El caso es que, ayer, la futura presidenta del Gobierno de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, leyó su discurso de investidura con la evidente convicción de estar haciendo Historia. A veces se trababa un poco, henchida de emoción. Y sin embargo el temario que desgranó era el de siempre. Punto por punto: de los pantanos manifiestamente inservibles a la Travesía Central del Pirineo que jamás verán nuestros ojos (¡para supertúneles está la Unión Europea!), de la sinergia entre lo público y lo privado (¡jodo, petaca!) al desarrollo eterno de las estaciones de esquí. Todo rebozadito con alusiones a la austeridad. Por supuesto, ahorrar ya no es una opción, es una obligación... sobre todo si los ingresos siguen bajando como consecuencia de la crisis y de la rebaja fiscal.
Tras escuchar a la jefa del PP aragonés, uno se queda con la duda de si fue antes el huevo o la gallina. Es decir, si Rudi solo daba continuidad al glosario consagrado por Marcelino Iglesias o este se limitó a barajar durante doce años lugares comunes anteriores a él dando vueltas a un círculo vicioso tan conservador como irrompible.
Luisa Fernanda anuncia un cambio, pero buena parte de sus palabras podrían haber estado en boca de Eva Almunia si esta no hubiera sido derrotada en las urnas. El sistema transciende a los partidos y a sus líderes. Los discursos suenan parecido (más privatizador el del PP, un poco menos el del PSOE) y los guiños de cada cual no pasan de ser un bla, bla, bla sin incidencia sobre la dura realidad. Les pongo dos ejemplos. El primero: Rudi ha anunciado una reducción de altos cargos cuya eficacia a la hora de eliminar gastos será casi nula pues la práctica totalidad de los actuales viceconsejeros, directores generales y jefes de servicio son funcionarios que han consolidado niveles y retribuciones y ahora seguirán cobrando su sueldo posiblemente por no hacer nada. El segundo: el I+D+i es importantísimo, pero resulta que el futuro Gobierno tendrá un departamento de Innovación y Nuevas Tecnologías en el que no estará presente la Universidad (principal ente investigador) que pasa a fusionarse con Educación, Cultura y Deporte. Bueno... Vamos a ver qué dice mañana la leal oposición, ¿y el PAR?
J. L. Trasobares/El Periódico de Aragón/miércoles 13.07.2011
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