Tradicionalmente, la solución perfecta a una batalla es la doble envolvente.
El centro del dispositivo propio se traba con el enemigo mientras las
alas, a derecha e izquierda, atacan por los flancos y lo rodean. Como
hizo Aníbal en Cannas o Zhúkov en Stalingrado. ¡Ah!, las
alas... En la política española el centro ha estado muy sobrevalorado.
PP y PSOE han tenido siempre como objetivo conquistar dicho espacio,
donde (supuestamente) se ganan las elecciones. Pero hoy los hechos
certifican la importancia tanto de la derecha-derecha como de la
izquierda-izquierda. ¿Acaso la irrupción de Podemos no constata que los
socialistas, habiendo perdido su propio flanco, corren el riesgo de
quedarse sin sitio?
Puede ser que el PSOE haya ganado elecciones
extendiéndose hacia el centro, pero las ha perdido siempre que se ha
desconectado de la izquierda. La obsesión por la moderación de los
dirigentes socialistas (y de sus analistas de cabecera) ha terminado
colapsándose por sí misma. Con un nuevo partido cerrándoles el flanco
que siempre fue decisivo, su espacio se ha reducido ahora de manera
dramática. Y si Sánchez se empeña en sostener un centrismo cada
vez más vaporoso y claudicante, aún se reducirá más. Le pasaría lo mismo
al PP si alguien ocupara total o parcialmente su derecha. Por eso Rajoy, aunque ha tenido también gestos moderados,
no ha dejado de lanzar guiños a sus seguidores más conservadores para
calmar su enfado y mantener su apoyo agitando amenazas externas como la
posible secesión catalana... o la llegada de Podemos.
El centro
es un lugar cada vez más difuso y confuso (ideológicamente hablando)
donde confluyen la derecha menos derecha y la izquierda menos izquierda.
Esa aproximación permite movimientos de un lado hacia el otro, cierto.
Pero cualquier desplazamiento, aunque importante a la hora de medir
fuerzas en unas elecciones, estará siempre condicionado por la
determinación y el empuje de las respectivas alas. Cuando el PSOE ha
sido capaz de atraer a la mayoría de la izquierda funcionando de hecho
como un Frente Popular electoral, el éxito le ha sonreído. En caso
contrario...
JLT 03/12/2014
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