domingo, 20 de septiembre de 2015

¡Pónganselas pilas, buena gente! 20150920

Qué curiosa ha sido la actualidad política de esta semana. Porque justo cuando el Ayuntamiento gobernado por Zaragoza en Común se embrollaba con el IBI (que el alcalde Santisteve se empeña en decir que baja... pero sube), la derecha, alentada por su veterano órgano oficioso, intentaba montar el pollo a costa de unas declaraciones del presidente de CHA y consejero del Gobierno aragonés, José Luis Soro, relativas al Corredor Mediterráneo. Así que lo del impuesto inmobiliario ha ido resbalando sobre parte de la opinión pública, que sigue entretenida con cositas más ligeras, como los bienes eclesiásticos (muy bueno lo de los cuatro presidentes), el protocolo municipal o el cambio (en diferido tendrá que ser) del nombre del principesco y patrocinado pabellón.

La coz a Soro (cocecita, más bien) es consecuencia de lo alucinada que está la parroquia conservadora, a la que le pasas por delante cualquier cosa que pueda relacionarse con Cataluña y embiste cual lancero de Tordesillas. Suponer que para ser un aragonés cabal hay que despreciar y refutar el Corredor Mediterráneo en nombre de la imposible e inútil Travesía Central del Pirineo (TCP) resulta patético a estas alturas. Más que nada porque el denostado Corredor es una salida habitual de nuestros productos (hay que procurar mejorar la comunicación con aquellos puertos), mientras que la TCP no llega ni a entelequia. Mucho más importante y estratégico es todo lo que tiene que ver con la financiación de nuestras principales administraciones. Porque, si las instituciones de mayor calado (ya saben: Gobierno de Aragón y Ayuntamiento de Zaragoza) no salen de la ruina que arrastran, esto se va a poner cada vez más feo (más aún de lo que ya está). La ciudadanía en general, las organizaciones sociales y asistenciales, las empresas proveedoras y otras personas y entidades que tienen muy buenos motivos para pedir que les paguen lo que les deben (o les prometieron) quieren ponerse al día, cobrar y sobrevivir. Piden porque necesitan.

En el Pignatelli, mal que bien, se las van apañando para tranquilizar con promesas y buenas palabras a los agraviados por el Ejecutivo de Rudi (que fue un desastre de récord). Ya veremos por cuanto tiempo. En eso se les nota a los del PSOE que son perros viejos. En la Plaza del Pilar, los de ZeC, novatos pero acelerados, se están liando con demasiadas cosas y no sé si calibran el efecto que pueda causar (en quienes sí les han votado) un recibo del IBI recrecido, una subvención social devaluada u otros gestos improcedentes. Llevan cien días gobernando el municipio. Les queda camino por recorrer. Pero ya pueden espabilarse, porque la gente espera mucho de ellos. Y no va a estar esperándoles los próximos cuatro años. 

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