencia y buenas prácticas. Es obvio que el PP, formación habituada a sortear sus merdés mil veces mejor que el PSOE, se cree capaz de salir del último atolladero sin afrontar nada más arduo que la demanda por despido que les ha puesto su extesorero.
El consejero de Fomento que tiene Cospedal en La Mancha ha ordenado a sus subordinados que no usen el término desahucio, que crea alarma social. Muy acertado. Desahucio, no; digan simulación. Como la jefa.
JOSÉ LUIS Trasobares 27/02/2013
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