Llevo unos días observando la movida que se trae entre manos el abogado José Antonio Visús, autoinvestido salvador del Real Zaragoza, intrépido debelador del malvado Agapito y archipámpano del crowfounding
futbolero. Será verdad que su propuesta de rescatar al equipo escotando
para comprárselo a su actual dueño no tiene mucho fuste, pero el
problema no está ahí; el problema, queridos amigos, radica en que muy
pocos aficionados parecen dispuestos a poner un euro por el que llaman
club de sus entretelas. Una cosa es ser zaragocista, aragonés, forofo o
lo que ustedes quieran, y otra diferente aflojar la mosca sin que a
cambio te den nada concreto, ni un pase para la Romareda, vaya emplume.
Llegados a este punto, si ustedes son poco aficionados al fútbol les
ruego sigan leyendo, porque la cosa no va de balompié sino de realidad
sociopolítica. Tengan paciencia.
En Zaragoza lo que se espera es
un milagro, un mirlo blanco, un millonario que venga a ponerlas y a
poner en órbita (o sea, en Primera) al descalabrado equipo. Tendría que
ser un jeque árabe o un magnate ruso, porque en la Ciudad Inmortal ya no
quedan pesos pesados de la construcción o similares capaces de gastarse
millones para presumir en el palco presidencial. Y la gente del común,
como no tiene nada de qué presumir, pasa de compromisos. Si no se moja
por cosas mucho más transcendentes, a ver si va a rascarse el bolsillo
para salvar la honrilla balompédica.
Por eso el prudentísimo Iglesias
(el que fue presidente de Aragón) alentó el desembarco de su tocayo (el
dueño de Codesport) en el Zaragoza. Para dejarlo todo niquelado al
margen de esa masa social que habla muy alto y actúa muy bajo, que se da
golpes en el pecho pero no se rasca el bolsillo. Los jefes del tema
político han intervenido en todo no sólo por su infinito afán de ejercer
control, sino también por el absentismo sistemático de una ciudadanía
habituada a que le den mascado incluso el puré. Por otro lado... ¿quién
ha dicho que Agapito esté dispuesto a vender el juguete, aun en el
hipotético caso de que la cuestación tuviera algún éxito?
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