Sequía. El PP accede al Gobierno de España. Se habla otra vez del trasvase del Ebro a Levante. La derecha aragonesa replica con el Pacto del Agua. Y sobre la vieja y sobada alternativa, ¡pantanos o trasvase!, planea la síntesis magistral: pantanos... y trasvase. Lo uno por lo otro, lo uno para lo otro. Nadie explica de dónde saldrá el agua, que es la clave de la cuestión. Pero aquí no importa tanto que haya mucha o poca agua como quién controla dicho recurso.
En Sallént de Gállego anuncian todavía una urbanización con el reclamo "Apartamentos con vistas al lago". No hay tal lago sino el embalse de Búbal, que a su vez ha dejado de ser pantano para transformarse en una hondonada árida, reseca y espantosa, en medio de la cual intenta recuperar su antiguo cauce una cosa que fue río y ahora no se sabe bien qué es. No hay agua porque no llueve ni nieva, no porque carezcamos de espacios donde recogerla. La Cuenca del Ebro es una de las más reguladas del mundo y sus caudales riegan, sólo en Aragón, cientos de miles de hectáreas. No es verdad que aquí haya una sequía estructural como dice el consejero de Agricultura aleccionado por los jefes de los regantes. El problema es que estamos metidos en un endiablado cambio climático y es preciso transformar los paradigmas agrarios de hace un siglo.
El Pacto del Agua nació como una impostura destinada a colarnos el trasvase a los aragoneses. Algunas de las obras que preveía han sido dejadas por imposibles. Otras se han hecho y hoy no sirven para nada. No parece que el recrecimiento de Yesa o Biscarrués (últimos asideros del conservadurismo hidrológico) vayan a tener mayor utilidad; sólo producirán un impacto social y medioambiental intolerable. Hay otras soluciones (vayan al Matarraña y comprueben la eficacia de las balsas laterales), aunque no gusten a los que mandan en los grandes sistemas de riegos. Claro que estos señores van a lo que van. Tan dueños del agua se sienten que ya no quieren a uno del PAR al frente de la CHE. Prefieren repartir peras con el PP, aunque haya trasvase de por medio. A ellos les traen sin cuidado ríos, humedales, deltas y acuíferos. Lo suyo es convertir el líquido en pasta.
JOSÉ LUIS Trasobares 16/02/2012
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