Aragón tiene hoy un Gobierno que en parte es el de antes y en parte es el de ahora. Como los pies del Señor, pasado y presente se ven atravesados por el clavico del PAR. Así, mal que les pese a Rudi y su gente, vivimos instalados en el continuismo. Pero como el Ejecutivo PSOE-PAR llegó a las elecciones en estado terminal, el PP-PAR que le dió el relevo anda por ahí como un zombi. O sea, lo mismo pero en plan muerto viviente. Eso sí, la sanidad pública va de culo y cuesta abajo, el reordenamiento financiero camina a paso de caracol (¡cinco meses para copiar y pegar la Ley de Estabilidad Presupuestaria gallega!) y el consejero Bono, ex-baranda de Aramón, asegura en las Cortes que la Ley le impide explicar el acuerdo firmado con la empresa Dorna para que ésta organice un gran premio de motociclismo en Motorland. Ayer la cosa se puso surrealista total cuando los regionalistas Boné y Ruspira se enzarzaron con el consejero Suárez a cuenta del Plan Red de Carreteras. Alucinante.
Todo el mundo sabe que Dorna se lleva cruda la pasta de los contribuyentes aragoneses (como la de los catalanes, los andaluces o los valencianos). Todo el mundo sabe que el máximo responsable de dicha empresa es tío carnal del director de Motorland (lo que da un inaudito toque familiar a los contratos firmados entre ambos). Y nadie duda de que en cualquier caso la fabulosa Ciudad del Motor es puro sector público y chupa dinero por un tubo. Incluso tenemos una idea aproximada de lo que cuesta cada gran premio: entre diez y quince millones de euros sumando derechos, patrocinios y gastos. Por supuesto los retornos no llegan ni de lejos a semejante cifra, digan lo que digan las fuentes oficiales.
Si Alcañiz tuviese el hospital que necesita, el Grande Covián de Zaragoza no estuviese en el alero, el programa educativo 2.0 no hubiera sido bloqueado y esto siguiera siendo el país de Jauja, a lo mejor podríamos tomarnos a broma la situación. Luisa Fernanda Rudi no es graciosa pero su sobreactuada seriedad siempre da juego. La campechanía de Biel no tiene parangón. El problema es que aún no sabemos si lo suyo (lo de ambos) va a ser gobernar Aragón o pegarnos la gran clavada.
J. L. Trasobares/El Periódico de Aragón/viernes 02.12.2011
No hay comentarios:
Publicar un comentario