Las instituciones aragonesas remolonean como nunca a la hora de elaborar sus presupuestos. Salvo las comarcas, oye, que no han perdido ni un minuto en ajustar las cuentas para el 2012. Se ve que tenían claro el equilibrio entre ingresos y gastos. En cambio, ayuntamientos, diputaciones y no digamos el Gobierno de Aragón no saben cómo cuadrar ni cómo explicarnos el sablazo que viene.
La situación está muy clara. En la Europa más azotada por la crisis, los políticos convencionales (socialdemócratas y conservadores populistas) se han mostrado blandengues y concesivos. Agobiados ante la posibilidad de perder votos no han acabado de entender que es preciso satisfacer los intereses del capital financiero antes que las necesidades de la ciudadanía. Por eso en Grecia e Italia ha sido preciso instalar gobiernos técnicos, que no habiendo llegado al poder por obra y gracia de los electores no temen indisponerse con ellos. Vean, pues, al nuevo primer ministro italiano, con la motosierra a todo gas, llegando a donde Berlusconi jamás se atrevió ni puesto de viagra hasta las orejas.
En España los nuevos jefes conservadores esperan que Rajoy pase de la nada teórica a la dura práctica. Sólo Cospedal ha tomado la delantera y ya galopa guadaña en mano sin temor ni compasión. En cambio, Rudi (mucho más prudente) lleva los recortes al ralentí, no presentará su propuesta económica para el año próximo hasta vísperas de Navidad y no cuenta con tenerla aprobada antes de finales de enero. Mientras, se prorrogarán... ¡los presupuestos de Marcelino&Biel! Y varios alcaldes (con el de Teruel a la cabeza) piensan hacer algo parecido en sus respectivos ayuntamientos.
Esto de iniciar un ejercicio sin presupuesto es inaudito, improcedente, contrario a las normas y no sé cuantas cosas más. Pero en estos tiempos ya cuela todo. En el PP han tomado nota de que la gente está cautiva y desarmada y es posible manejarla con facilidad. A lo tecnócrata, tú. Sin complejos.
¿Presupuestos? ¿Transparencia? ¿Prioridades? ¿Justificación política? Hala, déjense de boberías. Y las reclamaciones... a Zapatero.
J. L. Trasobares/El Periódico de Aragón/miércoles 07.12.2011
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