Los jefes de los sindicatos están sorprendidos del éxito de su última convocatoria. De hecho, el domingo, en la esquina de la antigua Maternidad de Zaragoza, Julián Lóriz (UGT) se entusiasmó tanto que gritaba como un cantante de blues-rock, tiraba parrafadas de cinco minutos sin tomar aliento y explicó toda la reforma laboral a ritmo de mitin, lo cual tiene usía. El otro Julián, Buey (CCOO), se empeñó en hacer lo mismo, y allí estuvo un buen rato dándole caña al micro. Pero qué contenta estaba la muchedumbre en el paseo de María Agustín.... que se echó al coleto los discursos de los secretarios regionales sin cantearse.
Por lo visto en Zaragoza (y en otras ciudades) podría haberse producido un cierto giro en el ánimo de las masas: la indignación supera al desaliento. Tal cambio no es solo mérito de unos sindicatos que aún están muy fuera de forma, ni tampoco del Bloque Alternativo o de los restos del quincemayismo. No, en esta recuperación del ánimo reivindicativo ha jugado un gran papel don Mariano Rajoy, presidente de España y del PP, cuya reforma laboral ha sacado de sus casillas a millones de asalariados de todo tipo y condición. Fíjense si se tomó en serio su papel el líder conservador, que el sábado, la víspera de las manifas, pronunció su primer discurso ante el congreso de su partido en Sevilla, y procuró el hombre empapar sus palabras (tanto los términos como los conceptos) de un escalofriante neofranquismo, por si quedaban dudas y algún currela concienciado se dejaba llevar por la pereza el domingo por la mañana.
El mérito, a quien corresponde. Rajoy se ha empeñado en tener su huelga general y es por eso, no por otra cosa, que incumple sus promesas electorales sube impuestos a las rentas salariales, dinamita los derechos laborales, alude a los parados como si estos fuesen (además de parados) estúpidos y tanto él como los suyos pretenden crear empleo facilitando el despido. Don Mariano se postuló un día como el nuevo profeta de la clase trabajadora. Y está en ello. Este hombre se ha propuesto sacar al obrerío y a la izquierda en general de su apatía y su desencanto. Lleva camino de lograrlo.
JOSÉ LUIS Trasobares 21/02/2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario