martes, 15 de septiembre de 2015

Cómo hincarle el diente a la corrupción 20150915

Permítanme, antes de nada, una aclaración: cuando digo corrupción me refiero indistintamente a fenómenos que tienen en común el despilfarro, la ineficacia o la apropiación indebida de fondos públicos. Por eso, más allá del Código Penal, mis argumentos reivindican la máxima transparencia institucional, que es el mejor medio para acabar con todo mamoneo. Y aunque Echenique, cada vez que le preguntan por cómo regenerar la vida pública, se enzarza con el tema de los sueldos de los políticos, bien podremos ir un poquito más allá y advertir a la gente de que ése es un aspecto de la cuestión tan manido como equívoco. Mil veces más importante seria generar desde el Gobierno aragonés (o cualquiera otro) una información clara, fácilmente accesible, exhaustiva y documentada sobre cada uno de sus actos: contratas, adjudicaciones, subvenciones, institutos, sociedades, etcétera. Información, sugiero, elaborada por un Gabinete estable, con una plantilla seleccionada mediante procedimiento objetivo (no designada a dedo por el Ejecutivo de turno) y dedicado a servir de la ciudadanía, no a contar lo guapo y lo listo que es el señorito. Si quiere Echenique darle la vuelta a la cosa, ahí tiene tajo.

Hablando en plata, no estoy de acuerdo, por ejemplo, con los pluses mensuales destinados a los funcionarios que antes ocuparon un cargo político. Sin embargo, ése caso no me inquieta (ni en lo cuantitativo ni en lo cualitativo) tanto como saber que el exdelegado de Hacienda del Ayuntamiento de Zaragoza (actual consejero del mismo ramo en la DGA) firmó dos días antes de ser relevado de su puesto el abono de dos millones de euros para que AUZSA (la antigua TUZSA) pagase despidos. Ampliando el foco, muchas de las contratas y otras obligaciones que fueron suscritas por los anteriores gestores de las grandes instituciones aragonesas en vísperas de traspasar el poder me huelen a chamusquina. Ya que estamos, metan en el paquete lo del concierto del Ánfora.

Transparencia, transparencia, transparencia. Y que los cargos cobren un buen sueldo... Si se lo ganan administrando bien y limpiamente. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario